CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA

 

[edición en curso]
 


 
 

Agni Yoga 

El Aspecto Voluntad.

Barcelona, 29 de Septiembre de 1.983
 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Agni Yoga

El Aspecto Voluntad.

 

Interlocutor.—Ya como dijo Vicente hace unos cuatro meses, no hay preguntas pequeñas, se trata de hacer preguntas esotéricas, pero las pequeñitas también son esotéricas, porque sólo hay una vida, tanto si manifiesta abajo como arriba y, además, no hay arriba y abajo.

 

Vicente.—De todas maneras, hay un tema apasionante que pertenece al equipo del discípulo moderno y, creo que lo sugirió Ramón, que es la utilización de la voluntad, la naturaleza de la voluntad y la actividad de la voluntad en el mundo de relaciones, y cómo puede soportar el discípulo o la persona inteligente y de buena voluntad, la tremenda presión de las energías que están derramándose constantemente sobre el planeta en virtud de una invocación cósmica del propio Sanat Kumara, el Señor del Mundo. Entonces, el problema es cómo canalizar estas energías, porque hasta aquí toda la enseñanza esotérica, antes de la Doctrina Secreta y de Fuego Cósmico, se basó en el misticismo del amor, en el aspecto amor de la existencia y en la inteligencia concreta de los discípulos en el discernimiento y no en la voluntad, que es precisamente el instrumento que debe utilizar el discípulo en la Nueva Era para llevar adelante el Plan de perfección planetaria, entonces, ¿cuál es la naturaleza de la voluntad?

 Cuando hablamos de voluntad en relación con los ashramas, en relación quizá generalmente con el ser humano, nos referimos a aquella parte del Propósito de Dios que puede ser captado por nosotros y actualizado también a través de nosotros; la potencia, la potencia de la voluntad, la potencia no del libre albedrío, aquí hago una distinción entre la voluntad y el libre albedrío; existe esta diferenciación en el sentido de que el hombre utiliza el libre albedrío en lo que corresponde a los tres mundos y a su triple ser: mental, emocional y físico; y cuando hablamos de la voluntad en el aspecto para diferenciarlo del libre albedrío, nos referimos a las altas zonas de la mente, allí donde el Espíritu de Dios se manifiesta a través de los múltiples arquetipos de la perfección, que tiene que ver con  el desarrollo de las especies, de la razas, de los reinos y de los propios planos de la Naturaleza. Entonces, el desarrollo de la voluntad se convierte, como digo, en la necesidad actual del discípulo y, las características de la voluntad son el sacrificio. Como sabéis el corazón del hombre contiene doce pétalos, una hilera de pétalos en número de tres se llama los pétalos del conocimiento, los otros tres más internos se llaman los pétalos del amor, y la parte más oculta contiene los pétalos, digamos, de la voluntad, y dentro de estos pétalos semiabiertos en lo que a la humanidad respecta y aun de los propios discípulos, hay tres pétalos más que encubren la Joya en el Loto. Es decir, que el sacrificio de la voluntad son los pétalos que han de abrir la Joya en el Loto, los que dan ocasión a lo que los tres pétalos últimos que se están desarrollando en los iniciados se abren definitivamente para la iniciación final, que es cuando la Joya del Loto resplandece en toda su integridad y en toda su mágica belleza. Entonces, ¿qué entendemos por voluntad en relaciones humanas? Será la capacidad de actuar libre y voluntariamente en todas las ocasiones de la vida, cuando la persona es afirmativa no se calla, afirmativa, cuando la persona tiene un criterio bien establecido, cuando se da cuenta de que una cosa está bien hecha, entonces la voluntad tiene que venir como el corolario de todo este proceso. Lo que ocurre es que las personas confunden la voluntad que entraña siempre sacrificio con el amor, con la sensibilidad. En ciertas etapas del discipulado se acepta que el discípulo tiene la suficiente sensibilidad como para saber respetar a sus hermanos de grupo, y también respetar a sus hermanos los seres humanos, y hace extensible este afecto, este amor, a todos los demás reinos subhumanos. Pero, como digo, como se acepta isofacto de que realmente el hombre ha desarrollado suficientemente los pétalos de amor, y el conocimiento siquiera vago, siquiera en las zonas elevadas de la mente quizá no, pero sí en los aspectos intelectuales de la vida tiene suficiente dosis de discernimiento, entonces, toda la proyección ashrámica, la proyección de la Jerarquía y la proyección del propio Sanat Kumara, está sobre la voluntad de los discípulos, sobre la voluntad de todas aquellas personas de buena voluntad que tratan de seguir firmemente el camino, el sendero digamos espiritual, y de acuerdo con los pétalos, tenemos el sendero que penetra en el aula, como se dice, de la ignorancia; todo es intelectual, todo es un amasijo de cosas que el individuo va acumulando a través del tiempo y que a la fin y a la postre se convierte en contraventores de la ley, porque acumulan demasiado detritus psicológico sobre su ser espiritual .

  Existe después el Sendero del Aprendizaje o la Sala del Conocimiento, en donde el individuo a través del amor comprende cosas más elevadas e incluso puede ponerse en contacto con los arquetipos del mundo mental superior y comprender una pequeña parte del Plan de Dios que él puede llevar a cabo; pero viene después el Aula de la Sabiduría en la cual el hombre debe convertirse ya en un iniciado de la buena Ley, se da el caso de que los iniciados que han penetrado últimamente dentro del Sagrado Santuario de la Iniciación son del Primer Rayo, porque son los que más activamente han desarrollado el aspecto voluntad durante los últimos tiempos; y los discípulos del Segundo Rayo que están en los ashramas subalternos, no en el principal, en virtud de la gran fuerza Jerárquica y de Shamballa que se está derramando sobre los ashramas, han penetrado en un ashrama mayor y de ahí que muchos discípulos del Segundo Rayo que estaban en ashramas subalternos están ahora en el ashrama del Maestro Koot Humi, el Chohan del Segundo Rayo, quien los está preparando para ingresar en las filas de Primer Rayo, porque es en el Primer Rayo donde se están realizando las grandes iniciaciones, de ahí que existen en el mundo, si os dais cuenta, una gran conmoción general, no hay ningún país que se salve de esa tremenda hecatombe, la crisis económica que se hace sentir subterráneamente incluso en los países más ricos y desarrollados económicamente choca con la extrema pobreza de los pueblos que carecen de casi todo, por lo tanto, esto da malestar que se traduce en la sociología, en la política, en las relaciones humanas,  llevando digamos un crespón negro dentro de esta gran oleada de luz que penetra dentro de los hemisferios planetarios, en todo caso, siendo muy sinceros, hemos de convenir que nos falta voluntad. Hemos desarrollado el amor a un cierto grado, conocemos algo del Plan Divino a través del estudio esotérico y, naturalmente, la acción ahora debe ser  una acción de la voluntad sobre todo cuanto nos rodea. Voluntad sobre el conocimiento, voluntad sobre el amor, voluntad para llevar adelante el Plan que el Maestro conoce y sirve, y que nosotros si estamos muy atentos también tenemos un rinconcito en el corazón que conoce la parte del Plan que puede llevar adelante y que, por lo tanto, es responsable, de ahí que una parte considerable de la voluntad del hombre corresponde al espíritu de solidaridad pero también al espíritu de responsabilidad, y la pregunta es si somos demasiado o pocos responsables de acuerdo con todo conglomerado de hechos y circunstancias que rodean nuestra vida, si nos comportamos realmente como discípulos, si el discipulado es una palabra realmente con significado o si bien es una palabra vacía de significado o que no hemos llegado ha comprender totalmente en su máxima dimensión.

  Después tengo que hacer referencia, porque os he hablado del espíritu de sacrificio que lleva inherente el propósito y la voluntad del hombre que está en contacto con la Divinidad, que no podéis dejar de sufrir las consecuencias del sacrificio interno que estáis desarrollando, porque sutilmente estáis desarrollando una pequeña parte de la Voluntad y una pequeña parte del Propósito, entonces, lo que sucede, si estáis advertidos, es la consecuencia de que en los niveles internos una parte considerable del ser está siendo motivado por el aspecto voluntad, es decir, por el aspecto sacrificio, y el sacrificio dónde va a manifestarse sino es en los tres mundos de expresión humana, no se manifestará indudablemente en el plano causal o en los niveles superiores, se manifestará en lo más concreto, en los tres mundos, allí donde tenemos parcelas de nuestra vida, que tenemos que purificar o dignificar o redimir. Analizad vuestra vida y veréis como realmente desde que habéis penetrado en los umbrales del conocimiento, que habéis dejado el umbral de la ignorancia, empiezan a abatirse sobre vosotros las fuerzas tremendas del karma, que existe una precipitación de energías y que estas energías están gravitando constantemente en vuestra vida personal, ser conscientes, para no desmoralizaros, de que esto es consecuencia del aspecto superior que se está manifestando. No se puede penetrar en el aula del conocimiento y del aprendizaje sin despertar un género desconocido de sensibilidad, que tiene que ver no con el amor sino con la voluntad, no con las sensiblerías sino con el sacrificio; entonces, si fuésemos conscientes tendríamos que dar gracias a la vida en lugar de lamentarnos, antes bien, tratar de remediar en lo posible todo cuanto sucede en nuestra vida pero sin darle más importancia que la importancia que tiene cualquier hecho de tipo casual que puede acaecer en no importa que tipo de hombre o de mujer en el seno de la sociedad humana. Pero por el hecho de estar vinculados, si es que así lo deseáis, a un grupo esotérico, que a su ves está conectado con un ashrama del Segundo Rayo de la Jerarquía, la convicción de que estáis adentrándoos profundamente en ciertos niveles definidos del espíritu a través de la meditación, a través del contacto, a través de la invocación, a través de la meditación, digamos, hacia los valores inmortales de la vida, esto os dará, digamos, una idea, de que cuanto ocurre es de orden natural, no hay que darle más importancia que la que se considera a cualquier ser humano, no estamos por encima de los demás, estamos trabajando activamente para surgir triunfantes de una prueba kármica, quizás, la prueba kármica saldada la cual penetramos directamente en el reino iniciático, y penetramos de hecho en el recinto iniciático.

 Quisiera que meditarais sobre esta posibilidad y que aceptaseis la prueba como una muestra del amor de Dios; y no voy a parangonar lo que dice la religión acerca de esto, sino que estoy ateniéndome a hechos que se han venido produciendo en la vida de los discípulos —verdaderamente discípulos— a través de las edades. Todo esto es un estímulo para el buscador. Me acuerdo que en cierta ocasión Alice Bailey nos había dicho en Ginebra, y a poco tiempo antes de fallecer, que le preocupaba que los estudiantes no tuviesen pruebas en su vida, todo el mundo decía que se encontraba bien y que estaba satisfecho de la vida y decía: movía la cabeza y decía “no estoy contenta”,  porque esto es la prueba de que estos discípulos están varados en el fondo del río de la propia personalidad, que no están avanzando, que su árbol está sin ser sacudido por el viento como decía y que, por lo tanto, su vida se reanuda seguramente al final, cuando cierren los ojos, cuando pasen el velo y vean su estado de cuentas tendrán que ver con dolorosa decepción que no han hecho lo suficiente, y no tendrán siquiera la oportunidad de arrepentirse, porque la persona que se arrepiente es porque no comprende que el arrepentimiento no sirve para nada, por el arrepentimiento no se salda una cuenta, sino que se sufre, entonces, si hay que sufrir, sufrir, digamos, en forma creadora, no en una forma llevada a cabo por un proceso, digamos, natural, pero al propio tiempo general. Un discípulo se aparta de la generalidad, está por encima de muchas cosas, tiene ciertos matices desconocidos, inconcebibles para la mayoría de la humanidad, y estoy convencido, ya para terminar esta pequeña peroración, de que todos estáis convencidos de que la prueba tiene un sentido y un significado, y que a medida que os adaptéis a estas crisis, las crisis irán desapareciendo, no es luchando contra las crisis sino abriéndose completamente a las crisis que se saldará la deuda kármica.

 Interlocutor.—Has mencionado un aspecto muy importante de la mente, incluso recuerdo unos de los escritos inéditos del Maestro Tibetano, que dice algo también bastante sorprendente relativo a las cualidades inherentes al antakarana, en un aspecto lo define como el aspecto de sensibilidad de la propia conciencia, y en otro aspecto menciona el aspecto voluntad. Es decir, de alguna manera dice que a la medida que se va  adelantando la personalidad y el alma se van fusionando, pero él intercala un par de frases en las cuales dice: Y ambos aspectos poco a poco se transforman en uno y quedan fusionados como primera gran fusión en el camino de retorno a la casa del Padre”, y dice: “Tal es mi Voluntad”. Entonces, me pregunto: “Tal es mi Voluntad” ¿quién lo pronuncia, la personalidad o el alma? Es decir, que si de alguna manera se ha de tomar consciencia de que el aspecto este no es un aspecto podíamos decir pasivo dentro de la actividad del discípulo sino que es el aspecto voluntad consciente, físicamente hablando, del discípulo que hace que la personalidad y el alma queden fusionadas.

Vicente.— Bueno, cuando se habla de voluntad siempre se hace una sutil referencia a la vida de la Mónada, y naturalmente, a través del aspecto Atma de la Tríada Espiritual:  Atma, Budhi y Manas ¿verdad? Atma se refleja en la mente superior, Budhi se refleja en el cuerpo emocional, y luego Manas se refleja en el cuerpo físico, en el cerebro físico podríamos decir. Entonces, para llegar a tener voluntad se precisa un cierto lineamiento entre la personalidad y el alma, se precisa haber establecido un cierto, digamos, tramo del puente de arco iris del antakarana, y esto naturalmente constituye todavía el trabajo de una infinita cantidad de discípulos que están trabajando con el antakarana a través de la visualización, a través de la meditación, a través de ciertas técnicas o de yogas están tratando de establecer el antakarana; y naturalmente, cuando se ha llegado a cierto punto sucede que hay algo, un vacío, porque el vacío que va... —he hecho referencia muchas veces — del  plano superior mental al plano búdico no puede ser llenado por el impulso de amor, a pesar de que el amor sea la esencia del plano búdico sino que se precisa un arranque positivo desde Atma, imperando sobre el aspecto superior, digamos, de la mente del discípulo, y entonces se crea un puente directo más allá del antakarana que va directamente desde el plano superior mental hasta el plano búdico; y cuando se habla, por ejemplo, del Arhat —que sabéis que es el Iniciado que ha alcanzado la cuarta Iniciación— entonces, todo proceso se desarrolla en el 4º Subplano del Plano Búdico, que es el 4º Subplano Etérico Cósmico. Entonces, todo ese proceso sin embargo no tiene nada que ver con el amor, todo es un proceso de voluntad, y el propio Agni Yoga que se desarrolla dentro del corazón es una expresión de la voluntad. Si  habéis leído en algunos pasajes —porque existe mucha falsificación— acerca del Maestro Morya, cuando habla de la Doctrina del Corazón, os daréis cuenta de la importancia que tiene la voluntad, para penetrar en el corazón, que es para abrir definitivamente aquellos tres pétalos finales que están encubriendo la Joya en el Loto en el centro místico del corazón, que corresponde al 4º Subplano del Plano Búdico, el cual a su vez es el Centro del Universo. Y, naturalmente, todas estas cosas son digamos una especie de diferenciación de todo cuanto hasta aquí  hemos ido aprendiendo a través del esoterismo del pasado o que nos legaron los antiguos esoteristas, porque ellos vivieron en una época en donde era necesario el conocimiento y el amor; en tanto que en una era de grandes convulsiones, cuando penetra en la Tierra grandes y considerables cantidades de energía del Primer Rayo procedentes de Shamballa, se precisa un nuevo instrumento de adaptación que no puede ser el amor, que no puede ser el conocimiento, sino que debe ser algo superior y es la voluntad entonces, y la voluntad es el aspecto de la Mónada capaz de ser asimilado por el hombre en cualquier momento determinado del tiempo. Y las iniciaciones que comportan crisis y sacrificios no son otra cosa que parcelas de la Mónada que se están manifestando en el alma del discípulo hasta que todo queda ensalzado, que todo queda redimido, cuando no queda sustancia alguna de redención entonces el discípulo adquiere el Adeptado y se convierte en un Maestro de Compasión y de Sabiduría, lo cual significa que ha abierto por completo los tres pétalos que ocultaba la Joya en el Loto y que la Mónada ha tomado contacto con el ser inferior, desapareciendo cuanto de inferior, paradójicamente hablando, tenía el hombre. Es decir, que son consideraciones nuevas a las cuales tendríamos que habituarnos cada ves más para comprender bien lo que pasa, porque no solamente esas corrientes de Shamballa van directamente a los ashramas de la Jerarquía utilizando como medios de expresión a los discípulos sino que toda la humanidad está convulsionada por efecto del embotamiento que estas energías inasimilables están gravitando sobre sus mentes y corazones; y que, por lo tanto, el trabajo de los grupos esotéricos, según dice el Maestro Tibetano, es dar rienda suelta a esas energías, canalizarlas hacia la humanidad, convertirnos en el Propósito de Dios en la vida de la Naturaleza, no simplemente en la sensibilidad de Dios o en la inteligencia de Dios,  es el aspecto superior, el aspecto iniciático el que conduce al Aula de la Sabiduría. Y yo creo que todo esto lo hemos leído quizás en algún pasaje esotérico, pero interesa hacer conciencia, tomar conciencia de esto en la vida práctica, y darse cuenta que el término discípulo entraña a sí mismo las tres corrientes de: crisis, tensión y emergencia; y que la emergencia es la voluntad, que las crisis pertenecen al amor y que las tensiones pertenecen a la inteligencia del hombre, y que todo esto está bien coordinado en los mundos internos, y que ahora es el gran desafío del discípulo, de la manera en que vamos a actuar aquí y ahora y no postergando para el futuro la utilización de la voluntad, como si la voluntad fuese el libre albedrío sujeto siempre al aspecto kamamanásico, es decir, que lo que decimos voluntad es el aspecto del deseo manipulado por la mente o al revés la mente concreta manipulada por el deseo, y cuando el yo dice “voy a hacer esto”, lo hace inspirado por el deseo y no por la voluntad, porque la voluntad en el propósito no es el deseo de Dios. Hay que hacer esa distinción entre el deseo y la voluntad o entre el libre albedrío y el aspecto volitivo del ego. Todo esto, naturalmente, resuena extrañamente ¿verdad? en nuestros oídos, porque lo mejor es que hablemos místicamente y que nos encontremos bien, que adoremos al Señor y que después vayamos haciendo la vida  como todos lo demás lo hacen, los demás seres humanos, y no puede ser, es muy diferente la vida del discípulo, tendrá facetas porque está atado todavía en cierta manera, pero en su integridad es el Propósito de Dios dentro de su corazón y poco a poco este deseo interno del hombre se convertirá en voluntad, pero hay que esforzarse, no tiene una matización especial, no tiene un conocimiento concreto definido, no tiene una expresión agradable ¿verdad? Es algo que es y debe actualizarse, como digo y repito, aquí y ahora, y no esperar, porque esperar es una forma de arrepentirse y como que el arrepentimiento no sirve para nada porque nada soluciona, excepto que sufre la sensibilidad del ser, entonces, en lugar de arrepentirnos actualicemos así, con toda nuestra fuerza,  con la espada de la ley y de la justicia.

 ¿Por qué creéis que en nuestras meditaciones hacemos un énfasis muy considerable a un Mántram del Primer Rayo, dado precisamente a través del Maestro Tibetano, porque precisamente además de utilizar el Mántram para toda la humanidad, existe un Mántram definido para los discípulos, para aquellos que quieren utilizar este Mántram para redimir una parte considerable de su ser, no para matizar su vida con nuevos colores, espectaculares, no, nada de eso, sino para darse cuenta humildemente de que nunca ha hecho aquello que hubiera podido haber hecho, ha hecho una parte considerable de lo que podía haber hecho pero no la totalidad, y cuando estamos cansados, estamos en el fragor de la lucha, cuando estamos extenuados, llenos de crisis y dificultades, es cuando viene la fuerza de dentro, que es la voluntad, y dice: “Voy a superar todo esto”, y esto constantemente en la vida del discípulo de cada día, hay que utilizar la voluntad gobernando el amor, gobernando la inteligencia. Tal es el voto supremo de los discípulos de la Nueva Era.

 Interlocutor.—A medida que vamos por el estudio o por la meditación, contactando con el Propósito Divino, no solamente para la humanidad sino para nuestra conducta particular, lo que pasa es que veo que la conducta diaria o las circunstancias no corresponden a esta fracción del Propósito Divino, entonces veo que hay que aplicar la voluntad, pero entonces a la idea de voluntad se me asocia  la idea de lucha, la idea de fricción, de técnica, de disciplina, ¿cómo se puede encajar estas ideas de lucha, de fricción, con la actitud expectante propia del Agni Yoga, si el Agni Yoga es Primer Rayo?

Vicente.—Sí, pero es que  nosotros no nos adaptamos a las situaciones, las vemos, las observamos, pero no nos adaptamos, no estamos de acuerdo con las situaciones, y esto viene del fondo del ser, no vive de la periferia, tenemos un temor a afrontar las oportunidades, es decir, técnicamente hablando, tenemos miedo de afrontar las situaciones o tenemos tanta sensibilidad que por no ofender a los demás estamos sufriendo las consecuencias de aquel propósito mal-vertido, o de aquel propósito  desconocido. No hay ninguno de vosotros que no haya sufrido transformaciones en vuestra vida física, y esas transformaciones no pueden ser superadas por la sensibilidad habitual sino que tiene que ser una forma distinta de observar las circunstancias. ¿Y cómo se puede observar una circunstancia? Seguramente será no tomando parte de la circunstancia, ahí está el trabajo de la voluntad; hasta que punto estamos identificados con aquello que nos impide liberarnos de aquello, es el trabajo del discípulo, la voluntad del discípulo para reducir tensiones, y la forma más fácil de reducir tensiones es no tomar parte en las tensiones, considerar las tensiones aparte, si se puede hacer. ¿Por qué creéis que es tan difícil la iniciación? ¿Por qué creéis que es tan difícil  practicar el Agni Yoga? Precisamente por esto, porque para el discípulo es más fácil luchar que adaptarse, porque adaptarse requiere y exige una tremenda capacidad de sacrificio; en cambio, luchar es cosa de la personalidad, si la personalidad está luchando constantemente, desde que nace hasta que muere está luchando, y me pregunto ¿hasta cuándo el discípulo tendrá que luchar? De ahí que se lucha simplemente porque de una manera sutil estamos identificados con aquello contra lo cual estamos luchando, y el germen de la lucha está ahí precisamente, no en la voluntad de sacrificio que es adaptación, es decir, no podemos observar tranquilamente una situación sin que luchemos, y se puede luchar de mil maneras, utilizando la mente, utilizando la sensibilidad, pero raras veces utilizando el amor, ahí está lo que digo, el gran desafío del discípulo para la Nueva Era, que si se adapta completamente a una situación, la situación desaparecerá por conflictiva que sea, entonces el discípulo tendrá que distinguir cuando está adaptado o cuando está simplemente luchando, teniendo en cuenta que la lucha es el patrimonio de toda humanidad y que la adaptación es sólo patrimonio del discípulo o de la persona inteligente y de buena voluntad que está en contacto con el Maestro.

 Leonor.—Entonces, para que pueda adaptarse tiene que haber primero eliminado todos los aspectos emocionales ¿verdad?, porque si es la lucha que existe contra las cosas que nos oprimen o que nos disgustan, esta lucha pertenece al campo emocional. Esto es donde  tenemos que trabajar más y donde nos duele más y donde no queremos trabajar tanto. Creo que una persona que no puede adaptarse es porque yo creo que... falta una palabra en la gramática, porque esto de adaptar se puede tomar como aquello de decir bueno, dejémoslo pasar, y claro no es así. Entonces, adaptarse a una situación quiere decir enfocarlo como un tenedor de libros enfoca todos los programas que hay en el libro, pero para esto tiene que ser libro él, antes de ser un libro, mientras sus sentimientos tengan que trabajar en todas partes, en la parte emocional es donde le afecta más, entonces no se puede adaptar; lucha, y lucha porque es aquí el campo de los sentimientos donde hay la iniciación más importante y es donde no queremos entonces estudiar esto. Todos, todos tenemos el aspecto emocional muy, digamos, bastante más atrasado que el conocimiento, y en ese aspecto es cuando no sabemos bien esta palabra,   sacarle todo el jugo a la palabra adaptar, porque yo tampoco me conformo al adaptarme a una situación que me desagrada, pero entonces para vencer aquello que me desagrada tengo que estar a un nivel mental y en este nivel mental podré sin luchar superar las situaciones o cuanto menos saber lo que tengo que hacer para sacar lo mejor posible de aquel estado de cosas, pero luchamos con el aspecto emocional y ¿esto es lo que es plano astral?, no, es el aspecto emocional humano, aquí es donde está la lucha.

Vicente.—Si pudiésemos comprender la voluntad que tiene el agua cuando se está adaptando a una vasija sin perder por ello la calidad de agua, os daríais cuenta de lo que significa adaptarse a una situación. La situación del individuo serán la misma cosa  cuando hay una perfecta adaptación, y es muy difícil de ser comprendido si no utilizáis el discernimiento superior, pero daos cuenta que la mayoría luchamos pero no nos adaptamos, y creemos que la adaptación es transigencia, lo cual no sería cierto desde el punto de vista esotérico, porque la persona transige con las situaciones, lo cual no es adaptarse, hay que matizar mucho esta palabra adaptación. Yo diría que puede ser la fusión del hombre con su circunstancia, porque la fusión del hombre con su circunstancia, con  su crisis, desaparece el problema de la crisis, el problema emocional de la crisis, porque siempre es emocional la crisis, no hay crisis mentales en la mayoría de los seres humanos. Las crisis son siempre emocionales, porque se ha perdido algo o porque no se comprende exactamente una situación, pero no se puede comprender una situación sin al propio tiempo estar unificado o adaptado a la situación, lo que hacemos es luchar, apartarnos de la situación, y cuando empleamos la voluntad que decimos nosotros es como si echásemos esencia al fuego, o bencina al fuego, entonces, es todavía peor. Es decir, que estamos resistiendo a través del esfuerzo todas las debilidades de nuestra vida, y cuando utilizamos lo que decimos voluntad, que no es más que libre albedrío, estamos tratando de ser los dueños de una situación que se nos escapa de las manos, y nunca resuelve el libre albedrío una situación sino que existen motivaciones internas que arreglan las situaciones aparte de nosotros, porque en virtud de trabajos anteriores en el mundo interno hemos desarrollado una capacidad de voluntad que desconocemos que actúa más allá de nuestras propias convicciones, más allá de nosotros mismos, y decimos: “Se ha solucionado una oportunidad por el libre albedrío” porque he hecho esto y lo otro, pero la mayoría de veces la solución viene aparte de nosotros, que es cuando existe la voluntad que está despertando bajo las losas del conocimiento intelectual o de la lucha personal.

Analizar fríamente esta situación psicológica, y no quiero cansaros más porque creo que es muy interesante que el tema de la voluntad tenga dentro de vosotros la resonancia que realmente tenga que tener, porque la sensibilidad no soluciona ningún  problema, la inteligencia no soluciona ningún problema, te ilumina el camino pero no te soluciona ningún problema; el amor tampoco te soluciona ningún problema, te hace amar todo cuanto existe, pero ¿qué hacéis con este amor, con el pequeño bagaje del conocimiento esotérico? Quedaréis circunscrito siempre en la vida de la personalidad, en tanto que cuando la voluntad coge el intelecto y coge el amor y lo lanza hacia delante, es cuando empieza la verdadera carrera del discípulo. Meditad sobre esto o examinarlo atentamente cuando tengáis oportunidad, no precisamente ahora o mañana, pero vendrá como es de ley, y entonces distinguirás lo que es la sensibilidad, lo que es el intelecto y lo que es la voluntad, no el libre albedrío. .  

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
29
-Septiembre-1983

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
24-Marzo-2007

Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
24-Mayo-2007

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