Las fuerzas ocultas de la Naturaleza
Devas de la Naturaleza

Corresponden a una categoría especial de ANGELES cuyo cometido es la dirección del trabajo constructor de una infinita legión de elementales constructores. Poseen una evolución superior a la humana y su presencia infunde en el ánimo de quien puede contactarles una indescriptible paz y potente dinamismo. Habitan en los impenetrables retiros etéricos de las altas montañas, los fértiles campos y los extensos y verdeantes prados. Son de impresionante estatura, aunque pueden adoptar a voluntad la estatura natural del hombre. Según hemos podido constatar son agentes directos de los grandes ángeles cuyas esplendentes vidas cualifican a los reinos de la Naturaleza.

No desdeñan establecer contacto con los seres humanos si aprecian en ellos sinceros móviles de acercamiento espiritual al mundo dévico. Algunos de tales Devas facilitaron nuestra introducción en ciertos misterios alquímicos que se realizan en los ocultos y secretos retiros de la Naturaleza. Se presentan al observador cualificado envueltos en grandes y luminosas nubes de substancia etérica y emergiendo del centro de las mismas bajo una resplandeciente y gigantezca forma humana, aunque paradójicamente no se les aprecie los rasgos habituales de la humanidad con la que kármicamente estamos vinculados. Se les intuye más bien que se les percibe por la impresionante aura magnética que les precede.

 

He ahí tres figuras de esta especie superior de Devas, intentando dar una cierta idea de sus formas características. La del centro corresponde al esplendente DEVA regente de una vasta zona, incluyendo bosques, campos, montañas y ríos. En el momento de percibírsele aparecía en actitud de bendecir. Los otros dos DEVAS, de categoría inferior, fueron observados en las altas cumbres del Montseny. Se les denomina generalmente "Señores de las MONTAÑAS".

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