CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA
 


 
 

Magia Organizada Planetaria

La Magia del Átomo.

Barcelona, 10 de Mayo  de 1.986

 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Magia Organizada Planetaria

La Magia del Átomo.

 

Vamos a continuar insistiendo sobre la Magia Organizada del Universo con fines de creación. En realidad todo tipo de creación, en el nivel que sea, es siempre una obra mágica que surge de centros creadores, ya sean cósmicos, universales, planetarios o simplemente humanos. Sin embargo, hay un imperativo en los momentos presentes de llevar la magia organizada a sus niveles científicos más asequibles a la humanidad. Cuando decimos, por ejemplo, que el Universo está inmerso dentro de un Espacio multidimensional, multimolecular, y multigeométrico, es así mismo: multidimensional, multimolecular y multigeométrico. La base del Universo, la base de toda obra creadora, se halla en aquellos pequeñísimos elementos reconocidos como átomos o elementos químicos. No puede existir creación alguna, del tipo que sea, ni en cualquier nivel en la vida del Universo, que no sea el resultado de un trabajo de edificación o de estructuración que se apoya en el diminuto átomo. Así, que hoy, podríamos tratar la magia a partir de los elementos atómicos, pues el átomo como entidad existe en todos los planos y en todos los niveles dentro de no importa qué obra creadora.

 

Decir que un átomo es una entidad en su nivel tan completa como el hombre, puede parecer una afirmación casi descabellada desde el punto de vista científico; pero aquí estamos educiendo verdades esotéricas que, sin embargo, se apoyan en todo cuanto ha descubierto la ciencia de nuestros días, pero que, sin embargo, profundiza en zonas de alta profundidad cósmica. La estructuración de cualquier obra en la vida de la naturaleza se apoya siempre sobre una acumulación de átomos o elementos químicos, constituyendo compuestos moleculares, sea cual sea el nivel donde esta obra se manifieste. Hay átomos físicos, físico‑etéricos, astrales, mentales, y en todos los demás niveles superiores; existe, sin embargo, una limitación científica en orden al descubrimiento de la actividad atómica en la construcción de cualquier elemento molecular, y después, en la composición de cualquier obra creadora, fomentada o surgida de algún centro creador, que podemos decir que es un mago en potencia. El mago utiliza todos los elementos moleculares del Espacio para formar aquellas formas que él precisa, alguna obra realmente creadora.

Que existen niveles de estructuración, que existen niveles de magia, esto ya lo hemos dicho en repetidas ocasiones. Sabemos que dentro del infinito conglomerado atómico, dentro del cual estamos inmersos, los hay de un tipo vibratorio sutil o de un tipo vibratorio denso; la acuidad, la diafanidad, la transparencia de un átomo, en relación con la densidad sombría de ciertos átomos que nos envuelven, puede establecer el límite o la barrera que separa la Magia Teúrgica de la Magia Goética, o sea, de la Magia Blanca y de la Magia Negra. Pero, el procedimiento que utiliza el mago para crear una obra cualquiera, ya sea goética o sea teúrgica, se basa siempre en esta atención depositada en los éteres, llevada a cabo por la intención de base, de un propósito, al cual seguirá una idea y, finalmente, se creará alrededor de esta intención‑idea, una forma característica que obedece a las razones del creador o del mago; y esto puede llevarse adelante, de acuerdo con la analogía, a todos los niveles de no importa qué Sistema Solar, de no importa que tipo de Constelación o Galaxia.

Todo es siempre una repetición en pequeña o, a gran escala, del Principio de Creación. Pero, ¿qué sabemos exactamente del átomo sobre el cual se va estructurando el solemne edificio del Universo? El átomo es una entidad que posee, a igual que el ser humano, un triple cuerpo de expresión. El hombre posee —hablamos del hombre actual, del hombre corriente que somos seguramente todos y cada uno de nosotros—, un cuerpo físico, un cuerpo astral y un cuerpo mental. La ciencia reconoce en el átomo [...]: un protón, un neutrón y un electrón, que constituyen, por decirlo de alguna manera, y viendo la cosa desde el ángulo esotérico, un cuerpo físico, un cuerpo emocional y un cuerpo mental; el protón es la mente, el neutrón es el cuerpo emocional y el electrón es el aspecto físico, mayormente físico del átomo; entonces, si aceptamos esta verdad esotérica, siguiendo como siempre el principio de analogía, tendremos que el átomo no sólo poseerá un triple cuerpo de expresión, sino que además poseerá este elemento dinámico que es un propósito definido y después una conciencia, porque no puede haber relación en ningún nivel de la vida de la naturaleza sin que exista conciencia.

La conciencia, ya sea de un átomo, ya sea del propio Dios, se basa siempre en el principio de relación, relación magnética, finalmente, se llega a cumplimentar el propósito definido, y a través de este propósito, se va realizando la obra, la obra de masificación del éter, para construir formas, que es lo que hace realmente el mago cuando esta creando. El mago realmente no hace otra cosa que seguir por analogía las leyes del creador, las leyes de la intención o del propósito, las leyes de la idea y, después, las leyes de la forma. Pero, entonces, si aceptamos el átomo como una entidad completa, ¿de dónde procede la vida de esta entidad?, ¿y la conciencia, procederá a igual que la conciencia del hombre de los niveles causales? Podíamos aceptar, por analogía, que realmente existe un compuesto monádico en el centro místico del átomo, que es el que trae la intención del Creador, que existe una conciencia que procede de la relación de este propósito con la materia dentro de la cual se va creando su forma, y debe existir forzosamente, un campo de actividad en sí mismo, y además, a través de una serie de compuestos moleculares en el seno de cualquier forma dentro de la cual esté elaborando simplemente como un agregado de tipo físico.

 Ahí está, entonces, el dilema que se le presenta al científico moderno de indagar dentro del átomo no sólo esta ineficaz, todavía, interpretación del significado atómico y de la propia liberación de la energía, y decir, por ejemplo, como decía no hace mucho tiempo el Maestro Koot Humi, de que la ciencia está solamente al principio de una Era de grandes revelaciones, una de las cuales es descubrir la conciencia del átomo y descubrir que esta conciencia es inteligente, y que actúa inducida por móviles que la ciencia desconoce. Y se habla de las afinidades químicas, de que existe realmente una elección atómica llevada por impulsos, dichos primarios, pero que para el esoterista son universales, de acercarse a otros átomos de tipo vibratorio parecido, para constituir moléculas, y estas moléculas siguiendo idéntico principio, se van aliando a otras moléculas de distintas procedencias para formar organismos, para formar los cuerpos que son las formas geométricas de que se revisten todas las conciencias y todas las vidas dentro y fuera del Sistema Solar.

El átomo, que el científico reconoce como una triple entidad actuante o interactuante, de protón, de electrón y de neutrón, no es todavía lo que debería haber descubierto la ciencia, pues si se posee clarividencia y se examina el átomo en profundidad, se verá que dentro de cada protón, de cada neutrón y de cada electrón, existen infinidad e infinidades de corpúsculos eléctricos, para ver los cuales, la ciencia a pesar de sus grandes descubrimientos técnicos, todavía no puede llegar a descubrir. Si se entrase solamente en el primer nivel etérico en la vida del planeta, o sea, en el 4º Éter, se verían formas, compuestos moleculares y elementos químicos, por decirlo de alguna manera, que están tan maravillosamente organizados y tan completos en su esencia y en su distribución, que se precisaría ser un gran soñador o un gran romántico para aceptarlos. Pero, el esoterista no es ningún romántico, ni tampoco ningún soñador, sino que es una persona que ha descubierto en virtud de su propio desarrollo espiritual, unas capacidades de percepción que no están al alcance de todo el mundo.

En virtud de estas facultades, de la clarividencia, por ejemplo, se pueden detectar, primero, que el átomo primario, o el átomo que es la unidad en química, o el átomo de hidrógeno, está compuesto además de 18 cuerpos menores que constituyen sistemas de relación tan maravillosamente organizados que nos hablan de un propio Universo en miniatura, y que por lo tanto, cuando existe —como se ha producido y se viene produciendo— una liberación de la energía, solamente está poniendo en evidencia una pequeña parte de su potencial eléctrico o ígneo y, como Uds. saben, desdichadamente, la ciencia todavía no ha logrado captar estas grandes verdades para dominar no sólo la relación protón, electrón y neutrón, sino que no puede todavía calcular la tremenda fuerza liberada de aquellos diminutos corpúsculos eléctricos —18 en total—, que constituyen la estructura interna o la sede de la intención de Dios en el átomo. Entonces, no es posible todavía que la ciencia controle la energía nuclear, porque se basa en principios todavía incipientes, porque no puede controlar esta fuerza tremenda, este fuego que está ardiendo en la vida del átomo, en la profundidad misteriosa de los grandes arcanos de la naturaleza. Hay que buscar nuevos sistemas de aproximación para poder descubrir dentro del átomo, no sólo el aspecto triple que constituye, por decirlo de alguna manera, la personalidad característica del átomo, sino para penetrar en el trasfondo del átomo y llegar a penetrar en el trasfondo de la propia conciencia inteligente del átomo; esta conciencia inteligente que crea este principio de elección del átomo, de selectividad natural, o de aproximación por semejanza, con los demás elementos con los cuales puede establecer relaciones de afinidad.

 

Podíamos hablar, siendo quizá un poco soñadores, que puede existir amor en el átomo, y que éste amor en el átomo constituye el elemento de aproximación con otros átomos de distinta calidad y de distinta procedencia, y esto, que todavía ignora la ciencia química, lo sabe perfectamente el clarividente iluminado una vez ha recibido la 3ª Iniciación Jerárquica, mediante la cual le son abiertos en Shamballa los Registros Akhásicos, mediante los cuales se puede descubrir la esencia atómica desde el remoto momento en que se produjo la primera creación universal, lo cual no es llegar al final del libro, es solamente el final de una página del libro inmenso que contiene la Sabiduría de todas las Edades. Pues, si hemos dicho que el átomo constituye el elemento de base para la estructuración de toda posible forma universal o planetaria, debemos conocer también lo que hemos dicho tantas veces con respecto al Espacio, porque el Espacio es la sede de la creación, y el Espacio contiene en potencia la esencia de todos los átomos que pueden llegar a constituir aspectos moleculares en la confección de cualquier tipo de Universo.

Si el Espacio es multidimensional, nos da una idea de que la creación debe partir de un centro creador que pulsando con maestría los éteres que constituyen el Espacio como entidad, atrae por simpatía vibratoria, a igual que lo hace el átomo, aquellas condiciones físicas, astrales, mentales, o de todos los planos, o todas las dimensiones, que precise aquel Logos que quiere manifestarse.  Pero, ¿qué sucede cuando hablamos de dimensiones como extensiones dentro del Espacio, si es que podemos utilizar esta noción? Nos daremos cuenta de que si el Espacio es multidimensional no puede contener únicamente a las siete dimensiones que corresponden a nuestro Universo físico, sino que tendrá todas las dimensiones posibles, y que de acuerdo con la potencia creadora de cualquier Logos Superior, aquellas dimensiones séptuples que corresponden a nuestro Universo, pueden ser sumadas a otras tantas y otras tantas dimensiones, constituyendo Universos, Galaxias y Sistemas de Galaxias, para cuya medición, nosotros, como seres humanos, carecemos de medidas. Y esto, si se analiza desde un ángulo de vista científico, pero utilizando la clave de la analogía, veremos que es así, y que lo que caracteriza a los Logos, es primero, la calidad espiritual de estos Logos, y por ende, la cantidad de dimensiones del Espacio que es capaz de atraer a sí, para constituir, mediante su propia voluntad, su propio amor o tendencia incluyente, y su inteligencia creadora, aquellos compuestos moleculares que constituirán la base de su Universo o de su Sistema de Universos.

Pues, ¿qué hace realmente un Logos cuando enfrenta la tarea de estructurar su Universo? Ante todo elige un lugar en el Espacio, y entonces, en este lugar del Espacio deposita su intención profunda, automáticamente emite una vibración, una palabra, una orden, o un sonido, y al conjuro de este mántram inmenso, surgen del seno profundo del Espacio, miríadas de pequeñas vidas adoptando formas incomprensibles quizá para nosotros, y a la voz de un Mago Supremo se arremolinan a su alrededor y van creando progresivamente aquello que será su estructura universal. Cada Logos emite varios tipos de vibraciones, surgiendo de una palabra o mántram de tipo esencial, que constituye la llave maestra de todo el significado que tendrá su Universo, pero de acuerdo con cada una de las cualidades que tenga desarrolladas el Logos, así serán los planos y las dimensiones, lo cual quiere significar, que si a nuestro Logos le corresponden, por ejemplo, siete cualidades, puede que a otros Logos en su revelación ante el Cosmos, ante el Espacio abierto, corresponden otras tantas o múltiples cualidades que posee desarrolladas y que, por lo tanto, el Universo está estrecha y coherentemente unido en virtud de las cualidades que desarrollan los Logos Creadores, no importa cuál sea su propia evolución, no importa cuál sea su estado evolutivo, para crear a su alrededor aquello que constituirá su morada para habitar durante todo un Mahamanvántara que constituye el proceso de su propia evolución cósmica.

 

Entonces, cuando surge el átomo, en virtud del llamamiento del mago, se produce en el Espacio un desequilibrio, mediante el cual se establecen las leyes de la polaridad magnética, se crean dos tipos de vibración, el de la palabra o sonido y el de la respuesta del Espacio, que dependerá de la calidad de este sonido, y en virtud de esta dualidad, que podríamos de acuerdo con la analogía definir como de espíritu‑materia, se abre el campo de la evolución y en el contacto de los compuestos moleculares entre sí constituye un tipo de conciencia definida para cada plano, para cada esfera, para cada cualidad logóica. Entonces, podríamos ya esclarecer algo más el trabajo del mago cuando hablamos de su imperio o su emporio sobre los devas que constituyen el Espacio, que son la fuerza coherente del Espacio, este Espacio vital donde aparentemente no hay nada pero donde están vibrando todas las dimensiones, no sólo las que corresponden al sistema planetario, sino a todas las dimensiones del Espacio, por ley de simpatía cósmica, la voluntad del Logos es una cualidad, el amor del Logos es una cualidad, igual que la inteligencia, el equilibrio, la armonía, que la inteligencia concreta, que el arte, que la belleza y que la propia magia; constituyen cualidades de la propia Divinidad, que para manifestarse precisan del concurso de los átomos, de los átomos que constituyen la estructura esencial de cada plano. El plano físico, como sabemos, es el resultado de una acumulación de átomos de hidrógeno para constituir la tabla periódica de los elementos químicos, y no conocemos todavía, como decíamos al principio, lo que es el átomo de hidrógeno, pero después del átomo de hidrógeno existe una evolución atómica, una evolución monádica, podíamos decir, dentro del átomo, constituyendo una corriente de vida completamente desconocida todavía, tan completa y tan necesaria, como son la corriente de vida de la humanidad o del 4º Reino, o aquella que creó el Reino de los Ángeles; y no se ha llegado todavía al fin de la investigación, pues si nuestro Universo es septenario, habrá que colegir, habrá que imaginar, de que existen otras corrientes de vida dentro del propio planeta, por no ir más lejos, totalmente desconocidas por nosotros y que constituyen precisamente el principio de la investigación de los Discípulos de la Jerarquía,

O ¿es que creen que estar en un Ashrama de la Jerarquía es solamente para adquirir poderes psíquicos o para poder ostentar un distintivo: "Yo soy un Discípulo del Maestro?”? ¡Es algo más! Es la necesidad que mediante el estudio y la investigación constante se llegue a comprender, determinar y clasificar, todas aquellas otras energías, constituyendo agregados atómicos, que se mueven en todos las niveles del Universo. Cuando se llega a cierto punto, aquellos poderes psíquicos que le han sido ocultos, no negados, reaparecen en el mago, y es cuando comprende la esencia, lo que da vida al átomo, lo que es el átomo en sí, cuando puede gobernar el átomo. No lo que hace la ciencia, que ha logrado liberar la energía del triple cuerpo, a través del núcleo vital del protón, pero, ¿qué sabe de la conciencia? Se dice que ha habido una liberación atómica en el momento en que se produce una explosión nuclear, pero, ¿es así realmente? ¿Se ha liberado el átomo, o se le ha encadenado —hablando en términos de energía— a otras regiones del Espacio donde continuará su acercamiento a las causas productoras?

Ahí está el karma de la humanidad, el karma de los científicos, el karma de los políticos, y el karma de los economistas; porque lo que se intenta con el átomo es querer dominarlo para satisfacción egoísta de las propias naciones, y tendrá que esforzarse mucho el ser humano, trabajando en este campo, para poder salir triunfante de esta prueba inmensa que tiene que vencer su propio egoísmo, y penetrar, espiritualmente hablando, en el corazón mismo, en la esencia misma del átomo, para ver qué es lo que hay que liberar, si la personalidad —que se ha logrado—, o aquello que constituye la esencia del átomo, o sea, la intención del átomo. Liberemos la intención del átomo, pero antes tenemos que liberar la intención humana, porque el átomo es un servidor del ser humano, es su amigo, si se convierte en enemigo es porque existe egoísmo en el corazón del hombre, no por su propia característica, pues constituye a igual que los ángeles, una corriente de vida a nuestro favor si logramos realmente no obligarle o gobernarle, sino comprenderle, y facilitar su liberación natural, no para crear armas, no para evitar que una parte considerable de la humanidad pueda llegar a tener oportunidades sociales.

 Esotéricamente, y hablando siempre en términos del discipulado moderno, habrá que insistir, a través de la analogía, en este hecho aparentemente sin importancia, que es la liberación atómica en virtud del amor de los seres humanos, y no en virtud del antagonismo entre los seres humanos. Si se trabaja el átomo con amor se descubrirá el secreto que permitirá al científico un control natural sobre la energía expansiva del átomo, porque el átomo se liberará, no colisionará con otros átomos, que es lo que sucede actualmente con la explosión en cadena, y Uds. lo saben. Como estamos ya entrando en una Era donde el Espacio tendrá más importancia que el tiempo, es hora que vivamos apercibidos, porque dentro del Espacio existen maravillosas combinaciones atómicas, mediante las cuales, el Manú de la Raza construirá los nuevos cuerpos. No hay que esperar llegar a la 7ª Subraza de la 7ª Raza para tener una vislumbre de lo que será aquel cuerpo humano al final de un Manvántara planetario.

Hay que vivir en el presente, en estos momentos tenemos la posibilidad. Las Eras no vienen marcadas por las estrellas sino por la conducta de los hombres, por su inteligencia, por su amor y por su dedicación y servicio a la humanidad. La estructura molecular de cualquier tipo de Universo sólo indica actualmente que se trata de un efecto kármico, por lo tanto, si el karma todavía está latiendo en toda la estructuración de no importa que tipo de creación, surgiendo de un mago, sea cualquiera que sea este mago, es que realmente estamos viviendo una Era de aproximaciones, siendo así hay que tratar de sacarle fruto, un fruto positivo, de igual manera que a través del tiempo hemos dominado una fuerza ígnea en la vida de la naturaleza que llamamos electricidad, una electricidad que solamente es un primer peldaño dentro del gran edificio de oportunidades que tendrá el hombre de los siglos venideros, pero que podría estar al alcance del hombre actual con sólo vivir atentamente la influencia positiva de las estrellas y no sus nefastas influencias, pues, todas las Estrellas, todas las Constelaciones y todos las Galaxias han sido edificadas siempre sobre estructuras atómicas, y estas estructuras atómicas tienen como finalidad revelar el grado de evolución de cualquier tipo de Logos o de Centro Creador.

Y esto no es solamente una respuesta a la gran pregunta de toda la vida de: Quién somos nosotros, de dónde venimos y adónde nos dirigimos, sino que constituye por primera vez en la historia planetaria, de un contacto establecido, entre la humanidad en conjunto, con las fuerzas cósmicas habitantes del propio Espacio que están intentando que las humanidades de todos los Planetas y de todos los Sistemas sean tan puros y tan responsables que hagan posible que llegue a las humanidades un principio de energía mediante la cual se acabe el problema kármico de la humanidad. Se han hecho muchos trabajos en este aspecto, el principio ha sido —como sabemos—, el descubrimiento de las leyes de la relatividad, que desde el punto de vista esotérico, es solamente un principio y no totalmente completo, porque el Universo no es solamente masa y energía, sino que es amor e inteligencia, y aquí no ha llegado todavía ninguna fórmula científica que pueda descubrir las profundidades donde se agita esta potencia innata que existe dentro de todos y cada uno de los compuestos moleculares en ciernes, o en suspensión, que constituyen el Espacio, dentro del cual, y en forma de Universo, vivimos, nos movemos y tenemos el ser.

 

Y ahora podríamos ampliar estas ideas con sus propias preguntes.

 

Interlocutor - ¿Es necesario conocer la química para entrar en estos secretos?

Vicente - Bueno, el químico moderno, mediante la investigación ha logrado descubrir la base, y la base es que la energía que procede de los niveles cósmicos ha quedado sintonizada en el nivel puramente físico, en el átomo de hidrógeno como unidad, pero que la gama de elementos químicos que proceden del átomo de hidrógeno son solamente pequeñas formas incompletas, porque lo mismo que mirando el átomo a través de sus compuestos invisibles —los que todavía la ciencia no reconoce porque no lo ha descubierto—, igual sucede con la tabla de elementos químicos, hasta aquí creo que hay 103 elementos descubiertos o átomos con una potencia o carga eléctrica de 103 protones, 103 electrones y otros tantos neutrones, pero, investigaciones recientes indican que se ha llegado a descubrir átomos de un peso atómico de hasta 117 protones, esto significa pues que no se ha llegado al fin y que la tabla de elementos químicos se pierde en la inmensidad de la investigación, y que a medida que el ser avance, surgirán nuevos elementos, hasta que un día se descubra el verdadero elemento de base mediante el cual y por transmutación se pueda realizar alquimia de la creación, y no existan problemas ya, como existen hasta estos momentos de monopolio de las energías por parte de ciertas naciones más adelantadas científicamente que las demás, y vendrá seguramente por un tipo de investigación completa, que rebasará el ámbito simplemente físico o mecánico de la existencia para penetrar en niveles superiores, pues, si todo hay que analizarlo desde el ángulo de vista de la analogía, ¿no hay que suponer que donde termina el átomo de hidrógeno, por sutilidad, se da vida a otros átomos más ligeros, más diáfanos, más perfectos en su expresión?, y que se va actualizando esta fuerza atómica, en el cuerpo del Iniciado, por ejemplo, donde según se nos dice, se produce realmente aquella alquimia de la naturaleza que convierte al átomo de hidrógeno en átomos superiores dentro del propio cuerpo. ¿Qué sucederá por ejemplo cuando el cuerpo del ser humano sea capaz de contener compuestos moleculares pertenecientes al plano búdico? Habrá una revolución total en todos los ámbitos conocidos, porque realmente se habrá reconocido la existencia multimolecular del Espacio, a través de le expresión de un Universo. Y, a partir de aquí, vayan Uds. examinando la vida de los Iniciados Superiores, a partir del Adepto, cuando el Iniciado se mueve ya en dimensiones cósmicas, lo que puede suceder con la liberación de aquella tremenda energía que está infinitamente más allá y por encima de los más diáfanos átomos conocidos. La química está trabajando, los científicos realmente de buena voluntad están intentando vencer la inercia de la materia mediante la infusión de su espíritu; pero a pesar de todo no se avanza demasiado, porque en su totalidad la humanidad es totalmente egoísta y, que por lo tanto, cualquier provecho o ganancia de tipo cósmico le es negado, no existe otra opción para el ser humano —que somos todos nosotros—, que vivir con un poco más de caridad y de amor y constituir una barrera magnética que nos aísle del egoísmo que, como egregor, está flotando dentro y fuera de nuestro Sistema, y dentro de los Éteres Planetarios, hasta llegar a los ambientes sociales del mundo, en donde vivimos inmersos. Es un trabajo de inmensa perspectiva, Uds. verán que hay que empezar a reconocer el hecho de que nosotros somos creadores; además, tenemos un protón central en el corazón que nos habla de intención y de amor, tenemos neutrones que nos llenan de equilibrio y de armonía, y tenemos electrones que nos dan actividad. Esto es el reconocimiento de las leyes científicas que regirán el futuro de los seres humanos.

 

Interlocutor - ¿No es cierto que a través de este experimento de la alquimia, en la cual el hombre a través de la transmutación, la cantidad de energía que puede canalizar este ser, perturba al mismo tiempo el vehículo físico que ha de estar preparado para soportar mayores energías? Es decir, nos podrías hablar un poco de la ciencia de la transmutación.

Vicente - La transmutación es una actividad que realiza el ser humano al llegar a cierto nivel dentro de su evolución kármica. Si hablamos en términos de química o de alquimia, diremos que es aquella actividad mediante la cual el mago transforma un metal de tipo bajo o de bajo nivel vibratorio, en otro de superior vibración, como es el plomo convertirlo en oro, por ejemplo, que es lo que buscaba el alquimista del futuro, apercibido de que existe muy poca diferencia de protones dentro del oro y del plomo —creo que son tres protones de diferencia—. Se han realizado experimentos con el mercurio, casualmente hay un protón de diferencia, sin embargo, la fabricación del oro es más cara que el oro sacado de la mina, porque no se comprende la ley de la transmutación, que se basa en hallar dentro de la naturaleza aquello que alquímicamente se llama el Disolvente Universal o el Alkahest de los antiguos magos, no conocemos esto todavía porque no tenemos amor. Por lo tanto, solamente la transmutación física de los metales está al alcance de los Iniciados, y pueden transformar el plomo, el cobre u otro cualquier metal vil en oro. Pero, esto no resuelve la cuestión del ser humano, porque la transmutación es aquella fuerza tremenda que realiza el individuo cuando se va purificando, cuando se va separando del egoísmo circundante, aislándose cada vez más y más, hasta llegar a un punto dentro de sí mismo, dentro del cual el corazón tiene la máxima importancia; entonces, a través del corazón se realiza la obra transmutadora dentro del individuo, y entonces, todos los compuestos químicos de alta densidad se transmutan en virtud de la voluntad del Iniciado en compuestos moleculares de alta vibración; expulsan, por decirlo de alguna manera, a los átomos nefastos y sombríos de su propia naturaleza y, automáticamente, aquel vacío se llena con compuestos moleculares de alta selectividad, ya sea astral, mental, o como decíamos anteriormente, por compuestos búdicos, o por compuestos átmicos, pues el Iniciado o el Discípulo no recibirá ninguna vibración superior o Iniciación, sino hasta que haya cambiado completamente ciertos compuestos moleculares dentro de sus cuerpos, y cuando esto lo realiza viene el acto de la Iniciación: la Ceremonia. La Ceremonia no inicia al Iniciado, es el trabajo del Iniciado quien exige la Iniciación, ¿por qué? Porque entonces, cuando recibe la Iniciación es que ya es un Iniciado ,y lo que hace es que la Jerarquía, la Gran Fraternidad, el Único Iniciador, Sanat Kumara, le reconoce los méritos; igual que aquí en una universidad te dan el título cuando has sufrido las pruebas y los exámenes, luego lo que te den a cambio es la aceptación como que tú has hecho la prueba y has vencido; esto es en esencia la Iniciación. Pero cuando se recibe la Iniciación a través de una serie de transmutaciones dentro de sus compuestos moleculares, es cuando se le admite de hecho dentro de la Gran Fraternidad, y esto va para todos, porque el trabajo de estar atentos, el trabajo de la meditación, el trabajo del servicio, el trabajo del estudio y la investigación, son los peldaños mediante los cuales vamos ascendiendo y nos situamos ante la Dorada Puerta dentro de la cual está el Iniciador. Pero todo el trabajo se basa en nosotros, el esfuerzo necesario para vivir de acuerdo con la ley y, de acuerdo con la ley se efectúa la transmutación. Todos somos magos, todos somos alquímicos, entonces ¿por qué no utilizamos esos poderes para crear un mundo mejor? ¿O esperamos que sea el destino o el karma, o Dios, quien resuelva por nosotros estas cosas? Si Dios ya está en nosotros, sólo es vigorizar el intento, la intención, el propósito y aumentar el caudal de amor en el corazón. A partir de esto ya estamos venciendo la inercia de los sentidos, la inercia de las emociones o de los deseos y la inercia de la mente organizada, empeñada en descubrir la verdad en las pequeñas cosas de la vida, que es lo que sucede actualmente. El intelecto no es una gloria, en ciertos casos se convierte en un impedimento, y ésta no es una afirmación dogmática, sino que es el reconocimiento de que a través del intelecto que consideramos como causa, se va realizando la gran transmutación creadora que traerá como resultado el hombre nuevo, el hombre nuevo por el cual todos nos estamos esforzando.

 

Leonor - ¿Una de las primeras bases para mi transmutación personal puede ser pasar del subconsciente al consciente?

Vicente - Naturalmente, la transmutación psicológica tiene tres vertientes como Uds. saben: hay una subconciencia, debajo de la conciencia, una conciencia, en el centro, y una supraconciencia en la parte superior. Entonces, ¿cómo transmutaremos psicológicamente nuestro ser? Convirtiendo la subconciencia en conciencia y la conciencia en supraconciencia. Es el paso que va de los recuerdos de ayer al devenir de mañana pasando por el momento presente, lo cual si Uds. son analíticos verán claramente, que es en el presente donde existe la posibilidad de la transmutación psicológica y que cuando hablamos tan reiteradamente sobre la atención del pensador, nos estamos refiriendo precisamente, a esta capacidad de estar atentos al momento que estamos viviendo y este es el presente, no es el pasado, no es el futuro. El pasado es recuerdo, es subconciencia, es aquello de lo cual estamos apartándonos, en tanto que la supraconciencia solamente puede venir cuando en el presente estamos muy atentos, significa que nuestra conciencia está tan identificada con aquello que está sucediendo que lo comprende por intuición, y al propio tiempo, aquello que comprende por intuición se transmuta en algo mejor que llamamos supraconciencia.

 

Interlocutor - ¿Podrías explicar algo de la transformación del Tiempo en Espacio?

Vicente - ¿Qué es el Tiempo?, cuando el Espacio ha sido alterado, cuando el equilibrio existente crece en el Espacio, sucede algo imprevisible para nosotros, que es la creación de campos reactivos dentro del Espacio. Los estados relativos, reactivos en el Espacio, constituyen el tiempo. El tiempo no es más que un punto de enfoque del creador en el Espacio, cuando se han creado los síntomas del Universo, allí donde existe un círculo no se pasa dentro de aquel círculo no se pasa dentro del cual el creador extiende su obra creadora, no existe Espacio. El Espacio está fuera del campo conceptual, conocemos solamente el tiempo; para conocer el Espacio, saber lo que es el Espacio y llegar a comprenderlo con tanta intensidad que nos diésemos cuenta de nuestra escasa valoración psicológica, veríamos que solamente donde existe una manifestación existe tiempo. Y, cuando hablamos de dimensiones estamos hablando de aquellas dimensiones que ha conquistado dentro del Espacio cualquier centro creador, lo cual significa que incluso las dimensiones del Espacio del Universo constituyen limitaciones, porque se apartan de la absoluta integridad multidimensional del Espacio. Hay que comprender estos hechos. El tiempo, ¿qué es para nosotros, algo cronológico que depende del reloj o algo psicológico? Si es algo psicológico hay un gran problema, si es cronológico solamente con un orden establecido en la conducta personal lo podemos solucionar, pero cuando existen problemas de orden psicológico con respecto al tiempo, hay una indicación de que el ser está penetrando dentro de actividades moleculares de las cuales le es muy difícil salir, le decimos karma a estas cosas. El karma es el tiempo, y el tiempo es una reducción del nivel natural vibratorio del Espacio. Cuando dentro del Espacio hay puntos más cercanos o más alejados entre sí, se crea el fenómeno de la distancia en el tiempo, ya tenemos otra forma de valorar el tiempo, en virtud de las leyes de necesidad de traslación, de un punto más distante o de un punto más cercano. Pero, ¿qué sucederá, vamos siempre a lo mismo, dense cuenta—, cuando el individuo esté tan totalmente entregado a la vivencia del presente, con la atención depositada en todos y cada una de los momentos que está viviendo?, en este estado de observación profundo se produce el milagro, se produce un acercamiento entre el sujeto que observa y la cosa observada, entonces, en virtud de ese acercamiento se produce el milagro, el tiempo no existe, solamente existe el Espacio entre la mente del que observa y la cosa observada, y éste es el principio del amor que nos han enseñado los Grandes Seres, no hay distancia en el amor, ¿verdad? La inteligencia crea espacios, grandes espacios para la investigación, pero el amor es esencial, nunca crea espacios o tiempos en el Espacio, es un Espacio abierto a la investigación y, si se investiga muy atentamente, se pierde la noción de tiempo, equivale a decir que pierde la noción equivalente de subconciencia, conoce la conciencia y la supraconciencia y, entonces, el hombre ya no es un hombre en el sentido estricto de la palabra, es un Dios que se ha reconocido a sí mismo como esencia creadora, como espíritu latente y actuante de la propia divinidad.

 

Interlocutor- ¿Si el pequeño yo usa este cuerpo físico para manifestarse, se puede decir que el Gran Yo de la Tierra también usa el cuerpo físico de la Tierra para manifestarse y así hasta todas las galaxias del Universo?

Vicente - Naturalmente. El planeta, nuestro mundo, no es sino un cuerpo de manifestación de esta entidad que, esotéricamente, llamamos el Logos Planetario. Y el cuerpo universal, es decir, aquel rayo que va del centro creador del Logos hasta el confín del Universo, todo cuanto se agita dentro de este círculo no se pasa, es el cuerpo mediante el cual se está manifestando aquella entidad que llamamos el Logos Solar, y dentro de este círculo no se pasa, se están desarrollando siete virtudes o cualidades de este Logos, lo cual complica un poco la investigación, pero se llega al menos a un significado claro del mismo.    Vemos el por qué de la Voluntad, del Amor, de la Inteligencia o de las demás cualidades que adornan a cualquier Logos del centro creador y, finalmente, todo esto constituye un séptuple cuerpo de manifestación de este Logos. Nosotros conocemos tres cuerpos definidos, uno muy completamente que es el cuerpo físico, el astral lo conocemos solamente en virtud de los intensos deseos que promueve en nosotros y el cuerpo mental del cual tenemos noción solamente por los pensamientos y por las averiguaciones y pesquisas a través de la mente. Pero no conocemos nada del cuerpo búdico, no conocemos nada del cuerpo átmico, ni del monádico, ni del ádico, lo cual significa que estamos viviendo única y exclusivamente en el mundo de confusión de los tres mundos, de este mundo de maya de los sentidos, del espejismo emocional, de los deseos incompletos e insatisfechos, y de la intención dentro de la cual existen ilusiones, y estas ilusiones que embargan la vida de la intención y le impiden llegar al cumplimiento a través del cuerpo emocional, para finalmente llegar al cuerpo físico en forma creadora. Si solamente conocemos nuestros tres cuerpos, a igual que el científico sólo conoce el protón, el electrón y el neutrón en la vida del átomo, indica solamente que estamos viviendo única y exclusivamente en los tres mundos de la confusión, en los tres mundos de la prueba kármica, en los tres mundos de los señores lunares, con los cuales estamos emparentados por razones kármicas o por principios de semejanza.

 

Hay mucho que decir aquí, y para esto necesitaríamos por lo menos diez conferencias, debido a su complejidad y a tener que trabajar con elementos dinámicos y al propio tiempo tan asequibles que pueden llegar claramente a la mente de todos. La vida es extraordinaria y todo cuanto surge de la vida es también extraordinario, es un milagro viviente todo cuanto está sucediendo a partir de la vida, y esto es lo que trata el esoterista de comprender en profundidad, para tener una noción más clara de aquel Universo físico en donde vive, se mueve y tiene el ser.

 

Interlocutor - Sí, quisiéramos que hablaras un poco sobre el tema, aplicando la ley de analogía y parte de lo que has venido diciendo hasta ahora, es decir, creo que bastantes de nosotros hemos tenido la experiencia consciente de que, incluso a nivel físico, se realizan esporádicamente experimentos que de alguna manera tratan de comprobar la capacidad de resistir que tenemos, no solamente a nivel astral, mental, etc., sino incluso a nivel físico; entonces, si este cuerpo de manifestación recibe a todos los niveles esta especie de transmutación alquímica de las energías que es capaz de canalizar, la pregunta es si también la Tierra, por ley de analogía, está sufriendo el mismo proceso de transmutación, y entonces, quizás sería tal vez un poco más comprensible ver a la situación actual como un ente único e interdependiente de cada uno de sus componentes.

Vicente - La transmutación se realiza en todos los cuerpos de la Tierra, la Tierra es sólo la envoltura física del Logos Planetario. Todo cuanto sucede en los niveles superiores repercute en la Tierra, donde hay el anclaje de las energías superiores. ¿De qué nos serviría un cuerpo que no fuese el resultado de aquello que es superior? Entonces, en la Tierra se producen transformaciones y transmutaciones, en virtud de lo que está desarrollando en todos los órdenes, el género humano, la humanidad. La humanidad es dentro de la Tierra, de este gigantesco cuerpo, el único elemento conciente de transmutación de los elementos físicos que tratan precisamente de exteriorizarse en niveles superiores. Todo cuanto sabemos de la transmutación es meramente físico, porque no conocemos la transmutación que se está realizando en niveles superiores. ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando una energía de carácter ígneo y de tremenda potencia como aquella que lleva Buda en el Festival de Wesak? ¿Qué conocemos de la transmutación alquímica en la vida de la naturaleza? Aparentemente no nos damos cuenta de esta energía, pero produce un impacto en todos y cada uno de los compuestos moleculares que constituyen el planeta. Por lo tanto, no podemos dejar de ver clara la situación en lo que respecta a nuestro planeta, si tenemos en cuenta de que no solamente Buda sino los hombres y mujeres de buena voluntad, los Iniciados de la Jerarquía y los Adeptos de la Gran Fraternidad de Shamballa, con sus influencias están creando siempre transmutaciones en el orden molecular de la existencia organizada en el mundo, pasando primero por la mente del hombre, después por su cuerpo emocional y después, a través del 4º Reino, a los reinos subhumanos: al reino animal, al vegetal y al mineral, y así se va cumpliendo la ley transmutadora de la existencia. No existen zonas vacías en la Tierra, solamente existe algo realmente determinante para lo que es la evolución, que el hombre no se da cuenta de la situación en la que se encuentra, dentro del 4º Reino en relación con los reinos subhumanos, ni sabe qué es exactamente lo que tiene que hacer para cumplir adecuadamente con la ley. Se contempla a sí mismo con religiosidad, lo cual no hace con los demás, no cumple con las leyes, esas leyes de donación de la cual la naturaleza es exponente, siempre está pensando en sí mismo, en su “mí”, en esta cosa oculta en el corazón que lo envilece constantemente, y por lo tanto, no se da cuenta de la transmutación que tiene lugar en los niveles de la naturaleza porque es incapaz de comprenderlo, no llega a este punto de unción espiritual mediante el cual él se considere un creador y no un simple espectador de la obra mágica creadora de la naturaleza.

 

Interlocutor - Me parecería que las cosas interesantes que ha dicho no fueran solamente de relleno si no creyera verdaderamente usted en ellas. Si creyera en su realización porque creo que en los momentos en que ha de predominar esta filosofía, si se la puede llamar de este modo, budista, esotérica, ha sido en momentos en que la pobreza, la miseria ha predominado, ha existido más, de un modo más extenso porque, precisamente, en las regiones en donde ha predominado el budismo ha dejado que millones de hombres se mueran y se vayan reencarnando otra vez en la miseria. Pero, verdaderamente el egoísmo, el deseo del egoísmo, solamente no la vamos a superar con las buenas intenciones sino con unos condicionamientos reales que impidan, diríamos, el desarrollo del egoísmo destructivo de la humanidad.

Vicente - Bueno, usted sabe que dentro de la humanidad y dentro de las propias religiones existe mucho dogma, y mucho falseamiento de la verdad, pero yo no he hablado, me parece, nada tocante al budismo, he hablado del plano búdico que no es lo mismo; el plano búdico es un plano en el cual se dice, para aquel que lo ha experimentado, donde se puede tener la primera noción del Nirvana al cual hacía alusión siempre el gran Gautama, el Señor Buda. El espiritismo moderno trataba, desde el tiempo de Blavatsky, de aliar la miseria del mundo, siempre con las causas que existían kármicamente en los éteres, pero hoy día esta idea viene, digamos, más exquisitamente presentada en forma científica por la teoría molecular del Universo y a través de las afinidades químicas que hacen posible una relación entre grupos moleculares de distinta procedencia. Pero ninguna religión podrá salvar al hombre como compuesto químico, si no surge de sí mismo la fuerza de lo que usted decía, de la intención, me pregunto si tenemos intención, y si tenemos intención, si esta intención es correcta, ahí está el proceso. Si la intención es correcta no puede haber nunca un desequilibrio social como estamos viendo actualmente, nada tiene que ver con la religión esto, es algo que está en el propio individuo: la intención correcta o incorrecta. He hablado de la causa suprema del Universo, y he dicho que es el Amor, y todo el mundo que ame se dará cuenta que el amor no tiene cualidades definidas, es una expansión magnética que los hombres de la Tierra quizá todavía no conocen, y que solamente exteriorizan aquellas personas, aquellos seres humanos, que se liberaron de la cadena de los tres mundos, que se liberaron del cuerpo físico, del cuerpo astral y del cuerpo mental, lo cual no significa que se hayan muerto, sino que están por encima de sus propios vehículos y reconocen que lo único que tiene valor en ellos es la intención correcta y, cuando hay intención correcta jamás habrá desigualdad social, habrá siempre algo que podríamos llamar, por antonomasia, un sentido de aproximación , de compartir los bienes de la Tierra, como se dice en las Naciones Unidas en ciertos apartados y que no se cumplen, porque siempre existen los intereses de aquellos que más tienen contra aquellos que menos poseen, ahí está el desequilibrio, no en las religiones. Las religiones inducen siempre, seguramente, por derroteros digamos no científicos, místicos, pero en el fondo dogmáticos, y la mayoría cree que la religión que tiene más prosélitos es la más adecuada, y Uds. saben cuáles son las dos religiones más numerosas, de las cuales sus Grandes Instructores no quieren saber nada actualmente, que son la religión católica y la religión budista. ¿Qué hay que buscar en el trasfondo de esto? ¿Acaso no hay intereses políticos dentro de las religiones? ¿Se da cuenta? Esto es la que está creando la confusión y la separación entre unos y otros, y a través del dogma, ya sea el dogma del cielo o del infierno, o ya sea el dogma del nirvana. Sí no existe un preclaro entendimiento entre los hijos de los hombres fatalmente caerán en las redes de aquellos que se hayan escudado tras estos innobles procederes, y la ley se cumplirá, naturalmente. ¿Por qué no tenemos, por ejemplo, unidad social en compartir los bienes de la Tierra? Porque una pequeñísima minoría, altamente egoísta, ya sea individualmente o como grupo nacional, han permitido este tremendo desequilibrio, y ahora vemos que siempre tenemos ante nosotros el estigma de una guerra, la guerra es siempre de intereses, dense cuenta señores, no tiene nada que ver la religión, siempre y cuando la religión no sea portavoz de elementos políticos o sociales de orden desconocido. ¿Se dan cuenta de la situación? ¿Y cómo se puede evitar? Solamente cuando estamos muy precavidos, muy atentos, muy observantes, nos damos cuenta de una situación, en cualquier momento del tiempo y en cualquier lugar del Espacio, y la solución es: Yo, no el yo egoísta y partitivo, sino el Yo Espiritual, que es único y singular en todos los seres. ¿Por qué en lugar de hablar de esquemas cósmicos, no se habla del individuo como el agente social por excelencia, como el gran creador de todas las situaciones? Porque no interesa que el hombre se descubra a sí mismo, porque en tanto el hombre no se descubra será un juguete de las fuerzas ambientales, no será Dios en sí mismo, será solamente un ente mecanizado por las distintas estructuras, y a menos que nos liberemos de las estructuras, de la clase que sean, el Yo Espiritual no podrá manifestarse, y entonces no podrá haber en manera alguna una solución al tremendo problema de la humanidad: el de la miseria, el del hambre, el de las enfermedades y el de las injusticias sociales, a los que usted hacía referencia. Sólo en nosotros está la ley y el orden, nosotros somos todo, el destino y el karma, y hay que reconocerlo, porque los tiempos se van aproximando, y aquel que no esté despierto será llevado de aquí para allá como una hoja sin poder reaccionar, de un lado para otro dentro del sistema social establecido.

 

Interlocutor - Bueno, yo quería hacer una pequeña anotación. La respuesta ha sido muy pero muy interesante, pero no podemos vivir fuera de estructuras, no podemos vivir fuera de la familia, no podemos vivir fuera de una serie de mecanismos que nos vayan criando, educando, ni fuera de una serie de relaciones sociales establecidas, más o menos normativamente con una afinidad relativa. Bien, ¿qué clase de sistema socio-económico y legislativo, diríamos, podemos buscar para personas como yo? Porque verdaderamente el yo, esta apelación al yo, al interior del individuo, en el ser yo; pero el yo no puede realizarse solitario, tiene que realizarse a través de una relación; ¿qué clases de relaciones más o menos estables aún cuando puedan ser dinámicas, dialécticas y cambiantes con el tiempo y con la experiencia?

Vicente - Usted tiene razón, el hombre es una entidad social, y como entidad social debe vivir forzosamente relacionado con los demás, con las estructuras, pero, una cosa es vivir en una estructura y otra cosa es vivir en sí mismo dentro de la estructura; ¿por qué hay problemas humanos?, porque hay un condicionamiento de las propias estructuras sociales, profesionales y humanas; familiares, por ejemplo, pero, ¿podemos vivir dentro del hogar, amando a los seres que constituyen el hogar sin renunciar por ello a nosotros mismos? Ahí está la clave, que nosotros cuando estamos inmersos en una estructura perdemos la noción de nosotros mismos y, por lo tanto, dejamos de pensar, de sentir y de actuar como seres creadores. Estamos viviendo de una manera tan errónea que, naturalmente, lo que surge de esos errores es el condicionamiento social, y usted pregunta qué tipo de organización económica, política, religiosa, como sea, puede depararle paz al hombre, porque no podemos dejar de pertenecer a estas estructuras que llamamos, por ejemplo, ambientes sociales. Pero, es como aquella persona que desde un puente ve que pasa el río por debajo, el río pasa pero él está afirmado en sí mismo, y no pasa con la corriente de las cosas ni con la corriente de las investigaciones propias, ni tampoco con la corriente de las cosas sociales que se están viviendo; es él, es simplemente él, es singular y, ¿cómo se produce?, lo he dicho anteriormente, estando muy atentos, y esto no es una disciplina, el estar atentos no es una disciplina, es un deber que tiene el ser humano de estar atento, estar atento a todo cuanto sucede, ¿cómo va a comprender las cosas sin estar constantemente pendiente de ellas, sin dejarse atraer, sin embargo, por ellas? ¿Cómo será consciente de la otra persona si no está atento a la otra persona? ¿Y cómo se podrá salvar, hablando en sentido figurado, si no es mirándose siempre a sí mismo? Como el espejo del Yo Inmanente, del Yo Superior que, a través de sí debe cumplir una finalidad social. Y hemos hablado de amor, pero me parece que el amor es una mera palabra, igual que Dios, son palabras mediante las cuales tratamos de encubrir artificiosamente nuestra condición de ser, y nos equivocamos porque no podemos ocultar aquello que somos. Hemos llegado a ser hipócritas en el propio pensamiento, lo hemos deformado por la conveniencia social y hemos perdido la fragancia del pensar claro y determinante. Este pensar profundo que nace de la riqueza interior y no de los escombros que nos están constantemente martirizando, hiriendo. Entonces, usted pide qué debemos hacer; no existe disciplina, hay que amar mucho, y no voy a decirles como tienen que amarse, es un sentimiento natural al cual hay que darle curso. Si amamos, existe en éste amor la compensación de todas las cosas, existe la realidad omnipresente del propio Dios, pero exige un trabajo, y como este exige un trabajo por cuanto constituye la línea de máxima resistencia, preferimos meternos dentro de una estructura para que la estructura piense por nosotros, sienta por nosotros, y actúe por nosotros, y así se ha perdido a través del tiempo y para el género humano el perfume indescriptible de la vida. ¡Esta es la realidad¡ y hay que darse cuenta, porque si ahora aquí no nos damos cuenta, no esperemos hallarlo después. En la atención formidable, en este sentido inmanente de valores divinos que nos van acercando a la trascendencia del propio Dios, hay que hallar la fórmula mágica, la llave maestra que abre todas las puertas, es la llave del amor y de la comprensión, que tiene que iluminar la mente del científico del futuro, porque en el presente todavía existen muchos impedimentos; pero, que para el esoterista, para el Discípulo, para el Iniciado, constituye algo realizado, o al menos realizable a corto plazo. Y para esto, estos grandes elementos de base del sistema del futuro, hay que trabajar ahora, el discípulo trabaja ahora, como trabajó ayer, y como seguramente trabajará mañana, pero siempre dentro de las nobles arquitecturas o estructuras del Universo, no dentro de las estructuras de cualquier religión monopolizadora. Dentro del campo de la investigación existen muchas sorpresas, y una de las sorpresas más considerables es que desconocemos por completo lo que va a venir, y la sorpresa será inaudita, cuando veamos que todo el edificio, la arquitectura que hemos levantado dentro de estructuras definidas se nos echan abajo, como puentes o como elementos de base para sustentar ideas deformes contrarias a la Ley de Dios, contrarias a la Ley de Selectividad.

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
10
-Mayo-1986

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
9-marzo-2006

Editada por NGSM.org (en curso)

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