CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA

 

[edición en curso]
 


 
 

Conversaciones Esotéricas 

La Causa Oculta de las Enfermedades.

Barcelona, 8 de Julio de 1.977
 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Conversaciones Esotéricas

La Causa Oculta de las Enfermedades.

Barcelona, 8_Julio_1977. —Conversaciones Esotéricas: La Causa Oculta de las Enfermedades. El Origen de las Enfermedades, sus Causas y el Karma. La Extirpación de las Enfermedades. Razas del pasado y sus Enfermedades que nos repercuten actualmente. La Reorientación actual de valores Psicológicos de la Humanidad. Los Pensamientos que activan Entidades. La Buena Voluntad como fuente de curación principal. El Origen y la solución en el Éter. La Nueva Vida que viene del Autoconocimiento, del Conocimiento de las ataduras del Pasado y, por lo tanto, de la Liberación del Guardián del Umbral. El contacto Dévico y el Trabajo Individual. Las Larvas Ocultas que no vemos y la necesidad de un Cuerpo Etérico sano que lleva a un estado de Paz o Equilibrio. La Curación de uno mismo empieza por la Curación de los demás. Karma Individual y Karma Colectivo. La Liberación del Dolor por el propio padecimiento en algunos Iniciados. La Intervención a nivel Jerárquico en las Enfermedades. La Realidad Curativa.


Vicente.— En nuestra conversación del pasado mes abarcamos un extenso tema, de carácter universal, como era el que tiene que ver con la evolución de las facultades psíquicas del ser humano, entendiendo por facultades psíquicas una extensión o prolongación de los sentidos físicos. Cada raza nueva que aparece sobre la Tierra tiene como primera misión desarrollar un sentido, de manera que al llegar a la 7 ª subraza de la 7ª Raza en la evolución de nuestro Esquema terrestre existan plenamente desarrollados siete sentidos. Estamos ahora, físicamente, desarrollando el 6º sentido, el sentido común, el menos común de los sentidos, como ustedes saben, porque está en los comienzos de su desarrollo, que es la mente. Las razas futuras conocerán un nuevo sentido que será de síntesis, y lo único que sabemos de este sentido sintético de la 7ª subraza de la 7ª Raza es la intuición. Cada vez más el ser humano se vuelve intuitivo, esto significa que ciertas parcelas de su cerebro se sienten estimuladas por otros Rayos de energía superiores en intensidad y en vibración a las energías que hasta aquí han venido actuando sobre nuestro planeta. 

Dijimos también que en cada plano existe una contraparte de los sentidos físicos, por ejemplo, el sentido del oído, el primero que desarrolla el ser humano, tiene su contraparte en el plano emocional, en el oído astral, y en el mundo o plano mental, en la clariaudiencia mental. Lo mismo pasa con la psicometría que corresponde al sentido del tacto, al segundo de los que desarrolla el ser humano en su evolución, desvirtuado en su función específica y en su desarrollo superior, este sentido se convierte en aquello que llamamos mediumnidad astral, porque es contacto, el tacto y el contacto están siempre actuando en el ser humano, y el contacto astral en forma de mediumnidad con entidades psíquicas pertenecientes al plano astral y también con el cuerpo emocional de todo cuanto nos rodea, se denomina técnicamente mediumnidad. Pero la mediumnidad ha sido trascendida en su aspecto inferior, y tal como les decía el mes anterior, lo que el hombre debe desarrollar ahora es la telepatía, que es el contacto en el mundo mental. Llegará un día en nuestro planeta que las personas podrán conversar telepáticamente, podrán sentirse, interpenetrarse, es la única manera de conocerse y la única manera de amarse.  Por lo tanto, todo cuanto vayamos desarrollando en los otros planos, aparte del sentido caótico que se le ha ido dando a las facultades psíquicas en su aspecto inferior, tendremos que desarrollar nuevas técnicas de aprovechamiento en la vida espiritual para convertirnos en aquello que dijimos en un médium de la propia Divinidad. El hombre será un médium porque todos somos médium, como dije el otro día, pero lo que interesa es que la mediumnidad sea espiritual y no simplemente astral. 

Así que las facultades psíquicas que conoce el ser humano son todavía de tipo inferior, y podemos asegurar que el propio Cristo fue un médium de la propia Divinidad, representando aquí en la Tierra la fuerza del Logos Solar en su aspecto del 2ª Rayo. Bien, todo esto presupone para el individuo un esfuerzo de adaptación a las nuevas situaciones, no puede haber desarrollo de ningún equipo del individuo en su aspecto superior si no hay un previo esfuerzo de adaptación, y ahora, ustedes saben bien, estamos siendo bombardeados, técnicamente hablando, por las fuerzas que provienen de la Constelación de Acuario, de gran intensidad, de gran frecuencia vibratoria, y al incidir sobre nuestros vehículos aviva aquellas facultades que desarrollamos anteriormente, hace millones de años en las épocas Lemur y Atlante. Pero lo que intentan estas energías, o lo que intentan estas grandes Entidades que manipulan estas energías con destino a la Tierra, es que pasemos del plano etérico y del plano astral al plano mental superior y establezcamos contacto con este ser que llamamos el Yo superior, el Yo espiritual o también el Ángel Solar.

Llegado a este punto, vamos a empezar ya el tema de hoy que tendrá como objeto resumir, lo más brevemente que podamos, uno de los temas más interesantes, más difíciles y al propio tiempo más desdichado para la humanidad como es el de las enfermedades. Naturalmente, la temática de hoy tiene que ver con lo que podríamos llamar la causa oculta de las enfermedades. Conocemos las enfermedades físicas tal como se manifiestan en nuestro mundo y en nuestro organismo, en nuestro pequeño esquema, pero cuando estamos tratando de investigar las causas promotoras de las enfermedades nos encontramos que tenemos que ascender vía un antakarana, que se desarrolla en los investigadores esotéricos, viendo cómo existe en un determinado nivel del plano astral o psíquico aquellos fenómenos o aquellas entidades que determinan las enfermedades en toda su extensión. Como consideración general de lo que implica la enfermedad quizá tengamos que rememorar lo que es la enfermedad en sí retrotrayéndonos a sus principios universales, y dándonos cuenta de que nuestro planeta no es un planeta sagrado, como ocurren con Venus y Mercurio, por ejemplo, sino que está sujeto a la presión del mal planetario, un mal que proviene Dios sabe de dónde, según se nos dice de fuentes cósmicas, entonces, el mal existe en todas las parcelas de los planos etéricos de nuestro Sistema planetario, hasta el momento en que en virtud del esfuerzo espiritual de todos y cada uno de los seres humanos, de los discípulos principalmente y de los hombres y mujeres de buena voluntad, se puede atacar directamente al mal planetario, actuando precisamente contra las larvas astrales que provocan las enfermedades y que nosotros estamos alimentando con nuestros pensamientos erróneos, con nuestros pensamientos de odio, con nuestras antipatías y con nuestras tensiones emocionales, con este poder inmenso que no controlamos y que naturalmente tienen que hacer impacto en cualquier parte que desconocemos. 

Y la segunda cuestión que se presenta, después de analizar que el mal es un karma que corresponde al planeta, habida cuenta de que el Logos Plantario está sujeto a la evolución, ha tenido que encarnar precisamente para redimir todo su contenido psíquico, espiritual y físico, del mal planetario o de su karma particular, si somos conscientes, llegaremos a la consecuencia de que podemos liberar en nosotros y a través de nosotros, mediante la invasión de las energías cósmicas las causas que producen las enfermedades, determinar por nosotros mismos de una manera inteligente y sin duda alguna que el ser creador que existe en todos nosotros ahora está en disposición de unas tremendas fuerzas universales que puede aprovechar, precisamente, para extirpar definitivamente de nuestro organismo y del planeta entero los gérmenes de las enfermedades, justamente aquellas enfermedades consideradas médicamente como incurables, tales como los dolores reumáticos, el cáncer, este azote terrible de la humanidad. Haciendo historia, remotándonos hacia el pasado, vemos que existen enfermedades propias de cada era, como en el desarrollo de los centros etéricos del individuo surgen por el mal empleo, la mala utilización de las energías que deben coincidir en aquel centro, la mayoría de aspectos volitivos del ser humano. Así, tenemos, por ejemplo, que la raza lemur nos legó esta enfermedad que llamamos la sífilis, pero tiene una explicación científica, habida cuenta de que en aquel entonces la raza evolucionaba según el sentido del centro sacro, es decir, anupadaka, y tenía que realizar la función sexual como un método de liberación y, naturalmente, lo que ocurre por la falta de previsión ya que se estaba al principio de una raza, se había perdido el contacto con los ángeles que hasta entonces habían mantenido al hombre convertido en un andrógino y al venir la división de los sexos, cuando hubo una división que convirtió a un aspecto del andrógino en mujer y al otro aspecto en hombre, y entonces empezó a actuar el centro sacro con el sexo para canalizar las energías propias de aquella era, vino una especie de alteración del orden por falta de adaptabilidad, por falta de poder espiritual y porque los ángeles habían abandonado circunstancialmente a la humanidad para que ésta empezase a recobrar algo de lo que es la vida espiritual, mediante el proceso del karma. Así que lo que hizo aquella raza, en sus primeras subrazas, fue utilizar en forma inmoderada e irracional la energía sexual, lo cual trajo como consecuencia la sífilis, una sífilis que acompaña a los ejércitos en las batallas, donde hay multitudes y donde no hay higiene, y son precisamente las causas más atrayentes de las enfermedades como de la clase que estoy citando, la higiene, la falta de higiene y la inadaptabilidad a las nuevas corrientes de energías que tienden a desarrollar el centro de la garganta y el uso inadecuado del sexo, que como ustedes saben, de acuerdo a ciertas reglas cíclicas, está actuando hoy día en forma inmoderada e incontrolada en muchos seres humanos. Esto es causa de que exista un rebrote de esta terrible enfermedad en todos los estratos sociales, debido a que el hombre no ha comprendido que la función del sexo era sagrada y que no tenía por objeto más que recoger en sí, en forma pletórica y en forma universal, las energías primarias del sexo, que son las que provienen en el aspecto sexual masculino de la Osa Mayor y las que provienen en su aspecto femenino de la Constelación de las Pléyades, entonces, ahí está el principio del sexo en lo que corresponde a nuestro universo, pues bien, la vida de los lemures al trasladarse mediante las encarnaciones han llevado también los genes todavía inconsumados. Pero, existe otra gradación del proceso, y es que la enfermedad no es una cosa sino que es una entidad, una entidad dotada de cierta conciencia que está precisamente en los planos inferiores de cada plano, robusteciendo y manteniendo en suspensión como un enorme espada de Damocles sobre la humanidad, no solamente la sífilis sino todas las demás enfermedades que por orden cíclico van apareciendo para consumar un período o ciclo de la era planetaria. 

La era atlante nos trajo como consecuencia, porque ha desarrollado el plexo solar, una enfermedad terrible que ahora empieza ya a ser gobernada que es la tuberculosis, y el cáncer. El cáncer y la tuberculosis están expresando en forma simbólica ciertos aspectos de la evolución atlante, una evolución que precisamente en sus últimos aspectos había llegado a tener tanto poder psíquico que precisamente todo cuanto estamos viendo ahora técnicamente ya lo poseían, pero, ¿qué pasa con todos los órdenes universales establecidos, cuando la conciencia está solamente en una fase embrionaria y todavía tiene dentro de sí vacíos, interferencias que permiten que el mal penetre dentro de la conciencia organizada del individuo? Pues que las enfermedades se iban sucediendo al igual que los estados psíquicos del individuo, de manera que si se trata de una enfermedad psíquica el cáncer lo es porque esta enfermedad es de origen astral. Una enfermedad que se genera por el miedo, por la inquietud, por el estado constante de angustia de la persona y, naturalmente, la invasión de la fuerza que no admite retroceso al incidir sobre el aura planetaria y sobre los organismos con ciertas predisposiciones encuentra un terreno abonado. Precisamente sobre el cáncer y sobre la tuberculosis y otras enfermedades que podríamos citar, porque vamos a buscar lo general más que el detalle del proceso, es la gran afirmación de valores psicológicos de la Nueva Era para luchar precisamente contra estos gérmenes nocivos de todas las enfermedades planetarias, empezando por la destrucción de los gérmenes que no sólo están en el cuerpo astral de la humanidad, por lo tanto, dentro del cuerpo astral del Logos Planetario como un todo, sino que tienen su punto de confluencia y de afirmación en la Luna, este planeta que fue en el pasado, satélite de la Tierra, que está desmoronándose físicamente, pero que todavía visto desde el plano causal es una larva inmensa que succiona las energías de la humanidad y que les envía la fuerza astral que todavía contiene para robustecer estas entidades en el plano astral, que son la causa de muchas enfermedades de tipo astral, de tipo vibratorio. 

Pues bien, esto es solamente para que vayamos haciendo conciencia de que al hablar de la cura total de las enfermedades, naturalmente hay que empezar por saber la causa oculta de las mismas, y si decimos estás enfermo es porque no piensas bien, porque no sientes correctamente, es sencillamente por esto, y el día que la humanidad empiece a sentir realmente deseos de liberación, que empiece a amar a sus semejantes, y que la mente empiece a coordinar correctamente y pierda de vista el egoísmo del conocimiento, se dará cuenta de que la Luna va perdiendo tamaño y que el cuerpo emocional de la humanidad se está purificando para llegar a un momento en que realmente el hombre se verá libre de toda clase de enfermedades. Una enfermedad típica de la era aria, esta que estamos viviendo, es la enfermedad nerviosa y cardiovascular, debido a la precipitación de energías sobre nuestra Tierra que dan un movimiento de inmensa rapidez a todos los contactos que establecen los hombres con la naturaleza. Hoy nos trasladamos en horas de aquí a Nueva York, por ejemplo, o atravesamos los continentes y tenemos el teléfono y todo está entrecruzado de energía eléctrica, y como el individuo todavía no tiene gobernado su vehículo mental, estas energías eléctricas que no puede asimilar le atraviesan en sus puntos flacos y se convierten en los gérmenes de las enfermedades de tipo nervioso y cardiovascular, estas que conocemos, las trombosis coronarias, o los infartos de miocardio, que son las más típicas de nuestra era. Naturalmente, si les digo a ustedes que una enfermedad no es una cosa, no es algo inexistente, no es algo abstracto, sino que en cierto nivel del Sistema Solar o del Sistema Planetario se manifiesta como una entidad consciente que vive y se alimenta de cuanto nosotros segregamos en forma de pensamientos y de emociones y de actos y de palabras disonantes y faltas de afecto entre unos y otros, quizá empiecen a darse cuenta de cómo somos responsables de los males que afligen a la humanidad, y que no tenemos porqué criticar a la medicina porque todavía no ha llegado en sus investigaciones a vencer a las enfermedades terribles que nos están asolando constantemente.

Bien, esto como un principio, entonces, se exige en nuestra Nueva Era una reorientación total de actitudes mentales y emocionales, tenemos que pasar del simple estado del hombre corriente, el hombre común o el hombre que está en la base de la sociedad, para llegar a ser aspirantes espirituales, con unas aspiraciones hacia lo alto, que hagan que muchos de aquellos pensamientos y emociones que causan tensiones en el ánimo se conviertan verdaderamente en agentes de destrucción del mal que existe formado en el éter y que viene segregado vía la historia planetaria desde aquellos primeros tiempos en que el hombre carecía de razón, de entendimiento y no tenía la suficiente fuerza volitiva para luchar contra estas fuerzas kármicas que constituyen todavía el núcleo kármico de nuestro planeta. En cierta ocasión, ustedes recordarán, que les dije que teníamos una responsabilidad con respecto a nuestro Logos Planetario, y parece que sea algo demasiado grande para que nuestra pequeña mente pueda asimilarlo vista la categoría espiritual de una entidad como es SANAT KUMARA, por ejemplo, el Logos Planetario, pero, démonos cuenta de algo importante: que somos células vivas dentro de Su cuerpo, que constituimos un Centro de Su vida etérica y que, por lo tanto, el día que seamos conscientes plenamente se producirá una dilatación, una proyección superior de energías a partir de este Centro y provocado por la expansión de nuestro propio espíritu, la limitación de los sentidos, el maya de los sentidos, la limitación del cuerpo emocional, o sea, el espejismo emocional, y la falta de certeza mental, esa falta de dilatación de nuestra mente, siempre faltos de certeza y de seguridad en la mente, hacen que estemos siempre constreñidos dentro del centro del cual formamos parte, y que como discípulos espirituales tenemos la misión de revelar, la misión de distender, la misión de proyectar hacia fuera, rompiendo todas las fronteras y haciendo que este Centro del Logos Planetario del Cual formamos parte, llegue a convertirse en un centro radiante, y cuando existan siete centros radiantes en el cuerpo de SANAT KUMARA, entonces, el planeta como un todo se habrá convertido en un planeta sagrado, no habrá lucha, no habrá enfermedad, no habrá vejez, no habrá muerte, no habrá nada que imponga el sacrificio en los seres humanos. Tenemos pues, ante nuestra vista, aunque sea en una gran visión de conjunto, las altas verdades cósmicas correspondientes a un karma particular que decimos que está proyectándose sobre nuestro Logos Planetario, el Cual a su vez seguramente lo recibe vía cósmica de este mal organizado que existe en el cosmos, esta tentación constante que existe en el espacio y que constantemente solicita nuestra atención, pero, ¿por qué no luchamos decididamente contra todo cuanto nos envuelve? Hemos dicho muchas veces que pensamos por inercia, no pensamos dinámicamente, es decir que suponiendo que todo cuanto existe en nuestra vida sean entidades, empezando por el espacio que nos contiene, la memoria, el entendimiento, la voluntad, todas las propiedades específicas del cuerpo físico cuando están organizadas, todo cuanto constituye un sentido emocional en su aspecto positivo o negativo, o cualquiera de los pensamientos que van o vienen por nuestra mente son entidades, entidades vivas que tenemos que acoger o destruir, según sea el caso, si limitan nuestra proyección hacia el cosmos, pues bien, se está ampliando nuestra vibración cósmica. Depende entonces de nosotros, y tal como decía Annie Besant “todo lo tenemos ya”, solamente tenemos que recuperar el poder de recibir, y ahí está el tremendo desafío de nuestra era, si es que realmente aceptamos el reto de las circunstancias, de los ambientes y estas oportunidades cíclicas que vienen con la Constelación de Acuario.

Bien, ustedes preguntarán: ¿Es que existen técnicas de aprovechamiento de las energías?, ¿es que el hombre tiene realmente a su disposición la fuerza, la energía, el poder o la técnica para poder luchar eficaz e inteligentemente contra estas enfermedades, o con toda clase de poderes psíquicos que nos envuelven? Pues todo depende de la calidad de nuestras emociones y de nuestro sentido de investigación. Si la investigación es realmente inteligente y no teme afrontar el reto de lo cósmico podemos empezar ahora mismo, y no hay que empezar por los tratamientos yóguicos conocidos sino por una técnica invocativa de alta trascendencia que está en la base del ser humano, pues todo ser humano en un momento de dificultad, sin darse cuenta, movido por la fuerza impelente del espíritu mira hacia arriba y dice algo, ¿a quién?, a este Dios que está en todas las cosas y que el hombre sabe, aunque no inteligentemente, que debe pedirle, tal como decía Cristo “llamad y se os abrirá, pedid y se os dará”. Entonces, ¿por qué el hombre que posee intuitivamente esa técnica de aprovechamiento de la energía, esta técnica de contacto con el mundo espiritual superior, por qué no hace un esfuerzo decididamente?, ¿por qué no de una vez y para siempre dejando los límites de su acción, rompiendo fronteras de lo establecido y de la hipnosis de la propia tradición no se decide a actuar de una manera ya pura y desinteresada, fuerte, vigorosa, firme, siempre buscando lo mejor de lo mejor y sabiendo que el mejor de los yogas es la buena voluntad? Si la persona posee voluntad, posee en sí el poder máximo de la Naturaleza, y está en embrión, está en potencia, porque es el recuerdo, la procedencia de nuestra vida interior, aquella a la cual nos dirigimos cuando estamos precisamente invocando estas energías que sabemos que están presentes y que tratamos precisamente de acoger dentro del corazón. Así pues, ¿por qué no pedimos intensamente?, pero pedir inteligentemente en forma organizada, en forma de grupos, tratando de hendir la atmósfera pesada, esta vibración que nos está envolviendo de carácter limitado, esta extensión de los éteres llenos de sustancia kármica, este poder repelente de las entidades creadas a través del tiempo, que son repelentes en el sentido de su forma y la expresión radioactiva de su psicosis que llega a nosotros y que a veces sentimos ya como un preludio de enfermedad o de estados de neurosis actuales, cuando nos sentimos fatigados sin saber porqué, cuando nos sentimos con neuralgias sin causa aparente, cuando nos sentimos tristes y desconsolados sin causa aparente también. Tengamos por cierto que en el éter está la solución del problema, porque en el éter está la causa del problema. Y, ¿quién de nosotros no tiene una tensión emocional?, ¿quién no tiene una falta de seguridad en su mente?, ¿quién no tiene una dolencia física?, pues bien, sepamos de antemano que existe una causa promotora, pero esta causa no es una causa que haya venido por obra y gracia de algo que desconocemos sino por obra y gracia del Espíritu Santo que es el propio hombre en sí, que tiene el poder de crear y como tiene el poder de aglutinar los éteres en forma de energías, porque la energía sigue al pensamiento, entonces, tenemos la misión, si es que queremos, de curar las tensiones psíquicas, de las enfermedades de tipo físico y de las tensiones mentales, un esfuerzo de buena voluntad hacia arriba, pero en forma organizada, en forma inteligente, que no sea simplemente mediante las posturas rígidas de un Hatha-yoga o la aspiración devocional de un Bakti-yoga, o las pequeñas florescencias mentales de un Raja-yoga, sino que sea a través de un conjunto vibratorio que englobe todos los yogas espirituales actuantes en el mundo, y que pueda surgir de todo esto un nuevo yoga más asequible a nuestra presente razón y al carácter evolutivo de nuestra raza, la 5ª subraza de esta raza Aria, que tiene la misión de descubrir el secreto de la electricidad, el secreto de la luz, pero nunca se conocerá el secreto de la luz si el hombre no descubre primero la luz que arde en su interior, y a partir de aquí la ciencia se encargará de catalogarlo como cosa detallada, como cosa controlada, como cosa concreta. El proceso es así en sus vías generales, ahora bien, si tenemos, como todos sabemos perfectamente, que nuestro mundo está asaeteado, está crucificado por las enfermedades de tipo físico, por las tensiones de carácter psíquico y por la falta de entendimiento de las cosas, la falta de un espíritu de investigación, forzosamente tendrá que descubrir también cómo y de qué manera puede destrozar paso a paso esta gigantesca entidad que todos tenemos a nuestro alrededor y que constituye el Guardián del Umbral, el semillero de todas las enfermedades y de todas las tensiones, y empecemos a vivir una vida radiante, una vida radioactiva, y que las ideas del pasado, de esta hipnosis a la tradición a la que antes me refería, y que tiene que ver con la idea del demonio tentador, sepamos ya desde este momento que no hay peor demonio que el propio individuo cuando no se ha comprendido enteramente, cuando sigue adelante con un proceso, digamos, de repetición de hechos gastados, cuando es un esclavo de todo cuanto fue, teniendo delante la inmensa perspectiva de lo que será. Se trata de algo fácil, de algo lógico, de algo que está en la raíz de la propia civilización, pero ahora al menos sabemos que luchamos contra algo concreto, que no es un algo que la ciencia tiene que descubrir merced a los alambiques, merced a la retortas, merced a los laboratorios, sino que es algo que es esta alquimia, este magnus opus que está en el propio corazón, y que tenemos el deber de desarrollar si es que realmente somos discípulos ¿y por qué no?, todos lo somos, si no, no estaríamos aquí. Y al ser discípulos empieza la tremenda lucha contra las circunstancias ambientales, empezando a luchar contra las tendencias mentales a la inercia, pues no existe peor enfermedad de la mente que la apatía, la inercia, la falta de vibración, la falta de empuje, la falta del carácter creativo. El hombre, ¿qué es el hombre en sí, en este momento?, es una máquina acopiativa de valores existentes, es un ramillete de recuerdos que provienen de un remoto pasado, es algo que debe liberar constantemente, es una proyección de la Divinidad, y con esto está dicho todo. Y con el mundo emocional ocurre lo mismo, no controlamos las emociones, somos controlados por ellas, el corazón está fatigado porque no puede resistir la tremenda tensión de estas violentas emociones a que le sujetamos, estamos inquietos y desesperados, estamos viviendo una vida que no es la nuestra, que no nos pertenece, estamos viviendo al amparo de una tradición caduca, y estamos viviendo frente a realidades que desconocemos pero que son la máxima gloria para nuestra era. Es decir, que si realmente aceptamos como básica, como lógica e ideal, la idea de que somos discípulos, entendiendo que el discípulo es simplemente un hombre y una mujer de buena voluntad que tratan de vivir cordialmente con los demás, que además tratan de descubrir mediante la investigación mental el Reino de Dios, ya sabrán lo que hay que hacer, ya sabremos lo que hay que hacer, todos estamos en este supuesto, por lo tanto, la técnica, la buena voluntad cogerá al deseo, lo liberará del impulso inicial que lo apega a las cosas y rápidamente se sumergirá en el mundo de los ángeles. Y ahí está el quid de la cuestión, ahí está el quid del por qué el hombre puede liberarse de las enfermedades, porque ya no lucha sólo, porque ya lucha con las tremendas fuerzas de la naturaleza que un día dieron vida a nuestro universo, estamos trabajando con materia angélica desde el principio de los tiempos y no nos hemos dado cuenta hasta ahora, y ahora que nos damos cuenta solamente haremos revivir aquel impulso señalado por las palabras de Cristo “llamad y se os abrirá, pedid y se os dará”, porque entonces cuando llamemos tendrá un sentido nuestro llamamiento porque existen aquellos que están cerca de nosotros constantemente que son nuestros intermediarios entre nosotros y la Divinidad, y entre nosotros y esta obra de destrucción de todas las entidades que constituyen las enfermedades en el plano psíquico y en el plano de la mente. Y, naturalmente, este silencio que embarga los sentidos y el ánimo y la mente cuando estamos buscando el Reino de Dios es la salvaguarda de que existe un poder que nos apoya, y la paz que siente nuestro corazón en ciertos momentos de nuestra vida es la voz de los ángeles que está diciéndonos “estamos aquí y te estamos ayudando, solamente tienes que alargar una mano para que nosotros ofrezcamos la otra”. Ahí está la técnica del Devi-yoga, el yoga de esta Era de Acuario que estamos viviendo, y a partir de aquí existe un tremendo campo de expansión esotérica para poder explicar cosas que existen en el Reino de Dios que es el reino que estamos viviendo y que desconocemos.

Y ahora espero que sean ustedes con sus palabras, con sus preguntas, los que permitan que podamos sacar más jugo de este tema, porque es un tema práctico, porque es un tema que está en la base de nuestra sociedad, porque es un tema que está en la raíz de nuestra vida de discípulos. Ustedes tienen la palabra.


 

Interlocutor.— Hermano Beltrán, una vez más te doy las gracias por esta gran conferencia, porque fíjate que yo estoy experimentando esto que tú en unas palabras tan bonitas has dicho y yo a mi manera quería explicar. Yo soy una persona atenazada por un reuma tremendo pero hace cosa de dos o tres meses que dentro de mí hay una fuerza interior que me dice ¿pero es que yo tengo que estar atenazada por esto? A ver. Hoy he oído una conferencia por la radio de un señor que trata de temas de reumatología, que está la humanidad afectada por esta enfermedad, entonces, como yo padezco de ello pues ya hace días que mi mente piensa, ¿pero es que no podemos liberarnos de esta cosa, si hasta ahora estamos con potingues y aparatos y cosas que no podemos, pues mentalmente podríamos? Oiga y ha dado en el clavo, ha puesto un botón de oro en mi pensamiento pobre, que yo decía estaré ofuscada y con tu sabiduría me has despertado muchísimo.

Vicente.— Por favor…

Interlocutor.— ¿No podría ser posible hacer un centro, en el que hubiese una persona que pudiera orientar con una cierta visión interior?

Vicente.— Quizá sí, quizá sí. Tiene que surgir esta persona entonces y surgir el grupo de personas que puedan apoyar a esta persona, pero esto es un trabajo de selección exquisita. Yo me refiero al trabajo individual, que cuando se realiza de una manera clara y específica y de acuerdo con las técnicas de la invocación –y siempre estamos invocando–, dense cuenta de que cuando estamos sufriendo dirigimos inconscientemente la vista hacia arriba “Dios mío”. ¿Qué significa esto? Que si decimos Dios mío pero añadiendo la idea de los ángeles para que nos ayuden, para que sean nuestros mensajeros, habida cuenta de que un ángel siempre es un mensajero de la Divinidad, llamando a estas fuerzas que son la energía de la creación, porque si tuviésemos la visión mental superior, veríamos que están por aquí los ángeles constantemente. Cuando estamos en silencio, están dentro del corazón, están robusteciendo nuestra fe, nuestra esperanza en el futuro cuando todo parece caído y deformado. Entonces, no se trata de buscar un líder o apoyar a aquel líder buscando esto, se trata primero y ante todo de la eficacia individual, tratar cada cual de saber si hay una persona que sufre enviarle pensamientos a los ángeles para que le ayuden. ¡Pidan a los ángeles, por favor! Son energías, despojen en los ángeles del fruto de la hipnosis tremenda de la tradición, no son ángeles precisamente las entidades que actúan en las Iglesias, los ángeles están por doquier, y los podemos invocar de una manera real, dinámica y práctica, y lo podemos ver desde el momento en que nos ponemos en contacto con ciertas entidades de los planos etéricos y del plano astral, en ese sentido de curación, de tensiones psíquicas y de enfermedades psíquicas, nos damos cuenta de que realmente existe una fuerza que nos ayuda, que nos ilumina y que en ciertos casos si la invocación es fuerte que elimina de raíz las enfermedades, porque está eliminando aquel cordón que ata nuestra vida etérica con aquella enfermedad, con aquella entidad causa de la enfermedad. Y, naturalmente, ¿qué pasará cuando este hilito que nos liga a esta entidad que todos robustecemos, se haya cortado de raíz?, tendrá menos alimento ¿verdad? Estamos alimentando la enfermedad con nuestros métodos erróneos de vivir, por los pensamientos innobles y fratricidas, por el sentido físico de la comodidad o de la complacencia, o bien de las tensiones emocionales, estamos viviendo, permítanme ser muy práctico en esto y muy específico, erróneamente y de una manera artificial, nos hemos apartado de las leyes naturales, y hay que volver a las leyes naturales, las leyes de fraternidad, no voy a decirles que van a hacer con su vida física, las leyes de hermandad precisamente que son las que al ser transgredidas nos han apartado de los ángeles e impiden que los ángeles puedan vivir, como antaño durante las primera razas de la humanidad, en nuestro mundo, a nuestro lado, guiando nuestras vidas, compartiendo la sal y la gracia de la amistad, tal como fue en el pasado. Empiecen como buenos discípulos a actuar como tales y considerad a los ángeles como estas fuerzas que están por doquier, alejen de sus mentes estas formas aladas de la tradición religiosa, acojan al ángel en forma sintética de energía, la energía eléctrica, la energía de nuestra proyección de la voluntad, la energía de nuestro amor, la energía del pensamiento, no puede manifestarse si no existen devas, si no existen ángeles que tomen estas energías y les den formas geométricas creando en nuestra evolución este sentido de orden o de desorden que estamos viendo. Los ángeles sólo pueden hacer aquello que les suministramos, el material que les suministramos a los ángeles es el que deben utilizar para crear las formas, y ¿cuál es la forma de nuestra civilización? ¿Se han eliminado las guerras, la peste, el cólera, la sífilis, la tuberculosis, el cáncer y las enfermedades nerviosas? Están simplemente dormidas, señores, no están desquebrajadas por completo, están actuando en su mundo y están abordando por la conciencia que tienen estas entidades de enfermedad para precipitarse sobre aquella persona que está en un cauce, digamos, de vida, que queda desamparada, desarticulada porque no vive atentamente, porque no vive espiritualmente, simplemente por esto.

Interlocutor.— Ahora que estamos en el periodo de las vacunas y todo es a base de vacunación, entonces, ¿qué sentido tiene la vacunación con esta teoría nuestra de que la enfermedad la debemos curar mentalmente más que con pinchacitos?

Vicente.— Si tuviésemos el cuerpo etérico limpio, ni la vacunación ni la prevención de enfermedades, ni la profilaxis serían necesarias, pero sucede con los médicos ¿qué me traen ustedes? Me traen un cadáver aquí… [corte de sonido] … levantan aquellos hilos que nos conectan con las enfermedades, puede quedar parcialmente cortado por un circuito mágico aquella cosa, paralizado su fluir, pero cuando la persona tiene un acceso de ira violento automáticamente responde a una vibración que conecta el cuerpo etérico con aquella entidad, y entonces estamos provocando en nuestro mundo y en nuestro propio sistema orgánico ya la enfermedad, el virus, entonces, lo que hacemos cuando estamos inoculando una vacuna en el organismo no es ni más ni menos que tratar de ver si podemos conectar aquel hilo o aquel estado, digamos, de separación que existe entre el hilo que va en nuestro corazón, en nuestro mente, en nuestro ánimo, hacia aquella entidad, pero solamente restablece un poco, hay que cortar por lo sano. Es decir, dense cuenta que un vacilo, para luchar con un vacilo se le inocula otro vacilo, son dos vacilos en el cuerpo. Supongan ustedes que en el mejor de los casos un vacilo absorba al otro de carácter positivo, entonces queden dos vacilos dentro luchando constantemente, aunque no lo parezca, porque son dos elementos químicos diferentes simplemente, y sabemos que toda la vida se basa en la identidad de los elementos químicos para constituir las masas que conocemos.
 

Interlocutor.— ¿Esta energía, esta ingratitud que puede sentir una persona le afecta solamente a ella, o esta energía puede afectar a los que le rodean?

Vicente.— A todos, afecta a todos, por una ley especial y es que las personas están intercomunicadas constantemente a través del cuerpo etérico, cada persona tiene un campo magnético. Cuando estamos aquí no nos vemos, pero estamos viviendo en un mundo de tres dimensiones y por lo tanto no poseyendo una dimensión superior, vemos solamente cosas físicas separadas, pero si aumentásemos el ritmo de la evolución o la vibración de nuestro cuerpo emocional y del cuerpo mental aparecerían formas rutilantes que nos separan, otras formas negativas que nos unen, depende porque la unidad, al contrario, en el caso de la generación lo contrario junta y lo igual separa, es una ley de la electricidad, entonces veríamos un campo de energías positivas y negativas actuando en forma de magnetismo, repelentes en ciertos sentidos, ya no sería lo que estamos viviendo, veríamos que el espacio está vivo, que hay muchas cosas que no vemos ahora, y entre ellas los gérmenes que transmitimos los unos a los otros, nos estamos intercambiando las enfermedades. Así que el contagio ya saben lo que es, no se da el contagio porque respiremos sino porque existe un campo etérico que es débil, y este campo etérico débil es el causante de que absorbamos del vecino, que tiene contraída la enfermedad, la propia enfermedad. Entonces, lo mejor, la mejor vacuna es vacunarse, digamos, así, en serie, para que nuestro cuerpo etérico sea limpio constantemente, y vamos siempre a lo que estamos diciendo, una persona que tenga un gran carácter emocional seguramente si no tiene control absorberá muchas de estas enfermedades de tipo incurable, como el cáncer. Ahora empieza a dominarse la tuberculosis, como la sífilis, pero no están completamente dominadas, existen todavía casos aislados, si existe una caso aislado es que todavía no está controlada esta entidad que provoca desde el tiempo lemur esta terrible enfermedad de la sífilis, y ahora ustedes extiendan el proceso a todas las enfermedades y se darán cuenta de que somos responsables directos de la causa agónica de nuestra actual civilización y de nuestra sociedad y, por lo tanto, volviendo al principio, hay que actuar como redentores de la sustancia. Desde el momento en que el individuo purifica su ánimo, no por la disciplina, sino porque realmente tiene deseos de hacer de aquello, lo siente potentemente en su corazón, entonces empieza dentro de su ánimo, de su mente, de su corazón, una tremenda alquimia, una transmutación de elementos químicos en su cuerpo que hacen que su doble etérico sea radioactivo, por lo tanto, ya no afectará a su entorno, muy al contrario se convertirá en un peligro contra todos aquellos gérmenes que provocan enfermedades y que están localizados en el cuerpo etérico de aquellos que se relacionan con nosotros. ¿Se dan cuenta de lo sencillo que es y lo difícil que es de practicarlo al mismo tiempo? Pero si somos conscientes de una situación ya estamos en el buen camino, ya estamos viviendo por anticipado aquello que estoy diciendo desde siempre y que es la gloria de Dios aquí en la Tierra, no hemos nacido para ser infelices sino para ser felices en toda la extensión del ser. La desdicha no pertenece más que a la persona que tiene deudas kármicas grandes y que se ha enseñoreado de su ánimo y está en la apatía de conservar aquello. Hay personas que aman lo malo porque es lo suyo, pero es un mal que contamina el ambiente circundante, y aquí estamos nosotros respirando un aura pura ¿por qué?, porque estamos atentos, simplemente, por un hecho que es psicológico, la atención hacia un punto determinado verán que va limpiando el aura etérica, solamente queda un punto de atención, ¿dónde están los gérmenes?, están depositados en el trasfondo de la conciencia. ¡Cuidado!, volverán a aparecer el día en que ustedes cedan en su atención. Entonces, otra forma de eliminar los residuos kármicos del individuo conteniendo los gérmenes de todas las enfermedades que asolaron la raza y la están asolando todavía desde el principio de los tiempos, es la actitud atenta y expectante hacia todo lo que está pasando, hacia todo lo que está ocurriendo, hacia el hermano que está conversando con nosotros, hacia el ambiente general, hacia todo cuanto ocurre en el mundo, porque somos ciudadanos del mundo, simplemente por esto, y constituimos parte del aura planetaria de la Tierra, entonces, cuando hay una guerra, por ejemplo, en la China o en Japón o Dios sabe dónde, decimos “todavía no ha llegado aquí, estemos tranquilos”, está actuando ya aquí, porque tarde o temprano los gérmenes del odio y de la destrucción que están imperando en aquellas zonas de guerra llegarán fatalmente aquí, creando esta antipatía de unos a otros, que finalmente cuando se haya transformado en una entidad definida en el plano de la mente se convertirá en el vehículo de una guerra de nuestro país contra otro país, y así la enfermedad, la muerte, la guerra, la peste, la destrucción, todo está en el individuo, es el demonio que todos tenemos dentro, no es el demonio de la tradición de las iglesias que han presentado una forma asequible a la visión amedrentada del individuo, sino que el hombre debe enfrentar esta forma sabiendo que la ha creado y como creador puede destruir. ¿Han pensado ustedes alguna vez que destruir es otra forma de crear? Bien, pues hay que destruir todo cuanto hemos creado hasta aquí para crear algo nuevo, es aquello que llamamos resurgir de las propias cenizas como el ave fénix, esta forma de hacer del individuo consciente que se renueva constantemente hasta llegar a un punto en que su obra por renovación se ha vuelto pura y radiante, ha roto definitivamente, jamás en su vida se han roto aquellos lazos que lo mantenían sujeto a aquellas entidades elementales que se alimentan de nuestras desdichas, de nuestros estados de ánimos y nuestros erróneos pensamientos, vamos ya creando allí un vacío en aquella entidad, ya no participamos de la gran herejía de la separatividad, ya empezamos a ser conscientes en todos los planos, en todos los hemisferios de nuestro mundo, y por primera vez en el curso de la historia como individuos empezamos a sentir paz en el corazón. La paz es lo que disuelve todo germen de enfermedad, hay que llegar ahí. Otra forma de decir podemos llegar a Dios por el camino de la paz porque destruimos todas las causas nocivas que crean la enfermedad, el odio, la tensión en nuestro triste mundo.
 

Interlocutor.— ¿Los ángeles protectores nuestros pueden ser también las personas que en este mundo han llegado a realizarse en una forma de santidad?

Vicente.— Yo diría que una persona que se haya realizado, una persona que haya pasado del cuarto reino al quinto reino, el Reino de Dios, se ha convertido en un ángel, pero no son los ángeles a los que me refiero, ángel en el sentido de que hay pureza, porque dense cuenta de que el ángel debe pasar un día por la existencia humana para alcanzar la iniciación, a menos que el ángel sea siempre un ángel, existe una intercomunicación constante entre estas entidades sagradas que llamamos ángeles y las entidades sagradas también que llamamos hombres. En un principio de los principios existía el andrógino, cuando vino la gran transfusión de las energías que actuaban en el reino de la naturaleza, durante el periodo lemur, en sus últimas consecuencias, hubo una división, y de aquella entidad primaria que era el andrógino uno se convirtió en ángel y otro en hombre, el ángel continuó sin sexo, al menos tal como conocemos el sexo nosotros –ya hablaremos quizás algún día de esto– y el hombre se convirtió en un andrógino, pero inspirado por la mente de Dios a través de los Ángeles Solares se convirtió en dos y en el hombre existen el aspecto masculino y el aspecto femenino. Así, tiene dos lados simétricos y si dividiésemos –no vamos a hacerlo– a una persona por la mitad y agregáramos otra mitad igual veríamos que es muy diferente a la que conocemos, en cambio el andrógino es exactamente igual, es simétrico en todas sus armonías. Estamos llegando a este punto también, porque para liberarse completamente de las enfermedades aquí en la Tierra tenemos que practicar al menos el androginismo mental, no hay que tomar partido, hay que ser consecuente, hay que tener paz y si hay paz hay un gran vacío en el pensamiento, está lleno de paz. Cuando no existe el pensamiento en la mente, ¿qué es lo que queda?, queda la serenidad, queda la paz, ¿qué pasa cuando en el cuerpo emocional no existen los comunes asideros del deseo? Existe una serenidad, un equilibrio estable en el cuerpo emocional, y cuando no hay enfermedades, ¿qué pasa con el cuerpo humano? Que está en completo estado de relax, estamos intentando practicar un relax falso, ¿por qué no partimos del androginismo mental y estamos buscando paliativos a esta falta de seguridad que tiene el ser humano?, y, por lo tanto, esta falta de seguridad hace que la persona siempre tenga dificultades en su vida y que el karma de su propia existencia se perpetúe de vida en vida hasta Dios sabe cuándo, hasta que llega el momento en ciertos seres que han decidido vivir la vida tal cual es y no tal como la ha presentado la tradición y empieza la lucha, esta lucha gigantesca contra todas las causas que crearon la enemistad de los pueblos, las enfermedades, las faltas de entendimiento humano, la eliminación de todas las guerras, para llegar finalmente a este estado de serenidad y de paz que debe ser el fermento redentor o la sal de la tierra para esta nueva era que empezamos recién ahora a vivir.

Interlocutor.— Entonces, en estas personas que su vida es armónica, que hacen el bien a sus semejantes, que son serenas y tienen paz, ¿cómo es que cogen ellas enfermedades?, ¿puede ser causa de karma?

Vicente.— Bueno, cuando hablamos de karma me parece que estamos siendo un poco fatalistas, aceptamos las cosas tal cual son y no es verdad, son tal cual nos figuramos nosotros, y como nosotros creemos que el karma nos afecta ya empezamos con un déficit de energía, ya no tendremos la pletórica fuerza dinámica de la acción, porque decimos “es mi karma”, y, ¿cuántos no hacemos esto? Todos estamos diciendo es mi karma y por lo tanto hay que apechugar con esto, lo cual es falso, porque vemos las cosas deformadas por refracción astral, como una pajita en un vaso de agua se ve deformada en contacto con el agua, estamos sufriendo en forma analógica esta deformación, así que cuando estamos considerando una enfermedad no vemos las causas, vemos los efectos tal como se proyectan en el cuerpo del discípulo, teniendo en cuenta que el discípulo en fases muy avanzadas puede contraer enfermedades por sutilidad, por sensibilidad, no serán enfermedades del tipo común de la humanidad, serán enfermedades desconocidas, es el pago de la propia evolución, dándose cuenta de que la sensibilidad es al mismo tiempo una prueba kármica y al propio tiempo un estado de elevación espiritual. Hay que jugar entonces con esos dos factores, el factor evolución del discípulo y el factor sensibilidad, y ahí debe entrar en juego el ángel, la fuerza equilibradora de la naturaleza. Hasta cuando el individuo está creando el Antakarana, que está conectando el centro Ajna con el centro Sahasrara de la cabeza, el centro Coronario, está siendo ayudado por los ángeles que son los que aportan con su vida la sustancia de luz para crear aquel hilo de luz que es el Antakarana. Siempre verán al ángel por doquier, el propio Señor del Universo tiene que contar con los Arcángeles para crear su obra, el Universo no es como decía San Pablo, una obra de manos y de pies tal como la que hacen nuestros artesanos o nosotros como obreros, es la obra del Espíritu Santo, y el Espíritu Santo, el aspecto creativo de la humanidad, son los ángeles, el tercer Logos, con eso está dicho todo, no le demos más vueltas, no cojamos al ángel en un sentido limitado o tradicional, acojamos desde este momento, y tal como venimos hablando de los ángeles, como la energía básica de la construcción del Universo, que aprovecha, primero, la voluntad de acción del Logos Solar para crear su universo, por compresión del éter, por substanciación de la esencia espiritual, hasta llegar a un punto en que se llega al reino mineral, donde hay más grado de percepción de la Divinidad, porque hay más compresión. Pues bien, el proceso de la evolución es arrancar de aquí creciendo también haciendo, digamos, unos pocos rápidos contactos con aquello que nos envuelve para pensar en grandes perspectivas en lo que nos espera en el futuro, y en cada uno de los peldaños de nuestra evolución encontramos los ángeles que nos ayudan a descrear aquello que creamos. ¿Se dan cuenta? Entonces, estamos descreando la enfermedad de la misma manera que la contrajimos al introducirnos en la materia utilizando la sustancia karma del propio Logos, somos pues los brazos ejecutores del propio Logos trabajando la sustancia, creamos y el ángel construye. La idea, el pensamiento, la emoción, la palabra de un ser humano son una orden a los éteres, existe un aspecto vital en los éteres que está aguardando la obra creadora del hombre para substanciar la materia de acuerdo con la calidad de un pensamiento o de un sentimiento o de una palabra, y, naturalmente, si ellos hacen así nos daremos cuenta, volviendo al principio, de que nuestra sociedad con todas sus ambiciones y sus miserias y también con sus altas cualidades de expansión son la obra edificativa o constructiva de los ángeles, pero ellos sólo obedecen al impulso creador del hombre. Y cuando el hombre se dé cuenta de esta realidad empezará a realizar aquella divina alquimia, aquel tremendo elixir de larga vida que está buscando desde el principio de los tiempos a través de la transmutación química de los metales. Bien, estamos aquí con todo a nuestro alrededor, con todas las posibilidades, con toda la técnica y, sin embargo, tenemos enfermedades, contactos negativos en las esferas de proyección de la Divinidad, y esto es un estado caótico que perpetúa lo que estamos viviendo de insano e inmoral y podemos realizar esta obra alquímica pensando en grandes proporciones, pensando cósmicamente y sintiendo también cósmicamente. Hay dificultad en corresponder a un individuo, a cualquier persona a nuestro lado, como nuestro hermano, hay una reacción constante a aceptar como hermano a otro ser humano, desde el principio de los tiempos la diferenciación de nuestro cuerpo, la diferente calidad de nuestras emociones y la diferente cualidad de los pensamientos, hace que el hombre se reconozca un ser solitario, un ser que no es compañero del otro, un ser que no es fraternal, y ahí está la causa de todo cuanto sufrimos, ahora y siempre.

Interlocutor.— Por ejemplo, yo, si estoy enfermo y veo que es mi cruz y entonces yo pido y me rompen esta cruz es que cumplo o falto a esta encarnación.

Vicente.— ¿Si rompes tu cruz?

 

Interlocutor.— Sí, claro, si pido que me curen y yo antes he visto que esta es mi cruz…

Vicente.— Bueno, aquí hay una cosa que considerar, cuando hablamos de fraternidad deberemos admitir que existe una técnica de fraternidad también. La persona egoísta que solamente piensa en sí,–no hablo de usted, lo hago en términos generales–, cuando la persona piensa mucho en sí y tiene alguna enfermedad, tan absorbida está con su enfermedad que no ve que puede curar enfermedades, pues bien, en el momento en que la persona empieza a curar a los demás comienza el proceso de su propia curación, y podrán observarlo. Cuando tengan enfermedades traten de pensar en otra persona que sufra, verán cómo sin darse cuenta algo se está liberando porque están siempre atados a aquella cruz, la cruz de la enfermedad, la cruz de la tensión, la cruz de mi pensamiento que no me deja reposo en ningún momento de nuestra vida ¿verdad? Bien, ustedes se pueden curar pensando también en los demás, pero también se puede curar, se dice que Cristo dijo que la caridad empieza por uno mismo, no sé hasta qué punto vamos a asumir esto, porque hasta el diablo encontraría justificación en cualquier pasaje de la Biblia, es cuestión de interpretación. Yo interpreto que la persona que piensa mucho en los demás no tienen enfermedades, que la persona que piense mucho en los demás no tiene tensiones de ánimo, y la persona que piensa en los demás siempre desde el punto de vista correcto no tiene nunca ningún débito con su propia mente, está siempre tranquilo, siempre sereno, lo cual significa que constantemente está recibiendo la gloria del Espíritu Santo y la está derramando como un caudal de bendición sobre la propia humanidad, se convierte en un tabernáculo del Espíritu Santo, se convierte en un curador. El curador que tenga buenas facultades pero que no tenga buena voluntad y amor, sus efectos son negativos, aunque aparentemente cure una enfermedad, nunca rompe definitivamente el contacto con la entidad psíquica en el plano astral, está aliviando los defectos y entonces crece con los defectos, porque su corazón está vacío, y más todavía aquella persona que recibe dinero por curar, teniendo la vida asegurada por otra parte, que lo tome como un hobby, como una vida nueva, como una satisfacción de su vida pletórica de amor hacia Dios y hacia los hombres. Digo esto porque es llegado el momento en que el individuo se dará cuenta de lo mal que está utilizando los poderes que Dios le ha concedido, y les serán pedidas cuentas a la persona con poderes, como a aquel rico, inmensamente rico, que abusa mal de su riqueza, es el mismo plano y el mismo consenso.
 

Interlocutor.— Volviendo al tema de antes, sobre el karma, a veces pienso si se puede afirmar que las corporaciones o entidades de tipo nacional si también tienen su karma, digo esto porque tengo una colaboración con una revista el karma de Europa y hay ciertos datos que me parece se puede afirmar que Europa tiene karma, por ejemplo, en el 1938 estaba en Francia y había una euforia y la gente no se creía que podía haber guerra… [se corta el sonido]

Vicente.— La sociedad, una suma de individuos, cuando hablamos de un karma colectivo, un karma por ejemplo nacional o un karma continental en el caso de Europa, podemos hablar realmente que existe una fusión de karmas individuales, de ahí que la persona que se libera del karma, libera no solamente el karma individual sino que por su progresión y por su expansión elimina el karma nacional y también planetario en sus últimas consecuencias. Entonces, más que preguntarnos, digo yo, sobre si un karma es colectivo lo que procede es afirmarse bien en los valores espirituales que deben quebrantar el propio karma. Cuando la persona está integrada en sus valores psicológicos, cuando su mente piensa correctamente, cuando sus emociones son serenas y equilibradas, y cuando el cuerpo físico está siempre tranquilo y en estado de relax natural, entonces, existe una desintegración radical, una destrucción total de aquel hilo conductor de enfermedades y tensiones que están conectadas con los bajos fondos del plano emocional, no contribuye al karma. ¿Qué pasará cuando existan muchas personas, discípulos de buena fe, hombres y mujeres de buena voluntad, que hayan eliminado de sus propias vidas sus instintos agresivos, sus faltas de esperanza, de fe y de amor en la humanidad y hayan entrado en un cauce, digamos, de tensión eléctrica positiva en su propia vida en el reino físico, que hayan roto definitivamente con aquellas amarras que le sujetaban a aquellas terribles entidades? Pues que entonces habrá un buen karma planetario, empezando por el karma individual, el karma familiar, el social, el profesional, hasta abarcar el conjunto entero de la humanidad, trabajando directamente en forma mágica, porque magia es una palabra que interpretada esotéricamente es la capacidad que tiene el hombre de purificar los éteres por la invocación de los fuerzas angélicas, esta es la magia. Y no hay ningún mago que no trabaje con entidades angélicas de gran o de escasa vibración, trabajando en bien o en mal de la humanidad, y así se establece la magia blanca y la magia negra, pero en el fondo siempre se opera con esas entidades invisibles que pueblan los éteres del espacio, y condicionan la historia de un país o de un planeta entero, y que son las fuerzas de las cuales se segrega la propia tradición.
 

Leonor.— Bueno, yo he estado escuchando las preguntas sobre las enfermedades y el tema que has desarrollado, y creo que puede quedar, por ejemplo, aquello que ha preguntado aquí la amiga sobre la persona que tiene paz y no tiene salud, claro, hemos de pensar que hemos heredado de cuerpos impuros, hemos heredado cosas que en nuestros átomos todavía arrastran un pasado, por lo tanto, nadie está completamente sano, pero si tiene paz quiere decir que está despersonalizada y creo que esto de que pensemos en los demás y no pensemos mucho en nosotros es hacer lo posible por superar los estados que tenemos actualmente, y al pensar en los demás nos hacemos un favor a nosotros mismos ya con esto sólo, porque nos despersonalizamos que es lo que hace falta para ser fraternales, entonces no curaremos si tenemos, por ejemplo, si nos han cortado una pierna aunque tengamos paz, no existirá la pierna pero podremos despersonalizarnos y casi uno no se dará cuenta si tenemos una pata de palo o si tiene la suya, a esto creo que está la salud auténticamente de la mente si no me equivoco. Luego quería hacer una pregunta, has hablado de cuando el planeta llega a ser sagrado no existe la muerte, entonces habrá otra clase de materia, será fluida porque esta tiene que descomponerse forzosamente, aunque el planeta fuera sagrado entonces la materia tendría otro nivel de vibración, ¿no es así?

Vicente.— Hay una redención, el sentido de redención es el que utiliza el hombre cuando trabaja con los ángeles, pero primero vamos a matizar un poco la pregunta anterior de aquella señora, porque si la persona tiene paz y al propio tiempo está sujeto a una enfermedad maligna, lo que sucede con la paz es que no existirá una progresión de la enfermedad y tampoco existirá el dolor, porque la paz no la conocemos en su aspecto primario o integrador del organismo entero de la persona, conocemos una paz emocional pero no conocemos la paz espiritual, conocemos una serenidad mental pero no conocemos el estado de Samadhi que es el de la máxima serenidad, y un individuo en estado de Samadhi como el gran Ramakhrisna tenía un cáncer en el cuello, pero ni se daba cuenta, era una cosa física que él dejaba pero no progresaba la enfermedad porque no tenía alimento, pero el karma se cumplía, pero se cumplía bajo la advocación del cuerpo físico, pero ni el cuerpo emocional ni el cuerpo mental ni el cuerpo búdico ni el cuerpo átmico estaban de acuerdo con aquello, y aquello estaba allí. Es decir, que en la persona que tiene paz, y solamente puede tener paz la persona que está integrada, existe una despersonalización completa del ser, existe una separación en conciencia entre aquello que pasa y aquello que yo soy. ¿Se dan cuenta de la diferencia? Cuando hay una integración de valores positivos con su consecuencia de paz y de equilibrio, la enfermedad no actúa, queda un estado de marasmo, de apatía, se consume, existe pero no progresa, esto es a lo que me refiero, no sé si he contestado a la pregunta.
 

Interlocutor.— [En catalán, no se escucha bien la pregunta]

Vicente.— Cristo dijo “Llamad y se os abrirá, pedid y se os dará”, no habló de cruces ni de nada, se refirió cuando el alma está en estado de sufrimiento y en la redención suprema de todos los males, y los ángeles son los, digamos, protectores invisibles de la humanidad, se les puede invocar constantemente porque están presentes constantemente, y todavía será más frecuente el contacto cuando no exista contaminación ambiental, contaminación de los éteres, de los aires enrarecidos por la técnica, por la descomposición de materiales químicos de las grandes industrias, cuando existe contaminación ni en el corazón ni en la mente, pues bien, cuando no exista esto, automáticamente vendrá un estado de pureza ambiental que hará posible que el hombre pueda volver a establecer contacto inteligente y consciente con los ángeles, podrá percibir su fuerza, su aura etérica, podrá participar de su vida y de sus conocimientos y del infinito amor que llevan para nosotros.
 

Interlocutor.— ¿Un gran iniciado si tiene una gran enfermedad libera también esa enfermedad, por su pureza libera esa enfermedad?

Vicente.— Ramakhrisna decía: “Llevo este cáncer en mí porque mientras tenga este cáncer estoy aliviando a la humanidad”, a alguien que pudiera contraerlo, por lo tanto, él había roto vía espiritual con la entidad cáncer en el mundo psíquico, se manifestaba solamente en su cuerpo, pero él sabía que utilizando aquel punto de referencia como talismán –es una palabra muy técnica y mágica– para atraer la enfermedad sobre sí, la liberaba sin que sufriese ningún ser humano, lo sufría en su propia carne, pero él al propio tiempo había adquirido el estado de Samadhi y en el estado de Samadhi existe la unión completa con la Divinidad, está en el cuarto subplano del plano búdico. Entonces, había una liberación incesante de energía a través del cáncer, lo cual significaba que mientras Ramakrishna tuviera el cáncer, vivió hasta los 80 años, creo, él tenía en sus manos un poder que salvaguardaba la vida de mucha gente, singularmente en la India donde cuando él vivía estaba muy extendida esta enfermedad. Por lo tanto, se trata de una obra mágica la que realiza el iniciado cuando permite que en su cuerpo, como en el caso de Jesús que murió en la Cruz según se nos dice de esa manera histórica, para aliviar los males de la humanidad, pero dense cuenta de la tremenda magnitud del sacrificio que no puede ser comprendido por la mente intelectual, porque en el momento en que hay un sufrimiento de tipo físico no es el ser el que sufre es la naturaleza en él la que sufre, y entonces la redención viene por la perfección del propio Cristo que no puede sufrir de ninguna manera, pero sin embargo libera a través de aquel acto de sacrificio una serie de enfermedades, tensiones o problemas humanos, teniendo en cuenta que cuando hablamos de Cristo en un sentido, digamos, histórico, estamos representando el drama histórico de la propia humanidad, porque Cristo dramatiza estados de la humanidad, todos nacemos, todos recibimos el bautismo –de una manera, digamos, interna, no necesariamente de la Iglesia– todos nos estamos transfigurando y por lo tanto renovamos constantemente las células, en mente, en ánimo y en corazón, y todos estamos sufriendo también en nuestra vida la pasión y la muerte en ciertos casos, para llegar finalmente a un momento en el que perdemos peso y ascendemos, cuando ya nada nos atrae ascendemos, y cuando empezamos a ascender hacia arriba no hay enfermedad que pueda ya asaetearnos, la adquiriremos no por karma sino porque queramos servir a la humanidad, pero ni eso tampoco porque desde el momento en que se empiezan a eliminar de aquí y de allá por muchos discípulos mundiales y por muchos hombres y mujeres de buena voluntad el contacto con esta entidad o este grupo de entidades que crean las enfermedades, las tensiones, las guerras y los conflictos en la humanidad ya está trabajando, ya está realizando su obra, se convierte en un peligro para toda fuerza inestable de la propia evolución, y entonces se convierte en un redentor, y todos somos redentores, todos podemos serlo, ¿por qué no?
 

Interlocutor.— Tenemos mucha responsabilidad porque tenemos que luchar con el mal…

Vicente.— Naturalmente, es que no luchamos contra el mal ni practicamos el bien, son dos cosas que no hacemos. Hay dos fórmulas de hacer, primero no practicar el mal y luego realizar el bien, no basta no realizar el mal, no basta con quedar circunscritos a nuestra propia vida interior, a nuestra propia vida kármica, sino que en la justa medida en que vamos avanzando hacia el cosmos abriendo la mente en toda su profundidad estamos practicando el bien, porque la extensión radioactiva de nuestra aura magnética envuelve a más gente a su alrededor, es el caso de un ashrama, por ejemplo, un ashrama tiene la virtud de extenderse en ondas concéntricas que van desde el Maestro hasta el más humilde aspirante conectado a esta aura magnética, y cuando existan muchos grupos de hombres y mujeres de buena voluntad que practiquen en sus vidas la inofensividad y la buena voluntad, automáticamente veremos aparecer sobre la Tierra los grandes sanadores, primero aquellos que conservarán, viniendo de un proceso anterior, las propiedades de los magos que sabían encontrar la piedra filosofal y sabían transmutar lo metales. Esto es lo que podemos hacer nosotros en pequeña escala y en nuestra propia vida, y si lo hacemos así, la primera consecuencia será que surgirán una serie de personas en el ramo de la medicina, en el departamento de curación de la Jerarquía que empezará por curar los efectos de las enfermedades mediante la aportación de ciertos secretos del mundo mineral, todavía no descubiertos, y de ciertas propiedades magnéticas de las plantas en el reino vegetal, y apartarán los efectos, vendrá otra nueva ola de curadores en el mundo psíquico que llevarán en sus manos la fuerza de la Divinidad y podrán curar lo que todavía no se hace más que en contadas excepciones y casos el mal psíquico de las enfermedades de los seres humanos, para finalmente los grandes instructores que llevarán la fuerza del convencimiento y la luz de la comprensión a las mentes, y tendremos entonces curación física, estabilidad emocional y certeza mental, y habremos cumplido como raza un ciclo de nuestra evolución planetaria.
 

Interlocutor.— Se ha hablado de la forma en que actúan las enfermedades, o sea que hay un virus latente y que a pesar de los muchos laboratorios que hay en la Tierra no se ha podido eliminar. Parece ser que se trata de un virus en cambio puede repetirse al cabo de un ciclo determinado; parece que hay una especie de ejército invisible dispuesto a actuar en los poderosos y en toda situación dentro del orgullo y del egoísmo de la humanidad, en aplacar aquella fuerza materialista hasta que el límite quede reducido a la mediocridad, a la impotencia física, y ese momento puede ser importante … [no se entiende]

Vicente.—… si comulgan las concentraciones de virus latentes en nuestro espacio planetario, no es con los defectos con los que remediamos esas causas, porque el cuerpo etérico de los seres humanos no está debidamente, digamos, iluminado, para poder resistir estas constantes invasiones de los ejércitos invisibles de elementales constructores que trabajan en los éteres conducidos a través de estas líneas de contención y de proyección que son las entidades en el plano psíquico y que irán enviando cíclicamente a la Tierra siempre de acuerdo a las necesidades o con las veleidades de los hombres. Así que un cambio de actitud psicológica, un cambio de actitud en todos los ámbitos del ser humano, traerá como consecuencia un estado de polaridad o mejor decir de dispolaridad, que hará que exista un desequilibrio de principio para crear finalmente un caos que será el momento cumbre de la lucha contra el elemental que ha creado todas esas cosas y que nosotros estamos alimentando incesantemente a través de las edades. Tiene usted razón, es así como usted lo ha dicho.
 

Interlocutor.— Me gustaría que al final cuando pueda, que repitieras el orden de los sentidos tal como aparecieron, según las razas, primero el oído, después el tacto y después cómo va…

Vicente.—…la vista, el gusto y el olfato.
 

Interlocutor.— ¿El olfato es el último? [VBA: El último] ¿Los atlantes tenían olfato?

Vicente.— Tendrían un olfato de tipo astral y precisamente, bueno, es que toda la raza no ha alcanzado todavía su pleno desarrollo en sus sentidos físicos. Por ejemplo, el perro tiene el olfato más desarrollado que el hombre, hablamos del ser humano, el lince ve mucho mejor que el individuo, la agilidad de un mono es superior a la de un hombre, tenemos facultades diferentes. Hablamos de la persona, solamente hay una cosa que decir, cuando una raza ha dado de sí todo cuanto tenía que dar se despiertan aquellas facultades que pertenecen a otra dimensión, entonces, el oído se convierte en clariaudiencia, el tacto se convierte en telepatía, y el sentido que tiene el individuo de visión, la percepción de la vista, se convierte en clarividencia y finalmente en el plano búdico se convierte en la visión espiritual, siempre progresando en este orden. Siempre hay que buscar la analogía en todo, y hablamos el mes anterior de este orden y aquí había también unos gráficos que ilustraban cómo se proyectaba una facultad en forma de sentido o viceversa, cómo un sentido se convertía en facultad por proyección o por extensión de su poder.

 

Interlocutor.— Hace poco que se ha celebrado el segundo congreso de astrología y un sanador, astrólogo portugués, ha hablado de algo que parece que está en la misma línea que hablabas tu sobre el cáncer, y dijo que seguramente el año que viene se descubriría que el cáncer tenía implicaciones astrales, que se podría curar con unos métodos que diferían totalmente de lo que sabíamos hasta ahora y que habría una controversia terrible entre la ciencia oficial y esta nueva manera de enfocar esta enfermedad. Claro, me ha hecho pensar en que coincidía con la explicación que se ha dado.

Vicente.— Sí, pero es que esotéricamente no es el año que viene cuando se sabrá esto, porque el enlace que tiene una enfermedad con el cuerpo psíquico del individuo ya viene de un tiempo inmemorial, y Galeno practicaba ya la cura psicosomática, por lo tanto, estamos más allá de estas cosas ya, aquí se trata solamente de que la persona tome conciencia de lo que puede hacer, ya sabe que es un conjunto de valores negativos, hay que empezar siendo sinceros, somos un cúmulo de valores negativos que participamos de taras hereditarias, con una tara genética especial, con este código genético que se trabaja actualmente, con unas células malformadas por falta de ética en todos los planos y con una voluntad… [se corta el sonido].     

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
8
-Julio-1977

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
1-Diciembre-2007

Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
29-Enero-2008

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