CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA

 

[edición en curso]
 


 
 

Conversaciones Esotéricas 

El Sendero de Reconocimiento. .

Barcelona, 14 de Mayo de 1.977
 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Conversaciones Esotéricas

El Sendero de Reconocimiento. .

 

Vicente.—… que no tiene principio ni puede tener fin, y estamos tratando conjuntamente de descubrir dentro de nosotros aquel punto de unificación que hace que todos los seres humanos se sientan unos, compenetrados en mente y en corazón con aquellos principios cósmicos que se expresan por doquier. Se trata, pues, de vivir muy atentamente, profundizando en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida, de nuestras circunstancias, de nuestros ambientes, para llegar finalmente a descubrir que en todo solamente existe el Yo supremo del Cual participamos todos, y la búsqueda, el descubrimiento y la conquista de este Yo, se llama técnicamente esoterismo, de ahí que tratamos de abarcar conjuntamente, como digo, esta Vida de la Cual todos participamos, que nos hermana y que nos distingue como seres humanos. 

 Desde siempre el ser humano ha tratado de descubrir su procedencia. La triple interrogante: ¿quién soy?, ¿de dónde procedo? y ¿adónde me dirijo? Este mandato délfico para todos los seres que aman realmente, descubrir este Yo antes aludido, constituye la norma de todo verdadero investigador y matiza su vida de un peculiar sentido de valores psicológicos que tienen que hacer del hombre corriente un aspirante espiritual, del aspirante un discípulo entrenado en los misterios de la divinidad, y este discípulo se convertirá progresivamente en un iniciado, en uno que comprende exactamente el valor del Yo superior, para culminar, finalmente, en aquello que la tradición esotérica y mística denomina Adeptos o Maestros de Compasión y de Sabiduría. Todos estamos empeñados en esta búsqueda, cada cual según su propio nivel, según su propia medida, según su propia evolución, pues todos estamos sujetos a la ley jerárquica  de la evolución y cada cual ve las cosas desde allí, donde esta evolución lo ha situado y desde donde trata de comprender las cosas. Quisiera conversar con ustedes hoy sobre uno de los grandes misterios esotéricos: el que corresponde a este Yo supremo tal como se expresa en un ser humano, entendiendo por ser humano esta entidad psicológica representativa de valores eternos que piensa, que siente y que vive, y que trata constantemente de proyectarse hacia adelante, hendiendo las fronteras que separan el presente del futuro y tratando de comprender desde este punto de tensión los beneficios del pasado con sus tradiciones, recogiendo de la tradición lo mejor, lo que puede ser aprovechado místicamente en el presente para constituir la estructura de un noble futuro.

Si ustedes viven atentamente el fluir de los acontecimientos actuales se darán cuenta de una verdad fundamental, en lo que respecta a la evolución suprema del hombre tras la conquista de este Yo ha fracasado la política, la economía y la propia religión, no han sabido encauzar, cada cual dentro de su estructura, esta verdad sencilla que hermana a todos los hombres, y vemos por doquier división política, división económica y división religiosa.  De ahí que subsista la lucha de clases, la lucha religiosa, la lucha por la hegemonía de los pueblos, la lucha por obtener los beneficios económicos de la propia civilización técnica que estamos viviendo. Entonces, se impone para la mente organizada de nuestros días, para el hombre que realmente busca la verdad, actuar de una manera distinta a cómo lo ha hecho hasta hoy. Tiene que existir forzosamente una reversión de valores psicológicos y hacer que la psicología moderna se complemente con las verdades esotéricas y hagan que el ser humano se convierta realmente en aquello que debe ser, y se le encare de frente al futuro de acuerdo con el beneficio de un destino que, como digo, es común a todos, y comprendido este razonamiento, el hecho de que ustedes estén aquí puede significar que ustedes están interesados profundamente en descubrir estos valores. Entonces, supongo, casi estoy seguro, que más de una vez ustedes se han preguntado: “¿quién soy, de dónde vengo y a dónde voy?” Y me pregunto hasta qué punto han recibido una adecuada respuesta, una respuesta que satisfaga las ansias de sus almas anhelantes.

Entonces, cuando en nuestras conversaciones les hablo del cosmos, poniéndolo casi, por así decirlo, al alcance inmediato de una mente corriente, es porque realmente existe una presión cósmica sobre nuestro planeta que hace que todos sintamos esta Presencia augusta, este Yo supremo, rector de nuestro Universo, a quien llamamos Dios, y que es nuestro único Dios, habida cuenta que nuestra mente finita y nuestro corazón angustiado solamente puede hallar su tesoro dentro del corazón de esta Entidad Divina. Démonos cuenta de que a través del tiempo han habido seres humanos que se han sacrificado por los demás tratando de orientar las mentes y los corazones de los demás hacia estas verdades ocultas, y también tenemos que reconocer que a través del tiempo el ser humano de mente anhelante y de corazón augusto, se ha encontrado sujeto a la presión de las estructuras dominantes en cualquier edad y en cualquier situación, y el hombre que buscaba realmente a Dios, la mayoría de las veces ha sido sacrificado en aras de este ideal que él presentía en lo profundo de su corazón. Siendo este enlace magnético aquello que esotéricamente definimos el Ángel Solar, o el Ángel de la Presencia, o el Yo superior de los teósofos, o el Gran Arquitecto manifestado en el hombre de la masonería, el Cristo universal de las Iglesias cristianas, todo esto nos lleva a un punto dentro de la órbita de nuestras consideraciones, dentro de las cuales exigimos ya por primera vez en la historia planetaria una participación consciente en los misterios de la Divinidad, para ver si es posible reconocer dentro de los repliegues del tiempo y de la historia los datos que deben conectarnos con esta entidad denominada el Ángel Solar. 

El Ángel Solar ha dado vida y belleza descriptiva a la Leyenda de Prometeo, el liberador de la luz del cosmos para el ser humano, de uno que se ha sacrificado a través de las edades para llevarle a los hombres la antorcha de la fe, que está introducido místicamente en su corazón y que es la esencia de su mente, y que es el inductor de toda posible búsqueda de lo superior. Bien, antiguamente el Ángel Solar era un misterio iniciático, lo mismo que las fórmulas mantrámicas del OM Sagrado, lo mismo que la existencia de los Maestros de Compasión y de Sabiduría, lo mismo que la existencia de la Magia Organizada en nuestro planeta, lo mismo que la solidaridad del cosmos entre sí, y su estrecha vinculación con nuestro Sistema Solar y con nuestro planeta Tierra. Y se dice, que es a través del sacrificio augusto de las grandes entidades cósmicas que a través de las edades lograron la liberación de la luz, las que transportan la luz al hombre, al ser humano. Y, dense cuenta, a pesar de que la orientación cósmica de nuestras disertaciones haga que podamos sentir a veces un temor a estas verdades cósmicas, que es realmente la aprehensión de estas verdades las que pueden hacer fructificar en nuestro corazón la fe ardiente de la búsqueda, entonces, cuando esta fe se convierte en voluntad, podemos decir que hemos creado un hilo de luz que nos contacta, que nos conecta con el Ángel Solar. Entonces, ¿quién es el Ángel Solar realmente?, ¿cuál es su esencia?, ¿cuál es su vinculación?, ¿de dónde procede el Ángel Solar?, ¿y qué relación tiene con nosotros, los seres humanos?

Hay, místicamente hablando, una tradición esotérica conducida por todos aquellos que a través del tiempo se sacrificaron y legaron su mensaje de amor y de comprensión para los seres humanos. El sacrificio de las entidades superiores que cíclicamente, tal como esotéricamente se nos dice, encarnan en un cuerpo de materia, ya sea un conjunto de universos, un universo, un planeta, un ser humano, siempre está regido por la Ley de sacrificio, de ahí, que el sólo hecho de haber nacido es un sacrificio de parte del Alma que nos infunde vida, comprensión, afecto, y finalmente resolución.  Siempre, desde el ángulo de vista de lo que puede constituir una hipótesis de trabajo mental, se nos asegura, y será la intuición definidamente la que orientará nuestras pesquisas en este sentido, de que el Dios de nuestro Universo –como los Dioses de no importa qué universo en el cosmos– está sujeto también a evolución, que dentro de su elevada esfera de perfección, allende nuestra razón y entendimiento, existe su problema, su lucha, su karma y su destino. Se nos dice, también, que el hecho de que un Logos o un Dios se manifieste es siempre sujetándose a la Ley del sacrificio, el sacrificio místico de la cruz kármica del cual Cristo fue un elevado exponente universal. Entonces, para llegar a la procedencia de nuestro Ángel Solar y para saber cuál es su contacto místico con nosotros, tenemos que remontarnos al principio de los tiempos, al principio de nuestro universo y repetir, aunque sea de paso, lo que hemos dicho aquí en anteriores conversaciones, haciendo hincapié en un punto muy importante, para que nos demos cuenta de lo que significa el karma, que lo estamos orientando siempre en el sentido humano sin darnos cuenta que es una Ley cósmica, y esta Ley cósmica aplicada al Dios de nuestro Universo hace que nos demos cuenta de cómo en el principio de los principios hubo un Universo dentro del cual este Dios al cual reverenciamos adquirió el poder de la inteligencia; se le denomina el 1er Universo de nuestro Logos.

Este universo actual, dentro del cual vivimos, nos movemos y tenemos el ser, es la participación activa de los elementos cósmicos del amor, y no es en vano que en nuestro universo Dios es Amor y Dios es Sabiduría, Dios es Compasión y Dios es Sacrificio. Y, finalmente, hay que decir que este Dios al cual reverenciamos, repito, está creando actualmente las estructuras de su propia iniciación, de su propia liberación, y que en Su augusta mente y en Su corazón infinito tiene el proyecto de otro universo dentro del cual realizará el ejercicio de la resolución que trae como consecuencia la liberación final o, hablando en términos muy esotéricos, la 5ª Iniciación Cósmica. Naturalmente, para muchos de ustedes que no han seguido desde el principio nuestras conversaciones se encontrarán, por así decirlo, un poco desvinculados ante esta grandeza cósmica, les ruego que no se preocupen sobre este punto, pero sí les ruego también que mantengan su atención, su interés, porque el más leve indicio puede llevar para cada uno la gloria de la comprensión, y la comprensión no es una cosa mental, sino que es algo del corazón, no es en vano que nuestro universo, como decíamos, es un universo del 2º Rayo, en donde la ley imperante es la del Amor, la Compasión y la Justicia. Bien, (qué pensarán) si les digo a ustedes que la procedencia cósmica de nuestro Ángel Solar es del primer universo, y tal como se nos dice ocultamente, es un iniciado de todos los grados, y si leemos La Doctrina Secreta de Madame Blavatsky veremos que nos dice que el Ángel Solar adquirió la liberación en un universo anterior al nuestro.

Entonces, la sustancia de nuestro Ángel Solar es de luz, es un portador de luz y es el que realmente se ha sacrificado, místicamente hablando, para traer luz a las mentes de los hombres. Entonces toma vida la leyenda de Prometeo, el joven Dios hijo de Dioses que, lleno de compasión por la humanidad primitiva que vivía en las sombras, robó, por así decirlo, la luz de los Dioses cuando estaban dormidos y trajo esta luz a la Tierra. Y este movimiento místico, que viene precisamente de la verdad esotérica, tiene que ver con la luz del quinto principio cósmico de donde los Ángeles Solares han recogido su luz para traer la luz a las mentes de los hombres y dotarles, precisamente, de aquello que llamamos inteligencia. Ustedes preguntarán, ¿y por qué?, ¿es que las leyes de la naturaleza universal no son suficientes para que el ser humano llegue a Dios, ya que lleva a Dios en su propio corazón? Podemos decir que cuando un Dios, un ángel, o un ser humano se sacrifica, es porque en el fondo del corazón existe esta gran doctrina, místicamente denominada de los avatares, es decir, de aquellos que se sacrifican en bien de los demás. Y el sacrificio místico del Ángel Solar, o del Logos cuando encarna en un nuevo universo, solamente tiene por fin y como motivo principal purificar la materia, redimirla y convertirla en espíritu. Esto, quizás, sea demasiado elevado para nuestra mente finita, no obstante, debemos continuar investigando. Para que nos demos cuenta realmente del sacrificio del Ángel Solar tenemos que asistir a este parto doloroso que se produjo hace muchos millones de años, los cómputos del tiempo son tan extraordinariamente elevados que no podemos fijarlos ni en términos de luz.

Por lo tanto, ustedes recordarán cuando al iniciar nuestro estudio sobre los Siete Rayos, que hablamos de una conjunción motivada y producida por la posición de ciertas constelaciones con respecto a Sirio; es decir, que la Osa Mayor –como constelación- las Pléyades y la constelación del Can, formaban un triángulo perfecto, sideralmente hablando, y que esta considerable profusión de energías cósmicas produjo una llamada, cósmica también, y como respuesta a esta llamada cósmica, de la constelación del Can y de la estrella Sirio, precisamente, encarnó un ser que es el que ahora llamamos nuestro Dios. No sé hasta qué punto podemos llegar a comprender algo que está más allá de nuestro entendimiento y, sin embargo, hay que hacerlo. Estamos utilizando, como ustedes saben, el método esotérico que tiene por objeto empezar por lo universal y llegar hacia lo particular, algo muy distinto del método simplemente místico que va de lo individual tratando de medir el cosmos. Les ruego que tengan en cuenta esta consideración las personas que tengan un temperamento místico. Les recomiendo que abran su corazón y comprenderán. 

El nacimiento de un Logos implica dolor, es el parto al que está sujeto el ser humano, es lo mismo, ahora, que en una elevación tan tremendamente profunda, que solamente con la más elevada de nuestras intuiciones podemos adquirir un pequeño punto de luz sobre lo que esto implica y, no obstante, el sacrificio de los avatares, el sacrificio de todo ser que encarna en un universo para dotar a aquel universo de su propia luz, de su propia vida, y tratando de redimir cada una de las partículas de materia que conforman este universo, constituye en esencia aquello que en nuestro planeta Tierra llamamos la evolución. Es una progresión incesante de la vida de Dios en cada una de las cosas existentes. Más adelante -según se nos dice, nunca podremos comprobarlo-, unos veinte millones de años, se produjo ya en nuestro planeta Tierra un hecho similar de sacrificio cósmico, esto acaecía también como el producto de una gran conjunción de constelaciones para llevar a nuestro planeta aquello que actualmente los esoteristas denominan la Gran Fraternidad Blanca de nuestro Planeta, o la Jerarquía planetaria, o Cristo y su Iglesia; el nombre es lo menos importante, porque el nombre nos separa, pero el hecho es el que debe unificarnos en mente y corazón. Una conjunción establecida en aquellos tiempos entre la constelación de Sagitario, la constelación de Géminis y la constelación de Cáncer, tuvo como consecuencia una respuesta proveniente del planeta Venus, un planeta sagrado más viejo que la Tierra, perfecto en su esencia, y la invocación siempre para ayudar a la humanidad incipiente, encarnó este ser conocido en los manuales esotéricos con el nombre místico de SANAT KUMARA, o nuestro Logos Planetario. Desde aquel momento la Tierra empieza a avanzar rápidamente hacia la luz, hay ya un anclaje cósmico en la Tierra, solamente existía, si ustedes me lo permiten, un anclaje monádico o espiritual del Logos Solar con respecto a nuestro planeta, pero la llegada de SANAT KUMARA establece un vínculo de unión, no sólo del aspecto vital sino que empieza ya el aspecto inteligencia en todas las cosas, o al principio de inteligencia que debía germinar más tarde en otro gran sacrificio casi simultáneo a este de SANAT KUMARA que, según se nos dice -y esto da una materia muy profunda para aquellas personas interesadas en los viajes extraterrestres o todas esas ideas actuales nacidas de esta verdad que ha dado vida a la ufología, la ciencia de los astros que van y vienen entre planetas y sistemas solares-, para que nos demos cuenta de que sólo estamos abarcando con esta idea un hecho intelectual que no acaba de medir el significado cósmico de esta relación establecida entre planetas, satélites, cometas, sistemas solares y sistemas cósmicos, o sistemas de galaxias; para darnos cuenta de que todo el cosmos constituye una gran familia regida por las leyes de gravedad, las leyes de atracción y repulsión y, singularmente, por las Ley de Fraternidad, que es la que hace precisamente que se sacrifiquen cíclicamente las entidades psicológicas que pueden hacerlo, que tienen este sentido de donación al cual el ser humano no está habituado.

Bien, existe ya algo más cercano a nosotros, otro tremendo sacrificio, quizás más comprensible para nosotros, por cuanto es el sacrificio que nos vincula precisamente con el cosmos por medio de una entidad perfecta en su esencia, producto de un universo anterior, tal como dice Madame Blavatsky, y que llega a germinar en nuestro corazón y llega finalmente a dotarnos de mente, de capacidad analítica y del sentido de valores que más adelante dará lugar a lo que entendemos por un ser humano completo.  Pues bien, una posición análoga, aunque en otra esfera y en otra medida planetaria, como fueron los planetas Júpiter, Mercurio y Venus, formando un triángulo equilátero perfecto, constituye un centro de gravitación cósmica que atrae del corazón místico del Sol, del corazón de esta Entidad Logoica de nuestro Universo, a los Ángeles Solares. En aquel tiempo solamente existía en nuestro planeta lo que llamamos esotéricamente el hombre-animal, existía un remanente lunar procedente de una evolución anterior, trascendida, y existía también el hombre-animal oriundo de la Tierra, era gigantesco, tenía que luchar contra los elementos, ustedes saben cómo eran los animales de aquel tiempo. Se nos dice solamente, cuando se nos habla de un ictiosauro, por ejemplo, que medía 30 ó 40 metros y el hombre tenía una estatura de 3 ó 4 metros; se han encontrado esqueletos de aquellos tiempos que nos dan cuenta de que el hombre era realmente gigantesco, y debía serlo por cuanto las condiciones eran durísimas. Los éteres de aquel tiempo eran inclementes, había mucha humedad, el fuego de las entrañas planetarias estaba surgiendo, y el hombre tenía que resistir un sol que constantemente estaba irradiando sobre el planeta, rarificando el éter de aquel momento, y también aquella humedad que se iba apoderando de sus miembros, constituyendo sus miembros casi en acero. Se trataba en fin de un ser gigantesco, pero le faltaba aquello que realmente caracteriza al ser humano, que es la inteligencia. Era un animal torpe e inexpresivo, sujeto al temor de los elementos y de los animales y reptiles gigantescos, y solamente veía al sol y aquello que estaba a su alrededor, y de hecho constituía parte de todo cuanto estaba contemplando, lo mismo que hace un animal cualquiera por superior que sea.

Dense cuenta solamente de un ejemplo, considerando al animal que a mi entender es el más evolucionado y el más cercano al hombre, el perro: ¿qué sabe el perro de su amo?, no sabe nada, se siente atraído a su amo, lo quiere, lo adora, su devoción es su amo, pero no puede desvincular su conciencia de su amo, está junto a su amo siempre y es su amo, el rastro de su amo guía su instinto y no vive una vida individualizada, vive su amo, es su amo, pues bien, dense cuenta de lo que era el ser humano hace unos cuantos millones de años, un ser sin mente, poderoso, organizado para la lucha y el sacrificio constante ante la naturaleza cruel que le estaba incitando a la lucha, y la devoción al Sol y a todo cuanto aquello que constituía su propia vida. Entonces, el animal-humano, por así decirlo, y los animales superiores procedentes de la evolución lunar, en el fondo de su místico corazón se inclina ante el peso del recuerdo, la memoria de aquella mónada de la cual provenían, y en aquellos momentos la invocación poderosa de los hombres-animales fue tan intensa que la proyección de aquellas energías provenientes de Júpiter, Mercurio y Venus, llegó, tal como místicamente se dice en la Biblia, a los ojos del Señor, hirió sus oídos y, entonces, el Padre envío a su Hijo muy amado. Siempre es la palabra sacramental. En este caso, siempre recurriendo al término místico, Dios, el Creador, arrancó pétalos místicos de su propio corazón, o de su chakra cardíaco, y aprovechado aquella posición ideal astrológica mandó un efluvio de Su vida al planeta Tierra. Aquella fuerza, aquel amor infinito del Logos, encontró la respuesta de los Ángeles Solares y aquellas partículas de amor fueron, por así decirlo, robadas por los Prometeos del Cosmos, o los Ángeles Solares, y juraron eternamente, por un voto inviolable que solamente conocen los altos iniciados, de dotar de luz al hombre-animal, de entendimiento, con el sacrificio de su vida de luz, entonces, si podemos rememorar un proceso que se remonta a casi veinte millones de años, y ver cómo los Ángeles Solares, Señores de la Luz, Hijos de la Mente se introducían las partículas de amor del corazón de Dios y descendían a la Tierra, y se ponían en contacto cada una con un ser humano, y creaban en su mente rudimentaria el principio de la luz, ya tendremos un atisbo de lo que significa el enlace cósmico del hombre con el Ángel Solar, y el hombre y el Ángel Solar constituyen desde entonces, desde aquel sacrificio, una entidad que llamamos “yo”. Desde aquel momento el hombre empieza a observar el fenómeno histórico de la vida, ya no dentro de la propia vida sino alejada de los acontecimientos y se produce el fenómeno de la autoconciencia.

La autoconciencia humana implica la unión del hombre-animal con el Ángel Solar, y también el sentimiento de unidad con todos los demás seres humanos.  Seguramente que este punto es un poco difícil de comprender habida cuenta de que hablamos del yo siempre en un sentido fragmentado, nos vemos diferentes, y parte de esta gran herejía de la separatividad estriba en el hecho de que diferimos en apariencia aunque internamente todos seamos un Ángel Solar.  Entonces, la Ley de la Fraternidad es una reorientación de todas las energías del yo inmanente, (de) este yo que conocemos que constituye el mecanismo de la acción cósmica, con aquel ser que constituye una avanzada del cosmos, por cuanto el Ángel Solar es un intermediario del cosmos, y si analizan la historia del planeta en todos sus aspectos imaginables se darán cuenta de que el Ángel Solar está actuando constantemente por doquier y que no se encuentra a Dios solamente en las iglesias y en los templos, que solamente se encuentra a Dios allí donde existe un alma que se sacrifica por los demás, porque demuestra que en cierta manera y hasta cierto punto la pequeña chispa que somos nosotros, el yo inmanente, ha establecido contacto con el Yo trascendente del Ángel Solar y que su sacrificio permanente empieza a cuajar en nuestro corazón dotándonos de la clave de la comprensión y del misterio del amor. Ustedes dirán que esto puede parecer, yo digo que es maravilloso, y que constituye un misterio que no todas las mentes pueden captar de inmediato, pero, ¿quién somos realmente?, ¿de dónde procedemos? y, ¿a dónde nos dirigimos? ¿Es que la ciencia conocida, o la religión, ha dado al hombre la respuesta directa y real de lo que implica este Yo Soy, o de quién soy, de dónde vengo, adónde voy?

Bien, la respuesta es obvia, la prueba, como les dije al principio, es el fracaso en todos los órdenes, porque desde el momento en que vemos separaciones por doquier, cuando vemos actualmente la lucha religiosa todavía como en tiempos de Cristo y anteriores a Cristo, cuando vemos el egoísmo del corazón de los seres humanos, cuando vemos la espantosa división de clases, cuando vemos que la política de los pueblos se basa en la economía y que las naciones económicamente fuertes son las que dominan el planeta, nos daremos cuenta de la necesidad imperiosa de que el hombre comprenda su esencia y empiece ya, desde este momento, a ejercer el poder creador de la conciencia y aprenda también el valor del sacrificio. Pero, el ser humano antes de que comprenda el sacrificio de su Ángel Solar, ¿cuántas veces habrá pecado contra sus hermanos?, ¿cuánta ignorancia habrá todavía en su corazón?, ¿cuán lleno está todavía de egoísmo?, ¿cuán poco inteligente tendrá sobre las causas de su propia procedencia, lo que implica el sacrificio del Ángel Solar, cuando tan poco nos sacrificamos, cuando la comodidad se ha convertido en el vestíbulo de nuestro corazón y cuando en los repliegues de nuestra mente solamente existe comodidad? Entonces, la idea del sacrificio cósmico o la idea del triángulo de la iniciación, me pregunto si nos dice algo realmente importante, y si nos dice algo importante, ¿cuál es nuestra reacción? Frente a la vida organizada de esta gran maquinaria social que todos hemos construido existen una serie de valores desconocidos, existe fuego, luz y energía desconocidos para el hombre, y el hombre tiene el deber de conquistarlos.

Es decir, el hecho de vivir implica para el ser humano consciente una tremenda responsabilidad, y hay que preguntarse siempre si es que realmente estamos de acuerdo con la necesidad que vemos por doquier, y si realmente aceptamos el reto de los acontecimientos para poder, en todo caso,  empezar a vivir de otra manera de la que hemos vivido hasta ahora, de no ser así el esoterismo, la religión, la política, la economía, todo se convierte en una gigantesca farsa, en algo intelectual que estamos monopolizando demagógicamente, utilizando una palabra que se ha puesto de moda para hacer triunfar ciertas ideas. Pero, yo creo que la vida es tan sencilla y la idea del yo inmanente constantemente proyectándose hacia el Yo trascendente, y que el hombre está constantemente buscando en estas realidades a través del yoga o de la meditación, o siguiendo no importa qué estructura definida de la naturaleza y de la sociedad, sin darse cuenta que todo está en nosotros y que existe el Ángel Solar, el compromiso del alma inmanente con el alma trascendente está a nuestro alcance desde hace dieciocho millones de años.  ¿Qué esperamos, pues? Yo creo que hasta aquí el esoterismo ha sido presentado como una fórmula intelectual de conocimiento y no como un espíritu de vivencia para que el ser humano viviera por anticipado aquello que místicamente se llaman los Dones del Espíritu Santo. Y teniéndolo todo en nosotros, constantemente nos estamos proyectando hacia fuera buscando la resolución allí donde no puede existir más que confusión y caos. No sé si se han dado ustedes cuenta lo importante que es para la persona que comprenda este misterio de la vida, aunque sea sólo en una débil medida, las consecuencias de su acción, su responsabilidad ante las necesidades que vemos a nuestro alrededor, o aquella propia responsabilidad de establecer contacto con el Ángel Solar, porque solamente en un misterio profundísimo de la naturaleza planetaria que llamamos iniciación puede el ser humano común, que somos nosotros, establecer contacto cada vez más profundo con este ser sacrificado para liberarlo de las cadenas que como Prometeo del Cosmos adquirió con respecto al ser humano. Ya no se trata del beneficio de la pobre personalidad que quiere ser más y más, creciendo en el tiempo, y acumulando, por lo tanto, valores en el tiempo, porque este camino es el del César, constantemente nos aparta de Dios. Y, sin embargo, fíjense bien, que toda la economía mundial, toda la política de los pueblos, todos los sistemas de gobierno y las explicaciones de no importa qué religión organizada, están valorando más lo externo que lo interno, y es por esto que existe el caso actual y, ¿no constituye esto una tremenda advertencia y al propio tiempo un tremendo desafío a nuestra capacidad de investigadores esotéricos? Tendrá que existir, por lo tanto, una reversión de valores, tendremos que buscar primero el Reino de Dios, tal como dijo Cristo, y después lo demás por añadidura, después de habernos dado cuenta de que todo el mundo adquiere lo que ha de darse por añadidura y después, si hay tiempo, se dedica al Reino de Dios, que es lo que pasa con el yoga o la meditación trascendental, ¿qué es lo que se pretende?, ¿buscar a Dios por unos momentos?, ¿y después…? Lo demás para el César.

Me pregunto si será posible que todo el tiempo esté ocupado en los misterios del reino, si podemos vivir de una manera tan completa en que las cosas del César no tengan importancia para nosotros, adquiriendo así la visión del profeta, sublimando nuestra vida y haciendo que nos convirtamos nosotros en los tesoros del reino, donde existe la paz y la abundancia en el corazón. Siempre les pregunto a ustedes, y la pregunta siempre es un desafío, si han tenido momentos de paz en sus vidas, si han tenido momentos dentro de los cuales se han dado cuenta de que existe una ligazón tremenda entre ustedes y algo superior, si realmente han sentido el corazón desbordante y han amado realmente o si han captado alguna verdad simbólica o esotérica o mística, o cósmica, y qué han hecho con ello después. Bien, la paz conseguida en un momento de exaltación espiritual o místico viene a ser como un relámpago en una noche oscura, nos ilumina un poco el camino pero después nos deja más ciegos que antes. ¿Se dan cuenta del sentido de permanencia de los valores absolutos que están a nuestra disposición y qué es lo que hacemos con ellos? Que todo cuanto hacemos son pequeños chispazos o relámpagos de luz en nuestra vida y lo demás está teñido de sombras, las sombras que ustedes dicen: “es mi karma, es mi destino”. Yo les digo quizás sea falta de identificación con el propio Ángel Solar de sus vidas anhelantes. 

 Bien, no quiero cansarles más, porque ustedes tienen la palabra ahora, pero, como siempre, dense cuenta, si quieren transformar la vida, los acontecimientos y el ambiente, tendrán que transformarse ustedes radicalmente, no esperen la transformación del ambiente por un efecto del milagro de la fe o por el testimonio de cualquier ser que se sacrifique. Ahora tenemos autoconciencia, sabemos en cierta manera que venimos de Dios, que somos Dios en esencia y que vamos en busca de Dios. Que esta sea siempre nuestra mejor de las plegarias. Muchas gracias.

 

Interlocutor.— En primer lugar encuentro que cuando se nos dice no, se dice todo, pero la personalidad cuando nos dice quién eres, de dónde vienes y de dónde procedes, no se capta…, solamente captamos la personalidad, y aquí hay una confusión porque la personalidad es la proyección, entonces, yo creo que debemos de introducirnos y buscar a Dios en nosotros, hacernos conscientes de que somos dioses, entonces, si nosotros tomamos conciencia de que somos Dios, será el Ángel Solar el que nos va dando sus toques, o sus valores de comprensión, tal vez, pero la pregunta es esta, o la manifestación es esta, entonces, si nosotros llegamos a la convicción de que somos dioses. Yo veo a Dios en todo ser a mi alrededor, entonces es cuando yo sentiré la verdadera compasión porque su manifestación no puede realizarse de otra manera, entonces, a mí me dará lástima aquel ser y sentiré el amor, porque yo considero que es un dios en el que sus cuerpos de manifestación son pobres, débiles, ignorantes, lo que sea. Entonces, digo yo que si los Maestros o los escritos o todo lo que hay hablaran más claro acerca de lo que somos y de lo que debemos de ser y de adónde vamos no habría problema, somos todos dioses, y lo sabemos, diremos ya lo sabemos, pero no hemos captado la idea.

Vicente.— Bueno, dense cuenta de una cosa, ¿hablamos de Dios en un sentido, digamos no humanizado sino cósmico, en nuestro corazón?, porque estamos aquí en una conversación esotérica. Yo me pregunto: -y ustedes se darán cuenta del porqué no-, ¿por qué Jesús hablaba en parábolas? ¿Y cómo podemos llevar a Dios o la idea de Dios, cósmicamente hablando, con esta profusión de valores absolutos cuando la pequeña vida intelectual está cifrada en el valor de lo inmediato? Entonces, sucede aquello que digo: el intermediario personal, naturalmente, no es lo mismo cuando me refiero a los grandes Intermediarios del cosmos, de los cuales el Ángel Solar es un exponente, pero si conseguimos vivir íntegramente esta conciencia de Dios en nuestro corazón, no hay que buscar el convencer a nadie, porque uno de los complejos de nuestro siglo es el mesiánico, y todo el mundo se cree un Dios, cuando ha adquirido una pequeña parcela de verdad ya empieza a edificar sobre esta pequeña verdad una serie de teorías propias tratando de convencer. Naturalmente, esto no es hablar de Dios, es hablar de la pequeña parcela de Dios que hemos conquistado intelectualmente.

 

Interlocutor.— Es que en realidad no somos dioses, sino que formamos parte, somos Dios, lo que no es igual.

Vicente.— Mire, todos los escritos del pasado de carácter sagrado dicen: “El hombre es hecho a imagen y semejanza de Dios”, yo me pregunto si usted puede decirme qué es la vida en usted, ¿puede escapar su vida a la de Dios?, ¿su pensamiento puede escaparse al pensamiento de Dios?, ¿su corazón amoroso puede escaparse del amor de Dios? ¿Dónde está Dios entonces? ¿Está en el cosmos o en usted?

 

Interlocutor.— En mí misma.

Vicente.— Bien, pues usted ha contestado a su propia pregunta entonces.

 

Interlocutor.— Nos podrías aclarar un poco la parábola de la viña, porque estábamos hablando con nuestra común amiga Marga, y lo estábamos descifrando, y como que esto lo va a oír ella mañana, a ver si nos puedes descifrar qué decía sobre que los primeros serán los últimos y los últimos los primeros, para que ella lo oiga mañana.

Vicente.— No sé si…, yo no conozco la parábola porque he leído muy poco, pero el significado lo he captado por las palabras que ha dicho. Entonces, si la verdad está en uno y reconoce solamente esta verdad, toda la explicación religiosa llega a su corazón realmente de una manera completa. Yo digo que cuando hablamos de parábolas nos referimos a Palestina en tiempos de Cristo, yo hablo en términos de la Nueva Era, por lo tanto, si hablo de las parábolas de Cristo es como una cosa genérica, no podemos defender las pequeñas parábolas de Cristo en este momento, a pesar de que tienen un fundamento cósmico, pero yo dejo que cada cual interprete la verdad según su propia medida, según su propia inteligencia. Hablamos del cosmos, hablamos de nuestra unión con el cosmos, de Dios en nosotros, con entera libertad y sin prejuicios, libres de la tradición y de cualquier estructura definida. Estamos viviendo unos momentos como digo muy importantes para nosotros, estamos viviendo una era muy distinta de la era de Cristo, y a ustedes les parecerá una herejía si les digo que si viene Cristo tendrán que adaptarse a las propias leyes que su Padre ha creado, y que seguramente si vuelve a Jerusalén, que lo dudo, no irá en un borrico sino que irá en un avión…, por lo tanto, los tiempos han cambiado tanto que no podemos acogernos a las escrituras, porque cada persona según su propia medida interpreta la estructura de la escritura y, entonces, le da, quizás, una imagen muy falseada. O si no hagan la prueba, la parábola de la viña que usted cita hágala interpretar por un católico, un protestante, un judío y un mahometano, y cada cual acercará el grano a su granero. Entonces, es falso todo y todo es verdad. Pero, ¿quién nos dará la medida exacta de la verdad? Solamente el corazón cuando está libre de la angustia, de la opresión y del miedo, cuando uno internamente se siente creador, cuando se da cuenta de que dentro de su corazón se agitan valores inmortales y trata de revelarlos, si hay abundancia en el corazón las escrituras no pueden decirnos nada, porque toda escritura es intelectual, sea la que sea, mis palabras (también) son intelectuales. Entonces, las palabras y la escritura deben de tener un contenido espiritual, y es esto lo que hay que buscar. Por esto les decía: no se preocupen si no comprenden, estén atentos ustedes al valor de las palabras, no por el significado intelectual sino por el espíritu de las mismas, y también por el espíritu de la congregación que constituimos, y para mí esto es algo tan real, algo tan formidable, que vale la pena realizar la experiencia del silencio de todas las mentes y de todos los corazones para que nos demos cuenta de que constituimos una unidad y que somos cósmicos, y que no hay que sacarse de la manga la teoría de los extraterrestres después de saber que los mundos son solidarios. Se creen que es algo de ahora, pero siempre ha habido una intercomunicación con los mundos, pero no a través de cualquier nave planetaria, a través del ejercicio del propio corazón, que es el que transporta rápidamente sin medir tiempo ni distancia, porque para el corazón no existe ni el lugar ni el espacio ni el tiempo, porque es la propia eternidad. Solamente esto. 

 

Interlocutor.— Ha dicho usted que hubo una especie de liberación por parte de ciertas entidades cósmicas de la luz, entonces, a mi se me ocurrió pensar ¿liberar de qué exactamente?, ¿de un principio cósmico inorgánico o de un principio inteligente que intentaba con conciencia aprisionar esa luz?, es decir, usted ha citado que hubo un intento de liberación de luz, pero, liberar de qué, ¿de la oscuridad como entidad cósmica pero sin inteligencia?, ¿un ente raro sin determinar, o realmente había entidades espirituales antagónicas que intentaban aprisionar esa luz?

Vicente.— Cuando se habla de liberación en relación con la luz, es liberar la luz que existe en las sombras, es algo paradójico, ¿verdad?, que pueda existir luz en las sombras. Pues sí, sí hay una sustancia de luz más poderosa que la luz de las sombras, el contacto de esta luz con la luz de las sombras constituirá un núcleo de luz y a este núcleo de luz que se ha constituido yo le llamo liberación. Entonces, cuando hablamos de los Ángeles Solares que traen la luz del cosmos, es porque existe un deseo permanente de liberación en el cosmos, no solamente en los Ángeles Solares sino que este deseo de liberación es constante y por doquier, no podemos hablar de la liberación en términos de la liberación del hombre, sino que la liberación es un hecho del Universo, un hecho que se está constantemente produciendo. Por lo tanto, una flor, por ejemplo, la liberación de una flor es su perfume, su ley es la liberación; y el individuo -igual que Goethe cuando estaba muriendo- es más luz, más luz, más luz, porque más luz en este caso implica liberación de la luz contenida en cada una de las partículas de los átomos que constituyen las células de nuestro cuerpo. Todo es luz cristalizada, entonces, el contacto de la luz universal con la luz cristalizada produce aquello que realizó Cristo y que realizan todos los seres que descienden a sacrificarse, la redención. ¿Se han dado cuenta de la importancia de la pregunta, del porqué de la luz y de la liberación?  Estamos constituidos de materia, la cual es energía cristalizada, y al propio tiempo la energía cristalizada proviene de un propósito superior que es energía superior, y cuando ha llegado en su mágico descenso al fondo de la materia, el revulsivo de la luz, igual que en una liberación atómica, es por cadena, y así se van iluminando los puntos que están dentro de la conciencia del hombre como primera materia que se libera y va siguiendo el contexto de la sensibilidad para llegar finalmente a cada una de las células de su cuerpo, y cuando esotéricamente hablamos de los astros sagrados, implica esta verdad que cada uno de los elementos que constituyen este planeta han adquirido redención, se han convertido en luz, y cuando cada una de las moléculas que constituyen no importa qué cuerpo de la naturaleza se convierte en luz existe liberación.  Hablamos de liberación en términos de luz y cuando se produce la iniciación, cuando el Hierofante está enviando su fuego eléctrico a través del cetro sobre los cuerpos del iniciado lo que está realmente produciendo y determinando es una efusión de luz cósmica sobre la pequeña luz contenida en cada uno de los chakras o centros etéricos, y la respuesta de los centros etéricos hecha conciencia se convierte en liberación o, si ustedes lo prefieren, en iniciación, porque la iniciación, técnicamente descrita, siempre es efusión de luz y expansión de conciencia producida por esta luz o por esta liberación de luz.

 

Interlocutor.— Me parece que ha dicho una cosa muy importante al decir que no era en términos intelectivos que se podía comprender razonablemente, o las parábolas de Jesucristo, y he hecho una pequeña referencia a lo que dijo esta mañana y un Sutra de Patanjali que dice que la esencia de la autorrealización consiste en impedir que el contenido mental se transforme en lo que llaman ellos vrittis, es decir, son vibraciones… y, entonces, yo he pensado si lo que hacemos nosotros cuando traducimos a términos intelectivos aquellas cosas que no son asimilables o captables por el intelecto es precisamente cuando creamos vrittis, y en realidad lo que interesa es el contenido mental, es decir, esa quintaesencia que está más allá del concepto.

Vicente.— Exacto, sí. Lo que pasa que cuando leemos siempre leemos con una pequeña parte de nosotros mismos, y esta pequeña parte es el intelecto. Supongamos que Jesucristo nos explica un hecho, buscando una personalidad relevante que todos conocemos, místicamente hablando, ¿quién comprenderá mejor a Jesucristo? Solamente aquel que esté atento a sus palabras, no aquel que trate de intelectualizarlas, porque el intelecto es la pequeña medida del entendimiento al cual hemos accedido y, naturalmente, con esta pequeña parcela queremos comprender a Jesucristo, ¿no será mejor entonces que callemos y escuchemos a Jesucristo? Lo que venga después será la sabiduría de Jesucristo a nosotros. Por esto les digo: dejen el intelecto y solamente escuchen atentamente. Esto hará que progresivamente con la fuerza de la atención el intelecto se libere, se convierta en luz, si me permiten la expresión y, entonces, accedamos a este estado de luz integral que es la intuición, y a través de la intuición nos viene la revelación o nos viene la iluminación y nos viene, finalmente, la redención. Entonces, ¿qué pasará cuando estemos atentos constantemente, observando todas las cosas que nos suceden, agradables y desagradables, pero con entera atención? Lo cual significa con entera imparcialidad porque el intelecto no está aquí, el intelecto se ha convertido en luz, y al convertirse en luz, que se ha convertido el ser humano que conocemos, en un vehículo de la propia Divinidad. El intelecto es solamente para medir pequeñas verdades y monopolizarlas encerrando la pequeña verdad que ha conseguido y creando así estructuras, y es así como han nacido las religiones de todo el mundo, o cualquier forma política o económica de regir los pueblos. Entonces, hay que iniciar, a mi entender, siempre desde el punto de vista de mi propia convicción, si podemos reorientar completamente nuestra vida ya en términos de realización, si podemos vivir amando sin apegos, si podemos vivir sin que el intelecto se convierta en intermediario, por cuanto no debe existir intermediario entre Dios y tú que sois la misma cosa. Bien, es un desafío, ¿verdad?, y, ¿cómo vamos a hacerlo? Ya están haciéndolo: están atentos, están atentos todos, están creando el vínculo de la realización, se están liberando, ¿se dan cuenta? Esto es luz y en esta luz hay redención, por lo tanto, la verdad está ahí, ahora saldremos de aquí y ¿qué haremos con esta verdad que hemos conquistado?, ¿vamos a intelectualizarla? Depende de nosotros, ¿verdad? No es algo que sea mío, es la verdad en mí y es esto lo que hay que tratar de expandir constantemente.

 

Interlocutor.— A ver, un momento solamente, ¿podríamos decir que la quintaesencia es el Dios, nuestro Dios?

Vicente.— Bueno, no sé, es una cosa que es científica, la quintaesencia no sé que es.

 

Interlocutor.— No sé qué expresión darle, el quinto éter, el éter

Vicente.— Yo diría, porque siempre voy al cosmos, que para nosotros lo mejor de lo mejor en el plano físico es el subplano atómico.

 

Interlocutor.— ¿Y no es éste el quinto...?, [VBA: el séptimo] bueno yo quiero decir el quinto, [VBA: naturalmente donde estamos situados nosotros, quizás] que es la primera iniciación planetaria que recibe el hombre porque parece que hace un contacto también de iluminación, por eso he querido decir que era el Dios planetario, entonces, si entre este Dios planetario y el Ángel Solar está el misterio, entre ellos dos está el misterio, [VBa: Naturalmente, sí, sí] porque el Ángel Solar tiene una misión con Dios.

Vicente.— Exacto. El Ángel Solar, escuchen atentamente, ha hecho una promesa al Señor del Universo de ayudar a todas las humanidades carentes de mente, es un compromiso, y es su gloria, su dolor, su renuncia, pero, es su propia liberación. Entonces, cuando el hombre comprende esta verdad se pregunta, ¿y por qué yo que empiezo a ser consciente de las cosas de la vida no puedo liberar a mi Ángel Solar? Y, entonces, sucede el hecho de la iniciación, la 5ª Iniciación, en la que el ser humano se pone en contacto directo con el Ángel Solar, pero al mismo tiempo se desintegra el cuerpo causal donde estaba alojado el Ángel Solar, en el tercer supblano del plano mental, esto es técnico, ¿verdad?, bien, automáticamente se oye la voz que dice: “Este es mi Hijo muy amado en quien tengo puestas todas mis complacencias”, y esta voz, este AUM sagrado hace que el Ángel Solar retorne al Nirvana, con su propio sacrificio retorna y, ¿qué sucede con el ser humano? Entonces, es el propio Ángel Solar y, entonces, al igual que el Ángel Solar puede iluminar a los demás, y es lo que llamamos un Maestro de Compasión y de Sabiduría o un Adepto de la Buena Ley, un miembro consciente de la Gran Fraternidad Blanca de nuestro planeta.  Todo tiene su explicación aunque aparentemente sea difícil de comprender.

 

Leonor.— Pensando en esta leyenda de Prometeo, creo que todavía lleva clavada la flecha en el hígado y que la humanidad no solamente tiene la lucha en el campo del intelecto sino que lo tiene todavía en lo que representa el hígado, en el aspecto emocionalidad de la humanidad, ¿es así o no, todavía lleva la flecha clavada? [risas] 

Vicente.— Es verdad, sí porque realmente es así. Ustedes saben que cuando Prometo robó –técnicamente no es así, ¿eh?, pero simbólicamente– la luz a los dioses para llevarla a la humanidad fue castigado por sus padres en el Olimpo y se le condenó a estar atado a una piedra durante toda la eternidad con las águilas destrozándole el bazo, el plexo solar, digamos, toda esta región que es donde se encuentra el tremendo caos de la humanidad, en el contacto astral, precisamente. Entonces, indica que los antiguos para dar una noción del tremendo sacrificio que implica para el Ángel Solar estar toda una eternidad en un plano donde no le corresponde por su propia evolución, porque ha alcanzado el Nirvana, y ¿dónde tiene clavada la flecha, o el pico de los buitres que están hundiéndose en sus entrañas? Es en el plexo solar, en el bazo de la humanidad, que son prácticamente los órganos que rigen el contacto normal de los seres corrientes, y con los subplanos del plano astral. No podemos hablar de seres mentales, salvo en raras circunstancias. La humanidad reacciona siempre astral o emocionalmente, y cuando empiece a controlar con la luz de Prometeo estas limitaciones, entonces, Prometeo será libre. ¿Podemos liberar a Prometeo? ¿Podemos liberarnos a través del plexo solar, a través de sus energías convirtiéndolas en luz de resolución? Depende de nosotros, claro.

 

Interlocutor.— Un hermano ha registrado que cuando, por ejemplo, hacemos un acto de… es como un rayo de luz, de una tormenta que nos ilumina y nos da una claridad, pero que después se vuelve a oscurecer esto. Bien, ahora a mí al meditar un momento sobre este punto me parece que tiene sentido, por ejemplo, antes los anacoretas viendo en esos sitios de perfección que buscaban se alejaban de la humanidad y se aislaban, y según lo que acaba de manifestar aquí el hermano con toda claridad, es que el trabajo lo tenemos aquí, entre nosotros, y que si podemos obedecer a este corazón, con un toque de conciencia, es cuando entramos en contacto con este creador, con esta luz y con esta clase de vida que tanto nos envuelve y que tan ciegos estamos de no poder comprender.

Vicente.— Muchas gracias, me da usted una idea, porque cuando hablamos de la oscuridad y de la luz, o del conflicto que existe en aquella persona que ha adquirido en un momento fúlgido del tiempo un destello de intuición, que cuando se recobra de esta luz cae más hondo en la oscuridad por el contraste de la luz, y no hay ningún místico ni esotérico que no pase por aquello que San Juan de la Cruz llama “la noche oscura del alma”, porque realmente el sufrimiento de la persona que ha alcanzado un momento de luz y vuelve a quedar sumido en las sombras del karma es de un sufrimiento insoportable y para esto, naturalmente, como usted muy bien decía, no hay necesidad de irse afuera tratando de rehuir el contacto con las sombras, ya que en tanto estemos enfrentando a nuestro problema psicológico actual, a nuestras sombras kármicas, no podremos establecer un nexo de unión con el Ángel Solar, será imposible. Así pues el discípulo, el aspirante, el investigador esotérico, se haya sujeto a grandes tensiones, a grandes luchas y a grandes conflictos, y así ha de ser, porque lo que está en su propia naturaleza personal debe desaparecer, de ahí que exista el misterio iniciático de la precipitación kármica, y el que sufre realmente es el discípulo, porque no está contento con lo de arriba ni con lo de abajo, porque no solamente está en las sombras ni en la luz y va de un lado a otro sin saber dónde colocarse. Pues bien, la mayoría de nosotros, quizás, estemos viviendo algo parecido. Yo digo, estemos atentos a la luz, estemos atentos a las sombras, a ver qué pasa; que lo que se hace con el yoga y con el misticismo y todas esas cosas es ser consciente de la luz, pero no consciente de las sombras, y es esta conciencia de las sombras la que debe depararnos la luz de la liberación. Enfocamos siempre el camino en forma errónea y distorsionada, y como decía anteriormente, si queremos cambiar la sociedad deberemos de cambiar los métodos de contacto con la misma, estableciendo nuevos vínculos con los demás y quizás también nuevas vías de acceso a nuestro propio corazón. Por el lado de contacto humano veremos cómo reaccionamos de acuerdo con estas presiones kármicas a las sombras que atesoramos todavía, y por el lado de la luz seremos conscientes del Ángel Solar.  El investigador nunca puede perder, siempre está ganando, siempre y cuando esté atento al proceso.

 

Interlocutor.— Hablas de Ángeles Solares, y pregunto yo, su propia energía viene de la evolución del primer universo, o sea, que tuvieron todas las iniciaciones…

Vicente.— Sí, sí. Esto lo digo por [intuición] y por referencia de Madame Blavatsky en La Doctrina Secreta, cuando al referirse a los Ángeles Solares Manasaputras o Agnishvaittas lo hace precisamente a unos seres que alcanzaron la liberación o el nirvana en un universo anterior, entonces, si hablamos de un universo anterior será el precedente al nuestro, pero, en otra parte de la Doctrina Secreta se puede leer que la liberación del hombre es convertirse, precisamente, en un nirvánico, en un ser que ha conquistado el nirvana, entendiendo por nirvana la liberación. En el zen tendríamos el Satori, en el cristianismo tendríamos el Reino de los Cielos, en el budismo se habla del término genérico de Nirvana, pero es la misma efusión de luz, de amor y de poder que adquiere el ser humano cuando se ha puesto en contacto directo y consciente con su Ángel Guardián y su Ángel Solar.

 

Interlocutor.—  Entonces, ¿nuestra misión será la evolución para llegar a ser Ángeles Solares para el tercer universo?

Vicente.— Exacto, entonces, ya venimos a lo que hemos hablado otras veces, y es que cuando la persona comprende se convierte en un testigo de la luz y en un servidor del plan, se convierte de hecho en un intermediario celeste entre los hombres que no comprenden y la luz que han adquirido y, entonces ya se puede hablar ya –como dijimos en la pasada conversación del mes anterior– de la Escalera de Jacob que va desde los reinos inferiores de la naturaleza hasta el propio Corazón de Dios, y que cada cual ocupa su propio lugar en esta escalera inmensa. Pues bien, la liberación consiste en que cada cual sea consciente de sus fuerzas y responsabilidades, pues allí donde se encuentre es allí donde debe trabajar y realizar su misión humildemente, porque los últimos serán los primeros. .   

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
14
-Mayo-1977

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
9-Diciembre-2007

Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
16-Enero-2008

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