CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA
 


 
 

Conversaciones Esotéricas 

La Atención y los Vacíos Creadores. 

24 de Mayo  de 1.986


 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Conversaciones Esotéricas 

La Atención y los Vacíos Creadores

 

El problema que se le plantea al orador esotérico ante un público de la clase que sea, es el saber que es lo que va a decir y, que lo que diga sea interesante y útil para las personas que están escuchando. Ustedes saben que la mayoría de los oradores llevan su programa previamente confeccionado, un programa que han estudiado, que han elaborado intelectualmente durante días, quizás durante meses, y, al final de todo, se encuentran con un público que no está interesado, en modo alguno, por aquello con lo que ha estado trabajando durante tanto tiempo. Porque la realidad es fugitiva, se escapa a nosotros en cada momento que estamos viviendo.  Entonces, para mí, hablar a un público implica que hay que pensar en él más que en lo que se lleva preparado, porque la preparación estanca siempre la verdad; me refiero a la preparación intelectual. Ahora bien, ¿qué se le exige al orador esotérico desde un punto de vista tan profundo?. Se le exige, única y exclusivamente, que haya realizado algún contacto, más o menos profundo, con su YO interno, con su propio SER, porque este ser interno es igual en todos yy,,  eenn  vviirrttuudd  ddee  eessttee  ccoonnttaaccttoo  yy  ddeessddee  eell  ppuunnttoo  ddee  vviissttaa  eessoottéérriiccoo,,  llaa  pprreeppaarraacciióónn  iinntteelleeccttuuaall  rreessuullttaa  sseerr  nneeggaattiivvaa..

 

Ustedes dirán que se ha venido haciendo esto a través de las edades, y, aún podemos decir que, cuando un orador ha estado hablando durante horas y horas se decía “que inteligente es”, y para mí -y creo que esta es la realidad- la verdad es aquello que puedes captar en un momento de atención tan formidable que el público y tu constituyáis un solo ser, solo entonces, lo demás surge espontáneamente con esta riqueza de significados que trae como consecuencia el haber captado una parcela de la verdad que todo el mundo está buscando, bien a través de los estudios o a través de no importa que clase de métodos o entrenamientos espirituales.  Siendo así, lo que pienso decirles a ustedes será, precisamente, aquello que ustedes están pensando que les diga, que no se trata de otra cosa más que de lo que estáis buscando. Honestamente y mirando hacia adentro, ¿acaso no buscáis la Paz?, aquella paz que trasciende la mera comprensión intelectual, una paz que viene sin que nos demos cuenta de que ha llegado o de que se está acercando a nosotros, es el eterno devenir en el tiempo pero sin tiempo que surge cuando la mente está tan solemnemente apercibida que ningún pensamiento es capaz de perturbar su quietud. Ello se logra, solamente, con esta atención tan exquisita que surge del cultivo de los valores eternos. Se dirá que todo esto ya lo han preconizado los filósofos y psicólogos de todos los tiempos, pero una cosa es la preconcepción intelectual de lo que estamos buscando, sea de la verdad o de la paz, y otra cosa es el sentimiento de integridad, que surgirá como consecuencia del contacto con esta paz trascendente y que se encuentra en nosotros, sea cual sea el nivel de nuestra vida psicológica.  No podemos hablar de esoterismo, ni del cosmos, sin antes haber conquistado, siquiera, una parcela de esta paz que habita en nosotros mismos. Bien mirado, "paz", es una expresión de la libertad, una libertad que trasciende la propia expresión individual de cada uno de nuestros vehículos en manifestación, sea la mente, la emoción o el cuerpo físico, porque todos ellos constituyen niveles bien definidos, cada cual con su propia característica que viene señalada por ciertos arquetipos internos que desconocemos por completo. 

Hay que llegar a la raíz de aquello que denominamos karma, para darnos cuenta de que el karma y nosotros somos una misma cosa, es consubstancial con nuestra vida, es la inercia de la acción lo que crea karma, y me estoy refiriendo al karma corriente o habitual, que es distinto de aquel destino que nos han trazado elementos extraños o foráneos a nuestra propia vida espiritual.  Entonces, la paz, la ausencia de karma, el claro discernimiento, y ese profundo despertar interno, solamente pueden tener una vivencia consciente en nosotros si somos capaces de estar siempre con esa serena beatitud que emana de aquella atención tan formidable a todo cuanto está aconteciendo en no importa qué momento del tiempo ni en qué lugar del espacio.  Si somos capaces de lograr esto, sabremos exactamente que es la paz, nuestra propia paz.  Y no me refiero a aquellos momentos de tranquilidad emocional que pueden surgir psicológicamente cuando las cosas marchan bien, cuando no existen problemas familiares, ni psicológicos, ni profesionales, o de tipo social, porque lo que tratamos de hacer, esotéricamente, es evitar de una manera profunda y resolutiva, todo aquello que constituya un problema. Cuando se liquida una dificultad, sea de la clase que sea, encontramos un respiro en nuestra vida, un alivio, es como si hubiésemos cavado más hondo dentro del propio ser y hubiésemos descubierto una luz, la luz de la verdadera comprensión, que no es la luz que proporciona el conocimiento intelectual, sino la de aquella comprensión que surge mediante el propósito de realizar, de realizarlo en nosotros mismos, y que constituye el propósito del caminante espiritual. 

 

Poco a poco, va creciendo aquel propósito mediante la recta convivencia individual, familiar, social, etc., y, después, aparece una eclosión de facultades internas que nada tienen que ver con las facultades psíquicas -son las que suelen apetecer los novicios o recién ingresados en el camino espiritual- se trata de aquellas facultades de aproximación a todos y cada uno de los elementos psicológicos que constituyen la raza, es decir, toda la humanidad.  ¿De qué nos servirían el conocimiento o los poderes psíquicos si nos faltasen la comprensión y el amor?  ¿De qué nos sirven los grandes descubrimientos o los tremendos avances tecnológicos si estamos carentes de amor para utilizarlos en el bien de la humanidad? Entonces, como que una gran parte de los seres humanos está pensando en términos egoístas, de la propia personalidad, no nos debe extrañar que todo el avance tecnológico de los próximos tiempos haya sido en perjuicio de la propia humanidad, que ha creado conductos bélicos, no solamente científicos, sino que está utilizando la ciencia para que prevalezca un tipo de egoísmo , digamos "nacional", sin preocuparnos de lo que pueda ocurrir en las otras naciones que no tengan estos avances tecnológicos.  

Pero, ante todo esto, existe una ley, la del equilibrio cósmico, una ley que a cada cual le da lo que le corresponde y que la llamamos "LLeeyy  ddeell  KKaarrmmaa". Es decir, que cada nación que utilice la tecnología científica y los avances tecnológicos contra sus hermanos, tendrá que soportar el karma de su acción, que no respeta ni a las naciones más poderosas de la Tierra, pues son estas quienes tienen el deber de señalar los caminos directos que llevan al corazón místico de la paz del ser humano.  Se ha fracasado en todos los intentos pacifistas, hay un egoísmo nacional tan profundo que casi resulta imposible reconocer a Dios en el corazón de estos seres humanos. Solamente existe el deseo de ser y de estar por encima de los demás y -ustedes han de estar muy apercibidos de lo que sucede actualmente- que solo existe la prepotencia externa de unos sobre otros, el poder temporal de dominación -lo que ocurre hoy día en las Iglesias o en la supremacía política de los pueblos- y la Jerarquía está hondamente preocupada al ver la necesidad -cada vez más imperiosa- de destruir algo que está fermentando y que fomenta el rencor entre los pueblos, tal como sucedió en la Atlántida y, más recientemente, con el pueblo alemán, que ha quedado dividido para siempre. El karma es silencioso, aparentemente no lo vemos, pero cuando se precipita sobre alguien haciendo que se cumpla la ley, lo hace en forma drástica y resolutiva, porque Shamballa, el Fuego creador y la Jerarquía que utiliza este Fuego en bien de los demás hace cumplir aquello que dice la Biblia "aaqquueell  qquuee  aa  hhiieerrrroo  mmaattaa  aa  hhiieerrrroo  ttiieennee  qquuee  mmoorriirr" es la Ley que rige los destinos de los hombres y de sus pueblos y, quizás, el destino de los átomos, estos cuerpos insignificantes pero que, sin ellos, no podría existir el compuesto molecular que llamamos Universo.  

 

Hoy en día no podemos utilizar técnicas estandarizadas como se venía haciendo en el pasado para aproximarse a la verdad, así como la meditación cristalizada, los yogas generalizados, todos esos entrenamientos místicos basados en la obediencia a las disciplinas protagonizadas por algún gurú o por el maestro. Todo esto ya ha desaparecido para el discípulo actual. El Maestro no es el que ordena bajo la autoridad espiritual que le asignamos, sino que es aquel amigo que te está insinuando constantemente todo aquello que debería hacerse para que tú reconozcas la necesidad de que se haga. Y todo esto está al alcance de cualquiera de nosotros, pues todos somos discípulos en algún grado y, en la Mesa del Señor, todos son los llamados y todos serán elegidos. En esta mesa no existe la separatividad entre una clase de personas y otra, no existen conformismos ni atavismos, ni condiciones tradicionales ni de costumbres, no existe un camino espiritual común que separe a un hombre de otro, existe solamente, lo que yo llamo "vvaaccííooss  ddee  llaa  ccoonncciieenncciiaa  ppssiiccoollóóggiiccaa", vacíos de incomprensión que hay que llenar de comprensión, no de simples conocimientos esotéricos. Hay personas que se conocen la Biblia desde la "a" hasta la "z" y, sin embargo, no son siquiera discípulos en ningún ashrama de la Jerarquía, y aunque se sepan el Bhagavad Gîta sin la comprensión del significado lingüístico de Krishna y Arjuna. ¿De qué le servirá antes de que se convierta en Krishna dominando el Arjuna en su corazón? Las palabras, por sagradas que estas sean, constituyen simples conocimientos externos para aquellas personas que gustan de las cosas. superficiales, de la cáscara, nosotros debemos penetrar hasta alcanzar el fruto. La cáscara, como comprenderéis, es el conocimiento, y la sabiduría es el fruto, así que, ¿cómo podemos condicionarnos hasta tal punto de vivir siempre metidos en la amarga cáscara de los conocimientos?, hay que pasar a la experimentación individual, que será la que permitirá aquella eclosión de facultades internas, íntimas y personales que traen como consecuencia la llegada a un puerto de salvación.  Nos estamos aproximando a la Casa del Padre.  Podemos llamar a todo ese transcurrir  en el tiempo, que va desde la cáscara del conocimiento intelectual hasta el fruto de la Paz; de la libertad interior, como aquello que constituye el por qué estamos aquí y ahora, el por qué habéis venido hasta aquí. ¿Os dais cuenta del por qué estáis aquí? simplemente por lo que os estoy diciendo, porque vuestro corazón empieza a desbordar ternura, y, sin daros cuenta, sin que lo pretendáis -y es así como debe ser- está surgiendo en vosotros una nueva comprensión que trae como consecuencia el cambio de actitud ante la vida, hacia la consideración de los demás, lo que significa que los demás son objeto de una nueva óptica mucho más profunda que cuando nos movíamos en este infecundo campo de los comentarios intelectuales.  Y no voy a decirles que el intelecto haya de ser negado, sino que nos preguntemos si realmente nuestra atención se enfoca hacia la impresión que nos causan las cosas o hacia la causa de las mismas. El intelecto no es capaz de ver las causas del Creador porque no puede utilizar los sistemas de aproximación a la vida, el físico, astral y el mental, cada uno de ellos está ligado a cierto compromiso kármico generado en el pasado y, por lo tanto, depende de códigos genéticos, no solamente físicos, sino que también, astrales y mentales, y más aún, existe un código genético monádico, espiritual, que descubriremos en el transcurso de las edades. 

 

No hay que andar deprisa, sino todo lo contrario, muy lentamente para afianzar lo mejor que podamos el pie y evitar el resbalón. Hay discípulos impacientes que no cesan de probar técnicas, cuando una no les satisface buscan otra, y pasan el tiempo de técnica en técnica, de iglesia en iglesia, o de grupo en grupo, creyendo que ahí van a encontrar la Paz, la Libertad o simplemente aquello que andan buscando, y al cabo de muchos años, o de muchas vidas, se darán cuenta de que todo el tiempo lo han consumado viajando fuera de ellos mismos, cuando lo más sencillo es buscar la causa en sí mismos, habida cuenta que somos una expresión de Dios, ¿por qué buscarlo fuera de nosotros si somos su Imagen y Semejanza?. Luego está palpitando su propia divinidad en nosotros y tratamos, en vano, de encontrarla fuera de su propia expresión, de ahí la insatisfacción que nos produce todo lo que vamos encontrando, hasta que nos damos cuenta de que estamos revelando a Dios, sino en todos los momentos, siquiera en algunos fúlgidos instantes de comprensión. Para mí, esto es lo real, y en estos momentos de fúlgida comprensión -que, sin embargo, pueden iluminar internamente nuestra vida y nuestro camino y llevarlo a la conquista o descubrimiento de la verdad, pues todos buscamos lo mismo sea cual sea el camino elegido- ya no se trata de decidir un camino u otro, sino de buscar aquel método mediante el que se hará el camino en nosotros, se realizará en nuestra forma, ese camino que va hacia la Verdad, y Dios -que somos nosotros- también busca la Verdad a través de su propia naturaleza para regocijarse internamente, para ser revelada a los demás. Para mí, es esencial, es decir, que no se trata de que creemos juntos un gran grupo espiritual, sino, de que nos preocupemos por alcanzar cierta comprensión, no un cierto compromiso, cuidado, sino de aquella comprensión que nos revele la labor que tiene asignada un grupo espiritual en los momentos actuales, y, a partir de aquí, observar como se va desarrollando la vida de una manera totalmente distinta a como lo hacíamos anteriormente.  No se trata de ejercicios de yoga, ni de ejercicios o prácticas de meditación, sean de la clase que sean, sino de la comprensión que surge cuando estamos atentos, porque entonces será cuando nos interesaremos realmente en descubrir la Verdad, sin preocuparnos por todo lo demás, que se irá realizando en nosotros.  El conocimiento nos ata, y, además, nos llena de perjuicios. La persona que cree poseer más conocimientos se arroga ante los demás adoptando el derecho de ser el director, el gurú o el líder de un grupo espiritual. Y esto es completamente falso. Cuando un grupo espiritual tiene un líder en el plano físico, está condenado a su propia destrucción, porque Dios está por igual en cada uno de nosotros y todos somos responsables del grupo ante Dios, nadie en particular puede asumir esta responsabilidad. No se trata de decir que alguien sabe más que nosotros, por lo que somos sus discípulos o que podemos aprender de él, porque solo podremos aprender conocimientos intelectuales. Una persona con grandes dotes memorísticos puede almacenar gran cantidad de datos, pero, si esto no se ha desarrollado constituye algo muerto, va dando vueltas sobre sí mismo, sin lograr liberarse, va creciendo la bola del conocimiento que nos aprisiona cada vez con mayor peso, continuará siendo una jaula, dentro de la cual como pájaros sin libertad, estaremos nosotros.  Por lo tanto, nos daremos cuenta en el transcurso de nuestras existencias, de que las jaulas no son otra cosa que las creaciones nuestras, todas pertenecientes al pasado. Quizás miremos al conocimiento desde otro punto de vista, dentro de otro sentido de valores, que traerán como consecuencia que el conocimiento vaya penetrando hacia el centro de nosotros mismos dejando áreas vacías, unas áreas en las que se pueda apoyar la voluntad del pensador que no busca esos apoyos en los conocimientos intelectuales, por esotéricos que estos sean, solamente se apoya en aquellos puntos de sí mismo que le permiten navegar en completa libertad de criterios, ausente del prejuicio que establecen los conocimientos, las tradiciones, los grupos a los cuales pertenecemos, y, finalmente, nos damos cuenta de que para salir de todo este tinglado de cosas, que constantemente nos condicionan en alguna manera, hemos de seguir este anhelo de libertad que trata de salir triunfante en nosotros, y que no se realizará sino a través de aquellos espacios vacíos, y mido muy prudentemente mis palabras.  Un vacío, espiritualmente hablando, es un lleno de plenitud. Solamente donde hay una esfera muy tupida de conocimientos es donde no puede existir la libertad que da el vacío creador, este vacío que vamos afianzando día a día en nosotros, en nuestro interior sin que, aparentemente, suceda nada, cuando hemos comprendido que todo está en nosotros y que la resolución de todos los estados de conciencia es la expectación serena que surge cuando observamos muy atentamente lo que pensamos, lo que sentimos, lo que estamos diciendo a través de nuestras palabras, todos y cada uno de nuestros gestos, y ustedes dirán; quizás ¿y no es esto una nueva disciplina?, ¿está usted u otros tratando de imponerla?. Yo les diría que ¿acaso la atención de esta observación no es el deber de todo ser nacido, el estar atentos a todo cuanto acontezca dentro y fuera de nosotros mismos?  Esta atención tan formidable hacia todo cuanto estamos pensando, sintiendo u hablando, yo le llamo "lliibbeerraacciióónn", es la liberación que surge de un propósito firmemente establecido en el suelo de la libertad individual, el suelo de la paz, y entonces se está manifestando como "rraaddiiaacciióónn", que constituye la técnica del servidor de la Nueva Era, que ya no es este constante preguntarse ¿qué debo hacer? ¿Cuál es mi destino como servidor espiritual de la Raza?, sino que estaremos preocupados por la calidad y profundidad de nuestra propia radiación que constituye nuestra constante ofrenda a los demás, si estamos irradiando estamos sirviendo, estaremos irradiando esta atmósfera de libertad que lo va impregnando todo porque la propia libertad se manifiesta en nosotros. 

 

Hay muchos discípulos que se pasan el tiempo pidiendo al Maestro que les asigne algún deber en la vida social, están, incluso meditando para tratar de extraer alguna de las facultades que les corresponde utilizar en bien de los demás, sin comprender que tan solo con ser "rraaddiiooaaccttiivvoo" -utilizando un término muy científico en el momento actual- radioactivo en el sentido positivo, muy profundo, dándole a cada cual lo que es suyo porque le corresponde, estaremos manifestando la cantidad de Dios que hemos conseguido liberar, es como el perfume de la flor que no tiene que desplazarse para descubrir su secreto, entonces, siendo así, ¿por qué no hacemos lo que tan sencillamente nos enseña la naturaleza? El árbol con sus frutos, la flor con su perfume, y el hombre con su radiación.  Para mí, y creo que para muchos aspirantes y discípulos actuales, es que no puede haber liberación, paz y comprensión, si no existe esta plenitud en la acción que solo surge de la observación profunda y serena de los acontecimientos del tiempo.  Para crear estos espacios vacíos tendríamos que carecer de todo dogmatismo, e incluso, de lo que tu nos dices. ¿Cuándo se realiza en nosotros este vacío creador? Cuando estamos muy atentos.  Cuando una cosa nos interesa, estamos tan embebidos en ella que el yo ha desaparecido, el yo que crea las ausencias, no el yo que crea los vacíos. El yo inferior tiene que retirarse para crear un vacío, y con el yo inferior me refiero al conjunto formado por el cuerpo físico, el astral y el mental, hasta el punto de que siendo este vacío una experiencia mística muy trascendente y habiéndolo notado alguna vez en nuestra vida, nos causa la sensación de que no somos nosotros, y es que, precisamente somos nosotros cuando se realiza este vacío, un vacío que, como decía; es un lleno de plenitud, no es un vacío en el sentido ordinario del término.   Cuando hablamos de esta manera tan psicológicamente profunda, el decir "vvaaccííoo” es un sinónimo de plenitud en la acción. 

 

Si siempre estuviésemos atentos, este constituiría el campo ideal para la meditación verdadera. No para la meditación que trabaja sobre un pensamiento simiente, por ejemplo, aunque esto para los principiantes es extraordinariamente bueno, pero me da la impresión de que estoy hablando a discípulos y, por lo tanto, como que estoy habituado a hablarles, siempre tengo que decir que los métodos del pasado solamente son aceptables en las personas que recién ahora están penetrando en el Sendero.  Entonces, una persona corriente -sin ningún afán peyorativo- que penetre por primera vez en el Sendero Espiritual, necesita algo que está a su disposición intelectual, que pueda ser comprensible a su naturaleza psicológica y se le tiene que trabajar a través de la meditación consiguiente, es decir, proporcionarle un pensamiento simiente y que lo trabaje, hasta donde pueda, hasta donde alcance su propio entendimiento. Respecto de la idea de Dios, o por ejemplo, se le dice que trabaje con esta idea y la persona estará limitando a Dios, o a una flor cuando se le ha dicho que medite sobre la flor, porque los momentos actuales no están en la imagen formal u objetiva de la flor, sino que estarán en su perfume, luego habrá que penetrar en la esencia de la flor, que no es su forma, ni tampoco la calidad de su perfume, para descubrir aquello que produce el perfume y a la flor misma, a su propósito creador. ¿Se dan cuenta?. 

 

Bueno es empezar las cosas esotéricamente, mirando primero lo más elevado o universal, lo más abstracto o general, e ir rebajando o concretando en nuestras vidas esta fuerza tremenda que vamos conquistando hasta converger en nuestro corazón. Es decir, no vamos a buscar a la flor como forma, a un clavel, rosa, nardo, o un lirio de las aguas, sino que buscamos aquél propósito latente en cada uno de ellos que subyace más allá de sus formas, e incluso más allá de sus perfumes.  Y ¿cómo se puede captar este propósito si estamos tan entretenidos en las cosas fugaces y transitorias que no tienen un poder realmente espiritual en nuestras vidas? Esta es la cuestión, que nuestra atención trata de analizar la forma escapándose al propósito que la ha creado. Respondiendo más concretamente, el vacío, la paz, la que surge de este vacío creador, nace con la atención, esta atención primorosa pero profunda asignada a todos y cada uno de los momentos de nuestra existencia. Seguramente que no se da una continuidad de conciencia dentro de este vacío, es decir, que no siempre mantenemos esta atención, porque solamente Dios mantiene esta continuidad, esta atención tan formidable mediante la que tenemos este universo y nuestra propia existencia, pero si que podemos alcanzar niveles de paz, una paz desconocida para nosotros todavía, y para mí esto es muy importante, que la paz que surge de esta comprensión y que después se manifiesta como una radiación natural, pueda ser proyectada o enfocada, sobre todos los demás. En esto, y no otra cosa, consiste el verdadero servicio creador.

 

Pregunta - Si partimos de la esencia, ¿por qué al ser humano le cuesta tanto llegar a ella?

Vicente -Precisamente porque nuestra mente esta llena de conceptos intelectuales que enturbian la propia esencia, el propósito creador.  Aquello que llamamos paz, realidad suprema, iniciación, son meras conceptos mentales y adoramos tanto los conceptos que hemos perdido de vista la realidad que origina cada concepto. El vacío es una palabra, constituye el problema con el que se ha enfrentado nuestra mónada. Hablar del vacío creador significa que le creación solamente puede surgir de este vacío, o de le nada, cuanta más nada o vacío exista en nosotros, más creación, porque habrá más paz y comprensión de todo el Orden Cósmico. Pero estas palabras son para vosotros, no para el más común de los mortales, porque estoy seguro de que en algunos momentos de comprensión profunda se ha realizado este vacío en cada uno de nosotros; y nos hemos espantado tanto al no encontrar nada donde cogernos que ha desaparecido este vacío, con la paz y plenitud. Entonces, por temor a la inseguridad del propio vacío, hemos creado otros sistemas de conocimiento, o hemos buscado en otro grupo, y así andamos, de grupo en grupo, de estructura en estructura, permaneciendo ligados a las organizaciones creadas por otros, sin darnos cuenta de que lo que estamos buscando está tan cerca de nosotros que casi nos resulta increíble, es tan solo un tamiz tan sutil, que el separar esta barrera aparentemente tan sutil, implica barrer todo lo que hemos acumulado desde que nacimos a la vida espiritual hasta el momento presente. Y esto puede ser mucho tiempo. Al final, habremos barrido todo el pasado con sus tradiciones, porque el pasado y el presente son cosas completamente distintas. Y el pasado, el conocimiento y la tradición, van creando o acumulando, materia sobre la estructura mental que se densifica cada vez más, se deforma hasta el punto de que solamente pensamos en el pasado, vivimos en el pasado y olvidamos constantemente el presente. Hay que estar muy atentos, ahora y aquí, para darnos cuenta de esta realidad. ¿Por qué hay un vacío?, porque al estar tan atentos, el pasado que crea karma, confusión y sufrimiento, ha desaparecido, lo dejamos todo, y quedamos solos con nosotros mismos por primera vez en nuestra vida, y esto es lo mejor que le puede pasar a un ser humano, que se quede completamente solo consigo mismo, lo cual significa que se ha hecho cósmico, supremamente espiritual, y que se encuentra trabajando en los niveles donde se escancian los grandes licores o perfumes del Cosmos, se convierte en un Servidor de la Raza porque ha perdido por completo la idea separativa del “yo” o del "mí”. Todo esto, ha desaparecido para siempre, solo queda la fragancia, esta fragancia -o radiación- que es lo que atrae a los demás hacia nosotros, que es la que nos vincula a los demás, que no trae ninguna confusión, y, por lo tanto, no trae problemas ni sufrimiento alguno, porque todo queda impregnado de la Paz de Dios que se hace realidad a través de nosotros.

 

Pregunta - ¿Qué diferencia hay entre vacío, espacio y tiempo?

Vicente  - El vacío y el espacio son una misma cosa. El tiempo nace cuando hay confusiones mentales o cuando hay problemas. ¿Cuándo miramos el reloj?, cuando tenemos problemas; si estos no existen ¿para qué queremos el reloj? Vivimos en un tiempo supremo de la naturaleza, o en un vacío, en un espacio.  El Espacio es la matriz del tiempo. El vacío es la matriz del tiempo intelectual. Entonces, cuando la mente esta vacía, está en contacto con el Espacio que es lo eterno. En tanto que, cuando la mente no es Espacio, cuando la mente no está vacía completamente, cuando su campo de actividad es un semillero de pensamientos que van y vienen, dejando su lastre y su esfera de confusión que viene del pasado y de la tradición, entonces es cuando vienen los problemas en el tiempo, que es algo psicológico.  Cuando estamos muy atentos, ¿dónde está el tiempo?, solamente hay espacio o vacío en nosotros, lo cual significa que somos nosotros mismos los que utilizamos del Espacio para llenar nuestro propio vacío que, en virtud de que el Espacio es multidimensional nos hace multidimensionales por este vacío, una palabra que, aparentemente, no tiene significado psicológico alguno, pero que desde el ángulo supremamente místico es el único camino que lleva a la alta espiritualidad, al Sendero de Servicio, a la casa del Padre, a Shamballa, que lleva a Dios por semejanza. Cuando la mente vacía es igual al espacio, se ha extinguido el tiempo, el hombre se ha convertido en un Dios, y esto es lo que hay que buscar porque Dios es radiación, atención suprema. Pues bien, esto está a nuestro alcance, y desde el momento en el que nos damos cuenta somos responsables de realizarlo, aquí y ahora ¿por qué esperar a mañana? 

 

Pregunta - Acerca del sonido ..... 

Vicente  - Depende del sonido, porque cuando los seres humanos alcanzamos el silencio aumentamos el ritmo de la nota causal. Pero hay notas mentales, emocionales y etéricas por lo tanto no es lo mismo, porque hay personas que tienen visiones, lo cual quiere decir que están en un plano de objetividades y no en el vacío, en el que el sonido es un mántram de unión con Dios.  ¿Qué es la expresión de Dios?, es el Amor hacia todos los seres nacidos. ¿Y para qué hemos nacido sino, para recrearnos en la obra de Dios?, y en los demás, para proyectarnos en los demás, pues si nosotros somos nosotros mismos en el sentido egoísta, jamás comprenderemos el valor del mensaje del silencio, esta voz del silencio a la que hacía referencia Mdme. Blavatsky, porque el silencio es música.  Hay que darse cuenta de que dentro de nuestra compleja vida hay infinidad de vacíos a desarrollar, porque creo que son 30 ó 33 trillones de átomos que tenemos en el cuerpo físico, y cada uno de estos átomos formula un sonido. Cuando vamos acercándonos a Dios por semejanza, lo primero que hacemos es desvelar esta nota que surge de cada uno de los átomos. Es como una fábrica, a veces molesta, y hay que pasar por esta prueba. Cuando sentimos esta fuerza atómica en nuestra vida y tenemos que estar por encima de nuestra propia nota -que es la nota de los átomos- debemos demostrarlo liberando a todos y cada uno de los átomos, haciendo que la nota de todos se convierta en su propia nota causal, y a esto se le llama "rreeddeenncciióónn  ddee  llaa  mmaatteerriiaa". Debemos llegar a comprender que quiere significar esta nota y establecer contacto con sus causantes, con los átomos, con esas vidas monádicas que los constituyen, que son una corriente de vida tan completa como pueda ser la nuestra, que también están buscando la sede de su propia liberación y nosotros somos sus dioses, los dioses de todo el conjunto molecular de nuestra existencia que redimiremos a ese infinito conjunto de vidas, por medio del sonido y no solamente a la estructura física, sino a la etérica a través de los nadis, a la emocional y a la propia estructura mental, incluyendo, asimismo, a todas y cada una de las estructuras que iremos conquistando a través de los vacíos interminables que van desde el momento actual hasta el propio Dios, hasta que nos convirtamos en dioses creadores capaces de crear su propio universo como hizo el Padre Solar.  No se trata solamente de esta pequeña parcela de vida que somos nosotros, ese ser humano con sus tendencias y tradiciones pero lleno de dedicación, de intención y de propósito, tratando de llegar a ciertos lugares desconocidos donde, aparentemente, no hay camino, pues ¿podemos hollar un camino en el vacío, en el silencio o en el espacio? No existen caminos en el espacio, solamente en el tiempo, y como quiera que estamos llenos de tiempo siempre estamos creando caminos y nos pasamos la vida de un camino a otro que nos parece mejor, y siempre nos estamos moviendo en el sino de la misma cuestión, hollando caminos trazados por otros o por nosotras mismos en el pasado, y permanecemos atados al yugo del pasada constantemente, y sin darnos cuenta nos vamos separando cada vez más del momento presente, de este "aquí y ahora". 

 

Pregunta - La atención desarrolla la intuición y se nota una disminución de la memoria, pero la sociedad actual en la que vivimos, exige para ciertas cosas un desarrollo memorístico. Entonces, ¿se pueden simultanear ambas cosas, o se trataría de no hacer el juego a la sociedad y de no alimentar a la memoria porque es incompatible con lo otro o se trata de solamente ir aumentando la intuición y la memoria que se tenga vale?

Vicente - No hay dos atenciones en nosotros. La atención hacia una cosa y hacia lo que estoy diciendo son la misma cosa. Es un deber social el estar atentos y en esta medida tendremos más memoria.  Sucede que no estamos muy atentos y por esta razón tendremos que hacer un esfuerzo para estarlo, con lo que creamos memoria. Cuando la atención sea una virtud, espontánea, sencilla y natural, lo demás vendrá todo por añadidura; la atención hacia el trabajo profesional, por duro que sea, es igual que la atención hacia Dios, ¿qué ha variado? la magnitud, pero es la misma atención, ¿acaso no estamos sujetos a una jerarquía de atención?, hay quien está más atento y tendrá más memoria, no es que haga un esfuerzo, sino que en la atención ya está la propia memoria, surge como una emanación natural de la propia atención. ¿Qué sucede con el conocimiento que viene del pasado? pues que no hay que matar lo que viene del pasado, sino que estando muy atentos no le permitiremos el acceso a estos núcleos mentales en los cuales deberíamos funcionar. Una persona que trabaja tiene que estar atenta al trabajo, y si se quiere amar a los demás tendrá que estar muy atenta a los demás, y si se quiere ser un buen trabajador laboral se tendrá que estar muy atentos a lo que se está realizando. Pero hay que empezar aquí y ahora a estar atentos, no mañana, y así hemos creado esa fuerza que nos lleva a estar firmemente creyentes en la reencarnación, y no diré que no exista, sino que hay que prescindir de ella para no posponer nuestra actividad presente para el futuro, porque, si es así, siempre estaremos condicionados por el tiempo.  ¿Quién manda en nuestra casa interna sino nosotros?, pero hay que estar muy atentos a todo cuanto suceda dentro y fuera de nuestra casa.

 

Pregunta - ¿Depende de la voluntad de uno o del karma, el vencer el vértigo que da el saltar ese vacío del que hablabas antes?

Vicente - Yo diría que depende de la voluntad de cada uno, porque el karma existe cuando la persona no tiene voluntad, ya que de lo contrario, y no me refiero al libre albedrío simplemente, en virtud de esta voluntad establece aquel estado de conciencia mediante la cual, todo cuanto sucede en nuestra vida arranca de nuestra acción creadora. El libre albedrío no es otra cosa que aquella parte de la Voluntad de Dios que se condiciona por los tres vehículos, el físico, astral y el mental. Tenemos libre albedrío para movernos dentro de estas tres jaulas, ¿se dan cuenta?, no actuamos libres por lo tanto, estamos en el centro de tres condicionamientos constantes, actuamos cual ardilla dando vueltas constantemente sin moverse del sitio original, y la ardilla tendrá que salir de su jaula para encontrar aquello que llamamos voluntad, el "yyoo  ssooyy" en todos los momentos de la vida. El libre albedrío es el resultado del ambiente que opera constantemente sobre el cuerpo físico, la mente y sobre los deseos. Pero ¿dónde está la voluntad espiritual?, solo en la atención y en el vacío que produce, mientras que el libre albedrío se equivoca constantemente en contraposición a la voluntad que no puede equivocarse jamás.  El libre albedrío nos obliga a una serie infinita e incesante de decisiones, esto, lo quiero y aquello no lo quiero, voy aquí o allí, siempre existirán dudas e incertidumbres con el libre albedrío porque constituye la capacidad que tiene el hombre para equivocarse, la voluntad está por encima de todas las decisiones, por encima del propio discernimiento, es Dios en nosotros, es la voluntad con la estamos muy atentos, y, repito, la atención no es la mente, sino que es la misma mónada que se expresa a través de la mente, pasa por encima del nivel causal, "EESS" el espíritu en el hombre. Así que, si lo que buscamos es la Casa del Padre, deberemos utilizar las energías del Padre no las del Hijo ni tampoco las del Espíritu Santo -y perdonen esta cita tan mística- porque nosotros mismos somos la voluntad, nuestro propio destino, por la tanto, si estamos interesados en descubrir realmente que somos, deberemos hacerlo en función de la voluntad que hayamos desarrollado, pues mientras estemos en este proceso de búsqueda, con dudas e incertidumbres, con un sistema escalonado de hacer elecciones sobre lo que deberemos hacer y lo que no, o sobre el grupo, o sobre cómo y donde deberemos actuar, o sobre lo que sea, estaremos sufriendo, como estamos sufriendo realmente. El decir que estamos sujetos a la ley de Dios, o a la Voluntad de Dios, es tan solo un concepto, pero me pregunto si realmente somos libres para decidir o si somos nosotros mismos los artífices de nuestras propias limitaciones. El discípulo debe vigilar su propio camino sin deformaciones y sin equivocaciones cuando en su mente se haya realizado el gran milagro del vacío. Cuando solamente exista él, nada más que él, entonces habrá voluntad. Cuando existen muchos pensamientos en la mente y muchos deseos emocional y muchas tendencias instintivas en el cuerpo físico, el hombre siempre estará inmerso en un cúmulo de decisiones imprecisas, de dudas y de esfuerzos, no será feliz en modo alguno, porque nadie se encuentra feliz en la lucha, y solamente cuando se deja de luchar es cuando empieza la paz, esta es la enseñanza de la Nueva Era y la de todos los Ashramas de la Jerarquía, que no hay que provocar lucha, que no sirve el atiborrarse de conocimientos mentales, solamente hay que comprender una sola cosa, que le vida con todos sus acontecimientos es una proyección de nuestras vidas en el pasado cuando nos equivocamos y, por la tanto, habrá que reestructurar ahora y aquí nuestra vida, darle una nueva orientación que no nacerá porque se haya dicho "vvooyy  aa  aaddooppttaarr  eessttee  ccaammiinnoo" sino por la absoluta seguridad de que este es el camino porque no hay otro. No se estará sujeto a la duda y a la incertidumbre del libre albedrío, porque habrá controlado sus tres cuerpos constituyendo el centro mismo de su propia vida.  Entonces es cuando podemos hablar de iniciaciones, de esos estados consecuentes del vacío que vamos creando, conquistando o descubriendo son como esferas, aparentemente vacías, dentro del espacio. Como quiera que el Espacio es multidimensional, trae la liberación total porque cada iniciación trae como consecuencia el dominio de una determinada dimensión del espacio.  Cuando ya gobernamos varias dimensiones espaciales tenemos un concepto tan distinto de lo que ahora constituye nuestra misión que, realmente nos asombramos. Marchamos al compás del tiempo dejando jirones del mismo, que no es otra cosa que lo que éramos en el pasado, prendidos del Espacio que destruye, progresivamente, el tiempo. Cuando el espacio y el tiempo están equilibrados se abre para el discípulo el camino de la iniciación y sabe entonces que, a fuerza de atención irá creando vacíos cada vez más solemnes y profundos hasta llegar al momento en el que el tiempo y el espacio serán una misma cosa. Es la liberación total, es lo que nos aguarda a todos, es la paz total, es un sentimiento de integridad desde el que surge la potencia creadora y al mismo tiempo esta radiación que constituye, como en el caso de la flor, su propia fragancia que es su campo de servicio, no tiene que preocuparse de lo que tiene que hacer porque sabe que no tiene elección ya que no depende de ella la cuestión del perfume, constituye su campo de trabajo porque es este campo quien la elige a ella para que al utilizarla, dé su perfume. Es el campo de trabajo el que elige al discípulo, no al revés, no tiene que preocuparse en buscar al Maestro pues cuando el momento sea llegado será el Maestro quien buscará a su discípulo y se presentará ante él. Esta es la ley.  No hay que preocuparse tanto de lo que hacemos o de lo que deberemos de hacer, simplemente hay que partir de la base de que no seremos realmente inteligentes mientras estemos utilizando los mismos códigos del pasado con sus erradas influencias, con sus atavismos y tradiciones nefastas y que hay que vivir renovándose a cada instante, naciendo constantemente al fluir de la vida, que cada momento sea tan puro y rutilante como la vida del propio espacio, lo cual significará que estaremos tan atentos que en nosotros no podrá haber jamás la más mínima confusión, porque la atención somos nosotros mismos, es el espíritu, lo demás es el reino de la forma que tenemos el deber de controlar, de redimir y de liberar. Esta es la ley. 

 

Pregunta - Cuando hay un vacío, el karma y la separatividad ya no existen. Suele ocurrir que estamos atentos en un momento determinado y después ya no sigue esta atención ¿es porque no estamos bastante atentos? 

Vicente - Naturalmente.  Cuando estamos muy atentos estamos vacíos y no existe karma en nosotros y en esa atención estamos liberando karma. De inmediato no os daréis cuenta pero tal es la ley, os estáis liberando porque no existe un pensamiento sobre el yo, ya que, si existe un pensamiento o un sentimiento sobre este yo es que no estáis atentos.  Daos cuenta de la oportunidad de la atención, es el arma del discípulo. Hay que continuar progresando de atención en atención suprema hasta que un día nos damos cuenta de que es automática en nosotros, surge espontáneamente sin darnos cuenta, sin esforzarnos, y ya no nos preocupamos por estar atentos. Es como la mecanógrafa que tiene que utilizar ante todo con gran atención, el papel asignado a cada uno de los dedos, pero cuando estos tienen conciencia de su propio trabajo, lo cual significa que se ha identificado con la conciencia de la mecanógrafa, solo existe un movimiento automático, espontáneo y la sabiduría de la atención ha unificado las dos conciencias en una sola, sin influencias externas, la realización desde la mente hasta el cuerpo físico se hace sin resistencias. Aplicad este sistema a todas las cosas de la vida y os daréis cuenta de que, poco a poco, la atención se va adueñando de vosotros, convirtiendo vuestra vida en un jardín frondoso, no en un lugar abominable del que deseáis salir desesperadamente al contemplarlo.

 

Pregunta - ¿Cómo se puede transformar un sentimiento tan elemental como que estamos separados, aunque sepamos que estamos unidos espiritualmente, sin embargo nuestra conciencia cotidiana nos da a entender cierta separatividad a modo de percepción? ¿Eso cómo debe transformarse?

Vicente - Con la atención, simplemente, es que no tenemos atención. Si un trabajo no nos gusta, no nos preocupemos en estar atentos al mismo. Hacemos resistencia hacia el trabajo o hacia una persona, hacia un problema o una situación, no aceptamos noblemente el trabajo, ni a las personas que nos resultan antipáticas, no las aceptamos, simplemente porque no estamos atentos ¿por qué no pasamos por encima de los prejuicios sobre aquella persona y tratamos de estar atentos a la misma? Con el tiempo nos daremos cuenta de que el trabajo que ahora no nos gusta, o aquella persona que nos resulta antipática, llega a convertirse en parte integrante de nuestra propia vida, por la atención, y la atención obedece a la ley de jerarquía, cuanto más elevado es un ser más elevado es su grado de atención, lo que significa que está más elevado en la espiral de facultades en su propia vida, va creciendo en vacíos, y se crea una esfera de luz a su alrededor que está creciendo constantemente e inundando el espacio con sus radiaciones. Es lo que hace un Maestro con lo que llamamos "ssuuss  rraaddiiaacciioonneess" de su aura magnética, y todos tenemos esta aura magnética. El aura del ser humano corriente suele tener unos 10 centímetros de espesor, y el aura del Señor del Mundo abarca la totalidad del planeta y más allá del mismo, el aura del Maestro tiene kilómetros de extensión. Por lo tanto, hay que concluir de esta comparación, que existe una jerarquía de atención, que es equivalente o proporcional al grado de evolución de estas personalidades tan insignes.  Un átomo tiene que estar atento para poder resistir el fuego de Brahma que existe en su núcleo central, se disgregaría, se destruiría, no habrían electrones, ni protones ni neutrones, ni nada. Pero como la vida que anima al protón está tan atenta que el electrón y el neutrón constituyen un campo perfecto de actividad, porque hay atención, y cuando está crece más allá del concepto atómico, al molecular por ejemplo, es cuando varios átomos conscientes, atentos, se han congregado por afinidad química creando nuevos elementos. Todo es lo mismo en la vida de la naturaleza, igual es arriba que abajo. Por lo tanto, solo depende de nosotros el desarrollar la atención, y me refiero a la atención creadora que constituye adueñarse del vacío o del espacio y vencer las redes del tiempo.

 

Pregunta - El riesgo es confundir la atención con la inhibición. 

Vicente - No, porque la atención es plena actividad mientras que la inhibición es falta de actividad, es la negación de la actividad.  La más grande de las energías disponibles para nosotros es la del espíritu, y es el espíritu el que está atento a través de la mente. 

 

Pregunta - ¿La atención implica actuar de otra forma a como nos han enseñado o como nos han dicho? 

Vicente - Naturalmente. Es darse cuenta de que aquello ya no nos sirve, y no solamente el darse cuenta, sino actuar, porque la atención es la acción misma; es una actividad de la más elevada esencia espiritual, constituye la verdadera meditación, es el propósito que anima a todas las cosas, a la flor su perfume, por ejemplo, y lo percibimos porque estamos tan atentos que la flor y nosotros formamos un solo conjunto, hemos anulado la distancia, no hay tiempo, hay espacio solamente, porque hemos sido capaces de unificar nuestra conciencia de propósito con la de la flor. 

 

Pregunta - En relación con el vacío o con el espacio ¿cual es el propósito del hombre y el del deva? 

Vicente - Los devas, al igual que los átomos, son corrientes de vida dentro del Universo, y conocemos tres corrientes de vida establecidas: la vida humana, la dévica y la atómica. El propósito del hombre y el del deva es el mismo, lo que existe es lo que hemos hablado de jerarquía de atención. Un átomo no tiene jerarquía humana ni tampoco dévica, y dentro del mundo dévico habrá tantos grados de atención como jerarquías, al igual que los grados de evolución de los seres humanos que van desde el salvaje e inculto que apenas tiene mente hasta el hombre más evolucionado, hasta el Hombre Celestial que es nuestro Logos Planetario dentro de este Esquema Terrestre.   La comprensión del propósito del hombre le da la redención, solamente existe una diferenciación de propósitos porque el deva se manifiesta a través de los sentimientos y el hombre a través de la autoconciencia, a través de la mente organizada, pero ¿dónde se reúne el propósito del átomo, el del hombre y el del deva? en el vacío.  Si el deva establece un vacío, en razón a su atención, hace lo mismo el hombre y el átomo. ¿dónde está la diferencia entre sus propósitos?, todos están en ese vacío dentro de un mismo propósito, están en el Espacio, simplemente, actuando cada cual según sus motivos.  ¿Qué es lo que nos reúne aquí internamente?, pues el vacío que hemos creado, la atención que hemos desarrollado y no el modo de pensar de cada cual que puede ser muy distinto, y como que nuestro pensamiento es muy distinto al de los demás solemos dejamos llevar por nuestros puntos de vista al contrastarlos con los de los demás, y así marcha el mundo, de esta forma tan poco organizada, en lugar de juntar todos los esfuerzos a través de la atención, utilizamos constantemente el libre albedrío para esgrimir razones que nos separan unos de otros, creando puntos de fricción, opiniones egoístas que nos acercan más a unos que a otros, y esto ha de cambiar dentro del orden natural o psicológico de los seres humanos.  Estamos tratando constantemente de estar unidos y solo conseguimos el estar juntos, ¿ven la diferencia?, ahí está uno de los campos de batalla del discípulo. Podremos crear grandes sociedades en las que se junten muchas personas, pero solamente habrá pequeños grupos en los que haya unión, porque la unión viene del yo interior y la división viene de la consideración particular de las cosas en cuanto a su concepto, no del propósito que ha creado las cosas, y como quiera que cada cual se aferra a su punto de vista particular porque se encuentra dentro de ese espacio cerrado de la mente, existe una relación marcada por la confusión, por la falta de comprensión y de diálogo, no existe el respeto, y la persona que más ha crecido dentro de esta esfera hueca llena de pensamientos carcomidos, es el líder de este grupo, por lo que el líder y los grupos están siguiendo una senda fatal que los lleva siempre a la lucha y al conflicto internos.  Entonces, ¿para qué queremos estar juntos? La distancia en el espacio no existe para el ser que está muy atento, porque siempre estará unido a los demás, no solamente juntos como estamos ahora, podemos estar juntos aquí, pero muy separados internamente. Y de lo que se trata es de que nos demos cuenta de que cuando estamos muy atentos a los demás es cuando se produce el vacío en cada uno de nosotros, creando un espacio vital que nos mantiene unidos sin importar las distancias, este espacio es la sede del Amor, de la comprensión y de la sabiduría

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CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Onteniente 
24
-Mayo-1986

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)

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