La Magia de los Sueños

 

Vicente Beltrán Anglada

 

 

 

Vamos a continuar hablando sobre este tema tan trascendente, desde el ángulo esotérico, de la Magia Organizada en nuestro planeta. Seguramente que la magia como motivo de creación o como el estímulo de la creación, será muy semejante en todos los planetas del  Universo. Pero a nosotros como seres humanos, nos interesan fundamentalmente, las operaciones mágicas que se están realizando constantemente en nuestro planeta, en este mundo donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser.

 

La magia es algo tan habitual y corriente en nuestra vida cotidiana, que no le prestamos la atención necesaria para poder llegar a comprender su absoluto significado en nuestra vida psicológica. Tomemos por ejemplo algo que realizamos todos constantemente: es el fenómeno del sueño. ¿Qué es soñar? Desde el ángulo de vista muy esotérico, soñar es vivir. En los Upanishads, uno de los sagrados libros de los Vedas, se nos dice que. “E1 universo es un sueño de Dios” y que nosotros somos pequeños actores dentro del drama que, a través de los sueños, está realizando el Dios que ha creado este Universo.

 

Pero, ¿por qué soñar es vivir, y por qué soñar es crear magia? Estamos creando constan­temente a través de los sueños, aquellas cosas que quisiéramos vivir y que el karma nos impide hacerlo.  Es decir, psicológicamente,  estamos dentro de un océano de vivencias que pertenecen al pasado colectivo de nuestro planeta, unas vivencias psicológicas místicas, trascendentes, que por estratos están constituyen aquello que esotéricamente  llamamos la entidad Espacio. El Espacio contiene la subconsciencia del hombre, el inconsciente colecti­vo de la Raza como un todo, los sueños de Dios que es nuestro propio Universo, y todo aquel conglomerado de hechos y circunstancias que hacen posible que un hombre al soñar se ponga en contacto con este gran inconsciente colectivo, con el cual está inexorablemente unido por las leyes del karma.

El karma de toda la humanidad está sedimentado en cualquier remoto lugar del Espacio, constituyendo aquello que llamamos el recuerdo de Dios, o la memoria cósmica, o los registros  akásicos.  Entonces cuando soñamos, cuando  representamos aquellas escenas  a veces delirantes, que nos hacen reflexionar profundamente, aparte de los sueños superficia­les, busquemos aquellos sueños con contenido psicológico que surgen como un escape del ser humano, de aquello que constantemente le está presionando en la vida física, donde el karma gravita con toda su intensidad. ¿Qué sucede entonces? Cuando el ser humano se entrega al reposo, cuando las neuronas del cerebro se desasocian por los Intersticios entre dos compuestos moleculares, o por varios intersticios moleculares, se escapa el Alma, el Alma en aquellos momentos vive sujeta a sus propias Ilusiones, sus propios intentos, más allá del karma asignado por la Divinidad en aquella presente encarnación. ¿Y qué sucede entonces? Existe dentro del ser humano un compuesto de deseos, de esperanzas y de temores, y todos estos compuestos, estos aspectos psicológicos del ser humano, son como imanes que atraen del inconsciente colectivo de la Raza todo aquello que favorece sus intenciones. Hemos dicho que se escapa superficialmente del karma que lo ata al cuer­po físico, donde el karma gravita con toda su intensidad, y entonces sus intenciones que no son las que le corresponden por el karma, se afincan en nuevas zonas del espacio, y entonces allí vive aquello que le es negado en la vida física, más allá del karma. Enton­ces el ser que es despreciado se siente amado, la persona que tiene temores siente confian­za, y la persona que tiene cualquier problema lo puede dilucidar en conciencia, y en tanto que dura el sueño aquello es una vivencia, una realidad, tanto más viva cuanto más poten­te sea la intención del Alma que ha escapado del cuerpo y está viviendo a su manera aquello que quisiera vivir. ¿Por qué? Porque es un creador, la creación está siempre mas allá del karma.

 

Decimos que el karma está en el plano físico, ¿por qué? Porque el plano físico es el recipiente de todas las ilusiones, de todas las esperanzas, de todos los temores que gravi­tan sobre el Alma y que le invitan a la encarnación. Pero ustedes saben que existe un fenómeno eléctrico que llamamos luz, una luz que en nuestro Universo físico recorre distan­cias a una velocidad de 300.000 km por segundo, pero, ¿es esta la frecuencia donde se realizan los sueños de la personalidad? En la cuarta dimensión la velocidad de la luz ha sido elevada a una enésima potencia, y sí hablamos de la 5ta dimensión, esta velocidad es muy superior a la de la 4ta dimensión, esotéricamente descritos como el plano astral y el plano mental.

 

¿Pero, qué sucede cuando una persona está sonando? De acuerdo con aquello que siente realmente, profundamente,  extrae  por  Ley  de Vibración, todas aquellas circunstancias, aquellos hechos y aquellas imágenes que pertenecen al colectivo de la Raza, o sea, las experiencias de los millones y millones de seres humanos que han realizado y están reali­zando su evolución en el planeta Tierra. Y todo esto sucede dentro de la entidad Espacio, a la cual nos estamos refiriendo constantemente. Ustedes dirán: "Existen muchas clases de sueños", yo les diría a ustedes que existen muchas clases de soñadores, porque la evolu­ción marca la pauta del sueño. Así tenemos los sueños corrientes, donde el Alma siguiendo sus intenciones, absorbe del caudal colectivo de la Raza aquello mediante lo cual realizará sus aspiraciones durante el período del sueño. Habrá también los sueños claros, aquellos que se inician con aquella conciencia de la persona que está soñando y se da cuenta que está realmente sonando, y este darse cuenta de que está sonando es el principio de la autoconciencia en el sueño, lo cual significa que el sueño desaparece, y son vivencias en otra dimensión. Es el estudio asignado en la primera estancia de Shamballa para los neófitos de los aspirantes. ¿Qué significa esto? Se les corta el amarre que tienen sumergido en el inconsciente colectivo de la Raza; automáticamente, el Alma va dejando su subcons­ciencia racial, lo que le está atando al inconsciente colectivo, y aumentando su vibración, llega un momento en que se individualiza en el plano astral o en el plano mental, y tene­mos aquello que esotéricamente llamamos la continuidad de conciencia.  La continuidad de conciencia implica darse cuenta conscientemente de que se está en el plano astral o que se está en el plano mental, y aquí sucede un hecho curioso, y es que la persona que tiene autoconsciencia en el plano astral, en la 4ta dimensión, deja automáticamente de soñar, el sueño ya no existe, existe una serie de realidades y de percepciones que pertenecen a otra dimensión, a otras zonas de velocidad de la luz, y por lo tanto, a una nueva experiencia, que son las que capacitan para la segunda Iniciación.

 

Muy interesante por cierto, porque hablamos de dimensiones e incluso técnicamente son descritas como el tiempo, como si el tiempo dependiera de las dimensiones, es decir, que tenemos un tiempo  físico que perdura durante el sueño y vemos las imágenes tal como se registran en el proceso de vigilia, y otras imágenes que sólo pueden ser captadas cuando se posee autoconsciencia en la cuarta dimensión. Entonces, para esta persona que tiene autoconsciencia en la cuarta o en  la quinta dimensión, lo cual implica que se ha desligado completamente del cuerpo físico en aquellos momentos, posee tacto, posee vista, posee oído en esta dimensión; la velocidad de su alma es igual a la velocidad del plano. Entonces las cosas del plano se hacen objetivas, es un proceso mágico que va, primero en el sueño corriente: estructuración del sueño, estructuración de experiencias e imágenes de reproducir en conciencia aquello que deseamos vivir y que el karma nos niega. Luego viene la siguien­te etapa, la etapa del aspirante de Discípulo, en la cual se le invita al neófito, al que se prepara para la Iniciación, a que deje de lado los sueños y que se atenga a realidades, es lo que se enseña en los Ashramas de la Jerarquía cuando se habla de magia organizada en nuestro planeta. Entonces el sueño, que es algo realmente mágico, deja de ser un enla­ce con el subconciente racial o con el inconsciente colectivo de la Raza para convertirse en una serie prodigiosa de realidades, que deberá vivir muy intensamente y en ciertos puntos neurálgicos de este estado, deberá descender a la segunda esfera de Shamballa, para recoger toda la herencia Atlante. Hablamos de la cuarta dimensión, plano astral, raza atlante, dense cuenta de la analogía,  y allí el discípulo tendrá que reproducir, sin sueños sino en realidades, aquello que vivió durante la época Atlante.

 

Lo mismo sucederá en la Tercera Iniciación, plano mental, raza Aria, en la cual el discí­pulo tendrá que reproducir todo cuanto ha sucedido desde la primera subraza de la quinta raza Aria, hasta la 5ta subraza actual de la raza Aria. Para darse cuenta de que todo cuanto se está realizando en los Ashramas, es que el ser humano deje de soñar, aún cuando se reconoce que soñar es algo mágico. En realidad, ¿de dónde saca el Logos Solar las imágenes que constituyen todos los arquetipos mediante los cuales produce el  Universo, si no es de las zonas neutras del Espacio? Allí, donde queda el colorido, o la impronta, o el sello de todos los Logos que dejaron su estela luminosa de recuerdos, o su memoria cósmica, o sus registros akásicos en el éter, en el Espacio. El Logos está soñando -aunque estamos hablando de una manera muy analógica- y no hay que tomar en toda su plenitud esta analogía, sino darse cuenta sólo del mecanismo; entonces, la intención de un Logos Creador es manifestarse, si el karma le obliga EL tendrá que sujetarse a ciertos patrones kármicos en la construcción del  Universo. Pero, podernos imaginar, porque la imaginación es creadora, que el Logos tiene -THE  DREAMS OF GOD- como dice el Maestro Koot Humi, estos sueños de Dios, Él también se escapa de su karma, escapa a su región de sueños que son los anales cósmicos, más allá de nuestras percepciones humanas, para poder crear más allá de su karma aquello que seguramente será la antesala del futuro, el futuro del Universo.

 

¿Qué hacemos nosotros cuando soñamos en aspiración elevada, sino preparar el cuerpo que tendremos en la próxima vida? Siempre estamos trabajando con magia, el tiempo cono­cido, ¿no es algo mágico también? El pasado con el inconsciente colectivo o con la subcon­ciencia racial; el presente con toda la enorme gama de aspectos, elementos, descubrimien­tos, condiciones que hemos ido conquistando con nuestro esfuerzo, ¿y acaso el futuro no es una promesa que depende del presente? Entonces hay que pensar que hay tres clases de sueños, hablando del sueño en un sentido muy romántico y quizás muy esotérico: el que se gestó en el pasado, el que estamos gestando ahora y el que viene, de esta gesta­ción de ahora, para un futuro inmediato o para un futuro lejano. Entonces, en los Ashramas se nos enseña que el tiempo es uno solo, es sintético, no está dividido, nosotros fracciona­mos el tiempo y decimos pasado, presente y futuro. ¿Es así realmente? Es así, porque nos detenemos en el presente y creamos el futuro y el pasado, y el futuro, en tanto este­mos anclados en el presente, no puede venir. ¿Y qué nos está anclando en el presente? La subconsciencia, el pasado nuestro individual y el pasado colectivo de la raza, con el cual estamos unidos por una especie de sutratma, o de un antakarana inferior, que nosotros al propio tiempo que pensamos, sentimos y tenemos sueños, estamos enriqueciéndolo, pero al propio tiempo nos condiciona en esos estados de conciencia, condiciona nuestro modo de ser, nuestra manera de vivir y condiciona todo cuanto hacemos en el sueño, porque el sueño depende siempre de nuestras ilusiones, no de lo que es real. Lo real se nos enseña en los Ashramas cuando se nos dice: Sí, el sueño es algo divino, es algo mágico, pero existen sueños que se aproximan cada vez más a la realidad; entonces hay que soñar cada vez más de acuerdo con esta realidad.

 

Y se nos dice también: ¿cuál es tu realidad principiante?, ¿cuál es tu realidad actual, discípulo? No es este karma actual, no es tu intención, tu aspiración espiritual del momen­to, y continúa argumentándose, ¿Y por qué entonces estás detenido en el pasado? Tú no vives el presente porque tu pasado te está trayendo hasta el inconsciente colectivo del cual formas parte. ¿Por qué no puedes cortar la amarra? Esta amarra que te está ligando a los demás y te impide ser tú mismo. Dense cuenta que una fórmula mágica es "el ser uno mismo", adquirir la plena singularidad, la autoconciencia perfecta del Yo. El Yo y la historia del Yo no es lo mismo, verdad? El trayecto que va del Yo hacia allá, no es el Yo, es el tiempo y nosotros estamos haciéndole al tiempo su jugada, y nos refugiamos en cualquiera de los aspectos del tiempo: del pasado, del presente y del futuro. ¿Y qué pasará, tal como se enseña en las escuelas realmente esotéricas? Se le dice al discípulo: "Tienes que vivir tan intensamente tus momentos en el presente, que el pasado y el futuro dejen  de ser algo alejado de este momento que tú estas viviendo." Se nos habla también del Eterno Ahora de la conciencia de Dios, y esto es muy importante. ¿Por qué vive Dios este Eterno Ahora, si tiene un pasado, un presente y un futuro? Pero, es que El en el presente está apretando su futuro aunque está mirando su pasado, porque el pasado es un recuerdo del Logos, y a veces los fragmentos del pasado junto con escenas del presente están forjando el futuro. ¿Y por qué no hacernos nosotros esto?, pero, cómo lo haremos sino es viviendo  intensamente este presente, entonces emitimos una nota cualificadora y sintética que hace que el pasado, el presente y el futuro se fusionen en este momento. Y entonces, podemos vivir el pasado, el presente y el futuro sin perder la conciencia del Yo. ¿Qué es lo qué sucede cuando estamos pensando en forma fragmentada en el pasado, en el presente o en el futuro? Es decir, el desafío es este: ¿Podemos vivir tan absoluta­mente en el presente, qué el futuro y el pasado desaparezcan de nuestro campo de visión? Lo cual significará que en el presente está todo fundido en el sintético ahora, eterno, que estamos viviendo.

 

Hay otra cosa, el pasado, el presente y el futuro son tres notas, tres vibraciones distin­tas; a veces en el presente evocamos una de estas notas, y ustedes tendrán esta experien­cia de darse cuenta, en un momento dado, de que aquello que están viviendo ya lo vivie­ron, no saben cuándo ni cómo, pero ustedes lo han vivido. ¿Por qué sucede esto? Porque esta nota que ustedes han emitido en el presente, es capaz de hacer resaltar un hecho del pasado o del futuro, porque hay sintonía entre esas tres notas, porque forman parte del tiempo o del Eterno Ahora de la conciencia de Dios, y en este momento, existe una expresión real psicológica de la individualidad que ha ganado efectivamente su capacidad como pensador absoluto más allá de los deseos, las esperanzas y los temores. Pasada esta zona, cuando se empieza a descubrir este eterno ahora en que está vibrando nuestra vida, empieza la continuidad de conciencia o la conciencia meditativa.

 

¿Qué es la conciencia meditativa? Es la capacidad de estar constantemente en movimien­to sin dejar de apartarnos del presente, un movimiento sin límites, no es el pensar en el pasado, que es una orilla que nosotros hemos establecido o una frontera que nos separa del presente, sino que es realmente una efectividad, una nota sintónica que hemos descu­bierto, lo mismo que hicieron en otra escala y en otra medida los grandes visionarios, los grandes clarividentes y los profetas. ¿Qué hace un profeta? Es que un profeta está por encima de nosotros solamente en un punto, en que suele emitir en el presente unas notas muy agudas -hablando en términos musicales- y cuando una de estas notas tan agudas las pulsa en el presente, es capaz de despertar un eco, una nota que pertenece al futuro, y surge un hecho, y este hecho visto por el profeta, por el clarividente, da la noción de lo que sucederá mañana o dentro de 1.000 anos. ¿Por qué? Por esto, porque se ha elevado por encima de la región de los sueños de la personalidad1 y ha entrado dentro de la con­ciencia de los sueños causales.

 

El sueño causal ya es un sueño de Dios, por lo tanto, empezamos a gobernar los princi­pios del  tiempo y establecemos un contacto consciente con los Señores del Tiempo. ¿Y quienes son los Señores del Tiempo? Son los Angeles que guardan el destino del tiempo y de los seres humanos, son los agentes de la Memoria Cósmica. Por qué podemos recordar un hecho sino porque está viviendo aquel hecho en cualquier lugar de nuestra conciencia. Ustedes pueden recordar un hecho que hicieron ayer y vivirlo intensamente, si tan intensa­mente lo viven, ustedes olvidarán el presente y vivirán aquel hecho del pasado con plena independencia de lo que sucede ahora, que es lo que se aplicaba antiguamente en las escue­las esotéricas mediante la técnica de la recapitulación, es decir, antes de dormirte tu haz un examen de conciencia y empieza a recordar todo cuanto hiciste durante el día, y naturalmente de este examen de recapitulación o de esta intravisualización el Alma se da cuenta de sus errores, pero al propio tiempo acumula una serie de impedimentos entre el presente, el pasado y el futuro. ¿Se dan cuenta de la cuestión? Una persona comete un acto que no sea correcto y mediante la intravisualización, al reconocer el hecho, se siente dentro de un conflicto, de lo que tuvo que hacer y de lo que hizo. ¿Es correc­to esto? Entonces si nosotros tenemos que estar constantemente practicando con nosotros mismos por lo que hemos hecho bien o hemos hecho mal, estamos apartándonos del presen­te. Las nuevas técnicas para el discípulo no son estas. Ahora se le dice: "Hay un tiempo sintético que recoge las experiencias del pasado, del presente y del futuro".

 

¿Quién no ha tenido una experiencia del futuro? Aunque sea en pequeña escala o en una pequeña medida, soñar por ejemplo que vamos a tener una carta y la tenernos, soñar un hecho cualquiera y aquello sucede con matemática precisión, a veces con tiempo por delante, ¿verdad que sucederá? No sabes cuándo, pero que inevitablemente va a suceder. ¿Por qué? Por lo que les decía de las notas sintónicas. En el presente hay que educir dentro de esta observación serena y total de los hechos, todas aquellas notas sintónicas del futuro y del pasado; del pasado porque es la experiencia del presente, del futuro porque podemos traer el futuro al presente y vivir este futuro en el presente, lo cual significa que hemos vencido al tiempo. Está todo escrito se dice. ¿Hasta qué punto hemos comprendido esta cuestión? El futuro será un Sueño en tanto no se convierta en realidad y el pasado más remoto es un sueño para nosotros, en tanto no podemos ver este pasado con toda la luz y claridad que nos da nuestra visión del presente. Es decir, si se dan cuenta que todo es mágico y que el Profeta es un mago, como lo es el teurgo o el taumaturgo, entonces cabe preguntarse: ¿Hay alguna zona del planeta en la cual nosotros seamos real­mente capaces de vencer los sueños1, o vivir en una escala o en una constante vibratoria que esté más allá de las pequeñas cosas? Porque el pasado nos ata y el futuro también nos ata, porque en el futuro depositamos aquellas ilusiones que no somos capaces de convertirlas en el presente, en hechos consustanciales con nuestra propia vivencia kármica, y tenemos el pasado en el cual nos refugiamos constantemente por esta Ineptitud de vivir en el presente.

Entonces tenemos en el futuro, el Angel de la Presencia, y en el pasado, el Guardián del Umbral, si podemos aceptar que estamos en el centro de esta cuestión del tiempo. Claro, el Angel de la Presencia para la mayoría es una utopía, es un sueño del futuro, en cambio el Guardián del Umbral está constantemente mortificándonos, condicionándonos, trayéndonos  tentaciones,  si podemos decirlo así. Es decir, examinen esta cuestión con toda la crítica de que sean capaces. Estamos siendo destrozados en el presente por el temor y la esperanza; el temor en el presente que es la ineptitud de comprender la expe­riencia del pasado, y la esperanza en el futuro que es una Ilusión. Entonces, estamos siem­pre en el centro de toda la dualidad. Angel de la Presencia y Guardián del Umbral, debe­rán desaparecer un día de la conciencia -si son ciertas las palabras de Buda- en el Octuple Sendero o el Noble Sendero Medio. ¿La verdad y la mentira, acaso no son la misma cosa vistas desde síntesis? ¿Acaso el todo y la nada, no son lo mismo desde el punto de vista del centro, o mejor dicho desde el punto medio? Y si sabemos esto en función del tiempo, ¿por qué nos sentimos tan atraídos al futuro y al pasado? Porque tenemos miedo en el presente, no somos magos todavía, somos aprendices de magos y la fuerza del Guardián del Umbral, que podemos conceptuar que es la expresión exagerada de todo cuanto ocurre de incorrecto dentro del ser humano, y la débil estructura del Angel de la Presencia, man­tenida y vivificada solamente por los hombres y mujeres de buena voluntad en el mundo, por los discípulos y los Iniciados; entonces ya hay un gran despropósito, un gran desequili­brio entre la fuerza del futuro simbolizada en el Angel de la Presencia y la fuerza opresi­va del Guardián del Umbral, que nos obliga a sumergirnos en zonas de completa seguridad, sabiendo que la seguridad no existe para el discípulo. Entonces entre el Angel de la Presen­cia y el Guardián del Umbral, entre el futuro y el pasado, solamente existe el fiel de la balanza en el presente, y este fiel de la balanza debe estar siempre en equilibrio. ¿Y cómo se mantendrá en equilibrio el fiel de la balanza si no estamos muy atentos en el presente? Porque el presente es un resultado del pasado, pero al propio tiempo es la ante­sala del futuro. Si nos damos cuenta de esta cuestión, el tema queda ennoblecido porque le asignamos al tiempo, un valor fundamental desde el ángulo esotérico; y al Espacio -como entidad- le asignarnos todo el valor absoluto que tiene, en virtud de que es el depó­sito de cuanto ocurrió, de cuanto ocurre y de cuanto ocurrirá, tanto para nosotros como para el Logos.

El Espacio es sin medida, solamente el tiempo es la medida en el Espacio y, desde el ángulo muy esotérico, todos los Universos son sueños extraídos de este manantial silente de energías de la entidad Espacio: molecular, dimensional y geométrico. Esto constituye la estructura del Espacio, si es que podemos asignarle una estructura, pero tenemos que recurrir a términos humanos para expresar ideas divinas y esto es limitador. Ustedes se dan cuenta, tratar de describir aquello que no tiene tiempo cuando nuestra mente es tempo­ral y está pensando en tres dimensiones, y vive en tres dimensiones, y que por lo tanto, no tiene un asidero magnífico para surgir triunfante, consciente, en otra dimensión.

Es muy fácil hablar de la 4ta dimensión, asignándole incluso valores geométricos, o valo­res lumínicos, o en términos de sonido, pero    ¿Quién vive exactamente en la 4ta dimen­sión? Seamos conscientes. Hemos dicho al principio, que es una buena regla para el discípu­lo, o para el aspirante espiritual, que se dé cuenta, si al soñar se da cuenta que está soñando, porque el principio de la conciencia causal, que tiene que surgir como consecuen­cia de una autoconciencia en la 4ta y en la 5ta dimensión, es cuando nos damos cuenta dentro de la frecuencia vibratoria de los sueños, que estamos soñando, y que por lo tanto, hay un alborear dentro de nosotros, de una autoconciencia astral ya. ¿Qué significa desde el ángulo muy esotérico? Que estamos creando en el plano astral un cuerpo ajustado a nuestra propia medida, que es la medida de nuestra propia evolución, que es un cuerpo que nosotros tenemos que tener en el plano astral, tan bien estructurado como en el plano físico, y vivir tan intensamente con este cuerpo, como vivimos tan intensamente en este cuerpo físico denso. Y esto vale también para la mente o cuerpo mental. ¿Quién puede decir con justicia que tiene creado el cuerpo mental, si solamente está alimentando su mente de pequeños pensamientos que surgen del pasado? ¡Ahí está el problema! Estamos

gravitando hacia zonas constantes de seguridad, la seguridad que nos ofrece algo positivo y objetivo. El pensamiento del pasado es objetivo, es evidente. El futuro es incierto y no lo podemos calibrar más que por medio de la esperanza, aquello que quisiéramos que fuese. ¿Acaso no es un sueño? Y a veces tenemos perspectivas de futuro, como lo que les decía anteriormente, o también del pasado, con aquella conciencia en cualquier momen­to del tiempo, de que estamos viviendo algo que hemos vivido ya, o que viviremos. ¿Quién no ha tenido esa experiencia? Estas dos experiencias, cuando son muy repetidas, confieren autoconciencia astral y mental.

Por lo tanto, el mago -ahora somos aprendices de mago- está utilizando el cuerpo físico, el cuerpo astral y el cuerpo mental en forma  perfectamente autoconsciente;  significa también, según las reglas de la magia, que ha controlado perfectamente al  elemental físico, al elemental astral y al elemental mental, lo cual quiere decir que ha sintonizado con la vida de los tres Arcángeles Constructores de los planos físico, astral y  mental (Yama, Varuna y Agni) y que por lo tanto, él puede aspirar a algo más, puede aspirar al Agni Yoga, al Yoga de Fuego, al Yoga de Síntesis, porque en el cuarto plano es donde se sintetizan todos los fuegos, todos los rayos y todas las cualidades del Señor del Mundo. Y es allí donde hay que buscar la causa promotora de la evolución humana, el cuarto plano, la cuarta Jerarquía, la Humanidad que es el cuarto reino y todas aquellas notas sintónicas basadas en el número 4.

 

Y lo hemos dicho tantas veces aquí, que no hay necesidad de repetirlo, con lo que hemos dicho hoy, hay materia suficiente para alargar esta conferencia ustedes saben hasta dónde. Pero entonces, pienso yo que si ustedes preguntan, quizás podamos extender más estos conceptos, porque todo se basa en algo que estamos viviendo o al menos en algo que inten­tamos vivir, y si una persona intenta vivir algo muy intensamente, ya empieza a vivirlo.

 

Pregunta: Nos has estado hablando del sentido psicológico respecto al Angel de la Presencia y del Morador en e  Umbral, pero ahora te voy a decir que, donde verdaderamente se enfrentan estas dos entidades es en el presente, ya que el pasado -utilizando palabras de Krishnamurti- está muerto y el futuro aún no ha nacido, es decir donde de alguna mane­ra somos conscientes de esta dualidad, es exactamente en el presente, hablando en térmi­nos... 

 

Respuesta: en tanto que ustedes me estaban escuchando, se han dado cuenta de si su mente estaba completamente adherida a lo que estaba diciendo. ¿Acaso su mente no ha  ido errabundamente hacia otro lado? Habitualmente  es el pasado, ustedes pensarán quizás lo que vivieron ayer o lo que piensan vivir dentro de unas horas o mañana, lo cual significa que ustedes no han vivido intensamente esto presente. Solamente se vive íntegra­mente en el presente cuando en este presente somos capaces de estar tan atentos, que ni el pasado ni el futuro pueden condicionarnos. Y esto lo  estamos diciendo siempre, y habrá que repetirlo porque es una idea tan sencilla que forzosamente ha de ser complicada de comprender, ¿verdad? Porque nosotros somos muy complicados, pensamos en gran exten­sión y creemos que aumentar la mente con conocimientos, sean esotéricos o exotéricos, o cargar la mente de conceptos, nos va a hacer sabios; ese es un error, la sabiduría nada tiene que ver con el conocimiento. El conocimiento es una pequeña antesala solamente. La sabiduría es la síntesis de todos los conocimientos, y ¿quién tiene una síntesis de todos los conocimientos? ¿Quién es sabio realmente? Solamente aquel que vive en el presente, porque en el presente están gravitando constantemente por ley, las fuerzas del futuro y las fuerzas del pasado, pero sin atenencia, sin adaptación ni a uno ni al otro. Y natural­mente, parecerá contradictorio desde el ángulo esotérico, que haya puesto como símbolo del futuro el Angel de la Presencia y como un símbolo del pasado, el Guardián del Umbral, pero, ¿ven ustedes una explicación más lógica que esta? Porque no vivimos el presente, o nos trasladarnos con la esperanza hacia el futuro, o la otra, con la esperanza hacia el pasado, y acaso, ¿en el presente somos nosotros mismos? Es decir, ¿está nuestra mente tan libre, tan autoconsciente, que haya puesto una barrera infranqueable entre el presente y el pasado? ¿O será que el pasado está haciendo en el presente la obra del presente, y el presente está arrinconado, lo cual significa que pensamos en pasado constantemente? Nuestros problemas vienen del pasado y los aspectos típicos de realización también son del pasado, nunca enfrentamos un problema desnudos en el presente, siempre buscamos reducirlo a través de lo que nos han enseñado, a través de lo que hemos adquirido, a través de lo que dice el Maestro, a través de lo que dicen los Angeles, ¿y qué? Es pasado, lo haya dicho el Maestro o el propio Logos, ¡es pasado! Hablamos del presente como sínte­sis de todas las cosas de la vida, del tiempo y de los conocimientos. Entonces, les decía a ustedes, el Angel de la Presencia solamente se puede vivir en una etapa trascendente, y es cuando existe aquello que en términos ocultos llamamos la "liberación". ¿Liberación de qué?  Liberación de todas las estructuras.  Hablo de estructuras, la estructura física, la estructura emocional y la estructura mental. ¿De dónde ha surgido la materia, la sustan­cia de esas estructuras? De un Universo anterior y de la 3ra cadena de este esquema, lo cual significa muchos años de influencia lunar  en nuestra vida. Pues bien, todo esto que hemos creado pertenece al  pasado, tanto los pensamientos, las emociones o deseos, y también el aspecto físico. ¿Y qué vamos a hacer con todo esto? La clave está en el presente que es solar, para darle un nombre que nos ayude a comprender, y cuando se habla en términos de Ashrams, en términos de discipulado, decimos: "La fuerza liberada en el presente, se introduce en forma de luz dentro del compuesto molecular de los tres cuerpos lunares”, realizando aquello que técnicamente llamamos la alquimia de transmuta­ción: convertimos el plomo lunar en el oro solar, y esto se realiza aquí, en el presente, no en el pasado ni en el futuro, aquí en el presente. Nos creemos vivir en el presente, si el presente es algo que consideramos correcto, pero no es. Decimos el presente, vieron ustedes si es incorrecto el presente que cuando decimos ahora, ya ha sido pasado, el ahora es fresco, es renovado, es un movimiento constante como lo es la Vida de Dios. Por lo tanto, solamente se puede vivir en presente cuando estamos viviendo como Dios, sin apegarnos a nada en este movimiento, ya  sabemos que la perfección no es una meta sino  que es un  movimiento, es un  movimiento de  la conciencia humana dentro de la conciencia del propio Dios. Y la conciencia del propio Dios tendrá que estar inmersa en otra concien­cia que será de un Super Dios, por decirlo de alguna manera, y así va el mecanismo de la evolución.

Solamente se paraliza aquel la persona que crea una meta definida en su vida y dice voy a hacerla, crear una meta es matar el entendimiento, dense cuenta que es muy sutil y es muy fácil equivocarnos.  Pero,  ¿acaso no  vivimos de proyectos y de metas? ¡Ah! Ustedes dirán: ¿Y el Logos, acaso no crea metas? Yo estoy hablando del ser humano que está limitado porque no vive el Eterno Ahora.  Y ahora vive en el pasado creyendo que es el presente, que es lo que decía usted y no es esto, el presente es intangible, carece de tiempo porque es la síntesis del tiempo. Las grandes obras carecen de tiempo y esto lo decía el  Maestro  Koot Humi no hace mucho: "Una obra de arte carece de tiempo", porque ha sido captada en un rayo de luz del Eterno Ahora de la Conciencia de Dios y no existe ninguna obra de arte verdadera que no haya sido realizada dentro del Eterno Ahora de la Conciencia de Dios, dentro de un vacío inmenso que se produce dentro del artista cuando carece de tiempo, y entonces viene la inspiración y la inspiración es la motivación de la obra, vean ustedes que una obra de arte resiste el tiempo, no pierde su frescura. Pero, ¿qué tenemos ahora de esto, se han dado cuenta? En el presente tene­mos mamotretos, no hay arte, se pagan millones en obras de arte sin ser obras de arte, ¿por qué? Porque hemos perdido la capacidad de vivir en el Eterno Ahora de la Conciencia de Dios. ¿Por qué no vivimos en el presente? El pasado por magnífico que sea y por glorio­so que haya sido siempre, ata nuestra conciencia, le impide avanzar, la mantiene rígida y cuando la conciencia está rígida, cuando no existe flexibilidad entonces forzosamente hay fronteras. Las fronteras que nos separan de los demás, las fronteras impuestas al arte creador por una conciencia que no esté de acuerdo con el presente inmediato, este presen­te que estamos viviendo constantemente, dense cuenta por favor de esta situación. Solamente ustedes vivirán en presente cuando en la acción ustedes se sientan libres de pensamien­tos y de deseos que puedan absorber mágicamente toda esta fuerza que existe en este momento acá, porque después desaparecerá; Si ustedes están viviendo el presente y se dan cuenta de que lo están viviendo, están en el pasado. ¡Ahí está la cuestión!

 

Entonces  resumiendo,  tendremos que estar  tan  atentos en el presente que el tiempo se convierta en algo sintético, entonces surgirá en nosotros una nueva forma de ver las cosas,  de ver  los hechos, de ver  los acontecimientos.  Seremos auténticamente nosotros. Sólo nosotros somos el presente, lo demas no existe. El pasado y el futuro no existen. Solamente existe el hombre, nosotros, aquí y ahora.

 

Pregunta: ¿Este permanente huir del presente sería conciencia sin estado, no estado de conciencia?

 

Respuesta: Sí, sí. Hay dos maneras de ver la cuestión: uno desde el punto de vista de un estado de conciencia, un estado de conciencia que está limitado por el tiempo, pero yo les hablo de una conciencia sin estado como usted dice, y esta conciencia sin estado es autoconciencia perfecta, para mí. No sé qué denominación le darán las personas, siempre he dicho que la autoconciencia perfecta  libera al hombre del tiempo. ¿Por qué? Porque la autoconciencia es ante todo singularidad ,  yo sin adjetivo, cuando al yo le ponemos un adjetivo ya lo hemos limitado, decimos yo soy esto. Hay también otra cuestión, la cuestión mística, también están los Vedas, es aquella expresión del tiempo en tres fases aplicado a la conciencia. Por ejemplo: el Yo, el Yo consciente "Yo Soy"; viene después un Yo autoconciente: "Yo Soy Aquel"; y después viene la conciencia de síntesis que es: "Yo Soy Aquel que Yo Soy". Es decir Yo Soy el pasado, el presente y el futuro; yo soy la subconciencia, la conciencia, la supraconciencia; yo soy todo entonces. Pero yo cuando afirmo el valor de autoconciencia; afirmo que la persona tendrá que ser autoconciente en cada uno de los planos si quiere recibir la Iniciación que corresponde a aquel plano. Ahora somos conscientes en el plano astral, por esto soñamos, pero no somos autoconcien­tes porque no tenemos continuidad de conciencia en el  plano astral. Es decir que nuestro cuerpo solamente está en vías de desarrollo -al cuerpo astral me refiero- y mucho menos el cuerpo mental. Según los Adeptos de la Gran Fraternidad, solamente hay un 5 % de personas en el mundo que piensan por sí mismas, que son autoconcientes en el plano men­tal, y que hay un 80 % de personas que son sensibles al pensamiento, son conscientes del pensamiento pero no son autoconcientes del pensamiento, piensan solamente, es como aquella persona que sin tener la más remota idea de la luz y de la electricidad es capaz de encenderla con un simple conmutador., ¿verdad? Entonces dense cuenta, para aclarar conceptos, cuando hablo de autoconciencia me refiero a la plena conciencia en un plano y que cuando somos autoconscientes físicamente, emocionalmente y mentalmente es cuando hemos adquirido las tres primeras Iniciaciones, porque entonces en virtud de la autoconcien­cia física recibimos la 1ra Iniciación, en virtud de la autoconciencia astral adquirimos la 2da Iniciación y en virtud de la autoconciencia mental adquirimos la 3ra Iniciación, y van siguiendo las dimensiones del espacio hasta alcanzar las 7 dimensiones que corresponden a este Universo septenario, a las 7 notas clave y a los 7 colores básicos de la creación. Somos tan limitados en este orden de cosas, somos tan poco concientes que no sabemos definir un color, y esto en Venus se ha realizado y se realiza, se puede definir un color. ¿Se dan cuenta, definir un color? O definir la música, simplemente. ¿Cómo podemos hacer­lo si no somos autoconcientes perfectamente en un plano? Y cada plano tiene su color característico y su sonido característico bien definido y entonces la Iniciación: la autocon­ciencia del color, del sonido y de la forma geométrica que corresponde a aquel plano. Dense cuenta si es complejo, y sin embargo es nuestra meta: la autoconciencia perfecta, o la conciencia meditativa, o la continuidad de conciencia, el ser autoconcientes en todos los momentos de nuestra vida y todo es experiencia, lo cual significará que el  karma para nosotros pierda sentido, dejará de ser, no existirá el plano en si ni el karma en si, existirá algo superior a todo esto  Empezaremos a vivir aquí y ahora con toda la pleni­tud de la autoconciencia, y la autoconciencia -aplicando la parte mágica del Eterno Ahora- será estar viviendo constante e  ininterrumpidamente este momento, con toda la fuerza de la voluntad, con todo el ardor de nuestra vida. Y después, continuaremos todavía con esta forma humana, pero ya no seremos hombres, seremos Dioses en potencia y en expre­sión.

 

Pregunta: ¿No es cierto que los sueños son una especie de mecanismo, por el cual se le permite a nuestro espíritu regresar, acoplarse al cuerpo físico y sin que las neuronas sufran el menor daño?

 

Respuesta: Bueno, el aspecto molecular y la comprensión de su mecanismo es muy intere­sante porque para que el alma, por decirlo de alguna manera, salga del cuerpo tiene que haber una distancia entre las neuronas del cerebro, precisamente lo suficientemente anchas, para que el cuerpo etérico con toda la masa se pueda desplazar al exterior, y sabemos que hay tres puntos claves por donde el Alma sale del cuerpo que son: la cabeza, el cora­zón y el plexo solar. La medida de la evolución rige estos centros, un gran discípulo segu­ramente se desplazará por un punto determinado cerca de la glándula pineal, que los discí­pulos normales, y los aspirantes espirituales y las personas inteligentes y de buena voluntad del  mundo suelen surgir de un pequeño espacio vacío dentro del corazón; y las personas normales,  la gran masa, sin que quiera con esto darle una expresión inferior a la gran masa, pero hay que  reconocerlo, se desplazan  por donde habitualmente están sufriendo los embates kármicos, que es el plexo solar. Lo mismo sucederá con lo que hará cada una de esas personas, o de este grupo de personas una vez han salido, la frecuencia de onda por ejemplo, hará que las personas que se desplazan por el plexo solar, están siendo retenidas por el peso específico de la materia, por la ley de la gravitación, y no andarán muy lejos del plexo solar hablando en términos físicos, algunos metros, no alcanzarán mu­chos kilómetros  hablando en términos de distancia; que el aspirante espiritual se puede desplazar a través del corazón a grandes distancias aunque no tenga conciencia del hecho, y que el discípulo entrenado que surge de la cabeza puede desplazarse a una velocidad incomprensible, para nosotros, a distancias planetarias realmente considerables sin perder la conciencia o la autoconciencia. Entonces todos esos hechos indican siempre o maduran las leyes de la evolución, explican el  hecho, este hecho sintónico mediante el cual  las fuerzas vivas del espacio pueden expresarse a través de nuestra vida. Tenemos entonces que las personas que se desplazan por el plexo solar están  bajo la orientación mágica o bajo el condicionamiento del elemental constructor del cuerpo físico y que las personas que se desplazan por el corazón son aquellas personas que están  matizadas por el plano astral, y las personas que se desplazan por la mente superior son personas que están siendo entrenadas en los Ashramas para que puedan vivir dentro del cerebro, todas las experien­cias que se viven durante el sueño, o durante el  traslado, o durante la autoconciencia en el sueño, o durante esta continuidad de conciencia, de esta manera siempre queda esta­blecida esta norma segura: la evolución crea el camino, la evolución crea el orden, la evolución crea la medida, la evolución crea la jerarquía. Y todos nosotros estamos siguien­do el orden mágico de la creación, ya sea en forma de sueños subconscientes, ya sea en forma de sueños conscientes, ya sea a través de la autoridad de la autoconciencia, todos estamos viviendo una vida paralela al cuerpo físico y tenemos que redimir la materia a través de los rayos de luz, a través de los rayos de luz del Sol espiritual debemos redimir la materia física, astral  y mental. Todo esto es lo que deberíamos hacer y que quizás no hacemos completamente, y en vez de hablar tanto del conocimiento esotérico, porque nos hemos hecho académicos en el conocimiento esotérico; para mí cuando una persona se hace académico del conocimiento esotérico ha pervertido el esoterismo. Voy un poco más lejos de todo esto, la sabiduría es sencilla, es simple, es simple como el aire, como el vuelo de un pájaro o como una nube que se perfila allá a lo lejos; si nosotros somos capaces de vivir intensamente estas cosas porque estamos viviendo en presente, entonces el Espacio será nuestro hogar, no será nuestro hogar cada uno de los cuerpos, nos haremos universales, nos haremos cósmicos, dicho de una manera más concreta.

 

Pregunta: Todo lo que ha dicho usted de este presente es un constante pasado, pero que a la vez es presente, y otra pregunta ... 

 

Respuesta: Bueno, un  momento, vamos a esta pregunta, ¿cómo ha dicho usted, que no ha entendido bien la idea?

 

Pregunta: Que he entendido que el presente es un constante pasado, pero que a la vez es un presente matizado por el pasado.

 

Respuesta: Si el presente está matizado o condicionado por el pasado deja de ser presente. Si usted escuchándome está pensando en su familia, por ejemplo, usted rompe su compromi­so con el presente, se refugia en otra zona, usted no está en el presente.

 

Pregunta: Bueno, pero sólo viviendo esos momentos, son décimas de momentos, para vivir un futuro en el  tiempo, si  hablamos de tiempo. Es decir que toda esta experiencia es constantemente un pasado que ese pasado es en ese momento un dulce pasado.

 

Respuesta: Bueno, es la tendencia que tenemos de reproducir el pasado en el presente. Es un  mecanismo de repetición. [¿No es un resultado también?] Sí, hemos dicho que el presente es un resultado del pasado, no que tengamos que vivir el pasado en el presente, porque entonces caeríamos en el gran error de quedar ligados a la subconciencia racial o al  inconsciente colectivo que es una fuerza tremenda.  Bueno, entonces lo principal es que estemos muy atentos, no porque estoy hablando yo, porque cualquier persona, cualquier hecho es importante en el presente. Si usted hace un esfuerzo -necesario- de estar atenta, llega un momento que no rompe el compromiso con el presente sino que lo rompe con el pasado. El pasado existe naturalmente, pero usted no pacta con él, y tampoco pacta con el futuro, que es una ilusión porque todavía no ha venido. Entonces, ¿qué es la reali­dad? Cuando usted está viviendo constantemente e ininterrumpidamente en atención, usted hace que el futuro no encuentre barreras en el presente, y que un hecho que tiene que pasar dentro de 1.000 años pase ahora. No sé si me entiende usted.

 

Pregunta: Entonces el  tiempo es mágico,  en ese sentido. [Mágico completamente.] ¡Pero eso es lo que quería decirle! La segunda pregunta era que las situaciones no es un presente.

 

Respuesta: No,  naturalmente no, porque no tiene dónde afincarse si no le damos asilo en nosotros, en nuestra mente, en el corazón, pero es evidente, que sí nosotros tenemos un futuro, y el futuro -invariablemente-  tiene que reproducirse en el presente para un cumplimiento kármico. Bien, si nosotros, en vez de vivir atentamente en el presente vamos al pasado, creamos una fortaleza, creamos una trinchera entre nosotros y el futuro. Enton­ces, el karma que va siguiendo un ritmo, no se puede reproducir en el presente de usted, pone el karma aquí y claro, usted lo que hace es precipitar los hechos del pasado en el presente y el futuro no puede pasar porque hay una acumulación de datos impresionantes en el presente por culpa del pasado. Entonces el futuro queda detenido, usted ha creado un cortocircuito, la energía no circula, ¿y que pasa entonces? Usted en el presente deja de ser. No es usted, es el pasado, el yo, sí, decimos yo, pero el yo no tiene razón de ser porque está envuelto en tanta madeja del pasado que es incapaz de ver el presente y el futuro. Ahora bien, usted está libremente atento en el presente, el pasado se desvane­ce porque ha pasado, no tiene por qué reproducirse en el presente, y en cambio, el futuro viene con toda su fuerza tremenda, con toda  la inmensa gama de oportunidades, ¿y por qué esperar que un hecho que tiene que producirse mañana, tarde un siglo? ¿Qué es lo que ocurre? Y es la gran preocupación de los Señores del  Karma, que no pueden tomar al individuo y decir: "Toma todo el karma", porque lo mataría la energía, sino que adminis­tran sabiamente las leyes. Los Señores del Karma entonces, van esperando la oportunidad y cuando se está atento se filtra algo de esta fuerza del futuro en el presente, y le da una sensación de vivencia porque usted respira, se ha sentido libre del pasado, no es que eso sea lo ideal, hablo de lo que sucede habitualmente.

 

Mire usted, si la vida del hombre fuese un carrete de hilo y pudiese tener a su disposi­ción este carrete kármico, su vida sería poca, al primer problema un tirón fuerte y qué pasara, a fuerza de tirar se quedaría sin ningún hilo dentro del Carrete, y el karma sería el mismo de ayer, anteayer y de hace 100 años. Se acumularían los hechos en el presente y usted quedaría oscurecido de tal manera que no sabría si es pasado, si es presente o si es futuro; ¡que es lo que ocurre!  Y esto tienen que estudiar los psicólogos y es muy difícil, porque quién se introduce en la conciencia de otro ser, para saber si piensa en pasado o en futuro. Otro error psicológico, creer que una persona a través de la sugestión, a través de cualquier disciplina o método se le hace retroceder al pasado para ver dónde se produjo un complejo, ¿y qué? Hemos llegado aquí, aquí se produjo un complejo, ¿y esta­mos libres? ¿No es fácil esto, verdad? Entonces todos los sacerdotes que han establecido la confesión, habrían liberado a aquellas personas que se han comunicado con ellos, porque todo lo que hace una persona que va a confesarse es decir todo aquello -que quiere decir naturalmente- que pertenece a su pasado incorrecto, ¿y qué sucede? Que sale del confesio­nario tan atado al pasado como cuando entró, y lo mismo sucede con los psicólogos. Ahora bien, el psicólogo moderno no le dirá  tiéndase usted y empiece a parlotear, aunque es un método que todavía se utiliza, hablo de los métodos del futuro, porque en el presente es difícil esto: no piense usted nada, nada de nada, usted no diga nada, solamente observe, y la persona observa, ¿a quién observa? No al psicólogo, a sí mismo, en virtud del poder que tiene de  intravisualización o de  interpenetración  dentro de sus propias estructuras temporales, y en un momento determinado siente como un chispazo en su  interior y se da cuenta de algo. ¿Qué es esto? Por un momento ha dejado de ser un juguete del pasado -y ha sido el yo- en aquel momento de luz, entonces empieza el camino de regreso a la Casa del Padre. Ya no es aquella persona que está pensando constantemente en el pasado donde encuentra toda aquella caterva de situaciones que llevaron a un presente infecun­do, y entonces en este presente vive el presente, está expectante. La nota clave de la nueva era es: expectación, serena y profunda expectación. Aquello que tiene que venir, ¿dónde está? Está en nosotros. Aunque busquemos en el espacio, la Interrogante va hacia adentro, hacia el Yo más profundo, hasta que un día surge este yo tan profundo con todas sus fuerzas, con toda su plenitud y entonces el alma se libera, o empieza el camino de la liberación.

 

Pregunta: Quería hablar de esas personas, que al darse cuenta que en su vida se repiten circunstancias desagradables,  ingratas, de tipo familiar, porque se ha engendrado en una familia que no ha habido suficiente amor, y se quejan de que en su vida no haya luz ni alegría. Yo he tenido una de esas personas y he intentado que ella misma creara esa luz y esa alegría, pero les resulta muy difícil, y casi siempre se está quejando todavía de aquello que, sin embargo, no lo pueden remediar, es un condicionamiento con el cual han nacido. Aparte de decir lo que ellos crean de esto, ¿qué piensas que eso les pueda aca­rrear?

 

Respuesta: Si una persona se queja constantemente de todo, es una ley de la naturaleza del ser humano, no está contento con nada. ¿Por qué? Porque empieza en un vivir comple­tamente en los momentos del tiempo, porque depende mucho de la evolución de las perso­nas, lo que se le puede decir; a una persona que vive en el pasado (y la mayoría vive en el pasado) quizás sea un buen método la intravisualización que va al pasado y que en­cuentra una roca donde ya no puede pasar, y aquí está donde se originé el complejo del presente. A una persona más desarrollada se le dice por ejemplo: ¿Qué es lo que buscas en la vida? Porque todos buscamos algo en la vida, cuanto menos se busca más feliz es uno, porque no siempre se encuentra lo que se busca o lo que se pretende; la segunda fase es esta: no desees más que aquello que puedas tú obtener, más amor, más cuidado, más ternura. Ya lo creo que todos buscamos en la vida, forma parte del contexto de nuestra existencia, pero son ilusiones, porque a pesar de que queremos todo esto, al aplicar­lo    ¿qué es lo que buscamos realmente? ¿De qué nos enamoramos realmente, de una persona? De la presencia física o de una simpatía astral o emocional, o bien porque tiene una mente muy aguda, muy brillante, no nos enamoramos del ser entero sino de una parce­la de sí mismo y esperamos que aquella parcela de sí mismo, nos dé toda la plenitud de amor que buscamos. Busquemos un poco más abajo, siempre buscamos en la persona que amamos un ideal, y cuando este Ideal falla ha fallado toda nuestra vida; hemos dejado de ser nosotros porque estamos siempre dentro del condicionamiento de otra persona. ¿Y acaso esta otra persona no está, en cierta manera y hasta cierto punto, cristalizando todas nuestras ilusiones fallidas del pasado o todas nuestras esperanzas en el futuro? Y la terce­ra fase,  en personas muy inteligentes, se les dice: vive atentamente porque todo cuanto ocurre tiene un sentido, ese sentido es tan agudo y tan sintético, que si tú no lo vives completamente no lo solucionarás nunca. ¿Qué es la paz? Si podemos decirlo así, es cuan­do se detiene el tiempo, cuando nosotros hemos detenido el tiempo en la conciencia. ¿Y cuándo se detiene el tiempo sino cuando estamos muy atentos? Como ahora por ejemplo, es estando muy atentos, ¿verdad? No es que yo lo diga, es que ustedes lo están reflejando, están atentos, y cuando se está muy atento, no se piensa en términos de pasado o en términos de futuro, no hay una ecuación mental, no hay reflexión, no hay siquiera discerni­miento entre los pares de opuestos en los ecos del tiempo,  ni lo que es pasado ni lo que es futuro, estamos tan dentro de este momento que nosotros y el espacio sin tiempo forma­mos una sola unidad. Claro, no se le puede decir a una persona que tiene problemas emo­cionales que apllque esto.

 

Pregunta: Una persona que tiene miedo, y tiene tanto  miedo que incluso tiene miedo de que no le hagan nada, de lo que tú le digas para curar su miedo, ¿cómo crees que eso se puede enfocar?

 

Respuesta: Es un caso desesperado ese.

 

Pregunta: A mí me gusta mucho meditar con luz, y el color siempre con la música, pero cuando me encuentro con una persona que tiene ese miedo tan grande, yo no sé por dónde realmente se puede  

 

Respuesta: Sí pero este miedo, el miedo de cualquier persona es enfrentar una situación, y no podemos nosotros por la voluntad, por el deseo, por la compasión incluso, a una perso­na que tiene miedo quitárselo, no somos magos a esta altura, ni tampoco está permitido quizás por las leyes del karma, pero sí es posible que nosotros le demos una orientación definida a esta persona, preguntarle: ¿de qué tienes miedo precisamente? ¿Miedo a la oscuridad, a la muerte, al fracaso, a un ser amado? [De quedar sola] ¡De quedar sola! Pues entonces hay que enfrentarle con la soledad, el sentido de la soledad para mí es lo máximo que podemos nosotros infiltrar en otra persona, para que pierda el miedo. Con­fianza en el presente. Y esto no es una simple regla psicológica, es una regla dictada por los Maestros en los Grandes Ashrams de la Jerarquía -no Ashrams subsidiarios- en los Ashrams de los propios Chohanes de Rayo, que están mucho más allá. Estamos hablando de algo que pertenece al futuro. Pero si  no hablamos ahora, ¡cómo tendremos un punto de enlace con estas cosas tan maravillosas del futuro! Este es el caso.

 

Prequnta: ¿No crees que a una persona que tiene miedo a todo, especialmente a su soledad, no se le podría indicar que ayudara a otras personas que pasen por lo mismo que está pasando él? Y en esta ayuda que da a los demás encontrará su propia ayuda, quizás la base del proyecto no sea completamente fraternal, porque ~ ayudar para que te ayuden, pero en el fondo, para curación del enfermo está en que entonces se despreocupe de su propia soledad ayudándole a los demás. Habrá  muchas personas que sufran lo mismo que sufre  ella, entonces buscando esas personas y ayudándolas se despersonalizará  un poco de su propio pesar, creo que es una de las soluciones que hay para muchas enfermedades.

 

Respuesta: Dudo, dudo que una persona en un caso desesperado de soledad, pueda aplicar este ambiente que él quisiera para si a otra persona, está tan dentro de sí misma que cuando le hablas de esto te rechaza de plano, hablo en términos sociales; una persona que tiene miedo no va a rechazar el miedo diciendo a otras personas que no deben tener miedo, porque si no solucione su propio problema de miedo, no va a solucionar el problema de miedo o de soledad de otras personas. Si tuviese miedo a la soledad o a la oscuridad, por ejemplo, hay un método muy sencillo que es encerrar a esta persona en una habitación oscura, y tiene que pasarlo. O se muere o se salva, una de dos, [risas], no hay más. La última pregunta que es tarde.

 

Pregunta: Hay un caso que se trata de una mujer de 26 años, casada, que cuando se va el marido al extranjero, lo pasa muy mal por estar sola; entonces para hacerlo fácil, decirle: pues toma una niñera, o sea que en lugar de que vigile un crío, que la vigi­len a ella.

 

Respuesta: Pues es un buen sistema, si se siente tan infante, pero en fin! Puede ser un buen sistema, pero ¿una niñera femenina o masculino? [risas] ¡El problema está aquí! Yo creo que todo está ahí, creo que todos esos conflictos que están imperando en grandes sectores sociales, en hombres y mujeres, es algo que está dentro del pecado original toda­vía, y hoy día hay tanto sexo. Fíjense ustedes, y voy a terminar, tanto sexo hoy día como en los primeros días de la lemuria, donde según se nos dice se creó el pecado original, el pecado original que es instintivo, añádanle ustedes el color emocional y la fuerza de la imaginación, y tendrán un cuadro de la difícil posición de la humanidad ante la Jerar­quía, y el porque estamos insistiendo tanto y tanto en estos conocimientos. ¿Un poco de silencio por favor?. Muchas gracias.

 

3 de Diciembre de 1986, Barcelona, España.