CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA

 

[edición en curso]
 


 
 

Magia Organizada Planetaria 

EL PLAN JERÁRQUICO Y LA REACCIÓN DEL HOMBRE.

Barcelona, a 20 de Octubre de 1.983
 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Magia Organizada Planetaria

EL PLAN JERÁRQUICO Y LA REACCIÓN DEL HOMBRE.

 

Pregunta.- La Jerarquía no tenía previsto que la última guerra mundial se hubiese llevado a cabo, que fue quizás por todo lo que los hombres pensaron o hicieron. Entonces, cuando oyes tanta violencia y tanto horror como se está oyendo en estos días, ¿puede ser que vuelva a suceder este horror otra vez?

Vicente.- Lo que la Jerarquía no puede prever, a pesar de su elevación espiritual, es como reaccionará la humanidad en un momento dado del tiempo. La Jerarquía tiene que desarrollar ciertos planes, no sólo para la humanidad sino para los reinos subhumanos. Los reinos subhumanos no tienen una autoconciencia, su voluntad instintiva sigue los impulsos cíclicos de la evolución, pero la humanidad tiene autoconciencia, tiene voluntad propia y, por lo tanto, depende, ya no de los planes de la Jerarquía, sino de la reacción de la humanidad a los planes de la Jerarquía, lo cual implica muchos factores. En primer lugar las corrientes astrológicas que están invadiendo el planeta constantemente, después, los distintos grados de evolución dentro de la humanidad, después, existe —y esto creo que lo hemos discutido muchas veces— una serie de egregores o formas psíquicas creadas en un lejanísimo pasado que están gravitando sobre el aura de la Tierra, para contrarrestar todo este bagaje kármico del pasado hay un serie determinada de ashramas enlazados con los planes de la Jerarquía. Si después de ajustar la labor de los distintos ashramas con la tendencia de la humanidad en cualquier momento cíclico se llega a un equilibrio, no sucede nada, la vida continua hasta su consumación o hasta cierto punto de consumación, pero, si tal como fue el caso de la guerra pasada, en la cual no solo había ascendencias negativas de la humanidad producto de un pasado corrupto, sino que también agregaron su carga psíquica los propios discípulos de los ashramas que no supieron contrarrestar las fuerzas vivas de la evolución tal como venían inspiradas desde los niveles cósmicos. De ahí la dificultad de que la Jerarquía —contestando a la pregunta— pueda prever con exactitud como reaccionará la humanidad. La Jerarquía sabe como reaccionará cierto discípulo después de ver su carta astrológica vista desde los niveles causales, no se trata por tanto de una simple ecuación de valores psicológicos de la personalidad, sino que se trata de valores sintéticos que pertenecen a los mundos superiores. Con el ajuste de cuentas de lo que observa la Jerarquía, puede prever con toda exactitud como reaccionará este discípulo ante cualquier situación planetaria, pero no puede prever lo que sucede con la humanidad en su conjunto, habida cuenta que la humanidad reacciona a estímulos personales, estímulos materialistas y luego a la presión constante de estas fuerzas que atentan de una u otra manera contra la marcha de la civilización o del desarrollo espiritual de los grandes grupos humanos.

 

Sabiendo esto, existe lo que tuve el honor de deciros ayer, de que hay que utilizar hoy, más que nunca, la responsabilidad, por cuanto existe un gran proceso en marcha, por cuanto las fuerzas opuestas de la evolución, este interjuego de valores llamados: “El Par de Opuestos”, que están llevando cada cual su propia línea, estén en un trance, digamos, de ruptura, porque no olvidéis que lo que aguanta hoy la humanidad no es el deseo de bien o la buena voluntad sino que es aquel equilibrio motivado por el miedo, lo cual significa también que desde todos los puntos de vista esta paz es negativa, este equilibrio es falso, porque en la mente o en el mundo mental se continúa luchando. Entonces, se han creado —y esto creo que lo hemos dicho también en otras ocasiones— algunos baluartes psíquicos para contrarrestar o para tratar de contrarrestar estas tendencias humanas y la incapacidad de ciertos discípulos, que recién ahora han ingresado en los ashramas. Y es crear núcleos vitales de los Ashramas y de los grupos egóicos desarrollados desde el plano causal en el plano físico. Naturalmente, si hubiese en el mundo muchos de estos grupos egóicos o núcleos humanos inspirados desde los grupos egóicos en el plano causal, habría una posibilidad de que los planes de la Jerarquía, tal como surgen del propósito de Sanat Kumara, pudieran llegar prontamente a su florescencia o a su consumación, a su realización. Todo el proceso está, como siempre, en aquella actitud autocrítica del discípulo para saber realmente donde está situado, y si donde está situado puede ayudar o colaborar de una u otra manera, contribuyendo con su esfuerzo, y a ser posible con su propio sacrificio, ha integrarse en valores reales, valores absolutos, valores espirituales, para aportar esta energía al gran caudal de donde surgen los propósitos de la Jerarquía.

 

Tal es —bosquejado a grandes rasgos— lo que está sucediendo en la actualidad. Tenemos un Plan Jerárquico que tiene que llevarse a cabo sea como sea, porque tal es el designio de Sanat Kumara. Existe después las fuerzas de la reacción, dentro de los grupos humanos, dentro de los grupos dévicos de estirpe lunar y dentro de ciertos discípulos que no han comprendido todavía plenamente los motivos por los cuales son discípulos. Tenemos también una cantidad impresionante —afortunadamente— de egos que han encarnado hace unos treinta años, y otros que van emergiendo lentamente, motivados por impulsos jerárquicos de gran trascendencia espiritual, que son lo que podríamos denominar: “la levadura del pan que nos comeremos mañana”, y que al incidir en los planos mentales, en sus distintos niveles, hasta llegar al nivel kamamanásico, donde actúa el deseo operando sobre la mente individual, para mitigar en lo que sea posible los ardores de la lucha que están teniendo lugar en estos planos, para ver si es posible que lo que parece algo irrevocable, algo inevitable, pueda ser trascendido, pueda ser contrarrestado.

 

La labor del discípulo es muy delicada, debido a que quizás el discípulo en su integridad no ha penetrado en los valores fundamentales de la vida. Segundo, porque tiene miedo, le falta voluntad, conoce hasta cierto punto el amor, la atracción magnética hacia otros seres y también conoce en cierta medida el Amor de Dios, pero carece de voluntad, carece de aquella fuerza que surge de las entrañas de la propia vida espiritual, que impulsa a realizar aquello que es correcto, aquello que debe ser realizado. Si tiene éxito, si el discípulo —al cual siempre hay que hacer referencia— puede crear a su alrededor, partiendo de sus buenos deseos y de un intelecto más o menos desarrollado, esta fuerza potente de la voluntad, puede crear maravillas, porque al utilizar la voluntad, al desarrollar la voluntad, el poder volitivo, está trabajando con las energías de Sanat Kumara, aquellas energías de 1º Rayo que proceden de Shamballa, y por este motivo, puede verificar a su alrededor transformaciones de orden vital, que pueden afectar y deben afectar la vida de otras personas, induciéndolas, sin que ellas se den cuenta, por los espíritus de rectitud, tal como decíamos ayer, para “enderezar los caminos del Señor” dentro del corazón.

 

De ahí la importancia que tiene para el discípulo el término radiación;  el magnetismo del cual está impregnada su aura para poder vivificar las naturalezas psicológicas vacilantes que están viviendo a su alrededor. Se puede afectar —lo más que sea posible— a este conjunto de sombras en movimiento, con los cuales tiene que estar constantemente operando, trabajando y compartiendo las tareas cotidianas, porque si hay radiación, si hay comprensión, si hay amor, hay un grado de inteligencia desarrollado, y al propio tiempo hay voluntad de acción, hay un propósito de actuar, entonces todo cuanto está a nuestro alrededor queda magnetizado, vitalizado por la energía que surge de nuestra propia voluntad. El amor ciertamente atrae, el intelecto es una fuerza que sirve para proyectarse, pero de nada sirve el intelecto o la buena voluntad que surge del corazón si no existe —tal como hemos dicho en varias ocasiones— esta voluntad dinámica. Y esto es precisamente lo que está esperando la Jerarquía de nosotros para poder llevar adelante su plan de perfección de la humanidad, su plan de perfección del mundo, y naturalmente es aquí donde interviene el factor grupo, la comprensión de los miembros del grupo, el afecto por los miembros del grupo, una adaptación sincera a los miembros del grupo, una piadosa envoltura psíquica hacia el hermano del grupo con el cual no nos sentimos plenamente identificados. ¿Por qué dentro de un grupo no nos identificamos? Porque dentro de nosotros existen los gérmenes de la separatividad, cuando dentro de un ashrama, —y esto puede suceder porque no se trata de grandes iniciados siempre— cuando acontece que algún discípulo probado en la experiencia comete un error, existe la suficiente comprensión amorosa para dejar de criticarle, para tratar de registrar los móviles ocultos de su corazón, pues entonces, al comprender los móviles ocultos quizás nos demos cuenta, a veces, que nuestras críticas no han sido lo suficientemente correctas y que siempre que existe un caso de inadaptación grupal hay que buscar ante todo dentro del propio ser, dentro del propio corazón, para desde allí contemplar con una nueva visión psicológica, las incidencias, circunstancias y hechos que suceden dentro del grupo.

El grupo —si pudieseis llegar a comprender— tiene por objeto centralizar el poder del Plan de la Jerarquía, somos sus agentes, ¿quién va a hacer el trabajo del mundo sino los discípulos juramentados? Sino el sacrificio de todos aquellos que han abandonado la plenitud de sus grupos egóicos para descender a los más hondo, para tratar de comprender, de amar y de seguir el propósito de Dios con respecto a la humanidad, a través del grupo al cual se pertenece, porque —y esto se ha dicho muchas veces— ¿de qué nos sirve el conocimiento esotérico, la explicación racional, profunda o trascendente de los Misterios del Reino si no somos capaces de comprender el corazón de aquellos que están íntimamente relacionados con nosotros por Leyes de Jerarquía, por Leyes de Grupo Egóico, por Leyes, quizá, que proceden de los misteriosos arcanos de Shamballa? Si esto lo comprendéis y sois juiciosos, quizá vuestra actitud dentro del grupo tienda a cambiar, pues entonces os daréis cuenta que al cambiar vosotros cambian fundamentalmente los valores psicológicos de aquellas personas que antaño considerabais inadecuados o incorrectos o desplazados, de aquello que vosotros, pomposamente, estáis llamando o denominando las actividades del grupo. Un grupo es algo más que un grupo de personas que se reúnen para compartir una cierta enseñanza de tipo esotérico o de carácter oculto.  El grupo siempre es para limar los defectos que tiene cada cual, y los defectos que tiene cada cual se reflejan —no lo dudéis— en aquellas personas que criticáis.  La crítica es una espada ardiente con la cual estáis destrozando vuestro corazón y os estáis alejando del Maestro.

 

¿Por qué un grupo esotérico tiene tanta importancia en estos momentos trascendentes, en los cuales las gentes están angustiosamente clamando al cielo, pidiendo paz, pidiendo armonía, pidiendo amorosa comprensión entre unos y otros? Porque podríamos decir también, que estamos dentro de un círculo impetuoso de energías que están entrando dentro del planeta con un tremendo poder ígneo, están removiendo hasta la raíz la sustancia densa de nuestro vehículos y que hace aflorecer a la superficie aquello que impide la unión con el Alma, la unión con el Maestro, la unión con la Jerarquía, y fundamentalmente, lo que os aparta de la unidad del grupo.

 

Espero de todo corazón que seáis personas responsables, personas dignas de que el Maestro dirija de vez en cuando su atención hacia vosotros, porque de no ser así perderéis en esta vida una gran oportunidad, una oportunidad que no es simplemente el deleite de la amistad o el bienestar que se experimenta después de una profunda meditación; es preferible que os sacrifiquéis y renunciéis a este bienestar para preguntaros cuando estáis inspirados por el Maestro: ¿Dónde falla la conducta? ¿Dónde falla la estructura psicológica? o ¿en qué parte de la estructura psicológica anida el germen de aquello que debiera estar trascendido y que impide que os acopléis armoniosamente dentro de un grupo, que de una u otra manera está unido a un ashrama del Rayo del Amor de la Jerarquía y que se pueden establecer contacto, no solamente dévicos sino con elementos evolucionados de la Jerarquía, que está ansiosamente esperando que elevemos la vista y la conducta hacia ellos para que nos santifique dentro de su Infinita Misericordia, para que podamos penetrar el destino de los Dioses, que tendrá que ser nuestro propio destino dentro de cierto tiempo? Porque os he hecho una advertencia, —si es que queréis aceptarla— es que si algo encontráis dentro de mí que os atrae, no es por mis merecimientos sino porque en cierta manera y hasta cierto punto he sacrificado parte de mi existencia kármica en beneficio del plan del Maestro, y también os digo que quizá no siempre esté con vosotros y que tengáis que vivir con el estímulo del recuerdo, y que si algo queda del recuerdo, de la buena voluntad con la cual siempre he estado dentro de vosotros, daos cuenta también que aquella fuerza y aquella tremenda responsabilidad que tiene que ir aparejada con la fuerza, os inspire también y os ponga también en contacto con el Maestro, pues el Maestro jamás os obligará, esperará que seáis vosotros los que en momentos de alta complacencia espiritual le dediquéis vuestra mente, vuestro corazón, sabiendo que quedan en buenas manos y sabiendo que de la flexibilidad de este contacto estimulado en el corazón de cada uno de vosotros, surge aquella luz, que será evidentemente la luz del corazón.

 

Leonor.- Comentar lo que has dicho sobre la Jerarquía que piensa que los acontecimientos que van viniendo y que se han vivido siempre, lo que pasa es que si nos tocan de cerca nos damos más cuenta, pero en el mundo, en un lugar u en otro, desde que el planeta está ocupado por la humanidad, digámoslo así, siempre existen las guerras y los odios, y porque es producto no solamente de la ignorancia, sino del egoísmo humano, entonces, yo pensaba en aquel momento, tenía ante mis ojos la carta del Tarot, donde está digamos el cero, está delante del mostrador, donde están todas las herramientas de trabajo, o sea, que la Jerarquía lo que nos da son las herramientas de trabajo, entonces, no nos hace el trabajo ella, lo tenemos que hacer nosotros, pero las herramientas nos las ha dado a través de todas las energías y de todo lo que nos llega desde donde nos tiene que llegar, pero estas herramientas las podemos o sabemos manejar o no, el compendio total de la humanidad es egoísmo, entonces para ayudar o no ayudar, toda la chispa que tenemos dentro de nosotros, en los pequeños egoísmos humanos, ayuda a un lado o las chispas que tenemos de bondad, toda nuestra abnegación está ayudando, en este caso está la responsabilidad de cada uno, como ya se ha dicho antes, pero no podía ahora callarme el aspecto que me ha producido la pregunta que has hecho, de ver delante de mí enseguida la carta del Tarot, donde están los instrumentos de trabajo que son los que nos da la Jerarquía, pero entonces la humanidad tiene que trabajarlos, tiene que llegar a ser sagrada, a hacerlo todo sagrado y hasta que lleguemos a este punto tendremos que pensar que tenemos que ser como los agricultores, que siempre siembran para obtener una cosecha. A cada generación le toca plantar una semilla, y recogerá quizá, si o no, parte de la de anteriores generaciones, pero no podemos esperar recoger todavía la cosecha de lo que hayamos sembrado porque el conjunto todavía no es perfecto, pero eso si, tenemos que pensar esto, que la Jerarquía no tiene que trabajar nuestra evolución, somos nosotros los que tenemos que trabajarla, que no ha dado todo lo necesario para hacerlo. Entonces, cada vez que desprendemos de nosotros ciertas ansias de placer y de comodidad, etc., al desplazar estas cosas que son producto de más o menos egoísmo, es este caso, es cuando ya nos vamos poniendo a la balanza, que, digamos de una manera más bien no intelectual, pero que de una manera corriente vulgar decimos el bien y el mal. Nosotros sabemos donde depositamos ciertos aspectos de nuestra naturaleza interior. Pero lo que si hay que tener presente es esto, que la humanidad es ella la que tiene que evolucionar y no la Jerarquía, que ya está en su nivel, pero vengo a decir que nos lo ha dado todo para que lo hagamos mejor.

 

Interlocutor- Ayer, lo que me movió ha hacer la pregunta respecto a la presencia física del Cristo dentro de lo que podríamos llamar la Jerarquía, o sea, dentro del plano físico, del terrestre, era quizás una de las metas que de alguna manera se ha impuesto el Maestro Tibetano, por cierto, si no recuerdo de 5ª Iniciación de 2º Rayo. El Maestro Tibetano dice que una de las tareas que se ha de emprender por parte de la humanidad y por parte más que nada de los discípulos adelantados, es hablar abiertamente de la presencia física en la Tierra del Cristo, para de alguna manera rectificar la información que durante siglos se ha venido dando de que el Cristo se marchó, se ha alejado de nosotros, mientras que por ejemplo, aunque parezca contradictorio, en la Biblia pone que: ”Yo nunca os abandonaré” y por otro lado dice: “Cuando mi presencia sea necesaria, volveré”. Entonces, el Maestro Tibetano dice que esto ha creado un condicionante psicológico, de crear una especie de ambiente miserable por parte de la humanidad y muy distanciada con respecto al Cristo. Dice que para poner este aspecto de la Jerarquía ante la realidad humana, sería necesario que se hablara abiertamente de esta presencia y de cuando esta Jerusalén, a la cual se alude en la Biblia, sea una verdadera ciudad de paz, un hombre nuevo, entonces será posible que el Cristo venga nuevamente entre nosotros y que todos los ojos lo vean o que venga encima de las nubes, como podría ser perfectamente un avión o a través de la televisión, etc., entonces yo me pregunto: ¿Por qué o para qué es necesario que venga nuevamente el Cristo a la Tierra?

Vicente.- Bueno, como sabéis, el Cristo es un avatar del 2º Rayo, muy vinculado internamente —por motivos de rayo— con el propio Logos Solar y que en nuestro planeta constituye el centro del Amor. Se nos dice que, el hecho de que tenga todavía cuerpo físico, un cuerpo que no fue precisamente el que le legó el Maestro Jesús, el Nazareno, sino que después del drama de la muerte, al ascender nuevamente a su nirvana, para poder proyectar mejor las energías, las radiaciones cósmicas del Amor de Dios al planeta, era necesario poseer un cuerpo físico. Sin embargo, tened en cuenta que hablamos de un cuerpo físico en relación con el Señor del Mundo, de los grandes Chohanes o del propio Cristo, nos estamos refiriendo al cuerpo semimaterial, significa esto que hay más parte etérica que densa dentro de este cuerpo, en virtud de esto, a través de un cuerpo etérico por Él proyectado, por Él ideado y por Él construido, a través de su mandato sobre los ángeles del plano búdico, puede proyectar las energías del Amor de Dios a la Tierra en forma ininterrumpida, y es gracias a este Espíritu de Amor con el cual Él alcanza el corazón de los hombres, el porqué no se ha producido la gran hecatombe planetaria, porque lógicamente, debido a su tremenda evolución Sanat Kumara interviene muy poco directamente sobre los asuntos humanos, salvo en ciertas ocasiones, en las cuales viendo el beneficio de la totalidad planetaria debe intervenir drásticamente, tal como en el caso de la Atlántida. Sabemos también que utilizó fuerza cósmica de este tremendo Rayo —el 1º Rayo— con motivo de la individualización del hombre-animal, porque en aquellos momentos no había suficiente fuerza planetaria para poder atraer los remanentes superiores de las distintas especies del reino animal para penetrar en el reino humano, fue entonces, cuando utilizando en el momento de instaurar la Jerarquía aquí en la Tierra, que existe una tremenda invocación cósmica dirigida a los Ángeles Solares. Los Ángeles Solares pueden ser considerados de dos maneras: como unos Ángeles Agnisvhattas que están en el Corazón de Dios o en el Corazón del Sol —no en el sol físico sino el aspecto psíquico del Sol—, y también como fuerza cósmica procedente del 5º Plano Cósmico del Sistema Cósmico. Por lo tanto, la tremenda evocación de Sanat Kumara par producir estos resultados fueron evidentes, porque pudo entonces realizar aquella tremenda alquimia que consistía en canalizar todas aquellas entidades monádicas que realizaban su evolución en ciertas definidas especies para que pudiesen penetrar en el reino humano. Es decir, que lo mismo que aconteció cuando Sanat Kumara penetró en Shamballa o en la Isla Blanca, porque había previamente un Talismán Venusiano que precedió a Su venida y que se empezó a trabajar en su reino antes de que Él se convirtiese en el Rey; hay que comprender también el trabajo de Sanat Kumara y los Ángeles Solares, cuando en la mente incipiente del hombre-animal inculcaron el talismán de la mente, fue un aspecto decisivo porque al mismo tiempo era un designio cósmico, es decir, desde el punto de vista del Logos Solar, que es el más inmediato para la comprensión de las cosas absolutas, se hizo necesaria la individualización de unas unidades del reino animal y convertirlas en seres humanos porque precisaba imperiosamente, tal como se dice en Libro de los Iniciados, “poder manifestar la gloria infinita de Su ser”, porque el único ser de la creación que es conciente es el hombre, o autoconciente, que adquiere la conciencia de si mismo. Cuando estuvo estructurada esta conciencia y fue evolucionando ha medida que iba evolucionando por la fuerza de las cosas, el Señor del Mundo iba retirando su presión, iba retirando su energía eléctrica, entonces, quedó solamente una unión entre las unidades avanzadas del reino animal que se habían convertido en seres humanos y el Ángel Solar en el plano causal, y los Ángeles Solares y la Humanidad constituyeron un triángulo cuya cúspide estaba habitada por el Cristo, y continua todavía este triángulo.

 

Entonces, el problema de Cristo, volviendo al por qué tiene un cuerpo etérico o un cuerpo semidenso, fue para mejor galvanizar a todas aquellas unidades de la humanidad para que comprendiesen lo que les estaba diciéndoos antes, los motivos esenciales de la vida, no la uniformidad de los criterios sino "la unidad viva del corazón, que como hilo mágico ensarta el corazón de todos los seres humanos como si fuesen perlas" --esto pertenece también al Libro de los Iniciados--, a fin de que esta manera la evolución se sucediese sin los grandes cataclismos que hubieran engendrado solamente la fuerza del 1º Rayo actuando sobre la humanidad, para fortificar los gérmenes de la mente, o el “Huevo de la Mente” tal como se dice también en ciertos tratados ocultos. Pero en realidad el trabajo se está realizando de manera muy intensa en aquellas entidades humanas curtidas en mil batallas kármicas que llamamos los discípulos.

Ser discípulo para mí es una gloria, es un deber y una responsabilidad, porque hay que presentarse en el mundo como discípulo, como lo que se es. Y aquí sí que hay que afirmar los valores del espíritu, porque la gente se fija mucho en aquel que se autodefine como discípulo. Por esto os hablaba de la responsabilidad del discípulo, porque hoy día, debido a la presión de unas eras en movimiento —la Era de Piscis que se va y la Era de Acuario que está penetrando— existe una multitud de personas que sin ser discípulos se arrogan el título, no de discípulo, sino de Iniciado, de Gurú, quebrantando todas las leyes de la ortodoxia esotérica, —si podemos decirlo así— y que caen inexorablemente bajo la Ley del Karma. De ahí que las personas que quieren ayudar a las otras, en un sentido esotérico, tendrán que fijarse mucho ante todo, qué es lo que está sucediendo en su interior, qué es lo que está sucediendo en sus ambientes familiares, qué es lo que está sucediendo en sus ambientes profesionales y sociales, para que se de cuenta de que no basta la afirmación si no va seguida por la réplica de la voluntad, y siempre os he hablado más de voluntad que de amor, porque el amor implica ya el desarrollo de la voluntad, en tanto que el desarrollo del amor implica siempre el desarrollo de la voluntad. De ahí, que si tenéis en cuenta —y no quiero cansaros más— estas premisas, y son premisas tan naturales, tan sencillas de comprender, aunque supongo difíciles de poner en práctica. Pero con todo esto, con todo este absoluto reconocimiento de la dificultad, hay que seguir trabajando, hay que seguir luchando, hay que seguir insistiendo, dejando en cada recodo del camino jirones de nuestro yo muerto y vencido, para de esta manera preparar convenientemente los vehículos para que puedan ser utilizados por el Alma, por el Yo Superior que es lo que constantemente está tratando nuestro ser interno.

 

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
20
-Octubre-1983

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
3-Septiembre-2006

Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)

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