Conferencia
Vicente Beltrán Anglada

[edición en curso]

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La verdad ha de presentarse de tal manera, que convenza sin atar y que atraiga aun sin convencer. Esto sólo puede realizarlo el lenguaje del corazón.

[VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49]

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Conversaciones Esotéricas

SNE

Geometría Esotérica 2.a Parte

Barcelona, 10 de Noviembre de 1979

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Barcelona, 10 Noviembre 1979.— Conversaciones Esotéricas: Geometría Esotérica. (II) La Ley de la Perspectiva Cósmica: a) La Posición Geométrica del planeta Tierra en relación con el Cosmos; b) La Inclinación del Eje de la Tierra con respecto a la Eclíptica; c) El Desarrollo de los Centros Etéricos del Hombre y los Sentidos de Percepción Internos.


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Aquellos de entre Uds. que estuvieron aquí el pasado mes, tuvieron oportunidad de contemplar el aspecto esotérico de la vida partiendo de leyes conocidas; la geometría, por ejemplo, que al pasar de lo meramente científico a lo simbólico, pasaba asimismo a ser esotérico. Contemplamos la figura de la espiral y dijimos que, cuando parte la fuerza convergiendo hacia el centro pero partiendo de la superficie, se convierte en la ley de gravedad, o en la fuerza de la gravedad; pero si la fuerza parte del centro hacia la superficie, es la fuerza de expansión cíclica o la ley de traslación, la ley del movimiento hacia un centro mayor en donde el astro tiene depositada su atención.

Aplicada la idea al ser humano, dijimos que la ley de gravedad daba el sentido egoísta de la vida; cuanta más gravedad, cuanto más peso, cuantos más deseos, cuantos más pensamientos, mayor karma. Por el contrario, partiendo del punto de vista de la expansión cíclica, si se convierte en altruismo aquella fuerza que surgiendo del centro del corazón se expande hacia las más alejadas galaxias, este movimiento de gravedad o fuerza centrípeta y la fuerza de expansión cíclica que llamamos el altruismo creador tienen su base en la voluntad de Dios. La nebulosa es el centro de la voluntad de Dios incorporando energía para crear un universo, es la fuerza engendrada desde el centro hacia un punto equis del espacio, que se convierte, por decirlo de alguna manera, en el habitáculo de éste Dios creador. Así, por acumulación de masa etérica —y aquí hay mucho que hablar esotéricamente—, se va constituyendo la nebulosa creando esta forma espiral, pero, si la contemplamos en una proyección vertical se nos convierte en un cono de proyección magnético que va, o bien desde la superficie hasta el centro o bien del centro hasta la superficie, y lo mismo que reza para un sistema solar —aplicando siempre las leyes de la analogía—, puede aplicarse al planeta Tierra y puede aplicarse al ser humano.

Bien mirado, si cuanto decimos aquí, siguiendo el motivo íntimo de nuestras conversaciones, no tuviese su aplicación psicológica, creo que perderíamos el tiempo. Hablamos de geometría en un sentido esotérico, y al mover la geometría movemos la astrología, movemos las matemáticas y, repito algo sobre lo cual llamo la atención de todos Uds., y es que al hombre del futuro, el verdadero investigador esotérico, tendrá que ser un matemático, un gran psicólogo, un gran geómetra y un gran astrónomo, al menos desde el punto de vista del conocimiento creador, y al menos también, que parte de los conocimientos puedan ser convenientemente aplicados a la acción, de no ser así el conocimiento de poca cosa nos sirve.

Bien, hoy vamos a hablar sobre la gran Ley de la Perspectiva Cósmica, y vamos a dividir esta amplísima temática en tres puntos principales como pueden ser: la posición geométrica del planeta Tierra en relación con el cosmos, la inclinación del eje de la Tierra con respecto a la Eclíptica, es decir, el movimiento alrededor del Sol, y también sobre el desarrollo de los centros etéricos de la persona y los sentidos de percepción etérica.

La Tierra ocupa en el cosmos una posición convenientemente aplicada según el grado de evolución de los seres humanos, es decir, es un punto geométrico dentro de un conjunto geométrico, y sobre este planeta Tierra inciden las fuerzas de todos los astros; pero, si analizamos una estrella del firmamento veremos que todo son líneas geométricas enlazando los astros entre sí y convergiendo después en nuestros sentidos de percepción. De la misma manera que la ley de la gravedad, la ley del peso o la ley de la sustancia, creaba las bases del karma planetario, y, naturalmente, las bases del karma humano, así también, la forma geométrica que adoptan las constelaciones o demás cuerpos celestes contemplados desde la Tierra, también tienen su importancia y también crean karma. Un astro está situado en el espacio exactamente donde debe de estar para cumplir determinado objetivo cósmico, de la misma manera que el centro etérico dentro del individuo está convenientemente aplicado en su posición por la misión o cometido que debe desempeñar dentro del organismo humano. Hay que aplicar esotéricamente y, en forma constante, la ley hermética de la analogía, porque todo es igual arriba que abajo y todo es igual abajo que arriba, esta es la gran ley esotérica. Cualquier cosa, por insignificante que sea, considerada desde el ángulo esotérico y aplicando las leyes de analogía hermética, nos lleva directamente al cosmos, no puede ser de otra manera, y ustedes saben que la ley esotérica es aquella que abarca el conjunto cósmico y lo hace converger en el corazón del hombre. Hay también el camino místico, que va desde el centro del corazón buscando el cosmos, significa esto, que en todas las personas para ser perfectas, debe existir un perfecto equilibrio entre los pensamientos y las emociones, el pensamiento está localizado en el centro Ajna, y el sentimiento en el Cardíaco, dense cuenta de la posición geométrica de ambos centros, y no perdamos de vista que Júpiter es el centro místico del sistema planetario, siendo el Padre el Sol, podíamos decir que es el hermano mayor, en el corazón, el hermano mayor siempre es éste punto infinito que llamamos "la Joya en el Loto", y dentro del organismo entero el corazón es el centro de síntesis, el centro situado entre los centros superiores, los tres centros superiores y los tres centros inferiores. De ahí la clave mística de la analogía y la estrella de seis puntas, de la cual el corazón siempre es el centro, y si nos referimos al planeta, es el Señor del Mundo, Sanat Kumara en Shamballa, y si es con referencia al Logos Solar es en aquél centro místico que llamamos el Corazón del Sol. Pero, de todas maneras, interesa que la atención vaya circunscribiéndose constantemente por las zonas cósmicas para evitar el peligro del estacionamiento, habida cuenta la tendencia que tiene el ser humano de cristalizar en sus actitudes, en sus pensamientos y en sus deseos. Un hombre de costumbres, un hombre de hábitos, no alcanzará nunca la liberación, solamente el hombre que se mueve constantemente, que todo lo observa, que todo lo discrimina, que no afirma ni niega, pero que está presente en todo cuanto ocurre dentro y fuera de si mismo, es aquel que alcanza la liberación.

De la misma manera que hay el karma planetario, considerando el planeta como un punto geométrico sobre el cual inciden todas las fuerzas cósmicas, podíamos decir lo mismo con respecto a los continentes, a las naciones, a los pueblos, e incluso a los individuos que viven, se mueven, y tienen el ser en nuestro planeta, porque no es en vano que unas naciones por la posición que ocupan en el planeta son privilegiadas desde el punto de vista económico en relación con otras naciones que por su posición física o geométrica están carentes de lo más necesario. Comparemos, por ejemplo, un ciudadano que viva en una nación civilizada de occidente con un esquimal de la Laponia donde las condiciones de vida son durísimas, y nos daremos cuenta de lo que significa karma desde un punto de vista geométrico, y por qué hay naciones en donde existen minas de oro o de diamantes excitando la codicia de otros pueblos y hay también otros pueblos sin apenas recursos naturales y que tienen que vivir de la caridad de las demás naciones, si es que existe la caridad en el corazón de las demás naciones, entonces, aquello que parecía una simple ecuación de geometría, se convierte por obra y gracia de la ley de la analogía en un problema psicológico humano muy profundo, y el por qué unas naciones tienen mucho y otras tan poco, el por qué unas naciones están relacionadas entre si y otras están separadas creando bloques o fronteras dentro del planeta, creando separatividad y divisiones en todos los campos, de la política, de la economía, de la religión o de la cultura.

Esto es para que nos demos cuenta de que no basta hablar en un sentido geométrico, viendo esas ilustraciones podemos decir que vamos a hablar de la astronomía conocida o de ese movimiento de inclinación de los rayos del Sol sobre la Tierra. Pero, esotéricamente vamos mucho más lejos; bien es verdad que la inclinación del eje de la Tierra tiene una importancia capital, porque en todo hay que buscar la analogía y aquí verán ya un motivo kármico del hecho de que un planeta sagrado, de acuerdo con los móviles supremos del Creador, puede tener el eje perpendicular de la Eclíptica o que el planeta que busca la liberación esté inclinado con respecto a la Eclíptica, siempre en relación con el Sol, lo cual hace que las naciones que están situadas muy arriba tocando los polos sean zonas pobres, que las zonas medianas suelen ser ricas y que las zonas ecuatoriales suelen ser también pobres en cierta manera, porque los extremos siempre separan a la humanidad, y aquí tenemos la ley del péndulo, que el hombre vaga de un extremo a otro siguiendo esta ley de la polaridad, buscando satisfacciones, deseos, esperanzas o temores, y cuando avanza unos grados hacia la izquierda, automáticamente tiene que retroceder y dar otros tantos hacia la derecha, y así, con ese vaivén psicológico aplicado al corazón humano, se suceden las vidas de los hombres, la rueda de Samsâra, la de las muertes y nacimientos engendradoras del karma, está siempre de un lado a otro de la polaridad, ora es blanco, ora es negro, ora busca el bien y ora se siente arrastrada hacia el mal, y así hasta que llega a un punto en el que el hombre siguiendo la misteriosa ley espiritual se sitúa en el centro y aplica la ley búdica de ver las cosas desde el centro, éste difícil centro, más fino, más agudo que la más afilada navaja; en el filo de la navaja siempre se encuentra el eje de atracción de síntesis, es decir, la vida liberada. Pero, existen esos campos magnéticos de atracción hasta que, merced al desgaste, el hombre pesa menos y al pesar menos tiene menos karma, y en el drama de la ascensión es cuando ya no pesa absolutamente nada y se convierte en un Maestro de Compasión y de Sabiduría. Esto lo sabemos porque lo hemos leído en los libros esotéricos y quizá lo sepamos también por cierta lógica natural. Ahora bien, la inclinación del eje de la Tierra en relación con la Eclíptica, y creo que Marte está también inclinado muy parecidamente a la Tierra, lo cual puede significar desde el ángulo esotérico que su evolución dista muy poco de la nuestra, un poco más, un poco menos, esto no vamos a discutirlo, pero es el grado de inclinación, y en los tratados místicos se hace una sutil referencia a esta rectitud de vida, a esta perpendicularidad de acuerdo a la horizontalidad de nuestra eclíptica natural, en el sentido de enderezar los caminos del Señor, que hemos leído en el Evangelio o quizás en la Biblia, no sé exactamente donde pero existe, porque realmente cuando se trata de enderezar los caminos del Señor ¿a quién se refiere exactamente o místicamente el comentario? En la sagrada Logia de los Maestros de Compasión y de Sabiduría, hay una lámina viviente que le es mostrada al discípulo en cierto estado de evolución, en la cual se ve a Hércules, el discípulo iniciado, el que venció todas las pruebas de la vida, apoyando un hombro al eje de la Tierra para enderezarla, según se nos dice el sentido místico de enderezar los caminos del Señor es enderezar el eje de la Tierra para que constituya una perfecta perpendicular sobre la horizontalidad o el camino de la Eclíptica. Aparentemente son palabras, pero, ¿hay algún significado del por qué la Tierra está inclinada con respecto al Sol?

El sentido de perfección lo vemos claramente determinado en la ascensión de Kundalini en el ser humano, Kundalini asciende solamente cuando el individuo anda ya verticalmente sobre la horizontalidad del suelo, muy diferentemente de los animales, y esto lo hemos discutido muchas veces, en que es la línea horizontal, y el animal tiene la columna vertebral paralela y Kundalini tiene que circular forzosamente siguiendo una línea de proyección que se escapa por completo de la visualidad esotérica o el camino espiritual, es instintivo, el cerebro está localizado en el plexo solar y tiene que ascender hasta que pueda ver como los seres humanos, entonces tiene que haber una línea de proyección que va de la horizontalidad, de los cero grados hasta alcanzar los noventa grados, y este recorrido horizontal del animal hasta la vertical del hombre ha exigido millones y millones de años de evolución, millones de años de sufrimiento, y todos procedemos de aquí. Ahora tenemos la columna vertebral derecha, hemos desarrollado cuatro pétalos del fuego de Kundalini, el reino vegetal ha evolucionado tres pétalos, el mineral solamente uno, y toda evolución está marcada por el número de pétalos por donde pueda ascender el fuego de Kundalini, y Uds. saben que el centro Muladhâra tiene cuatro pétalos y al mismo tiempo constituye una cruz, es la Cruz del Karma, todo esto en relación con el hombre, pero Uds. se preguntarán: ¿qué relación tiene el hombre con la inclinación del planeta Tierra? Bien, si el hombre endereza los caminos del Señor, si la conducta del hombre es correcta, fíjense bien en las palabras que de una manera casi inconsciente formulamos, rectitud de conducta, rectitud de juicio, rectitud de intenciones, ¿qué puede significar?, pues que estamos torcidos como el eje de la Tierra, entonces, lo que hay que buscar no solamente es que la columna vertebral esté constituyendo una vertical sobre la horizontalidad del suelo sino también que la conducta sea tan recta como para influir en el eje de la Tierra. Podemos hacerlo. ¿Qué es un hombre justo? ¿Qué es un hombre recto? Es aquél que incesantemente está apoyándose haciendo un esfuerzo tremendo para enderezar su propia conducta, porque al enderezar su conducta está enderezando los caminos del Señor, ¿y qué son los caminos del Señor?, yo diría que es el eje de la Tierra. Si el eje de la Tierra está en el centro girando hacia arriba, buscando un centro de proyección mayor, podemos decir que la línea que va desde el centro a la superficie buscando la Osa Menor, a la estrella Polar, donde hace sus pesquisas el Señor del Mundo, podemos decir que es la columna vertebral de Sanat Kumara y que el centro Sahasrâra o Coronario está en los polos. ¿Por qué se nos habla de la mente fría? No del hombre calculador sino del hombre sereno. Hay siempre un punto de analogía a considerar cuando vemos imágenes aparentemente sin sentido, las personas que viven en el ecuador no piensan de manera igual que los hombres que viven hacia el norte, esto es el karma, y que en las familias se presta una atención especial a las figuras geométricas, y en la mesa cada cual ocupa su lugar, dense cuenta de ese detalle, no de sientan hoy aquí y mañana allí, cada cual se sienta en un lugar determinado en la casa, en la mesa, eso es muy sencillo y lo podemos averiguar, y ¿por qué tenemos siempre la intención o la costumbre, por decirlo así, de pasar por calles siempre muy parecidas o casi por las mismas, no para acortar camino sino porque hay una atracción mayor por aquellas calles? ¿Se han detenido a pensar por qué eligen las calles, eligen el sitio o eligen sus amistades? Si lo analizan desde un ángulo geométrico verán una figura muy bien marcada. La posición que ocupa un alto jefe en una empresa no es la misma que la de un operario, es jerarquía, ¿verdad?, una jerarquía convencional, una jerarquía, digamos, social. Pero, lo mismo rige para la Jerarquía Espiritual y no es en vano que el Señor del Mundo esté situado en conciencia en el Centro Místico de Shamballa, en la Isla Blanca, en el desierto de Gobi, porque allí está el centro del corazón místico del planeta, y naturalmente, hay una línea que tiene que unir un triángulo, que tiene que unir el centro de la Tierra con el eje Polar y con el Centro Místico de Shamballa, constituyendo así un centro que eventualmente traerá el levantamiento del eje de la Tierra, pero que ahora es una línea oblicua y pasará a ser una recta perfecta o una perpendicular perfecta sobre la Eclíptica. Dense cuenta, siguiendo siempre la forma que tiene la Eclíptica alrededor del Sol, la importancia que tiene, porque las estaciones, desde un punto de vista esotérico son kármicas también, el que tengamos que pasar por las cuatro estaciones del año, que después de un cálido verano venga un crudo invierno, y después existan los equilibrios, digamos, los equinoccios, que van buscando lo contrario, están buscando la compensación. Pero llega el momento en que todo el proceso se simplifica, porque en el momento en que el hombre sea perfecto, y al decir, el hombre, me refiero a la humanidad, automáticamente se verificará un misterio esotérico sobre la vida del Señor del Mundo, y entonces, se levantará sobre estos 23 grados 28 minutos de inclinación del ecuador sobre la Eclíptica, para constituir un ángulo perfecto de noventa grados y, entonces, los rayos del Sol incidirán directamente de una manera progresiva, paulatina y armónica sobre el planeta Tierra, automáticamente habrá una igualdad de circunstancias pues no hay que ver solamente el aspecto geométrico o el aspecto geográfico, hay que ver el aspecto oculto, porque el aspecto oculto hace que la verticalidad, esta rectitud de vida y esta rectitud de conducta operando sobre el eje de la Tierra obligue a este ángulo perfecto. Y cuando hablamos del maya de los sentidos, del espejismo del mundo emocional o de las ilusiones mentales, no hacemos sino afirmar que la forma oblicua con que los rayos del Sol inciden sobre la Tierra no afectan solamente a las estaciones, estando estas relacionadas con la edades del hombre, hay una primavera, un verano, un otoño y un invierno, es kármico también, porque va del nacimiento, pasa por la juventud y se llega a la vejez, a la decrepitud, a la enfermedad y a la muerte, lo cual es kármico, sino que la incidencia o la refracción de los ángulos de visión con que es contemplado el cosmos desde la Tierra debido a este ángulo de inclinación, hace que los juicios no sean rectos, que las emociones sean violentas y separativas, y que el hombre sea un depósito de defectos y no un arsenal de virtudes.

Naturalmente, se dice que la raza de los hombres o la humanidad forma parte de la voluntad de Dios y es verdad. Yo creo que Dios cuando creó el ser humano sabía a lo que se exponía, sabia que iba a crear durante inmensos períodos de tiempo una refracción de su vida sobre aquel ser, porque aquel ser al tener autoconciencia se creería un Dios, y continuaría de esta manera actuando en forma oblicua pese a las buenas intenciones del Señor y, lo que llamamos ahora sociedad humana, está reflejando ésta oblicuidad de los rayos del Sol. La forma como vemos las ideas deformadas al pasar por nuestra conciencia, la manera cómo lamentablemente nos equivocamos en todos los momentos, la manera cómo empleamos nuestras energías siguiendo el impulso de deseos frenéticos, éste frenesí constante de ser y de vivir en un pedestal por encima de los demás, y esto en potencia lo tenemos todos.

Es decir, enderezar los caminos del Señor implica, primero, que hay que desvanecer hasta un cierto punto el maya de los sentidos, con lo cual nos libraremos de los impedimentos de la oblicuidad de los rayos del Sol sobre la Tierra. Mediante ciertos entrenamientos hay yoghis que mantienen siempre la misma temperatura, esto significa que en el ecuador tendrán un grado de estabilidad pese al calor, y en las zonas glaciales estarán también con la misma temperatura, han desarrollado hasta cierto punto el centro Sahasrâra, y se ha creado también, en cierta manera y hasta cierto punto, aquel triángulo al cual hicimos antes referencia, que unificaba el centro Ajna, el centro Cardíaco y el centro Coronario. ¿Cuántos habrá de entre nosotros que seamos capaces de enderezar nuestra conducta?, no por el hecho de ser mejores ciudadanos que otros o para que nos contemplen los demás señalándonos como seres excepcionales, sino el trabajo humilde de enderezar día tras día nuestra visión hasta liberarla de los rayos oblicuos. Es una manera de liberarnos de la ilusión mental, porque nuestras percepciones vienen refractadas al pasar por el mundo emocional, de la misma manera que se refracta cualquier objeto dentro de un vaso de agua y Uds. contemplan la luz, y aquí hay un misterio también, porque existe la refracción, este misterio en el cual se ve deformado un objeto con solo meterlo dentro de un vaso de agua, es la deformación emocional cuando la oblicuidad de los rayos solares inciden también en forma pránica en el mundo astral, y en éste mundo astral —que es el del espejismo—, existe también esta corriente infinita de vida que nos obliga a enderezar nuestros deseos, nuestros sentimientos y nuestras emociones, es decir, que no se trata de aprender algo que todos sabemos en forma geométrica o en forma científica, sino que hay que saber aplicar todas las leyes conocidas a nuestra vida psicológica. De no ser así, estoy firmemente convencido que la sociedad no puede cambiar, una sociedad como la nuestra en donde existe el fenómeno del péndulo, hacia aquí, hacia allá, y en donde el hombre no tiene el suficiente criterio todavía —me incluyo yo también—, para situarse en el centro y enderezar definitivamente su conducta en su vida psicológica… Hay más todavía.

Cuando vemos en forma clarividente un centro etérico, si lo contemplamos en su proyección horizontal vemos un disco, pero si lo contemplamos en su proyección vertical vemos una línea recta, es decir, que un centro etérico, desde el Muladhâra hasta el Sahasrâra, pasando por el Anâhata del corazón, son como fuerzas, no son cosas, son energías, actuando en esta forma como creó el Señor del Universo, y cuando la persona está enderezando su propio camino, sin darse cuenta, está enderezando los ejes de los centros etéricos que están también inclinados, siguiendo, como es de ley, la analogía solar. Por ejemplo, el centro del corazón debería estar inclinado con respecto de la Eclíptica de todos sus movimientos hacia el planeta Júpiter, el planeta sagrado místicamente unido al Señor Solar y al corazón de los seres humanos; no es en vano que el Sol se mueva en el centro de las doce constelaciones del zodíaco, no es en vano que el centro del corazón tenga doce pétalos y no es en vano tampoco que Júpiter tenga doce satélites, ¿se han dado cuenta de la importancia de que cada constelación pasando por un satélite de Júpiter desarrolla un pétalo del corazón humano? El yoga solamente se limita a estudiar ejercicios, pero creo que no se ha enseñado la virtualidad esotérica de cada uno de los centros etéricos, de los chakras, porque al hombre le interesa más los resultados evidentes y las cosas grandiosas, con grandes perspectivas, que no el trabajo humilde del conocimiento que obliga al ser humano a ver las cosas desde el corazón hacia afuera y no desde la periferia hasta el centro. Hemos dicho anteriormente, que hay una fuerza mística de expansión cíclica o de altruismo creador que es, en definitiva, el que va a crear ésta perpendicular perfecta sobre la Eclíptica de cualquier movimiento de los centros, y esto puede ser contemplado no solo gráficamente sino viviendo atentos a los latidos del corazón, pero esto vendrá tras el desarrollo de ciertas facultades internas y también por el ejercicio de facultades ocultas de los sentidos internos que todavía no están desarrollados, que contemplarán, como los antiguos sacerdotes druidas iniciados, que el hombre es el centro del universo y no en el sentido de superioridad, sino en el sentido de que sobre él se retrata el cosmos, y que cada uno de sus órganos, cada uno de sus átomos constituyentes están relacionados con un mundo o con un sistema de mundos o de galaxias.

Para el hombre esotérico no pueden haber medianías, tiene que lanzarse a la conquista del cosmos, no puede quedar circunscrito en el lugar donde ha nacido y siguiendo siempre las mismas costumbres, debe moverse en conciencia, no digo que deba abandonar, debe enderezar su propio camino. Una cosa vista igual con la perspectiva subjetiva es siempre nueva, una cosa o un suceso externo contemplado en forma objetiva siempre es una rutina, y el hombre perfecto debe escapar de las rutinas, y si anhelamos la perfección, los hábitos contraídos deberán ser dejados a un lado y establecer nuevas normas de conducta. Y es así, cambiando ostensiblemente que la sociedad cambiará fundamentalmente, se convertirá en un paraíso, y tal y como esotéricamente se nos dice, entonces, la Jerarquía descenderá a la Tierra, llevando ya de aquel momento hacia adelante las riendas del gobierno del mundo en los aspectos esotérico y exotérico. Lo oculto y lo profano, lo concreto y lo abstracto son la misma cosa, son parte de la misma realidad, como el fuego, la luz, el aire y la tierra.

Entonces, como siempre, estamos enfrentando un gran desafío. Hoy, hemos presentado, buscando la rectitud del hombre, porque la rectitud del hombre con el tiempo, pasados los Manvántaras que sean precisos para la verticalidad del eje de la Tierra con respecto al Sol, teniendo en cuenta que el Sol en su conjunto, como astro, como cuerpo, como vida, como entidad psicológica, no puede evolucionar hacia el Centro Mayor, hacia el cual tiene que tender sus miradas y sus intenciones, en tanto que los planetas que constituyen su sistema solar no enderecen sus ejes. Y esta es la enseñanza, porque nosotros somos como pequeños planetas dentro del sistema planetario que es el mundo. En la medida que enderecemos los caminos en nuestro corazón, así de la misma manera se enderezará el eje de la Tierra y hará posible que nuestro planeta se convierta en un planeta sagrado. Tal es la ley. Y ahora espero sus preguntas.

Interlocutor.— Parece ser que hay un hecho geológico, comentado últimamente por la ciencia, de que la Tierra ha intentado varias veces enderezar su eje y, claro, esto ha producido un cambio en los continentes y los océanos, por lo tanto, ¿se podría incluso afirmar desde el punto de vista esotérico que la Tierra está en pleno dinamismo para intentar encontrar su sitio y que éste intento se ve plasmado en la actual situación de los océanos y de los continentes?

Vicente.— Sí, exacto. Es una aseveración científica de lo mismo que esotéricamente acabamos de decir. Efectivamente, la Tierra, como cuerpo organizado y, en un aspecto esotérico, con un centro etérico dentro del Corazón Solar o dentro del Logos Solar, está evolucionando; por ejemplo, según se nos dice esotéricamente, hace unos diecinueve millones de años, se produjo un hecho aquí en la Tierra que precisamente tuvo grandes repercusiones porque permitió enderezar el eje, que estaba a 30 grados en relación con la Eclíptica y pasó a tener 23 grados, 27 minutos y 900 décimas, casi 28 minutos; se trata de cuando el reino humano o una gran cantidad de unidades provenientes del reino animal pasaron a convertirse en seres humanos, porque, entonces, según se nos dice, desde la gran estrella Sirio se tendió una mano, una recta geométrica que alcanzó al reino humano y creó allí la mente incipiente que ahora conocemos, pasando a una relación entre la estrella Sirio de la Constelación del Can y el 5º Plano Cósmico de la Mente, ya no la Mente del Creador de este Universo de 2º Rayo, sino la Mente de aquél trascendente Ser del cual nada puede decirse, que utiliza el entero sistema solar, el que constituye nuestra morada, como cuerpo físico de expresión. Dense cuenta, entonces, de que hay todavía seis universos más aparte del nuestro, constituyendo parte de ésta vida, y nosotros en relación con ésta grandiosidad somos pequeñísimos átomos sin posibilidad alguna aparente de poder conquistar éstas esferas trascendentes, pero hay algo, aparentemente, que unifica a todos los esquemas, que unifica a todos los rayos de proyección cósmica, que unifica todas las vidas, y éste es el Amor Universal, el único sistema de relación existente, al menos desde el ángulo de vista de nuestro sistema solar, teniendo en cuenta, y vamos a hacer énfasis en éste punto, que dentro del cosmos absoluto pueden existir sistemas solares en donde el aspecto Amor conocido en la Tierra sea desconocido, y desde el ángulo de evolución, que esté en una Séptima Ronda o en una Séptima Cadena, ¿por qué?, porque cuando hablamos de amor no nos referimos exactamente al Amor, sino a un afecto que podemos sentir hacia algo o hacia alguien, luego el amor conocido es de un sistema emocional de actitudes, y el amor tal como lo conocemos, repito, se convierte en un toma y daca entre unos y otros, sin participación del verdadero Amor, pero, aún en el caso en que se llegase a ese extremo, de que todos fuésemos fraternales, lo cual automáticamente inclinaría el eje de la Tierra, nos encontraríamos quizás con la paradoja de que hay algún sistema solar regido por la fuerza omnipotente del 1º Rayo en el cual la sensibilidad fuese muy diferente. No es, por ejemplo, la sensibilidad del plexo solar, que es lo que llamamos amor, o la sensibilidad del corazón que nos conecta con el plano búdico, y hay que estar muy atentos, como cuando hablamos del Bakti-yoga como ciencia de unión con el corazón, con lo cual se sobreentiende que el Bakti-yoga no parte del corazón sino que parte del plexo solar buscando el corazón, pero, cuando hablamos de enderezar los caminos del Señor, se arrancan las actitudes del corazón buscando el centro de la cabeza, lo cual significa que el Amor no tiene menor significado. La justicia, por ejemplo, es un aspecto del Amor Universal y, no obstante, para algunos quema, como quema la verdad a algunas mentes, si se dice la verdad se quema todo cuanto existe de falso a nuestro alrededor, y al quemar esto nos hacemos enemigos de algunas personas, y no obstante, el discípulo debe decir la verdad y debe sufrir por esta verdad, y a través del tiempo los discípulos se han sacrificado por la verdad, porque no podía ser de otra forma.

Interlocutor.— Es muy interesante la explicación que nos has dado referente a los reflejos del Sol, y claro, al estar el eje así, pues no podemos recibirlos directamente y es cuando fallamos, entonces, ¿cuando se pueda enderezar este eje, ya no será el reflejo del Sol sino que será más directo?

Vicente.— Sí. Bueno, pero empezaremos por recibir más directamente los rayos del Sol. Los rayos del Sol nos vienen oblicuamente en un sentido inversamente proporcional desde el ecuador a los polos, cuanto más se separa del ecuador más oblicuos son los rayos, por lo tanto, en los polos no hay vida, la vegetación es más exuberante en los países tropicales donde el ecuador está en el centro, donde reciben los rayos del Sol con menos ángulo de inclinación, pero, si esto afectase solamente el planeta físico no pasaría nada, porque la actitud del hombre como parte de la Voluntad de Dios influye sobre todo. Annie Besant decía: "Cuando el ser humano cumpla con su misión la Naturaleza entera cumplirá con la suya", y ¿a qué llamamos naturaleza?, los reinos y todo cuanto nos rodea, porque la naturaleza lo engloba todo y llegamos aquí al principio místico del conocimiento esotérico, que dice que el hombre es el centro de la creación en nuestro planeta, debido a que está por encima de tres reinos, el mineral, vegetal y animal, y tiene que conquistar otros tres reinos para hacer el Septenario perfecto.

Así, tiene una importancia extraordinaria desde el ángulo de vista de las potencias que envían a nuestro planeta, de que el hombre cumpla con su deber, de que enderece su camino, porque al enderezar su camino pasa automáticamente al 5º Reino, entonces, los cuatro pétalos, a través de los que se propaga por la columna vertebral el Fuego de Kundalini, abarca otras zonas de expansión cíclica, alcanzará el Fuego Solar, el que brota del Corazón de Dios y, más adelante, cuando se haya convertido en un Maestro de Compasión y de Sabiduría, en un Adepto de la Buena Ley, cuando tenga siete pétalos desarrollados, se pondrá en contacto con el fuego de Fohat, que es el fuego eléctrico o el fuego Cósmico, convirtiéndose en un Dios viviente con capacidades para crear, él creará su mundo, sus planetas, y entonces aquellos planetas tendrán que ajustarse a su Voluntad, tal y como los átomos de nuestro cuerpo deberían ajustarse a nuestra potencialidad interna y no lo hacen, porque no tenemos control sobre nuestro cuerpo celular, porque si tuviésemos un dominio celular, automáticamente desaparecerían de la faz de la Tierra toda clase de enfermedades, no existiría ni la vejez ni la enfermedad, y la muerte tendría otro carácter, sería un cambio voluntario de cuerpo, de la misma manera que Uds. se cambian de vestido para asistir a algo más importante, y el vestido siempre es más importante de acuerdo con la importancia de la reunión.

¿Se dan cuenta?, todo está inscrito dentro de ésta ley que estamos programando, que no es una ley sino un principio que todos sabemos pero que no siempre acatamos. Es decir, que el hombre sabe, pero del saber o del conocer al realizar hay un abismo, y el camino que va desde el conocimiento a su realización se llama técnicamente evolución, y cuando esta evolución es superior en el individuo tenemos la creación del puente de arco iris, del Antakarana, que es recto también, es el que va desde la mente inferior del hombre hasta la mente superior sin distorsión alguna, porque entonces ha vencido la ley de refracción de los rayos solares incidiendo sobre el planeta y sobre si mismo. Y cuantos más hombres existan dentro de ésta programática social que sean correctos en sus actitudes y, a su manera, estén enderezando los caminos del Señor, la Tierra irá adoptando la actitud correcta que le corresponde como un centro dentro del Logos Solar. Es un canto a la Responsabilidad y un canto a la Justicia, y también un canto al Amor, porque todos tenemos carencia de amor en el corazón, y todos estamos dispuestos a cambiar pero nunca lo hacemos; estamos marcando el compás del tiempo y exigimos un tributo a la vida sin aportar ningún merecimiento. Se trata, por lo tanto, de ser responsables en todos y cada uno de los momentos de la vida y cuando esto se haya realizado habremos enderezado nuestro camino y ayudado a enderezar un poco el eje de la Tierra sobre el plano de la Eclíptica, y, entonces, el Logos Planetario, si nos atenemos a la analogía cósmica, entrará dentro de los confines de la 5ª Iniciación Cósmica, cuando todos los hombres alcancen, o una gran mayoría de ellos, la verticalidad, se eleven sobre el suelo a noventa grados, entonces se realizará un prodigio en la naturaleza, no podrá haber ninguna diferenciación desde el punto de vista humano o social, todos los hombres serán iguales ante Dios. Ahora nos separan las razas, las costumbres, los conocimientos, y el tipo de civilización y cultura que hemos desarrollado a través del tiempo, entonces, habrá una cultura para todos, la cultura de la divinidad. La civilización no se basará en las matanzas, en las masacres a las que conducen las guerras, sino que se basará en la justicia, del cual la Tierra será un instrumento precioso, pero, algo hay, cuando sientan paz en su corazón, en aquél momento el eje vertical de su vida interior está proyectándose hacia el Señor del Mundo. Cuando se sientan afligidos es que están creando un plano inclinado con respecto a la Eclíptica, y para qué hablarles más sobre éste punto, hay que ser responsables, solamente.

Leonor.— Cuando has hablado de que el corazón del ser humano debería inclinarse hacia Júpiter, pienso que es que actualmente está inclinado hacia Marte, ¿no es así?

Vicente.— No sé exactamente si está inclinado hacia Marte, la evidencia es que Marte si está inclinado, tal como dicen los astrónomos, a muy poca diferencia del ángulo de inclinación que posee la Tierra con respecto a su Eclíptica, podría ser posible, porque ambos mundos estuviesen a la par, porque están muy cerca el uno del otro, tratando de reorientar sus actitudes, y no pensar que los marcianos sean gente rara, seguramente que la humanidad marciana será muy parecida a la nuestra. Dense cuenta que la ciencia está discutiendo todavía si hay vida en el cosmos, desde el ángulo esotérico, desde el ángulo de la lógica más elemental, hay vida donde existe una forma, incluso la Luna, que es un planeta muerto y extinto, está bajo la vida de ciertas fuerzas elementarias que la están desintegrando, no se desintegra sola, hay un poder, una vida, pues entonces, si incluso en la desintegración hay vida ¿cómo no va a haber vida en estos mundos estelares, en comparación de los cuales ni el polvo más insano puede parecerse a nuestra pequeña Tierra?

Bien, yo creo que la forma de enderezar los caminos, la forma de que el corazón se incline más hacia Júpiter, porque naturalmente está declinado, cuando el hombre no ama es porque no ha desarrollado todavía los doce pétalos del corazón, puede que esté amando solamente a través de dos constelaciones y dos satélites de Júpiter, pero es que en el corazón humano deben incidir como en el corazón de Cristo, los doce apóstoles, fíjense bien, que son las doce constelaciones atravesando cada uno de los satélites de Júpiter y llegar finalmente a desarrollar los doce pétalos dentro del chakra Cardíaco, y a esto le llamo yo rectitud de conducta. Hay cosas evidentes, porque unas personas derivarán el centro de su corazón hacia Marte, otras hacia Mercurio y otras hacia Venus, quizá; pero se trata de que cada centro venga orientado hacia el Logos Planetario —dense cuenta—, que dirige un planeta sagrado o no dentro de nuestros sistemas de mundos, y la mejor de las enseñanzas es que vivamos atentamente, porque cuando estamos viviendo muy atentamente hay paz en el corazón, porque la mente prácticamente deja de funcionar, siendo la mente la que está buscando siempre el por qué de las cosas, y comparando, discriminando, discutiendo, tratando de afirmarse en alguna pequeña verdad, en tanto que el corazón siempre está dispuesto a darlo todo. Por esto digo, que cuando el centro del corazón y el centro de la mente estén perfectamente equilibrados nacerá en la Tierra una humanidad de hombres justos, porque entonces habrá una proyección cósmica en el corazón de cada ser humano.

Interlocutor.— Sobre los agujeros negros y, según han dicho respecto de los descubrimientos científicos sobre algunas estrellas, que de blancas se convierten en agujero negro, lo que viene a ser una concentración excesiva de materia, tan grande que produciría radiactividad negativa; y dicen que el Sol, con el tiempo explotará y se convertirá en agujero negro, y yo, espontáneamente, sin preparación científica, entiendo que hasta cierto punto puede ser un fallo del sistema y que igual que el sistema falla puede transgredirse, simplemente en llegar a convertir la materia en energía y entonces desaparecería y no quedaría ni agujero negro ni nada. ¿Tú crees que hay algo aprovechable en ésta idea?

Vicente.— Yo diría que totalmente, porque realmente el hombre de ciencia, por las características de sus investigaciones, debe ser muy concreto, pero hay asuntos cósmicos donde la mente debe dejarse a un lado y dejar de hacer averiguaciones, porque cuando se crea un sistema solar existe una acumulación de energía eléctrica, del tipo que sea, que se convierte a través de la nebulosa en un sistema solar, tal como lo conocemos actualmente, al finalizar el gran Manvántara o la vida de Brahma, o cien años de Brahma, cuando terminada su misión viene un proceso de muerte de aquél sistema solar, pero el sistema solar se descompone siempre dentro de unos campos limitados a la expansión que tuvo aquél Logos, de la misma manera que un cadáver siempre está circunscrito cuando se desintegra a la forma que tenía el cuerpo. ¿Me entienden lo que quiero decir? Entonces, no hay expansión malévola en el espacio, ahora bien, permítanme decirles, desde un ángulo de vista muy esotérico, que existe un mal cósmico, no sé hasta que punto puede tener relación el mal cósmico con los agujeros negros, pero el mal cósmico cuando se lo analiza desde el ángulo de vista de la analogía podemos decir que es karma, por lo tanto, ¿hasta qué punto los científicos tienen razón? Desde el ángulo esotérico ninguna, porque cuando se crea un ser humano, después del momento de la concepción, es éste movimiento, y cuando muere la persona, al desintegrarse crea el mismo movimiento al revés, pero él absorbe de la vida, para crecer, para expansionarse, para desarrollarse y después lo entrega todo a la naturaleza y no queda nada, es un toma y daca como decía anteriormente. Ahora bien, si la persona tiene ciertas ideas acerca de la reencarnación, de la muerte o del karma, distintos, puede disponer de sus ideas; pero dense cuenta que estos temas si no se tratan hoy día en una forma muy científica, apoyándose en la geometría y en las matemáticas, difícilmente los hombres de ciencia aceptarán éstas ideas, porque el hombre de ciencia por sus características tiene que acumular cosas y conocimientos en su cerebro, diferentemente del místico que es intuitivo y niega aparentemente la intelectualidad, sino que el científico, o la mente científica, y el corazón del místico deben unificarse dentro de la humanidad, pero esto solo es posible cuando el hombre dentro de la sociedad, en el ser humano inmerso dentro de la humanidad, enderece su conducta, no puede ser de otra manera, entonces, sin darse cuenta, dentro de su corazón se fusionarán las ideas con los sentimientos, tendrá, diciéndolo de una manera muy simbólica, a Buda en el corazón y a Cristo en la mente, lo cual significa que pensará con el corazón y sentirá con la mente.

¿Se dan cuenta? Aparentemente esto llevará muchos siglos tal como vemos a la humanidad, pero estoy seguro de que todos y cada uno de nosotros podemos empezar ésta tarea, todos podemos con conocimiento de causa, enderezar los caminos del Señor, de no ser así, no estaríamos aquí en estos momentos.

Interlocutor.— Parece ser que es un hecho real y cierto que, lo que has dicho antes, de que vendrá un momento en la Tierra cuando haya enderezado su eje, que no habrá ni enfermedad, ni muerte. Hay un gran iniciado que precisamente en sus visiones, se le llama el Águila, este hombre parece ser que vio el futuro, y dice que tuvo una visión donde en el centro, en el Séptimo Universo, vio muy claro y con palabras muy precisas dice que no habría ni enfermedad, ni muerte, y esto se refería a una realidad del futuro.

Vicente.— Bueno, pero démonos cuenta —puede ser verdad éste gran Águila que tenía visión suprema—, que en los Concilios de Shamballa, —permítanme que sea muy esotérico en este punto—, que en el Concilio Supremo de Shamballa, en donde solamente pueden ser admitidos los Maestros de la 5ª, 6ª y 7ª Iniciación, se discuten los problemas del mundo de una manera muy similar, aunque en un plano superior, a como en una empresa se discuten los asuntos que corresponden a la industria o lo que sea, pero, que yo sepa, nunca se dice: Vamos a hacer esto, sino que se preguntan: ¿Qué va a hacer el hombre? ¿Cómo va a reaccionar el hombre a estas energías? No es lo mismo ver una cosa que estar dentro de aquella cosa. Como digo, el hombre tiene una voluntad que le viene directamente del Señor del Mundo, y del Señor del Sistema Solar, su voluntad es la Suya, el poder de hacer y deshacer que corresponde a la voluntad es divino, ahora bien, cuando la voluntad del 4º Reino, que es la Humanidad, vaya en contra de los propósitos del Señor del Mundo, éste debe decir: “Bueno, tú mismo, yo no puedo hacer otra cosa que lo que tú hagas”. La Jerarquía no se entromete nunca en el karma de los hombres, no puede hacerlo, es una ley de la naturaleza, porque el hombre es parte de Dios y, atentar contra la voluntad del hombre, aún viendo que el hombre va equivocado, va contra los planes del Señor, y es el ser humano el que debe reconocer progresivamente lo que debe hacer y cómo debe comportarse, es la manera directa de decir que solamente el hombre puede decidir lo que debe hacer y cómo hacerlo, y vendrá el momento, cuando el ser humano esté saturado por completo de ésta realidad, dejará de vista éstas zonas prometedoras de conquistas espirituales, que son los llamados guías de la humanidad, y no me refiero a los guías invisibles de la Jerarquía, sino a los pseudo-guías que pretenden haber conquistado la verdad y la están mostrando al mundo, y están haciendo con ella una serie de atentados contra la ley de la originalidad del hombre. Siempre he dicho que el yoga es una verdad incuestionable, aún antes de Patanjali, antes de que el mundo existiese existía el yoga, no voy nunca contra el yoga, siempre estaré, no en contra porque no puedo estar en contra de nada, pero advirtiendo del peligro de los caminos estandarizados, de los yogas generales, porque cada hombre es su propio yoga, y esto lo dijo Cristo, no lo digo yo,“Yo Soy el Camino, Yo Soy la Verdad y Yo soy la Vida”, y todo lo que más adelante dice: “Vosotros sois lo mismo anteel Padre”; resulta que nosotros somos nuestra verdad, somos el camino que conduce a ésta verdad y somos la vida que nos vitaliza y dinamiza en el camino. Por lo tanto, todo cuanto existe puede ser medido siempre en términos de la más clara diafanidad, con tal de que apliquemos el principio hermético de analogía, y de que estemos atentos constantemente, pues la atención vista desde un ángulo esotérico, tiene la forma de un cono de luz y el centro está en el corazón, la mente está atenta porque el corazón quiere, si el hombre careciera de corazón no habría ideas en su mente, porque no olviden Uds. que estamos inmersos en un universo de 2º Rayo, en donde el Amor y el Corazón son lo más importantes.

Interlocutor.— Cuando el eje de la Tierra se haya enderezado, ¿qué pasará con el color y la forma?

Vicente.— Pues, que entonces cambiarán completamente los colores y las formas. Si de 30 grados que tenía el planeta Tierra de inclinación, según se nos dice esotéricamente, hemos pasado por obra y gracia de la evolución de los reinos a los 23 grados y 28 minutos de inclinación, cuando esté, y dándonos cuenta de que cuando el ser humano adquirió virtualmente la capacidad de pensar, sin olvidar a los demás reinos, por ejemplo, aquél hecho aparentemente sin importancia por cuanto se refería solamente al paso del reino animal al reino humano, trajo como consecuencia otros importantes acontecimientos, por ejemplo, en el reino mineral, algunos minerales se hicieron radiactivos y llegaron a su culminación lo que llamamos piedras preciosas, que eran totalmente desconocidas. El mundo vegetal se cubrió de verde, prados, campos y bosques; el verde, la clorofila que conocemos nosotros proviene de aquel tiempo, y si decimos que el reino vegetal es, desde el ángulo esotérico, el más evolucionado de la naturaleza por la exquisitez de sus formas geométricas, ¿qué será el reino humano cuando totalmente el eje de la Tierra haya alcanzado su cenit o su perpendicular perfecta? ¿Qué será de los reinos animal, vegetal y mineral, de los sonidos y de los colores? Seguramente que habrá una voz armoniosa para cada ser humano, el hombre podrá gritar para expresar un estado de ánimo porque las leyes de la evolución habrán construido una garganta, una laringe apropiada para los sonidos esféricos de la naturaleza. Los colores, ¿cómo vamos a describirlos?, si la persona que ha obtenido siquiera una perspectiva de los colores en el mundo astral o contemplado simplemente los chakras etéricos de una persona evolucionada, no hay comparación posible, pero será de una belleza extraordinaria más allá de nuestra imaginación, y la imaginación del hombre es portentosa; dándonos cuenta, y ahí está quizá uno de los grandes conocimientos esotéricos, y es que la imaginación no tiene nada que ver con la mente; la mente solamente idea pero no imagina, la fuerza de la imaginación está en el centro místico del corazón, la persona emite imaginaciones creativas cuánto más desarrollado esté su corazón, la mente se limita a señalar los derroteros a seguir, pero el corazón los ilumina, no olvidemos ésta cuestión. Es por tal motivo que al corazón habrá que asignársele cada vez más importancia, habrá que pensar con el corazón y habrá que sentir con la mente, ahí está el gran desafío para el discípulo de esta Nueva Era.

Interlocutor.— ¿Cómo sabemos cuando tenemos ya muertos los apegos?

Vicente.— Yo diría que cuando tenemos algo que queremos desechar, o queremos matar —es un término muy corriente—, hay que dejar de darle alimento. Cuando se alimenta una pasión, un hábito, una costumbre, aquello tiene vida, una vida orgánica como cualquier órgano de nuestro cuerpo, incluso, tal como hemos discutido a veces, las enfermedades tienen formas psíquicas, pero en el caso de enderezar el camino hay que dejar morir de inanición, sin violencia, porque el gobierno espiritual siempre es sin opresión, es por la atención sobre aquello, por la suave atención y el amoroso recogimiento, tal como decía Juan de la Cruz, las pasiones del ánimo desaparecen, y creo que fue Santa Teresa que decía: "cuando venga el diablo no le hagas caso, no le des importancia"; yo digo otra cosa, si quieren dejar la mente vacía, y todo el mundo quiere dejar la mente vacía, ahora todo el mundo sabe que la mente solamente sirve para seguir los dictados del corazón y en vez de llenarla de conocimientos y de ideas, examina lo que vaya penetrando en tu interior a través de la mente, porque la mente es el punto de percepción y, por tanto, el punto de paso hacia la completa estructura psicológica del hombre. Cuando venga un pensamiento negativo, si es positivo todo el mundo lo quiere y se recrea con él, y cuando es negativo ¿por qué no lo acoges con la misma naturalidad?, y lo sigues, y lo persigues por todas las zonas de la mente, lo acorralas allí donde esté, en sus más ocultos repliegues de la mente, y cuando se ve descubierto va desapareciendo, poco a poco, pero no con la técnicas del yoga, hay que matar todo cuando entra en la mente, hay que destruir estos pensamientos, la estructura del yo hay que destruirla, el pasado del yo y todas estas cosas. Desde el ángulo esotérico vemos esto, la ley del péndulo, la decisión hacia un lado debe quedar en el centro, si no irá a la violencia, y el mal desaparece por el amor no por la violencia, es como querer apagar un fuego con bencina, cuanto más fuerza eches al pensamiento más fuerza tendrá. La atención debe ser amorosa, lo cual quiere decir que lo atiendes con solicitud, pero como que el pensamiento negativo —esto es esotérico—, siempre viene con malas intenciones, al verse sin armas ¿qué puede hacer?, y, entonces, es como progresivamente va desapareciendo, y la mente del hombre creador siempre está vacía, vacía en un sentido creador, vacía de pensamientos, vacía de negatividades, vacía de separatividad, pero este vacío implica un lleno total y absoluto de la voluntad de Dios.

Interlocutor.— ¿Bueno, pero esto lleva mucho trabajo?

Vicente.— Entonces habrá que trabajar. Yo creo que todos estamos de acuerdo en un punto —aparte de las figuras tan bonitas que tenemos en la pizarra—, que todos tenemos necesidad de enderezar nuestra conducta, de ser rectos o más rectos en los juicios, en nuestras intenciones, en nuestro modo de ser y de comportarnos, si hacemos esto pocas enseñanzas esotéricas nos harán falta porque viviremos esotéricamente, aunque no tengamos conocimientos esotéricos, ahí está la falacia de algunos puntos, y hay que señalar siempre el peligro del conocimiento esotérico sin la suficiente fuerza para vivirlo esotéricamente, es decir, que el conocimiento por sí entraña fuerza pero al propio tiempo responsabilidad; ¿podemos equilibrar la responsabilidad de la fuerza?, ¿quedaremos anclados en el fondo del río del sentimiento, como decía el Señor Buda, sin nada que nos desvíe hacia la izquierda ni nada hacia la derecha? Lo que sucede actualmente es lo contrario, Uds. lo saben; el centro este al que me refiero, es esotérico completamente, es el centro de la visión, es la perpendicular que va de nuestro corazón al gran Corazón Solar, y de ahí a las más excelsas alturas espirituales.

¿Se cansan ya?

Público.— No, no.

Interlocutor.— ¿Para cuando se supone que va a producirse una integración en nuestra mente?

Vicente.— Se lo voy a contestar si usted me contesta una pregunta: ¿Cuándo enderezará por completo su conducta?

Interlocutor.— Aún creo que me queda mucho.

Vicente.— El señor creo que hace todo lo posible para enderezar su camino, y todos estamos empeñados en enderezar nuestros caminos, lo cual significa que todos apoyamos hasta cierto punto la obra de Hércules tratando de enderezar el eje de la Tierra, es un cuadro simbólico, pero, el discípulo debe enfrentar esta lámina viviente; bueno, es al cabo de mucho tiempo que se da cuenta el significado de cuando Hércules con su espalda hercúlea está tratando de enderezar el eje de la Tierra.

 

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Conferencia Vicente Beltrán Anglada
Barcelona
10 de noviembre de 1979

Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias
01 julio 2006

Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
25 Octubre 2008

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