Conferencia
Vicente Beltrán Anglada

[edición en curso]

—————————

La verdad ha de presentarse de tal manera, que convenza sin atar y que atraiga aun sin convencer. Esto sólo puede realizarlo el lenguaje del corazón.

[VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49]

—————————

conversaciones esotericas
[¿MOP?]

SNE

La Energía, el Pensamiento y la Forma

Barcelona, 14 de Julio de 1979

—————————

Barcelona, 14 Julio 1979. —[Magia Organizada Planetaria]: La Energía, el Pensamiento y la Forma. La magia creativa en el discípulo y las formas que va creando en su aura. Discípulo y tentación. Invocación, respuesta y condicionamientos. La necesidad de alcanzar la paz. Los aspirantes espirituales son "la Sal de la Tierra". El paso hacia la Iniciación. Enfoque de la violencia. Las reales necesidades materiales del hombre y la compensación divina. La compasión y el aspirante espiritual.


—————————

 

Interlocutor.— Lo que sí he experimentado es que cuando hay algún dolor físico, o de cabeza, en fin, algo que no funciona bien, esta atención es prácticamente muy difícil, cuando hay un dolor se dice que si se observa atentamente el dolor, el dolor desaparece, pero realmente cuando hay un dolor observarlo atentamente es extremadamente difícil. Yo hago la siguiente pregunta: ¿Para mantener esta atención expectante es necesario, o aconsejable por lo menos, que el vehículo físico tenga un determinado nivel vibración, una purificación, unas células nerviosas que se hayan modificado o destruido o construido de forma distinta? Es que nosotros utilizamos la serena expectación o estamos al nivel de los sentidos ¿no? Y luego también un mecanismo interno como puede ser: el sistema nervioso, el cerebro, entonces para conseguirlo ¿no? O sea, parece que vemos claramente que hay que hacerlo pero lo que no vemos es cómo hacerlo, o por lo menos cuando se pone en marcha el sistema pues no funciona.

VICENTE.— La 2ª semana del mes de Mayo iniciamos una conversación acerca del Festival de Wesak, de la vida de los grandes Avatares que cíclica y periódicamente vienen a este planeta cumplimentando los deseos de los hombres y las necesidades de la Humanidad. En relación con los Avatares, con los Maestros de Compasión y de Sabiduría que sacrifican sus vidas de Adeptos sirviendo a la Humanidad, decimos que hay una ley universal, la ley de compasión y de justicia que hace que cíclicamente respondan los Avatares. Existe la Doctrina de los Avatares, es una ley universal, y extremando la idea podríamos decir que la doctrina de los Avatares tiene carácter cósmico, es decir, que la compasión universal se puede extender a la compasión cósmica, existe así la fraternidad de los dioses, la fraternidad de los mundos, de las galaxias, de los sistemas solares, basado todo en el principio de fraternidad, siendo la fraternidad, la base, los cimientos de nuestro Universo de 2º Rayo.

Bien, continuando con la idea, el mes pasado nos referimos a la forma de invocar a los Avatares, aquellos que cíclicamente responden al mundo para ayudar a los hijos de los hombres, y la importancia que tenía desde el punto de vista psicológico que los seres humanos invocasen a los Avatares para redimir a la Humanidad de los egregores o formas psíquicas creadas a través del tiempo por las razas que nos precedieron, y que son en definitiva las barreras que privan a la Humanidad de que llegue a cumplimentar los objetivos de paz, de amor y de justicia social y humana.

Así, desde el punto de vista esotérico, existe la responsabilidad de aquellos que conociendo la ley no la cumplen, estando siempre pendientes de las pequeñas necesidades kármicas y nos olvidamos del bien del conjunto. En relación a la venida de los Grandes Avatares tenemos los tonos de incidencia cósmica, es decir, aquellos niveles en donde gravitan fuerzas cósmicas que pueden ser inteligentemente canalizadas.

Una forma geométrica en el Cosmos tiene un mismo tono de incidencia, crea las perturbaciones sociales, o bien prepara las mentes y los corazones de los hombres para nuevas etapas de evolución, y es precisamente esta forma creada psíquicamente no sólo por la Humanidad de nuestro pequeño planeta sino las grandes formas psíquicas y las grandes formas mentales creadas por todos aquellos que tienen uso de razón y libre albedrío en todos los sistemas solares y en todas las galaxias de nuestro sistema cósmico los que han creado esta fuerza psíquica, estas formas de pensamiento y de sentimiento que hacen que los principios de bien, de paz y de justicia, o de amor y libertad, o como ustedes quieran llamarlo, puedan penetrar o por el contrario no pueden llegar a nosotros. Es decir, que llegará el momento, yo creo, no sé el tiempo, en que este acontecimiento tendrá lugar, en que se tendrá en cuenta una geometría esotérica de la misma manera en que se habla hoy día de una astrología esotérica; es decir, existe una confluencia geométrica por la posición que ocupan ciertos astros en el espacio en relación con un punto determinado de nuestro planeta, o de otro planeta, o de otro sistema solar, y vemos que esta forma geométrica libera ciertas energías, siendo de notar las cuatro formas principales que es la línea del plano que debe llevar a la cuarta dimensión, y todo esto puede ser demostrado a través de la línea, del plano o del volumen, lo cual hace que desde el punto de vista esotérico cada vez es más importante la geometría, porque la geometría resuelve el problema de la astrología y llegará el momento en que el astrólogo deberá ser un buen geómetra y un buen matemático, siendo la intuición el conjunto de... la geometría, de la matemática y de la astrología. Esto es lo que configurará, creo yo, el devenir psicológico de las razas futuras.

Todo cuanto vemos en el universo no es ni más ni menos que un efecto de perspectiva, lo cual significa que es algo aparente, algo irreal, algo que pertenece a la visión de los cinco sentidos limitados por una mente tridimensional que no puede captar la cuarta dimensión y que, por lo tanto, no puede ver lo que sucede aquí y ahora, vemos formas subjetivas, que es un baile o una danza de sombras, pero no vemos el espíritu que anima a todas estas formas porque no somos geómetras todavía. La geometría es la base de la visión esotérica, y el día que la persona sea un buen geómetra tendrá la visión etérica, y el día que entre más allá de la geometría esotérica, dentro de la geometría, digamos, jerárquica, entonces verá todas las dimensiones del espacio y tendrá la capacidad de ver en todos los niveles de la vida mística de la Divinidad.

Esto es en resumen lo que hablamos el mes pasado, la necesidad de incorporar al aura etérica de nuestro mundo formas psíquicas que respondan al espíritu de amor, de paz y de justicia, de lo contrario (tendremos) un mínimo de egregores formados a través del tiempo por aquellas personas que pensaron inadecuadamente inspirados por la ignorancia o por la maldad, aunque la maldad es parte de la ignorancia.

Bien, quisiera que examinásemos hoy conjuntamente un tema práctico, porque si el esoterismo no puede hacerse práctico carece de efectividad. El esoterismo no es un serie de conocimientos destinados a ampliar nuestra mente, a hacer que sirva algún contenido de conocimientos esotéricos, que sepamos si existen los Maestros de Compasión y de Sabiduría, que existen siete dimensiones en este espacio universal, que existen Avatares, y todo esto es muy bonito analizarlo desde el punto de vista hipotético de aquello que no se puede comprobar, y hasta aquí hemos llegado a un punto en el que podríamos decir que a veces es mejor recortar un poco nuestros conocimientos esotéricos para dar paso a una visión práctica y psicológica de la vida. ¿Entienden ustedes lo que quiero significar? Se trata de pasar por la acción práctica, se trata de convertir nuestro mundo en algo que todavía no es, ¿y qué es lo que no es?, paradójicamente, un campo de amor universal que es lo que todos buscamos en el fondo del corazón, y es la idea básica de nuestra conversación, que será compartirla como siempre, es aquel aforismo esotérico que dice que la energía sigue al pensamiento, es decir, que el pensamiento es la clave de la energía, pero podríamos agregar a este axioma otro axioma no menos importante y más práctico para nuestra visión psicológica de la vida, que es que la forma es el resultado de la energía, es decir, que la contracción o la substanciación de la energía tiene por objetivo crear una forma, y todo cuanto vemos de objetivo o de geométrico, si ustedes prefieren el término, no es más que energía condensada, energía cristalizada por un poder que existe o que es inmanente en el espacio, y que hace que el pensamiento del hombre se convierta en energía y que por un proceso de substanciación se convierta en una forma. Ya podemos entrar aquí en el problema crucial de las formas físicas que ha creado el hombre y que está creando constantemente por falta de visión, también porque en su corazón todavía no existe la aspiración superior que le lleve a las alturas sempiternas, le libere de las necesidades humanas y le den un punto de vista más amplio, más extenso y, por lo tanto, de síntesis espiritual.

Volviendo al principio, he dicho como fuente de energía, y cuando hablamos del éter no nos referimos al éter, esa substancia que se utiliza en medicina o en las operaciones quirúrgicas, sino que nos referimos a una substanciación progresiva de la materia que va de lo sólido a lo líquido, de lo líquido a lo gaseoso, y de lo gaseoso pasa al campo etérico. Y, ¿qué hay después de lo gaseoso, cuando ya nuestra vista ha perdido toda perspectiva? Existen formas y más formas, y estas formas continúan siempre dentro de un plan de expansión etérica hacia el mundo astral, y continúan progresando hacia el mundo mental y así hasta el búdico, hasta llegar a los altos confines del Sistema Solar, porque todo es materia y todo es energía, siendo la mente del creador la que organiza toda esta fuerza para convertir en formas visibles aquello que es expresión de su voluntad. Y así hay que pasar, porque la falta, por ejemplo, de un ambiente, que es el individuo, cuando hablamos de ambientes familiares o de ambientes sociales, estamos refiriéndonos a una actividad del hombre, del ser humano. El hombre piensa y al pensar crea una eclosión de energías en el espacio, estas energías según la fuerza de la intención del pensador se acumulan a su alrededor y crean ciertas formas que vemos aquí. Una forma, por ejemplo, muy agradable, que es el caso más generalizado, no crean ustedes porque el aura etérica de las personas está llena de larvas, de elementales, de fuerzas psíquicas que él va creando y que al propio tiempo va absorbiendo del campo absoluto del éter, y estas energías se canalizan a través de él y que al propio tiempo lleva energías al espacio que es su karma.

Todo karma se refleja en el aura del ser humano, y cuando existe visión esotérica se ve claramente -examinando a una persona- la calidad de sus pensamientos y la calidad de sus emociones, el sentido íntimo espiritual que le anima, sus intenciones más ocultas, es como si se contemplase al individuo a través de un vidrio transparente, me refiero naturalmente al clarividente entrenado, a la persona que ha logrado extirpar de sí toda clase de formas psíquicas de su aura y que, por lo tanto, le permite tener un punto o varios puntos de comunicación con la Divinidad.

Aquí, por ejemplo, [Vicente lo dibuja en pizarra] tenemos un individuo cuya aura refleja larvas, cascarones y fuerzas psíquicas inferiores. Del otro lado, el aura de una persona con móviles espirituales, que refleja en su vida formas dévicas, formas angélicas, formas de paz, de armonía, que se comunican a su alrededor. De ahí una persona que me preguntaba el otro día: ¿Qué hay que hacer para servir a la Humanidad? ¿Qué puedo hacer con esto y con la mente? Si la persona tiene paz en su corazón, si es capaz de crear a su alrededor formas angélicas, su servicio, el máximo servicio que puede ofrecer a la Humanidad es su aura radiante de luz, sin palabras, sin pensamientos, está expresando la propia Divinidad. Es lo que no hacemos ¿verdad? Porque todos tenemos preocupaciones, y ustedes saben la forma que tiene una preocupación o un vicio hereditario o cualquier sentimiento nocivo, pues miren ustedes, estas formas son naturales en la persona que tiene un fondo, digamos, de equivocación en su aura, que está captando constantemente…, no sólo está captando estas formas…, porque son formas… en su aura que son compartidas por mucha gente. Y cuando decimos que el ambiente está enrarecido en una ciudad, que está enrarecida en cualquier ambiente, nos referimos a la cantidad de elementales que el hombre ha creado, estas formas egregóricas que tiene en su aura y que se propagan constantemente a través de sí y a su alrededor. No es lo mismo el caso de la persona que tiene en su aura etérica formas en espiral, por así decirlo, formas que entrañan un sentimiento de bien, y entre el mal y el bien podemos situar siempre –en la línea divisoria- la línea de nuestro yo, que es en definitiva quien va a decidir por quien se va a decantar, teniendo en cuenta que la acumulación de estos elementales en nuestra aura crea en nuestra vida una conciencia particularizada, una conciencia que esotéricamente tiene el nombre de Guardián del Umbral.

Por otra parte, esotéricamente también, se nos dice que las personas que han acumulado en su aura etérica gran cantidad de formas angélicas están bajo la impresión, bajo el cuidado, el beneplácito, y bajo la protección del Ángel de la Presencia, es decir, que toda la vida del hombre se debate constantemente en la lucha entre el Guardián del Umbral y el Ángel de la Presencia, y aquí en el centro, en la balanza de justicia, está el Yo, el Yo no quita ni pone en este caso, y en el momento de la muerte cuando todas las ligaduras que ataban al hombre al cuerpo físico se han desvanecido, ha desaparecido la atadura astral y queda en el plano mental, entonces, esotéricamente, hay un ángel con su balanza y con respecto al corazón, el Corazón de Osiris, y se dice que en el corazón se decanta el bien acumulado hasta hoy, y no es simbólico, es toda una realidad, el caso es que la persona no puede pasar de un lado y al otro si no tiene un contenido espiritual o un contenido material que haga el contrapeso, cualquier persona cuya balanza está a este lado y otra que está por ejemplo al lado del Ángel de la Presencia.

Dirán ustedes que esto es muy natural y muy lógico, pero, ¿qué necesitamos?, esto, porque si debemos ser prácticos en esoterismo lo primero que se nos ocurre será: ¿cómo puedo evitar la entrada en el campo etérico, en el campo astral, de estas formas que gobiernan actualmente nuestro mundo? Un mundo lleno de necesidades, y ustedes lo saben porque las están sufriendo, pero pasa una cosa, que ustedes son conscientes de estas necesidades, si no, no estarían ustedes aquí, y esas necesidades son las que hacen que el corazón de ustedes esté ya balanceándose hacia el lado del Ángel de la Presencia, allí en donde Osiris ya sabe actuar desde Isis, el poder supremo que eleva el corazón, que lo magnifica y le pone en contacto con el Cosmos o con la vida de nuestro Logos Solar o con la vida de los Maestros, con la vida del Cristo, cada cual tiene sus propias ideas del particular.

Pero, en todo caso, existe la problemática social y la problemática familiar y la problemática psicológica de cada uno, y cada cual deberá determinar a qué lado se decanta su corazón y si el corazón es activado hacia el Guardián del Umbral seguramente que estará lleno de conflictos, conflictos agudos, problemas de conciencia, complejos, lo que psicológicamente llamamos complejos de…, lo que pasa es que la ciencia psicológica todavía no ha descubierto, pero, en efecto, el día que los psicólogos sean clarividentes y que los médicos sean clarividentes entonces se dictaminará a través del aura etérica la causa de cualquier enfermedad, la causa de cualquier dolencia física, la causa de cualquier complejo de dificultad interna, y así podrá curarse a la Humanidad, lo que ahora no ocurre, y resulta que con lo mucho que ha avanzado la Humanidad se está explorando el espacio exterior, se están lanzando cohetes que luego caen, se están haciendo muchas conquistas espaciales, y a la Humanidad solamente se le presta atención en una parte, en el problema del bien, de cómo se puede facilitar la inter comunicación entre los seres humanos, que es un simple problema de adecuación a las necesidades que todos vemos, de ahí que nos quejamos del grado de adaptación de nuestra vida a lo que nos rodea y el sufrimiento que nos engendran ciertos ambientes, como si el ambiente fuese algo que se ha creado al azar, como si el ambiente no fuese algo que hemos creado nosotros a través del tiempo, y que continuamos indefectiblemente creando porque no hemos tomado todavía las reservas internas de Dios y no nos estamos preparando -hablando siempre muy esotéricamente- para la iniciación. Y yo digo que estamos aquí para iniciarnos en cierta medida y hasta cierto punto si la atención es serena, si la persona comprende esotéricamente que está preparando el camino de su propia iniciación. Y ustedes preguntarán: ¿qué es la iniciación? Simplemente la iniciación es el paso que va del Guardián del Umbral al Ángel de la Presencia, es decir, que hasta aquí la tradición religiosa y a veces, desgraciadamente, la tradición psicológica, sitúa aquí al demonio y aquí al ángel, y entonces viene el problema de conciencia, y el problema de la tentación, y el problema del exorcismo, que está de moda también, y todo el mundo sabe muy bien que es muy simple todo esto, una persona que crea en el demonio es que está creyendo en su propia maldad, no está creyendo en un elemento externo, aunque les parezca que es externo, pero el demonio no es más que el Guardián del Umbral, es decir, una acumulación de poder psíquico inferior que ha ido acumulando en su aura etérica a través del tiempo y se ha convertido en un peso específico que le impide levitar, hablando científicamente, que le impide ascender hacia las alturas espirituales que es la ley, porque todos buscamos un arquetipo, el arquetipo de la propia perfección. Y el camino de la iniciación, el camino de la perfección y el camino de la liberación es siempre el paso que va del Guardián del Umbral al Ángel de la Presencia, y en el momento -como dijimos el mes pasado- de la iniciación, cuando los poderes ocultos de la naturaleza han decidido que una persona puede recibir la iniciación, se le somete a una prueba muy simple, hay una puerta dorada dentro de la cual en su interior se están realizando los misterios, y existe el misterio de la iniciación, o los Misterios del Reino, y a un lado de la puerta -a la derecha- se halla el Ángel de la Presencia, y al lado izquierdo se halla el Guardián del Umbral, y el candidato a la iniciación se halla en medio de los dos y, entonces, en cierto momento cumbre, cada uno de los dos, autoconscientes entidades creadas por nosotros mismos, la del bien, el Ángel de la Presencia, la del mal, el Guardián del Umbral, nos están tentando cada cual a su manera, ofreciéndonos regalitos, a ver quién ofrece más regalitos.

Esto parece una cosa o una actividad muy divertida, pero esto es así, y entonces veremos por quien nos decidimos. Se nos dice que los pecados más ocultos del corazón salen entonces y también las más sublimes cualidades, hasta llegar a un punto en que la persona no sabe qué hacer porque tanto le ofrecen por un lado como por el otro, y el Corazón de Osiris va de un lado hacia otro -que es el corazón del hombre- y en este problema llega el momento en que por inspiración ya no hablamos ni del Ángel de la Presencia, ni hablamos del Guardián del Umbral, hablamos de una potestad superior que es el Ángel Solar, que es el Yo Superior, si ustedes lo prefieren teosóficamente, que si hay una buena adecuación de valores y de cualidades llega al corazón del discípulo y le decanta hacia el lado del ángel, entonces este pobrecito pierde fuerza, se van eliminando muchos de esos elementales que lleva adheridos a su aura y por el contrario las fuerzas psíquicas superiores robustecen su aura, y deviene, según se nos dice esotéricamente, con una nueva cualidad en su vida, y no como en el caso contrario cuando el hombre renuncia a la iniciación y vuelve al mundo profano, al mundo de las tentaciones, al mundo de los elementales, con un nuevo karma sobre los hombros. De ahí que cuando estamos hablando psicológicamente o esotéricamente, cuando estamos tratando de profundizar en lo que es el ser humano, lo que realmente estamos haciendo es dar un impulso al Ángel de la Presencia a fin de que se nos haga partícipe de la gloria del Ángel Solar, y este elemental, el Guardián del Umbral, irá perdiendo constantemente fuerza hasta llegar un momento en que habrá prácticamente desaparecido, y cuando ha desaparecido totalmente el Guardián del Umbral de un ser humano que ha adquirido una cierta iniciación, entonces el aura del mundo queda rejuvenecida con un sentimiento de gratitud y de paz por el planeta, porque una nueva flor que perfuma el ambiente ha crecido al amparo de la disciplina de vida.

Bien, esto es un punto de atención y al propio tiempo es un punto de, diría, desafío a nuestra mente inquieta, a nuestra mente investigadora, a nuestra mente que no se somete solamente al análisis analítico o intelectual sino que trata de ver más allá qué es lo que hay más allá de la mente; pues bien, más allá de la mente, más allá de las emociones, existe el campo absoluto del Ángel de la Presencia, o del bien que debemos conquistar, y con la guardia perenne de los arquetipos o de los Ángeles Solares que son invocados más tarde, que deben transfigurar nuestra vida en términos de realización.

Para terminar, porque prefiero que sean ustedes los que pregunten, vamos a analizar el punto principal de este tema. Ahora sabemos que existe el Guardián del Umbral, el Ángel de la Presencia, y que el fiel de la balanza está regido por una entidad superior que es el Ángel Solar, que podemos hacer aquí como una especie de estrella de cinco puntas, que es la estrella iniciática, y preguntarnos a qué obedece toda esta motivación y qué significan estas formas. Bien, si tuviésemos todos en un momento determinado visión esotérica, o visión astral, o visión mental mejor todavía, o visión causal, diríamos que aquello que aparece aquí a nuestro alrededor está lleno de substancia, y dentro de esta substancia hay formas, hay seres, hay vida, una vida que técnicamente es energía, es esta energía que queda afectada cuando el hombre piensa en un sentido o en otro, de ahí la responsabilidad del esoterista, la responsabilidad del discípulo, porque sabe que cada vez que piensa está caldeando el ambiente, está poniendo en ignición los éteres, está liberando energía o está encadenando energía, depende de su actitud. Entonces, ¿qué hay más allá del pensamiento? Entonces hay que buscar la intención. Para mí la intención es básica, desde el momento en que la persona se da cuenta de que está moviéndose en un campo de intenciones y que la intención principal o la que motiva todo su ser es el arquetipo, cuando llega a esta conclusión la vida tiende a variar, el hombre pierde automáticamente aquellos perfiles que lo equiparaban a esta espantable silueta del Guardián del Umbral y empieza a tener atisbos de esta fuerza, es aquella fuerza que penetra en nuestro interior en momentos de suave inquietud, cuando nada aparentemente nos dice nada penetra en el corazón y sentimos un secreto regocijo, es la voz del Ángel de la Presencia, o si ustedes lo prefieren la voz de la conciencia, él no tiene conciencia, el Ángel de la Presencia sí tiene conciencia. Es la voz que sentimos en el interior cuando tenemos que decidir, y cuando hablamos del libre albedrío, al que nos referimos también en otras manifestaciones pasadas, si tenemos en cuenta esta capacidad que tiene el hombre de dirigir su atención o sus intenciones hacia el Guardián del Umbral o hacia el Ángel de la Presencia, sabiendo si es responsable que su corazón se carga con las energías del bien o con las energías del mal, y que llega el momento en que tendrán forzosamente que decidir por cual va a decidirse, porque de no ser así su vida no tendrá ningún resorte, ninguna motivación, ninguna intención, será un muerto viviente, y perdonen la intención, porque tal como decía Juan en el Apocalipsis: “La Divinidad no los quiere tibios, los quiere muy fríos o muy calientes”. ¿Qué significa esto? Significa que el hombre motivado por una intención cruel, digamos así, una intención malvada, se refugia en brazos del Guardián del Umbral y está demostrando que está aliado con él, y según dice Krishnamurti: “Hay algo hermoso en un gran destructor”, es el punto de vista de las intenciones, de la fuerza con que arremete la vida, pero, ¡cuidado!, si esta fuera la motivación en ese sentido por falta de visión, forzosamente llegará un momento en que retrocederá aterrado, por lo que descubrirá en las reconditeces del Guardián del Umbral que es la síntesis de todo lo que entiende mal y pensando mal y actuando mal todas las razas del pasado a partir de la Raza Lemur cuando el hombre empezó a sentir dentro de sí la autoconciencia y a pensar, porque la mente data de mediados de la Raza Lemur, y entonces todo ese contenido lo obligará, lo rechazará porque hay intención, porque hay vida, el hombre tibio está siempre aquí en medio, ni hace ni deshace, está dejándose llevar por las circunstancias, y desgraciadamente es el caso más común, es el caso más corriente en la humanidad, esta humanidad que está en la base de la sociedad, y que es la persona que se siente llevado por un lado o por el otro como las hojas son llevadas por el viento. No tiene albedrío, no tiene voluntad, solamente busca su acomodo, su comodidad es lo que necesita solamente. Y por otra parte, cuando la intención viene motivada por un gran destino creador, por una inteligencia que ha sido el contacto con la vida a través de todos los vehículos en su pretensión, buscando a la Divinidad, en un grado místico o en un gran poder dinámico de voluntad, y entonces se encuentra en esa etapa como fuerza lanzada por potente brazo hacia el Ángel de la Presencia, y entonces ahí halla el acomodo que necesita a su cualidad de pensador, pero en definitiva lo que va a resultar de este oscilar, de este punto de contacto de los opuestos en este centro es la calidad de las observaciones, la atención con que se sigue psicológicamente cualquier proceso, la visión de las necesidades, el afán por ciertas reglas, el sentirse henchido de compasión infinita hacia todo y hacia todos, y esto será definitivamente lo que deshaga todas las barreras que nos limitan y hagan que podamos salir triunfando de este mundo de pasión, de este mundo de irrealidades, de este mundo de sombras en movimiento.

Interlocutor.— Todo lo que dices es como muy bonito, pero yo ahora voy a intentar ser un poco realista. Yo creo que hay mucha oscuridad, entonces creo que la gran mayoría de las personas nos encontramos impotentes en cuanto a destruir esos egregores, esa aura que nos envuelve. Claro, usted nos ha dicho que debemos ser optimistas, ahora bien, yo hablo de que nos sentimos impotentes y esa impotencia nos lleva a un pesimismo, usted siempre ha dicho que existe una invocación, que nosotros tenemos el gran poder de la invocación, y siempre existe una respuesta, ahora bien, analizando la cosa, yo, por ejemplo, me pregunto dónde está la respuesta a la sincera invocación de la humanidad con respecto a la paz, si nos ponemos a analizarlo existen guerras, asesinatos, conflictos armados por doquier, y francamente estamos así desde que la humanidad existe, y pregunto también que dónde está la respuesta a la invocación del ser humano cuando está en esa oscuridad, cuando se pregunta y lo único que encuentra es preguntas sin responder, oscuridad, soledad, y no hay nada que le pueda señalar el camino, se siente sólo, entonces veo que sí podemos invocar, y usted ahora ha hablado de que podemos ver la necesidad, pero entonces yo no veo la respuesta a nuestras invocaciones.

VICENTE.—De todas maneras cuando vemos las necesidades humanas, antes que ver lo demás las vemos psicológicamente nosotros, es decir, que la posición del eterno samaritano es poder ayudar a la humanidad y está tratando de ayudarla sinceramente, pero un punto que yo veo muy interesante es que la persona debe alcanzar la paz en sí mismo primero, y esta paz solamente es posible cuando la persona está invocando. Ahora bien, usted me dirá: ¿Debe estar de hecho pidiendo cosas a la Divinidad? Que es lo que hace todo el mundo, yo no creo que sea esta la forma de invocar. Pero, si la persona se está auto observando sin pasión, sin quitar ni añadir, sin contradecirse, sin una reconvención y tampoco sin ningún aplauso, que se ve tal cual es, llega un momento en que la vida le da una respuesta, le orienta hacia ciertos estados de conciencia, y seguramente que supera este punto que usted dice de soledad, ahí está el punto de fricción, porque cuando la persona llega al momento de soledad trata de evadirlo, nunca lo está afrontando, es decir, que la persona siempre está buscando su propia comodidad, y parte de esta comodidad es la paz espiritual, porque hace de la paz espiritual una conquista, cuando para mí la paz es el resultado de la investigación, y la investigación dura siempre, la paz siempre está entonces a nuestro alrededor, está, no es algo, está ya, está siempre la paz, que es la vida de Dios, si podemos decirlo de alguna manera. Entonces, nosotros si estamos analizando constantemente y no buscamos más que comprender lo que nos pasa, y cuando llegamos porque tenemos que llegar a un punto místico de gran soledad no rechacemos esta soledad, que no hagamos de la soledad como con la paz aquí, un motivo de la disputa entre el Guardián del Umbral y del Ángel de la Presencia, sino que situemos la mente aquí, en este mágico equilibrio, porque la soledad tiene por objeto deparar un gran equilibrio psicológico y, naturalmente, la invocación del hombre siempre tiende a crear un campo agradable para él, cuando está meditando lo que menos piensa es en la humanidad, está pensando en su propio desarrollo espiritual, o en alcanzar algún hipotético poder psíquico, y esto lo vemos en yoga, y lo vemos en los medios espirituales, y también en los tratados de los estudios psicológicos y esotéricos se nos habla de la soberbia y se nos habla también del aspecto superior de estas cosas, de la ambición, ¿por qué?, porque existen. Y en todo caso la solución está en afrontar la soledad, es decir, que llega el momento en que el hombre se siente completamente inseguro, no sabe donde apoyar los pies, le falla la mente, le falla la razón, le falla el entendimiento y se siente sólo e inseguro y, naturalmente, ¿qué pasa entonces?, que entonces no continua investigando sino que lo que hace es que se va a una religión o va a otra, se va a un Maestro a otro Maestro, o a un Gurú que está de moda hoy, que está pidiendo consejo al Gurú. Para mí cuando el hombre se halla en soledad es cuando puede decidir completamente su destino, cuando pueda hallar la paz, cuando pueda hacer que su alma sea realmente invocativa, no antes. Es decir, que no es una sola soledad, una soledad de cosas, una soledad de bienes, una soledad de afecto, una soledad de todo cuanto el mundo da como válido para hacer nuestra vida confortable aquí en la Tierra y, naturalmente, sin llegar a la exageración de Job, el hombre tendrá que adquirir un valor, una constancia, un poder, una cualidad que haga posible que definitivamente cruce este vacío de inseguridad porque es el único poder vinculativo o invocativo que nos conecta con el Ángel de la Presencia.

Es decir, hay que ser pacientes pero sin dejar nunca la armadura, hay que estar armados para la lucha aunque no utilicemos el arma, es una actitud de conciencia. Como la ambición, el hombre espiritual no es ambicioso, pero debe utilizar la ambición para llegar a cierto punto, pero la ambición no es una meta, es un camino como los deseos, es un camino, no es una meta de llegada, en tanto que la mayoría de los seres humanos hacen del deseo o de las conquistas del deseo metas absolutas de llegada, y ahí quedan estancados. Lo mismo ocurre cuando situamos como meta suprema de nuestra vida una etapa evolutiva, la cuarta, la tercera, o la quinta o la veinticinco iniciación. Hemos creado una meta, ya estamos listos, hemos dejado de actuar como seres humanos responsables, nos hemos paralizado y debemos de dejar la mente, voy recalcar este punto porque estoy insistiendo sobre ello pues es de carácter fundamental de que hay que quedar solo, completamente solo en un mundo para encontrar la Divinidad en nuestro corazón, no puede venir a través del Maestro, porque el Maestro si deviene después tendrá que ser después que nosotros hayamos conquistado el misterio de la propia soledad, no antes. Nunca esperando el cielo prometido de promesas ilusorias más allá de la muerte, esto es falso también. Se trata de buscar la realidad psicológica aquí y ahora y en este momento y no después o antes, porque antes nos deja un recuerdo en la conciencia, nos limita, después nos queda la ilusión del mañana y con la perpetuación del karma el después nos deja desguarnecidos, de ahí que es en este momento en que la vida tiene que resolverse, es en este momento presente que nuestra vida es invocativa, ya digo: no después, no antes, ahora.

Interlocutor.— Nuestra arma o espada, aquello con lo que ponemos la atención, o sea, hay distintos tipos de atención, se dice lo de estar atentos, ahora bien, por ejemplo, vemos que nuestro destino es objeto de injusticia pues supongo que…, es decir, a mí me es completamente casi imposible simplemente observar sin que haya una reacción en mí, yo creo que este proceso lo veo un poco inalcanzable, estar atentos sí, pero sin que haya una reacción. Por lo menos para mí personalmente lo veo algo casi imposible.

VICENTE.— Es que la reacción siempre es, la vives o no la vives, entonces, la paz interior, seguramente que la línea de la fraternidad incidirá lo debido, no se trata de dejar la persona, yo digo que la persona que busque la paz no la busque solamente para él, la busca para repartirla por el mundo, y la consecuencia máxima de la paz es la compasión. Cuando hay paz hay compasión en el corazón, y el corazón si está reseco, si está pendiente de las propias reacciones psicológicas y del pequeño karma personal que lo demás parece aparte de nosotros mismos, en tanto que la persona que busca la paz porque es una ofrenda que tiene que dar a la humanidad el asunto cambia completamente, porque entonces en la búsqueda de la propia paz como sentido único de la existencia, va la paz hacia los demás, porque la paz individual es la paz del mundo. Si hallamos la paz no es para nosotros es para expandirla, es un proceso psicológico que será evidente quizás dentro de unos cuantos millones de años, pero, ¿por qué no ahora?, porque la mente del hombre se ha desplazado a otras zonas del futuro, y el Reino de los Cielos parece inalcanzable desde este punto de vista, y al propio tiempo existe la gran programación de un pasado que desciende a millones de años y que está gravitando también la esperanza del futuro, que es el Ángel de la Presencia, y el anclaje al pasado puede ser del Guardián del Umbral; pero, siempre será el yo, aquí en el centro, quien va a decidir la cuestión.

Es decir, que podemos establecer esta comparación, situarse en el pasado, aquí el futuro y aquí el presente, ahí está lo más importante para nosotros, vivir el presente, porque la voluntad, la intención y el libre albedrío no está en el pasado ni el futuro, está aquí y ahora, y es ahora que cada cual debería decidir lo que va a hacer, no en una forma mística… una forma… sino plenamente advertido de la necesidad de establecer un cambio en nuestro corazón que le lleve definitivamente hacia la acción del bien que existe en toda la naturaleza. Y cuando hablamos de karma es lo mismo. Llevo un buen karma o llevo un mal, pero, ¿quién decide?, ¿quien lleva esencialmente a la balanza?, el yo, el libre albedrío llevado a su más alta esencia, que es la voluntad espiritual.

Es decir, que cuando el yo psicológico se libera del libre albedrío, entonces sabe lo que es la voluntad espiritual, y es entonces inspirado por el Ángel Solar -al cual nos hemos referido muchas veces- que puede establecer ya la elección suprema, la que debe llevarlo a la gran corriente de vida iniciática que jamás se paralizará en el transcurso de las edades.

Es decir, se trata, como digo siempre, de que la vida nos está retando, nos está desafiando, y que nosotros no aceptamos el desafío y que, por lo tanto, estamos constantemente en este vaivén, debe llegar un momento en nuestra vida en que tengamos que decidir por nosotros mismos, por libre elección, por libre convencimiento, cual va a ser nuestro destino. El destino no creado por la Divinidad, no creado por los Maestros, no creado por los ángeles, creado por el propio ser humano que es iniciado de todo aquello para llevar a buena marcha la nave de su destino.

Interlocutor.— Teniendo en cuenta que esotéricamente somos una célula en el cuerpo de la humanidad y viendo a la humanidad como un ente el hecho de que la paz, después de tantos años de invocarla, no exista en el mundo, ¿no será que la humanidad realmente como ente, como persona, no la ha invocado suficientemente, no la ha buscado suficientemente?

VICENTE.— Seguro. Pero, hay unas palabras de Cristo, que ustedes conocen muy bien, y es que los discípulos del mundo son la sal de la tierra, es decir, que no hay necesariamente que buscar la perfección en la humanidad como un todo, pero si cada uno de nosotros que estamos aquí alcanzamos un poco de esta sal de la tierra que es el contacto con el Ángel de la Presencia, haremos que el mundo, que en su totalidad que está en las sombras, por decirlo de alguna manera, no creando una división entre elegidos y no elegidos, nosotros estamos ahora en un plan de trabajo, en un plan de lucha, sino en un sentido psicológico simplemente debido a las necesidades del mundo y que cada cual sabe que si actúa de acuerdo con la ley y se comporta como un buen ciudadano hay una posibilidad de que el ejemplo, la vibración, la radioactividad -si prefieren este término científico- haga que ayudemos a todos los demás. Y un campo muy amplio, aparentemente, sin resaltos ni perfiles, debe estar imbuido, debe estar lleno de esta radiactividad que desarrollamos nosotros como entes conscientes y actuantes.

Es decir, el mundo como un todo está dividido en sectores, desde el sector del hombre involucionado hasta el sector de los iniciados que todavía no han pasado al 5º Reino de la Naturaleza, por lo tanto, son seres humanos todavía, y entonces entre estas grandes divisiones entre los hombres involucionados, los salvajes, sin ser peyorativo, o aquellos seres atrasados en comparación con aquella fuerza tremenda de los grandes avatares, existimos nosotros, los aspirantes espirituales, los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo. Y hay que empezar por aquí, porque lo que vamos a hacer como grupo de personas es que sin darnos cuenta nos vamos a reunir en los mundos superiores en los momentos de desprendimiento espiritual, y vamos a crear grupos de personas animadas por el espíritu de buena voluntad que pueden ayudar a la humanidad sin que nos lo propongamos como meta sino que por el sólo hecho de actuar correctamente estamos desarrollando fuerza espiritual. Estamos desvaneciendo muchos de esos pasados egregores y estamos invocando fuerzas dévicas de carácter superior. Es así como se trasforma una sociedad, es así como se producen los cambios en el mundo, es así como existen las civilizaciones, las culturas de los pueblos, y así como los hombres se van refinando internamente, así la sociedad también como grupo va más lentamente quizás pero también está sintiendo el peso de los hombres que realmente se esfuerzan y se van convirtiendo en espíritus de luz, servidores de la luz, testimonios del gran Plan creador.

LEONOR.— Llevando esto al terreno, digamos, corriente esto de la ayuda, claro, cuando se quiere ayudar uno quisiera ayudar a todos a quienes conocemos que necesitan ayuda, en este caso ha de haber un terreno, un razonamiento para ver hasta dónde podemos llegar y en qué forma debemos llegar, porque en un determinado momento una amiga mía me explicó un caso de que se vio en una determinada circunstancia con un vecino suyo con el que no encontraba la justicia del momento para ayudarle a morir, y este vecino llamó a su puerta y se encontró con ella y, claro, lo único que podía hacer era ver morir a la persona. En este momento es cuando hay que tener un criterio, en ese momento el médico no podía hacer nada yo pensé que podía haber hecho más, hubiera hecho no sólo rogar por él sino procurar ver si tenía familia, hasta dónde podía llegar, no podía interpretar aquella clase de justicia porque no se trababa de nada referido a malas conductas sino que se trataba de ideales. Pero podía pensar si tenía familia y si algo les faltaba a los otros, y ayudar con mis pensamientos…, pero nos encontramos en unos momentos en la vida en que no sabemos qué hacer, y entonces lo que deberíamos hacer es pulirnos mucho primero para que brote de nuestro interior, verdaderamente, a lo que podamos llegar y lo que podamos hacer, porque todo no lo podemos hacer. Cambiando la pregunta, también quiero decir una cosa, es que en este ambiente en el que nos desenvolvemos, en este planeta estamos completamente inundados por millones de energías, pequeñas energías de onda corta, nuestros pensamientos y estas cosas, y entonces para zafarnos de ellos supongo que necesitamos, verdad…, no se si los podemos parar con nuestra meditación o teniendo que cambiar completamente la conducta de arriba abajo porque todo esto está en nuestras casas, en nuestros cuerpos, son ondas cortas, ondas largas y toda clase de ondas y en diferentes formas surgen en el ambiente continuamente. ¿Estas ondas son elementales o egregores?

VICENTE.—Cuando la onda es cristalizada se convierte en éter, de hecho cuando la persona piensa no se da cuenta que está moviendo los éteres, está creando una reacción etérica, habida cuenta que un pensamiento es una reacción eléctrica del cerebro, o un campo etérico que desconocemos, porque solamente la vista alcanza los cinco sentidos y vemos lo objetivo, lo que puede ser pesado y movido, pero carecemos de la medida que corresponde a la visión interior, entonces, cuando se les presenta la actividad de servicio…, porque cuando una persona está entrando al camino espiritual su primera pregunta -porque le han dicho que el servicio es la base de la espiritualidad- es: “¿Cómo voy a servir?” Y su preocupación es: “¿Cómo va a servir y a quiénes?” Bien, yo digo que siempre existe una medida, si la persona actúa de esta manera como venimos diciendo, se le desarrolla el discernimiento natural. El discernimiento es aquella capacidad que nos inclina hacia un motivo u otro con preferencia, ¿por qué?, porque el discernimiento es un segregado de muchos esfuerzos, no viene al hombre como una dádiva de los dioses sino por motivaciones extremas, porque el hombre ha llegado a invocar estas fuerzas, las ha trabajado en su interior, las ha guardarlo en su corazón y tiene la capacidad de decidir con justicia, y a este decidir con justicia le llamo yo discernimiento. El discernimiento hace que la persona sepa en cualquier momento cómo debe actuar, porque discernimiento, paz, amor y compasión es un círculo, y dentro de este círculo se mueve todo este conglomerado de fuerza psíquica. Es decir, que la pregunta es interesante porque cuando en un momento determinado se nos ofrece la ocasión de servir a veces hacemos la vista gorda, como se dice, y dejamos que pase por encima, que nos corresponde por karma y es el karma, con el karma estamos solucionando el problema de la propia comodidad, y para mí como hemos llegado a este momento de que todo en esta vida es diferente, porque el karma de los demás no nos importa, porque está reseco el corazón, es cuando hay dudas de conciencia sobre lo que haremos o lo que dejaremos de hacer en un momento determinado. Para mí, si hay paz en el corazón, que es la medida de lo supremo, sabremos cómo y de qué manera tenemos que servir, más claro todavía, si el lado es correcto para nosotros será absoluto el campo de servicio, aquel que la Divinidad ha creado para nosotros en virtud de: 1º) nuestro grado de evolución; 2º) características psicológicas; 3º) astrológicamente, el dictado de las estrellas; 4º) la familia que nos rodea; y 5º) la nación.

Todo esto es el conglomerado de nuestro karma, pues si vamos por el extranjero no vamos a decir que soy español si estoy en Francia, estemos en donde estemos el discernimiento, la paz, el amor y la compasión deben ser la salvaguarda de nuestro corazón y llevarnos por el espíritu recto de justicia.

InterlocutorA.—No comprendo las palabras del guardián del umbral ¿de qué umbral?

VICENTE.—Del umbral iniciático, yo hablo del misterio iniciático, es decir, como antes hemos dicho, se abre una puerta, esa puerta es la iniciación; bien, entonces el candidato, que somos todos y cada uno de nosotros, se enfrenta antes de que se le abra la puerta iniciática a una sublime decisión, el bien y el mal, el pasado con todo su peso y el futuro con todas sus esperanzas, hasta cierto punto la esperanza es negativa. Es esto, [Vicente lo explica todo en un dibujo en la pizarra] es el centro quien debe decidir, y hasta un punto de vista, por así decirlo geométrico, podemos decir que cuando la fuerza del Guardián del Umbral y la fuerza del Ángel de la Presencia lleguen a un punto de equilibrio, entonces se llega a cero, y este cero es el yo que se conecta con el Ángel Solar, pero esto merece otro comentario y no hay tiempo de hacerlo, porque se busca del campo equilibrio cósmico en el cual desaparecen de la visión del iniciado todos los egregores formados en el pasado o que están en un plano arquetípico para el futuro, todo desaparece, es decir, que queda sin tiempo, y el paso que va a la cuarta iniciación –permítanme ser reiterativo al respecto– desgraciadamente existe un gran equilibrio entre el bien y el mal con el que la persona no sabe qué hacer, y que al final de la lucha, cuando el peso de la balanza, en el cual está el Corazón de Osiris en el ser humano, es cuando se decanta definitivamente hacia adentro, no hacia la derecha ni hacia la izquierda, y penetra entonces hacia la cámara iniciática. De ahí las reflexiones, los sistemas de entrenamiento espirituales buscando el equilibrio de la personalidad, el equilibrio que naturalmente debe ser el equilibrio entre la inteligencia y la voluntad, o entre la razón y el amor. La razón respecto al conocimiento sin amor es negativo. Un corazón rebosante de bondad sin inteligencia es asimismo negativo desde el punto de vista esotérico, pero, ¿qué ocurrirá cuando la mente y el corazón se hayan equilibrado en suave armonía?, entonces vendrá a la existencia otro tipo de ser humano, otro tipo de humanidad, entonces los egregores constituidos a través del tiempo, ya sea el Guardián del Umbral, ya sea el Ángel de la Presencia han totalmente desaparecido, solamente queda el espíritu puro, sin dualidad, sin necesidad de que vida tras vida sea pesado su corazón en la Balanza de Osiris, es decir, entonces queda la persona sujeta a su propia temperancia.

Es lo que decimos, que ahora empezamos a decidir, y ahora empezamos a estar atentos, y ahora empezamos a olvidar los pequeños problemas, si nos sumergimos en el gran problema planetario estará el hombre indefectiblemente en ese punto de equilibrio que es un punto de síntesis, y entonces habrá paz, y cuando hay paz desaparece toda fuerza de negatividad, o aquella fuerza de polaridad, es como la luz, la luz no es más que el equilibrio entre dos factores opuestos, el factor negativo y el factor positivo, desde un punto de vista científico, y la luz que está en el centro que es nuestra Alma, que es nuestro Yo que es el que decide completamente lo que debe hacer en un momento determinado del tiempo, es decir, que utiliza el discernimiento de la propia Divinidad, si podemos decirlo así con toda reverencia; entonces el yo desaparece para dar vida a otra forma superior de vida que desconocemos, pero existe, y desde el momento en que hay seres que han pasado del reino humano al reino divino, que han pasado del 4º Reino al 5º Reino de la Naturaleza, y que van todavía ascendiendo hacia arriba buscando otras glorias, otras iniciaciones y otra paz en su corazón. Hay que tener mucha confianza en el corazón… [Corte de sonido]…

Interlocutor.— Al hablar de la evolución, nosotros encontramos que en el reino mineral prácticamente no existe violencia, pero al llegar al reino animal se manifiesta la violencia, y entonces prosigue en la humanidad, quizá pueda decir que en el reino animal existe un equilibrio, un equilibrio ecológico, pero, sin embargo, yo me pregunto: ¿por qué la violencia aflora en etapas superiores, vamos a decir en planos superiores? No sé, no logro entender la razón de esto.

VICENTE.— Bien, yo tampoco. Queda claro que existe violencia, pero lo que hay que hacer es evitar la violencia hasta donde nos sea posible, habida cuenta que tenemos discernimiento. El discernimiento, si ustedes me lo permiten está en el centro también, es ese punto de equilibrio. La persona que discierne constantemente, lo cual significa que está muy atento, a toda su programación psicológica interna y externa, entonces, en ese discernimiento sabe exactamente las cosas, se le presentan por vía infusa muchas ideas, muchas emociones, y muchas energías que no están al alcance de todo el mundo, que son una primicia de la persona que está constantemente autodefiniéndose, auto observándose, sin aplaudirse, sin rechazarse. Es decir, que el esfuerzo de que una persona esta atenta, muy atenta a un proceso, antes que ella pierde la conciencia del yo separado, está su atención tan dentro de un asunto, tan dentro de un problema, que prácticamente ella, la persona, ha desaparecido.

Bien, si a través de una atención sosegada, tranquila y constante, y vendrá con el hábito a ser automática, entonces, en esta unción suprema, en esta atención hacia unos y otros, en esta atención hacia los ambientes, en esta atención hacia todo cuanto le rodea, existe una pérdida total, una ausencia total del sentido separativo del yo que nos hace infelices, psicológicamente hablando, entonces, la principal coyuntura que se nos presenta a nosotros es tratar de discernir, luego es tratar de estar atentos. Dense cuenta que cuando se está muy atento se está en silencio, y ese silencio tiene un valor, un valor cualitativo de acuerdo con la ley esotérica, hace posible que exista una intercomunicación entre unos y otros, lo cual no es posible en un plano analítico, en un plano intelectual, en el cual cada uno intentará su propia opinión, y siempre sabremos que la opinión no es la mejor de todas, y en esta lucha... [Corte de sonido]… y este plan es lo que afecta nuestra vida entera. Y así nos encontramos con un mundo de necesidades y necesidades que pueden ser resueltas con lo que posee el planeta, sin mandar naves, sin buscar petróleo en la Luna, porque se va a la Luna a buscar petróleo o se va a buscar otra cosa, porque la vida está por doquier y el hombre sale a observar atentamente al Cosmos, sabe que puede encontrar en consecuencia hermanos en Marte o de Venus. Es decir, que estamos buscando siempre una seguridad en conocer o algo para nosotros, estamos acumulando valores en el tiempo y esta acumulación de valores en el tiempo nos hace desdichados porque estamos separados del resto de la humanidad. Y una persona que tenga mucho se está apartando por temor de perder lo que tiene, y siempre hay un campo de lucha o de conflicto, y los que no tienen nada porque están deseando tener. Es una lucha, los que tienen porque tienen miedo de perderlo, y los que han perdido esperanza de volver a tener, y así hay una serie de encadenamientos de orden psicológico que hacen de la vida que es un paraíso se convierta en un infierno realmente.

LEONOR.— Yo quería decir una cosa, y es que esta humanidad está sumergida demasiado en el plano emocional y que en los animales la violencia es solamente relativa y viven más socialmente porque no matan más de lo que necesitan… [No se entiende, inaudible]…

VICENTE.—Es lo que hemos dicho antes, que el paso que va de un hombre incivilizado a un hombre civilizado con buena voluntad en su corazón, es el paso que va del instinto a la intuición, entonces, en el centro tendrá un instinto y ahí está la razón, es decir, que siempre que hablamos como punto real del razonamiento o el discernimiento. Venimos del pasado con una carga etérica, astral y mental tremenda, compartimos con nuestro cuerpo físico el mundo mineral, con el cuerpo emocional el mundo vegetal, y con el cuerpo mental inferior el reino animal, y estamos sacrificados en estos terrenos, teniendo conciencia de nuestro cuerpo, de nuestras emociones y de nuestra mente. Ahí está el problema, cómo teniendo conciencia mental, emocional y física podemos resolver el problema inmenso de la vida en nuestro corazón, tendrá que ser a base de olvidar progresivamente todo el instinto que llevamos dentro, porque el mundo mineral, vegetal y animal están en todo el mundo, pero es que lo tenemos todo dentro, porque es el pasado, es el atavismo. Cuando tengamos la 5ª Iniciación nuestro cuerpo no será mineral, será etérico completamente, pero ahora es mineral, con carga mineral, y lo que está enseñando la psicología, e incluso la parasicología, es que este mundo todavía es relativo, los primeros subplanos del plano etérico, sin darse cuenta que existen subplanos superiores en el propio plano físico que todavía la ciencia no ha descubierto. Y estamos progresando hacia allí, estamos de una u otra manera estableciendo una escalera que sitúe la mente del científico a la alta realidad de las otras dimensiones del espacio, porque como ustedes saben la ciencia está tratando de controlar físicamente las cosas, en tanto que esotéricamente trata de acumular valores interpretativos de la vida, lo cual quiere decir que está constantemente programándose o propagándose hacia dentro, restableciendo siempre un lazo de comunión con los niveles superiores y haciendo que a su lado la vida sea placentera, que exista bienestar, porque existe orden y equilibrio en su interior. Y me pregunto si es mucho pedir que cada uno de nosotros se esfuerce un poquito en tal sentido, porque todos somos acumulativos y cuando hemos acumulado mucho tenemos miedo, como digo, a perder aquello, y entonces estamos sufriendo, pues bien, dejemos todo en manos de la vida, discerniendo claramente. El que sea rico no va a tirar las riquezas por la calle, y el pobre no va tampoco a esforzarse demasiado para ser rico, pero, ¿quién sabe cuál es la medida de las propias necesidades tanto si es rico como si es pobre? Bien, ahí está el discernimiento, que es lo que necesitamos, y yo digo que gastamos más de lo que necesitamos, y hay un punto de fricción en este punto, y el confort de nuestra vida tiene más interés que la vida espiritual, y esto lo sabemos todos. Entonces debe existir también un punto de interés cualitativo en la conciencia que diga: “Hay bastante para tomar”, y propagarse en el espacio con lo que vaya viniendo porque hay una ley de la naturaleza extractada de los grandes aforismos del pasado que dice: “El hombre tendrá siempre lo necesario cuando su corazón sea puro”. Es decir, que el hombre cuando no tiene es porque no es puro, dirán ustedes: “Usted está manipulando la ley del karma”, perdonen ustedes, no estoy manipulando nada, es la ley y el ejercicio de los valores divinos registrado en el corazón de cada uno, y ustedes saben que gastan más de lo que necesitan, en todos los momentos y luego se quejan de que son pobres. Y esto es una de las cosas que hace que nuestra vida sea hasta cierto punto infeliz, vacía y llena de aparentes contradicciones.

InterlocutorA.—[No se entiende bien, inaudible]

VICENTE.—Bueno, yo creo que si la persona, nosotros, tenemos libertad interior, lo que ocurra socialmente y políticamente en el mundo no creará ningún conflicto en nuestra conciencia. Ahora bien, cuando en nuestra conciencia tenemos ciertas limitaciones entonces el ambiente nos afecta, y entonces decimos: “Mejor que haya una dictadura o mejor una democracia”, para mi es lo mismo, cambian los factores humanos, pero si radicalmente, si fundamentalmente no cambia el corazón del hombre, es decir, si es una democracia o si es una dictadura es lo mismo. Es el hombre fundamentalmente quien debe cambiar, y si cambia fundamentalmente el hombre cambiará la sociedad, lo que pasa es que no cambiamos, ¿verdad? Y todo el mundo continua siempre estando en lo mismo, en la misma situación del tiempo de Cristo o de antes, porque… acerca del amor de Dios, todo el estudio esotérico, o de la existencia de los Maestros, y de Jesús el Cristo y del Señor del Mundo y los Logos Solares, si nuestra mente es pequeña, está cristalizada en valores objetivos, y el corazón está siempre preso del deseo de conquistas materiales, ¿de qué nos servirá el conocimiento?, es decir, ¿cómo vamos a utilizar el conocimiento para pasar a la acción? Esto para mi es el primer desafío de la conciencia. ¿Cómo vamos con todo esto que sabemos a afrontar la vida? Para mí, sabiendo esto, discerniendo completamente. Nuestra vida tiene forzosamente que cambiar en uno u otro sentido, no vamos a ser perfectos de la noche a la mañana porque hay que esforzarse, naturalmente, pero, sí digo, y repito, que si estamos atentos al proceso de la vida alcanzaremos una libertad interior que nos aislará del campo de la lucha externa, y entonces quedará bien situada, esotéricamente, nuestra calidad humana, porque entonces utilizando la razón, el discernimiento en el presente aquí y ahora, sabremos qué es realmente lo que debemos hacer, cómo debemos comportarnos en sociedad, el carácter que podemos imprimir a nuestros ambientes familiares, el grado de amistad que podamos sostener con los demás o la simpatía que nos produce el contacto con las gentes. Esto será naturalmente muy poca cosa si internamente no existe un principio de equidad y de justicia, avalado por un sentimiento de compasión hacia los demás. Y todos tenemos el deber de tener compasión, no el derecho de que nos compadezcan, aunque no lo queramos hay quien se compadece de nosotros desde el punto de vista esotérico y hace que la humanidad pueda surgir triunfante, tal es, por ejemplo, la Doctrina de los Avatares. Si no tuviese compasión un Avatar de la pobre y huérfana humanidad ¿qué sería de nosotros?, ¿qué sería de la humanidad si no hubiesen existido hombres estelares como Hermes, Buda, Cristo o Lao Tsé, o Confucio, o esos hombres que han dado al arte, a la técnica, a la política, a la economía, a la ciencia y a las artes, este poder radioactivo que hace que nuestra evolución en el siglo XX sea reflejada como científica, ¿de qué serviría? Bien, la respuesta está en nosotros: no serviría de nada, de nada. Y el proceso ahora se halla en vigor, y estamos tratando de llevar adelante un proceso, y este proceso no solamente es individual sino que es también psicológico y cósmico, porque el Cosmos es la que da la medida del hombre, es decir, que el hombre es hecho a imagen y semejanza del Cosmos, de su propio Creador. Sabiendo esto ya tenemos al menos en nuestras manos cuál es el arquetipo de la propia humanidad, ¿qué es lo que realmente busca el hombre?, la satisfacción de sus placeres, el explayarse o la esclavitud de los sentidos, el poder opresivo de la mente. La decisión está siempre en nuestras manos.

InterlocutorA.—¿Cómo se puede interpretar de una forma positiva el que se nos diga que tenemos que ser especialmente agresivos cuando precisamente las personas no tienen buenas relaciones por causa de la agresividad?

VICENTE.—La palabra está mal traducida. La agresión, la agresividad..., “agresividad” es una palabra que se ha puesto de moda en el comercio, ustedes saben que ponen anuncios: “Necesitamos un representante agresivo”, ¿no sería mejor un representante dinámico?, no, agresivo porque la base está en la propia sociedad, y por los costados, de la herida del cuerpo de la humanidad sale esta agresividad constante, sale sangre, pus y agresividad constantemente. Pues bien, hay que eliminar la agresividad, eliminarla completamente, incluso del léxico comercial, del léxico espiritual. Existe un punto de dinamismo creador espiritual, no de agresividad. Es esto lo que debemos tratar de comprender, que si una persona nos dice que hay que ser agresivo espiritualmente está mal traducido y mal interpretado, mal dicho y todo lo mal que se puede decir de la palabra que está ahí. El dinamismo de la acción es realmente lo que necesita el ser humano, no ahora, en todos los tiempos, dense cuenta que estamos proyectando un futuro a largo plazo, un futuro del cual seguramente no nos vamos a beneficiar y, sin embargo, trabajamos, trabajamos para nuestros hijos, para nuestros nietos, para los que vendrán después de nuestros nietos, aquí y ahora, es decir, que hemos encontrado la máquina de la vida, o el barco de la evolución o del destino humano siguiendo un curso hacia ciertas fronteras desconocidas, nos damos cuenta de que a través del discernimiento que aquella ruta no es la necesaria, no es la que necesitamos, que deben ser respiraciones de nuestra Alma, y entonces en grupo o individualmente estamos tratando de desviar esta nave y enfocarla o enfilarla hacia terrenos de justicia, hacia metas reconocidas de igualdad y de fraternidad, que no son palabras solamente de la Constitución de la 1ª Revolución en Francia sino que están grabadas en la Logia de los Maestros: “Paz, Igualdad y Fraternidad”, procedentes a aquel que dice: “Hombre conócete a ti mismo”. Por lo tanto, la Revolución Francesa trató intelectualmente de absorber el significado y todavía es un significado que no se ha resuelto, porque en Francia y en todas partes del mundo no hay ni fraternidad ni igualdad ni justicia ni nada que se le parezca. Vemos hombres buenos, hombres inteligentes, hombres equilibrados, pero la sociedad como nación tiene muchos fallos.

Hay mucho trabajo que hacer, es mucha la mies y son pocos los obreros, y nosotros somos los obreros, a ver qué hacemos.

Quizá ya hagamos un poco de silencio.

 

—————————

Conferencia Vicente Beltrán Anglada
Barcelona
14 julio 1979

Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias
7 abril 2009

Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
8 diciembre 2009

—————————

Anterior | Hogar