Tres siglas, dos en posición vertical (V y A) y una en posición horizontal (B). El trazado recto de la B sirve para demarcar dos ideogramas. [seguir enlace]

Vicente Beltrán Anglada

—————————

“Que el contenido les sea útil y pueda servirles de inspiración en el intento supremo de sus respectivas búsquedas, es nuestra más humilde y sincera plegaria...” (VBA)

—————————

Las fuerzas ocultas de la naturaleza
Volumen I

FON

Un tratado esotérico sobre los ángeles

 

PARTE TERCERA

LA INTERVENCIÓN ANGÉLICA EN LA VIDA DEL HOMBRE

1. LAS JERARQUÍAS ANGÉLICAS DEL UNIVERSO

El tema de las Jerarquías Angélicas es muy complejo, teniendo en cuenta de que abarca el sentido genérico de todas las vidas ocultas, etéricas o sutiles que escapan por su propia ley o por su propia sustancia a la ponderabilidad de nuestros cinco sentidos físicos. La investigación sobre las Jerarquías Angélicas impone dos reglas definidas, en primer término el desarrollo de la visión oculta o facultad de clarividencia, en segundo lugar el desenvolvimiento del sentido mental superior de la intuición, mediante el cual "se conoce cuanto se percibe en los mundos sutiles" que es donde viven, se mueven y tienen su ser los Ángeles en sus infinitas gradaciones y jerarquías. Lógicamente tendremos que suponer que cada investigador esotérico poseyendo como obligada premisa el desarrollo de las facultades psíquicas superiores de la clarividencia y de la intuición, se verá limitado en el curso de sus investigaciones por una serie de impedimentos; el principal será sin duda el de la propia evolución espiritual que sólo le permitirá "ver, oír y conocer" dentro del círculo más o menos dilatado de sus propias e íntimas posibilidades. Así, cada investigador, sin que pueda tachársele de falta de veracidad, tendrá una idea muy personal y objetiva acerca de las Jerarquías Angélicas con las cuales le sea posible establecer contacto. Es observando cuidadosamente las aportaciones de los distintos investigadores esotéricos y estableciendo inteligentes relaciones entre las mismas que será posible hallar un nexo de identidad común con respecto a las Jerarquías Angélicas del Universo.

Visando las necesidades de nuestro estudio y a fin de simplificar y clarificar nuestra mente lo máximo que sea posible, en lo que a las gradaciones angélicas hace referencia, vamos a prescindir radicalmente de términos tales como: Serafines, Querubines, Tronos, Dominios, Genios, Potestades, etc., suministrados por la tradición religiosa o mística del pasado y estableceremos una relación única de acuerdo con la composición septenaria de nuestro Universo y tras el cuidadoso y profundo análisis de Aquellas poderosísimas Entidades Angélicas, definidas en los textos bíblicos como "LOS SIETE ESPÍRITUS ANTE EL TRONO DE DIOS". En nuestro Tratado sobre los Ángeles consideraremos a estos Siete Espíritus como ARCÁNGELES, o MAHADEVAS y le asignaremos a cada Arcángel la dirección de un Plano del Universo. A las Jerarquías angélicas inferiores a los Arcángeles las consideraremos genéricamente como ÁNGELES, viniendo caracterizada la evolución o jerarquía espiritual de dichos Ángeles por la sutilidad de los Éteres que manipulan en los distintos subplanos de cada uno de los Planos de la Naturaleza. Tal es, desde el ángulo de nuestro estudio, la tabla de Jerarquías Angélicas del Universo:

1) Un excelso e indescriptible ARCÁNGEL de categoría espiritual a la del propio Logos Solar a Quien, por falta de cualificación adecuada, llamaremos MEMORIA CÓSMICA o SEÑOR DE LOS REGISTROS AKÁSHICOS.

2) Siete poderosísimas Entidades Arcangélicas regentes de cada uno de los Planos del Universo.

3) Cuarenta y nueve ÁNGELES mayores, regentes de cada uno de los Siete Subplanos de cada Plano.

4) Trescientos cuarenta y tres ÁNGELES subalternos dependientes de la actividad jerárquica de los Ángeles mayores y regentes de las subdivisiones septenarias de cada uno de los Subplanos.

5) Una infinita cantidad de devas habitantes de todos los niveles etéricos de la Naturaleza, a las órdenes de los Ángeles subalternos y directores cualificados de las leyes que regulan la vida de los elementos naturales, tales como la tierra, el agua, el fuego, el aire y el elemento esencial etérico que los coordina, unifica y vivifica.

6) La increíble e ingente cantidad de aquellas diminutas criaturas etéricas denominadas esotéricamente "elementales constructores", cuya actividad se halla en la base de toda sustancia organizada, de todo conjunto molecular, de toda unidad atómica y de todo elemento químico.

 

Tal es la Jerarquía angélica del Universo de acuerdo con nuestra tabla de simplificación que regirá para la totalidad de nuestro estudio e investigaciones en este Tratado. Tengamos en cuenta, sin embargo, que cada uno de los Planos del Universo viene condicionado por la Ley de Gravedad dela Materia y que los Planos se superponen por orden de densidad del Éter utilizado en su composición esencial. Desde este punto de vista podemos considerar la Jerarquía angélica de acuerdo con la densidad del Plano en donde espiritualmente vive, se mueve y tiene el Ser. Como esotéricamente sabemos tales son los Siete Planos de nuestro Sistema Solar a los que leshemos añadido los nombres cualificativos de sus ARCÁNGELES-REGENTES:

 

 

La excelsitud de los Ángeles superiores a la visión humana en el presente estadio de la evolución hace que solamente podamos catalogar la obra dinámica de los que actúan preferentemente en los niveles mental, astral y físico etérico y cuidan el desarrollo vital de los Reinos de la Naturaleza hasta alcanzar el Reino humano. A partir de este Reino actúan los ÁNGELES SOLARES, o MANASADEVAS y DHYAN-CHOANES (tal como son mencionados en "LA DOCTRINA SECRETA" por Mdme. Blavatsky). Su actividad es más reconocida sin embargo en los niveles mentales actuando como AGNISHVATTAS. Se trata de una Jerarquía especial de ÁNGELES muy estrechamente vinculados con el karma espiritual de la Humanidad pues, tal como esotéricamente se nos dice, son los agentes aquí en nuestro planeta de la Mente Cósmica, o Quinto principio Universal, la Mente de Dios, y son Ellos los que según la tradición mística legada por los grandes Responsables del Plan planetario "...hace unos dieciocho millones de años se sacrificaron por la incipiente humanidad de aquellos lejanos días y la dotaron de mente, albedrío y autoconciencia". Se los denomina poéticamente "los PROMETEOS DEL COSMOS" y su intervención directa en la vida espiritual de la humanidad hace que ésta pueda surgir triunfante siempre, a pesar de todos los avatares y vicisitudes kármicas inherentes a la vida organizada, de su destino planetario.

Con respecto a los Tres Grandes Arcángeles que rigen la vida de los primeros Planos de la Naturaleza, es decir, YAMA, VARUNA y AGNI, podemos afirmar que Sus actividades promueven la vida de los elementos naturales desde los que se agitan en los más densos niveles físicos hasta los espiritualmente más elevados, llevando en Sus manos el destino kármico de todas las criaturas vivientes, desde un insignificante insecto hasta el ser humano más poderosamente integrado e inteligente. En posteriores escritos haremos más detallada referencia sobre dichos Arcángeles. Los cuatro ARCÁNGELES SUPERIORES: INDRA, ATMI, ANUPADAKA y ADI están más allá y por encima de nuestra comprensión y continúan siendo para nosotros Entidades Secretas que sólo la Iniciación y los progresivos acercamientos al Centro místico de SHAMBALLA permitirán conocer en el momento oportuno. Lo mismo reza también con todo cuanto haga referencia al indescriptible MAHADEVA denominado esotéricamente "SEÑOR DE LOS REGISTROS AKÁSHICOS" o "LA MEMORIA CÓSMICA DE LA NATURALEZA". Utilizando el principio hermético de la analogía que rige el conocimiento esotérico podríamos considerar su posición jerárquica con respecto al Logos analizando la relación psicológica que existe entre la mente humana, sede del poder creador, y aquella parte de sí misma capaz de archivar todos los recuerdos posibles dentro del absoluto campo de experiencias del Yo espiritual. La principal función del glorioso MAHADEVA, Señor de los Registros Akáshicos, es, por tanto, perpetuar la Conciencia del LOGOS a través de las edades.

 

 

2. UN ÁNGEL PARA CADA HOMBRE- UN HOMBRE PARA CADA ÁNGEL

Esta idea debe ser estudiada -tal como es de rigor esotérico- de acuerdo con el principio de analogía. Siendo el hombre el microcosmos del gran Macrocosmos y una exacta reproducción en tiempo y espacio de la Vida de Dios en el Universo, es lógico que reproduzca en miniatura y en todos sus detalles, cuanto ocurre en cada uno de los Planos del Universo de acuerdo con su evolución natural. Al utilizar la locución "un Ángel para cada hombre, unhombre para cada Ángel", tenemos en cuenta la relación existente en el Acto de la Creación Universal entre los Planos o Niveles de la Naturaleza y los gloriosos Arcángeles que los construyen, es decir, la Idea de Dios y Su Voluntad de expresión en espacio y tiempo y la Obra de los grandes Devas Constructores. Tal como esotéricamente sabemos, los Planos del Universo en sus distintas densidades moleculares -si podemos expresarnos así- son en realidad los Cuerpos que utiliza el Dios Solar para expresar Su Voluntad, Su Idea o Su Propósito Creador. Así, el Cuerpo físico del Logos aparece ante nuestra visión como la totalidad del Plano Físico con Sus Siete Subplanos, siendo el Gran Arcángel YAMA el Constructor de este Plano utilizando a SusÁngeles y devas constructores en increíble diversidad de funciones y jerarquías para construir y modelar todas las formas existentes en el Plano Físico. Podemos decir, por analogía, que nuestro cuerpo físico con todas sus cualidades y limitaciones es, a su vez, el Plano Físico total e inmenso desde el ángulo de percepción –si lo hubiere- de cualquier elemento molecular dotado de conciencia y formando parte de nuestro cuerpo físico. También podemosimaginar que hay un Ángel o un Deva constructor que siguiendo el impulso de nuestra voluntad, de nuestras ideas y de nuestras emociones, trabaja constantemente en el interior de este cuerpo y atiende -sin que nosotros nos demos cuenta de ello- el proceso vital y regenerador que permite su supervivencia. Así, el alcance del axioma esotérico "hay un Ángel para cada hombre y un hombre para cada Ángel" tiene sus absolutas repercusiones en cada uno de los cuerpos o vehículos periódicos que el hombre utiliza en el proceso evolutivo de manifestación kármica.

Actualmente, el ser humano utiliza cuatro vehículos objetivos de sustancia, a saber:

a) Un vehículo mental, sede de la autoconciencia.

b) Un vehículo astral, o cuerpo psíquico.

c) Un doble etérico físico, campo magnético del ser humano y vehículo transmisor de la energía.

d) Un cuerpo físico denso.

 

Podemos decir, así, que cuatro principales grupos de Ángeles de distintas categorías o frecuencias vibratorias laboran desde sus planos respectivos en la estructuración, vitalización y perpetuación de los elementos moleculares que estos vehículos periódicos requieren de acuerdo con las cualidades espirituales desarrolladas por el ser humano durante el proceso incesante de la evolución. Veamos:

a) Ciertos poderosos ángeles provenientes de los distintos subplanos del Plano Mental, atraídos por el poder espiritual de la mente humana de acuerdo con el principio mágico de la invocación. Son una especie particular de AGNISHVATTAS, o emanaciones del Gran Arcángel AGNI, el Dios del Fuego, los cuales construyen los elementos moleculares que constituyen el cuerpo mental de los seres humanos.

b) Determinados grupos de Ángeles procedentes de los diversos subplanos del Plano Astral y que encuadrados bajo la denominación genérica de AGNISURYAS y bajo la suprema dirección del Gran Arcángel VARUNA, construyen con la esencia de sus vidas los elementos químicos dotados del tipo de sensibilidad requerida de acuerdo con la evolución emocional de los seres humanos y con las cualidades morales que les haya sido posible desarrollar durante el proceso evolutivo de sus vidas kármicas.

c) Un grupo específico de Ángeles procedentes de alguno de los tres niveles etéricos del Plano Físico, definidos esotéricamente como etérico, subatómico y atómico, tienen la misión de construir el cuerpo etérico, doble etérico o "vehículo de la energía", de los seres humanos. A través de este cuerpo, todas las energías del Sistema planetario pueden pasar al cuerpo físico denso de acuerdo con la medida de la evolución espiritual y al desarrollo de los chacras, o centros etéricos de proyección y distribución de las energías provenientes de los niveles superiores al físico.

d) Un grupo de Ángeles, llamados en su totalidad devas o elementales constructores que viven, se mueven y tienen su ser en los cuatro niveles inferiores del Plano Físico, el subetérico, el gaseoso, el liquido y el sólido, cuyo cometido en esta presente Cuarta Ronda planetaria es dotar al ser humano de un vehículo físico denso de relación que cristalice en su totalidad el Karma de sus vidas pasadas. La frase crística "...por sus frutos los conoceréis", puede aplicarse por entero al cuerpo físico ya que a la apreciación corriente aparece rodeado de todas las condiciones requeridas a que un buen karma o un mal karma dio lugar. El cuerpo físico da siempre "la medida del karma" en su justa expresión y cuando se utiliza la conocida sentencia filosófica "...los ojos son los espejos del Alma", se hace una alusión directa a la evolución espiritual del Alma que se manifiesta por medio de aquel cuerpo. Éste, lo mismo que el vehículo etérico que constituye su contraparte en materia sutil o radiante, están constituidos por una increíble cantidad y diversidad de devas y elementales constructores que bajo la jurisdicción del Gran Arcángel YAMA y reconocidos esotéricamente con el nombre genérico de AGNISCHAlTAS, concurren en la expresión de las características kármicas aludidas en cada ser humano. Intervienen también en la creación de los motivos ambientales que definen el ambiente social del hombre y constituyen en su totalidad lo que en lenguaje técnico podríamos definir como el andamiaje o "estructura básica" de la evolución.

Como iremos progresivamente apreciando, hay una estrecha relación entre los elementos químicos y componentes moleculares de cada uno de los cuerpos o vehículos que utiliza el ser humano en sus distintos grados dedensidad u objetividad y los Ángeles constructores de los distintos Planos de la Naturaleza. Los Arcángeles son los Directores supremos de esta inenarrable Orquestación universal que en un fantástico despliegue de luces, melodías y formas geométricas constituyen el Universo y el Cuerpo de la Divinidad. Podemos considerar los elementos químicos que constituyen cualquier Plano con sus respectivos subplanos como "agrupaciones sociales" de vidas atómicas cuya ley es la manifestación y cuya energía, o contenido eléctrico, infunde vida a la totalidad del Plano, así como que su evolución que es la propia Vida de la Divinidad llega a lo más hondo y alejado de la expresión universal. Los elementos químicos, pese a su extrema pequeñez y aparente insignificancia, constituyen indudablemente la base estructural del Universo y están animados por unas vidas y conciencias atómicas con capacidad universal de síntesis. Cuando el ser humano posea órganos de visión especializados en otras dimensiones del espacio, podrá observar la actividad oculta de los elementos químicos, así como su sistema social de vida, más perfecto en ciertos aspectos que el que demuestra la sociedad humana, siempre envuelta en nubes de prejuicios, temores, inquietudes y conflictos que la hacen desdichada. Los elementos químicos son una corriente de vida desconocida todavía por los científicos de nuestra época que han considerado solamente su constitución estructural y peso atómico. La observación clarividente muestra, sin embargo, una imagen más real, la de una sociedad corporativa muy parecida a la de las abejas y las hormigas en la que impera el principio de afinidad, sin luchas ni reacciones y el lema fraternal de "todos para uno y uno para todos", una meta muy lejana todavía en la vida de la humanidad que fundamenta el principio de libertad en el egoísmo y sólo admite y aún exige normas de derechos en la perpetuación de su efímera existencia.

La humanidad en su conjunto, salvo la rara excepción de los verdaderos discípulos e Iniciados, constituye una sociedad de derechos en donde muy pocos conocen en realidad cuáles son sus deberes dentro del cuerpo social del cual forman parte. Por esta razón la labor de los grandes Ángeles, los fieles compañeros del hombre, pasa constantemente inadvertida. Hay que decir con respecto a ello y haciendo honor a la verdad que debido a la presión de los tiempos, a las consecuencias psíquicas de las últimas guerras mundiales con la cantidad impresionante de elementos químicos de carácter regresivo que toda lucha fratricida promueve, así como la contaminación ambiental que ha roto casi enteramente el equilibrio ecológico de la Naturaleza, dichos Ángeles han tenido que proteger su propia integridad espiritual y se han separado circunstancialmente de la humanidad refugiándose en los mundos ocultos donde tienen su morada. Actualmente no son posibles aquellas grandes eclosiones de poder angélico que dieron vida al Renacimiento; el Arte en todas sus clásicas manifestaciones está degenerando. No hay un arte angélico como lo hubo en el pasado. Sólo existe técnica, una técnica fría, ausente de espíritu creador en el corazón del hombre. Habrá que recurrir de nuevo al sentimiento místico de invocación que indudablemente poseían los grandes artistas del pasado.

Los Ángeles se han refugiado, hablando en un sentido muy peculiar y esotérico, en ciertos "espacios intermoleculares" situados en las misteriosas profundidades de cada uno de los subplanos superiores del Plano Astral conectados con ciertos niveles específicos del Plano Búdico, esperando, tal como esotéricamente se dice, "el día de la oportunidad". Al espíritu creador humano le falta delicadeza y sutilidad y a la técnica le falta inspiración, amor por la profundidad y por la síntesis. Cuando hablamos de inspiración en nuestros tiempos modernos sólo podemos referirnos desdichadamente a una creciente superación de la técnica. En muy raras ocasiones y en casos muy aislados vemos surgir inopinadamente un creador, un verdadero artista, que consigue penetrar en las zonas intermoleculares en donde moran los Ángeles y puede extraer de allí algunos de los misteriosos secretos de la inspiración humana. Por lo demás, los grandes sectores sociales y aún los aspectos místicos de las religiones humanas han perdido casi por completo la ciencia angélica de inspiración y contacto. De ahí la preocupación, por parte de La Jerarquía planetaria, de informar a los discípulos mundiales y a las personas mentalmente polarizadas del planeta, sobre algunos de aquellos secretos espirituales que contienen la ciencia de impresión y de contacto. Los Ashramas de La Jerarquía, singularmente los pertenecientes a los Rayos segundo, cuarto y sexto están creando centros especiales de meditación para atraer de nuevo la atención de los grandes Ángeles, compañeros fieles del hombre, para desarrollar en el cerebro y en el corazón de los seres humanos las células específicas que producen respuesta a la inspiración espiritual. Un gran trabajo les espera por tanto a los verdaderos discípulos espirituales en estas horas supremas de expectante y silenciosa espera.

 

 

3. LOS ÁNGELES Y LA CURACIÓN FÍSICA DE LAS ENFERMEDADES

Hemos rebasado ya el último cuarto del siglo XX y la humanidad continúa enfrentando todavía enfermedades engendradas durante los períodos atlante y lemur. El escaso éxito alcanzado por los especialistas y técnicos en el Campo de la Medicina en lo que respecta al tratamiento y curación de aquellas enfermedades consideradas como "incurables", tales como el cáncer, la diabetes, el artritismo y determinadas lesiones en el sistema nervioso y en el corazón, puede ser una prueba de que la investigación de las causas productoras de las mismas se realiza en niveles demasiado objetivos y posiblemente, ellas se hallan localizadas en niveles etéricos, psíquicos o subjetivos. El hecho de que la investigación se realice mediante un cerebro tridimensional, cuya propia constitución exige un incalculable número de comprobaciones concretas y objetivas, constituye un verdadero impedimento para la investigación de las causas más profundas o el origen más remoto de las enfermedades conocidas y catalogadas por la Ciencia médica. El estudio del "cuerpo etérico" o aura magnética humana, tal como muy seriamente ya lo han iniciado algunos eminentes tratadistas en el campo de la Medicina, puede ser el primer paso en la localización de las causas ocultas de las enfermedades, el inicio de una serie ininterrumpida de inteligentes comprobaciones en los niveles subjetivos de la Humanidad y el reconocimiento de que las enfermedades en general obedecen más a razones psíquicas que a fenómenos meramente orgánicos o puramente físicos. La introducción del sistema de investigación de lo puramente orgánico a lo etérico o espacial puede trastornar completamente las bases empíricas sobre las cuales se apoyó hasta el presente la Ciencia de la Curación.

Esotéricamente se sabe y se poseen pruebas irrefutables de ello por la calidad de las investigaciones realizadas en los niveles ocultos de la Humanidad por cualificados discípulos mundiales, que todas las enfermedades adoptan en el éter una forma específica y que esta forma -por maravilloso que pueda parecer- detenta una entidad psicológica, es decir, que posee una especie de mente instintiva y una serie de reacciones psíquicas muy parecidas a las corrientemente humanas.

La forma psíquica de una enfermedad -tal como puede observarla el investigador esotérico dotado de clarividencia mental-, es el resultado de una lenta cristalización o sustanciación de las violentas tensiones emocionales y de la forma incorrecta de pensar. El mal psíquico como cualquier tipo de enfermedad física proceden de muy lejanas edades, algunas de ellas del principio mismo de la Raza, constituyendo lo que en términos bíblicos se llama el "pecado original", o más técnicamente, el Karma, generado en aquellos tiempos en que el ser humano enfrentaba la vida y los acontecimientos con una mente rudimentaria y utilizando inadecuadamente su cuerpo de expresión física y su naturaleza emocional. Estos males, cuyas raíces están profundamente hundidas en lo cósmico, fueron invocados -si podemos utilizar semejante expresión- en la raza lemur y a través de la raza atlante que les añadió poder psíquico, llegaron a nuestra raza actual, la aria, que trata técnicamente de descubrirlos y de extirparlos del karma racial. La técnica, sin embargo, por elevados que sean sus logros y conquistas en el orden científico, sólo servirá como en el caso de las computadoras electrónicas para registrar hechos y examinar críticamente las situaciones que en la vida humana vayan produciéndose. Claro que por sí sola, no logrará alterar el curso fatal de los acontecimientos cuando una fuerza tremendamente destructiva como la que maneja la entidad psíquica del cáncer por ejemplo, hace sentir su terrible presión sobre el cuerpo etérico de una persona y a través del mismo introduce en su cuerpo físico algunos de sus repugnantes tentáculos, produciendo una alteración o desequilibrio celular y asentando en ciertos puntos definidos del organismo las bases de la enfermedad, que convenientemente desarrollada por las incorrectas formas de vida llevará fatalmente a la muerte. Esto que decimos con respecto al cáncer puede aplicarse igualmente a todas las enfermedades conocidas. Un axioma proveniente del lejano pasado y popularizado dice así: "La Medicina alivia pero no cura". ¿No será este axioma la expresión evidente de que la Ciencia médica no ha penetrado todavía en el mundo de las causas determinantes de las enfermedades? Hasta el momento presente tal ha sido la triste verdad debido a que no existen enfermedades puramente físicas, sino que la potencia radioactiva de cualquier dolencia, es decir, su poder de expansión y su grado de intensidad dependerán siempre de las reacciones mentales y psíquicas de los seres humanos de acuerdo con su contenido kármico o genético, de su constitución psicológica y, muy singularmente, del grado de evolución espiritual. La angustia, el temor y las grandes tensiones individuales y comunales constituyen el semillero de toda clase de enfermedades. Las personas predominantemente emocionales o psíquicas así como las muy irritables están predispuestas al cáncer de hígado, del bazo y también a la diabetes. Las de tipo acusadamente mental suelen contraer enfermedades de tipo nervioso y cardiovascular. La presión general de la vida moderna, el creciente imperio de la técnica que crea excesivo confort y reduce progresivamente la actividad física, la utilización del sistema de la velocidad como un método científico de vencer al tiempo y que obliga al ser humano a unos intensos y frecuentes cambios de ritmo de vida, la creciente contaminación ambiental que ha alterado casi por completo el equilibrio ecológico de la Naturaleza y las tensiones ambientales producidas por los impactos de las energías acuarianas al chocar con el aura etérica de nuestro mundo, profundamente pisceano, han provocado una potentísima activación de todas las enfermedades potenciales en el seno oculto de la Naturaleza. También han propiciado el desarrollo de algunas otras enfermedades de carácter psíquico, más difíciles de localizar, que producen estragos en la vida mental y afectiva de los seres humanos.

Hoy, más que nunca, en que la presión de las fuerzas psíquicas planetarias sobre la Humanidad es casi total y abarca todos los sectores de la vida organizada, interesa fundamentalmente penetrar en las zonas ocultas del Planeta y localizar allí las verdaderas causas de las enfermedades, los motivos sutiles que trascienden de aquellos centros de poder radiactivo en los bajos estratos mentales y psíquicos de nuestro mundo y las terribles consecuencias de su poder cuando han llegado a contactar directamente con cualquier órgano físico o determinadas áreas psicológicas del ser altamente sensibilizadas. Como siempre, el hombre enfrenta todavía hoy, en este siglo de grandes oportunidades espirituales, el terrible dilema de la acción correcta, el único remedio aparente para descubrir en la mente y en el corazón, y finalmente en el éter, la causa de todos sus problemas, sus tensiones y sus dificultades.

Al inicio de este capítulo hemos hablado de "entidades psíquicas" al referirnos a cualquier tipo de enfermedad, pero la mente se resistirá quizás a considerar a la enfermedad como "alguien" después de tantos siglos de admitirla y reconocerla como "algo". Sin embargo, ésta es la verdad, y el estudio del problema de la enfermedad desde este punto de vista puede propiciar el descubrimiento de los métodos profilácticos directos y efectivos para destruirla. La investigación ha de pasar por consiguiente del método analítico o deductivo al método intuitivo, utilizando los descubrimientos técnicos, singularmente en el campo de la electrónica, como puntos de partida para una futura profilaxis de orden general.

Tal como decía un conocido Adepto de la Jerarquía a un grupo de discípulos en Su Ashrama: "...El Espacio es tierra virgen, pero hay en el mismo toda clase de semillas. Unas buenas porque proceden del Bien Cósmico, malas las otras, porque provienen del Mal cósmico y fueron engendradas en las primitivas edades universales, cuando las distintas humanidades no habían adquirido todavía una verdadera conciencia de selectividad entre el Bien y el Mal. Las enfermedades de la Raza y todo tipo de dolencias humanas deben ser localizadas en el Espacio y es en el Espacio donde finalmente deberán ser destruidas". El hecho de que las enfermedades tengan sus causas o raíces en el Espacio, tal como dice el Maestro, nos obliga esotéricamente a "penetrar" en el Espacio y descubrir allí, en la zona correspondiente, a la Entidad psíquica que centraliza en sí a las semillas o gérmenes nocivos correspondientes a determinado mal o enfermedad y estudiar después inteligente y científicamente la manera de destruirlos. Pero, hay que tener en cuenta también, ya que ello constituye la parte más importante del proceso de curación, "el enlace directo o kármico” de un grupo determinado de personas con un grupo específico de enfermedades y considerar de qué manera y hasta qué punto la Entidad psíquica representativa de una enfermedad es "alimentada" por las reacciones psíquicas de los seres humanos. Descubrir y localizar en los mundos ocultos una "enfermedad individualizada" es una cosa, cortar los hilos o lazos psíquicos que ligan esta enfermedad a un grupo de seres humanos, es otra. Lo más importante, la verdadera profilaxis deberá iniciarse fundamentalmente en los pensamientos y voluntades de los hombres.

Un gran número de discípulos inició en todos los Ashramas de La Jerarquía, a partir de la segunda mitad de este siglo, un trabajo específico de "invocación del Bien Cósmico" como una forma directa y positiva de vencer el Mal planetario y reducir progresivamente así el poder radiactivo de todas las enfermedades y dolencias que aquejan a la Raza humana. La comprobación clarividente en los mundos ocultos demostró que las Entidades psíquicas reconocidas como el Cáncer, la Diabetes, el Artritismo y otras muchas consecuentes de la vida presurosa, inquieta e incontrolada de los seres humanos, habían sido reducidas en tamaño y radiación. La obra continúa y se espera introducir en la gran corriente invocativa de los discípulos mundiales a todos los aspirantes espirituales así como a hombres y mujeres de buena voluntad de este mundo.

Las reglas de curación, mediante la técnica invocativa, tal como fueron oportunamente señaladas por el Maestro, son las siguientes:

a) Invocación de las Fuerzas cósmicas del Bien, representadas por aquellos Ángeles denominados AGNISCHAITAS y muy particularmente por un grupo específico dentro de los mismos aquienes esotéricamente se les reconoce como ÁNGELES DE CURACION.

b) Invocación de las Jerarquías angélicas conocidas esotéricamente bajo la denominación de AGNISURYAS, cuya expresión en los éteres planetarios es posible mediante la actividad de unos excelsos Ángeles llamados del EQUILIBRIO cuya misión es estabilizar el cuerpo emocional de los seres humanos y llenar de armonía los éteres que envuelven nuestro mundo.

c) Invocación de los poderosísimos ÁNGELES AGNISHVATTAS, o Señores del Fuego creador. Sus representantes más directos en nuestro mundo son los ÁNGELES SOLARES. Éstos están kármicamente vinculados al destino de la Humanidad y, según se nos dice esotéricamente, fueron los que en un remoto pasado dotaron de mente a los seres humanos y su misión espiritual es enseñar a los hijos de los hombres el camino de la verdad, de la comprensión y del amor.

Las considerables fuerzas invocativas utilizadas por las mentes y corazones de los seres humanos conscientes y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo, crearán progresivamente unas nuevas Formas Psíquicas representativas del Bien Cósmico y basadas en el amor al Bien, tal como puede actualmente comprenderlo el Alma humana de una cierta evolución espiritual, que irán contrarrestando paulatinamente la nefasta actividad de las poderosas Entidades Psíquicas que desde los mundos ocultos y desde tiempos inmemoriales, promueven y determinan toda clase dedolencias físicas, tensiones astrales y dificultades mentales. Los Ángeles de Curación, los Ángeles del Equilibrio y los Ángeles Solares, a través de sus correspondientes y compactas huestes de devas menores y de elementales constructores serán, como siempre, los fieles amigos del hombre, los Testigos del Bien Cósmico y los realizadores de la Paz Universal [1].

4. LA CIENCIA DE INVOCACIÓN Y DE CONTACTO

Se trata del medio científico de aproximación del Reino humano al mundo de los Ángeles, del sistema lógico, comprensible y racional mediante el cual los seres humanos de cierto grado de desarrollo espiritual, los aspirantes y los discípulos mundiales pueden establecer contacto consciente con los Ángeles. Dicho contacto ha de ser establecido obviamente "en cierto nivel de conciencia", el que mejor se adapte a las posibilidades latentes, frutos de la evolución, de todos y cada uno de los seres humanos. Nunca puede ser forzada la marcha de la evolución ni sobrepasarse la medida espiritual que tal evolución impone a cada unidad de conciencia en la vida de la Naturaleza. Quebrantar un ritmo en tal aspecto sería destruir la forma específica y natural impuesta por este ritmo en el proceso evolutivo general. La forma debe ser modelada suave y armoniosamente ejercitando las normas naturales de invocación y de contacto que rigen el destino general de la Naturaleza.

Todos los Reinos del Universo son esencialmente invocativos siendo la invocación la base del proceso de la evolución. Cuando la invocación de la corriente evolutiva llega al Reino humano se convierte en "aspiración superior", en un deseo imperioso y avasallador de alcanzar alguna definida meta en el aspecto psicológico, social o espiritual trascendente. Al llegar a este punto la invocación se hace científica y el proceso mágico de "llamar a la puerta" y de "pedir las llaves" que permiten introducirse en el interior del Santuario donde se hallan silenciosamente recogidos los Misterios de la Divinidad, es rigurosamente mental y asombrosamente técnico. Los grandes arrebatos emocionales y los profundos ardores místicos deben quedar para siempre ante los dinteles de la Puerta sagrada a la expectante espera del momento de la oportunidad, es decir, de las palabras de pase que conjuntamente con las llaves han de propiciar las nuevas fórmulas de la invocación.

Las fórmulas mantrámicas, las palabras de pase al interior del círculo sagrado en donde se guarda un Misterio son absolutamente mentales y en el corazón del verdadero investigador esotérico deben haber sido trascendidas las etapas condicionadas por los fervores emocionales y los arrobamientosmísticos. Únicamente ha de quedar en el corazón "la decisión de llegar" más allá y por encima del simple "deseo de llegar". Lo emocional va siendo progresivamente reemplazado por lo técnico y es en términos de mente que se realiza la invocación y se ejecuta el mandato. El axioma crístico de "llamad y se os abrirá, pedid y se os dará" vela la clave mística de los Misterios y es precisamente en los niveles mentales en donde se hallan escritos con caracteres de fuego las normas y los deberes que deben regir la vida de los candidatos a la Iniciación.

Ahora bien..., ¿cuál es el papel que juegan los Ángeles, de cuyas Vidas estamos tratando, en todo este proceso de polarización de la conciencia de lo emocional a lo mental? Se trata, como vemos, de un simple cambio de Ritmo, pero..., ¿acaso no es el Ritmo la propia Vida de los Ángeles, utilizando modalidades de energía en infinitas e increíbles modificaciones? La Vida de la Divinidad es una constante y permanente proyección de variados ritmos. Un Reino de la Naturaleza expresa un ritmo particular dentro de la gran Conciencia Creadora y dentro de cada Reino los elementos químicos que lo integran constituyen pequeños y particularizados ritmos. A este proceso incesante de cambios de ritmo se le denomina técnicamente la "polaridad" y tal polaridad motiva la luz, el sonido y cada una de las formas geométricas de que se reviste cada parcela de vida en la Naturaleza. Así, el cambio de polaridad del ser humano con respecto a la técnica de la invocación es Magia, siendo esencialmente la Magia la respuesta de los Ángeles a la técnica invocativa. Esta respuesta existe en todos los Planos y subplanos de la Naturaleza en donde el ser humano posee cuerpos organizados en determinadas fases de desarrollo. Más allá de estos Planos existen lógicamente Ángeles que responden a más elevadas fórmulas invocativas, pero están fuera del alcance de los aspirantes y discípulos mundiales en su presente estadio de evolución y sólo pueden ser contactados utilizando la intuición y la elevada inspiración espiritual ya que el cambio de ritmo es tan extremadamente rápido que la mente, como elemento técnico de contacto, ha quedado sumida en un impresionante y desconocido silencio. La creación del Antakarana en la vida espiritual del discípulo, es decir, del sutilísimo hilo de luz causal que va del intelecto a la intuición es obra también de ciertos Ángeles de elevada jerarquía espiritual. Proceden del planeta Venus y son unas de las corrientes de vida evangélica que actuaron en el áurea etérica de la Tierra cuando encarnó en la misma el Logos planetario de nuestro Esquema terrestre por medio de SANATKUMARA, Aquel a Quien los tratados esotéricos denominan el SEÑOR DEL MUNDO y los textos bíblicos EL ANCIANO DE LOS DÍAS.

Existe así una infinita corriente invocativa que se eleva del más humilde electrón dentro de un átomo hasta la Vida esplendente del Logos Solar. Con la técnica de la invocación no se intenta crear un nuevo proceso de vida, sino sublimizar técnicamente cualquier proceso de vida con vistas a una mayor expansión de conciencia en la vida oculta de la Humanidad. Como hemos dicho anteriormente, tal expansión de conciencia se realiza por un armonioso sistema de polarización o de cambio de ritmo. El ser humano puede pasar así de lo instintivo a lo emocional y de lo emocional a lo mental, empezando a penetrar técnicamente desde este punto en los niveles intuitivos. La etapa actual de la humanidad considerada en su conjunto viene condicionada por aquella imperiosa necesidad de convertir la aspiración emocional en una definida y bien organizada técnica mental. "NO BASTA CON PEDIR, HAY QUE ESFORZARSE POR LLEGAR". Esta es una respuesta dada por un conocido Adepto de la Jerarquía a uno de Sus discípulos al pedirle éste información acerca de la técnica invocativa. Tal respuesta, como advertiremos, presenta a la Invocación como un acto de Resolución y tal aspecto resolutivo de la mente hallará siempre su adecuada réplica en los éteres por parte de las jerarquías angélicas. Como ya dijimos en otras partes de este Tratado "hay un ángel para cada hombre y un hombre para cada ángel", es decir y utilizando la analogía, hay un ángel para cada tipo de invocación y un tipo de invocación para cada ser humano. Cuando la incesante impetración que se eleva de lo más hondo de la conciencia del hombre se convierte en la resolución indómita de llegar, se alcanza una elevada meta en el proceso evolutivo de la Humanidad. LosÁngeles que responden a tal llamada proceden de las elevadas zonas etéricas correspondientes a los niveles superiores de la mente y siendo su modalidad extremadamente ígnea. Al penetrar en el cerebro de los seres humanos henchidos de resolución, destruyen las gastadas estructuras geométricas de antiguos y trascendidos conocimientos e implantan la ley de los Arquetipossuperiores de la Raza que los grandes Ángeles planetarios gestaron al amparo de Sus indescriptibles visiones divinas.

Vamos introduciéndonos, así, por las absolutamente asépticas y desconocidas avenidas que conducen a Síntesis, esotéricamente hablando, es una expresión muy particular en la vida de SANAT KUMARA, el Señor del Mundo. Su expresión más asequible a nuestra inteligencia humana es el sentimiento inquebrantable de Unidad y el vehículo natural mediante el cual este sentimiento se expresa en una modalidad de Fuego creador que surge de los primeros subplanos del Quinto Plano Cósmico, la Mente de Dios. Por lo tanto no hay que esforzarse mucho para comprender lo extremadamente peligroso que resulta utilizar este tipo de fuego sin estar debidamente preparados. La invocación de estos AGNISHVATTAS, Señores de los Fuegos superiores del Sistema, exige una pureza de vida a toda prueba y la indomable resolución de llegar a los sagrados Retiros internos para conquistar la Luz de la Verdad, ponerse en contacto con los grandes Seres que guían la evolución espiritual de la Raza y aprender el NOMBRE, o mántram invocativo, al que responden maravillosamente organizados aquellos Ángeles que secundan los planes de La Jerarquía Espiritual en esta Tierra.

De esta manera, el llamado invocativo de Resolución basado en las más estrictas leyes de la Magia organizada en nuestro planeta, conduce al ser humano "de la oscuridad a la Luz, de lo irreal a lo Real y de la muerte a la Inmortalidad", antiguo axioma que constituirá siempre el norte y guía de los candidatos a la Iniciación. Su exposición en lenguaje técnico y a los fines específicos de este Tratado podría ser ésta: "de la luz al color, del color al sonido, del sonido a la forma geométrica y de la forma geométrica al Arquetipo". Esta nueva fórmula axiomática expresa el dictado esencial de la Nueva Era, cuyas prodigiosas energías angélicas imponen un ritmo superior de vida y de conciencia a los seres humanos y a todos los Reinos de la Naturaleza, nuevas formas de enfrentar los hechos y las situaciones ambientales y sociales. Una nueva modalidad de contacto angélico y un nuevo y más adecuado sistema de introducirse en los profundísimos Misterios de la vida del ser constituyen el escalonado proceso de la Iniciación...

 

 

5. LOS ÁNGELES Y EL MISTERIO UNIVERSAL DEL SEXO

El sexo de los Ángeles es un tema que suscitó siempre grandes polémicas y las más enconadas y apasionadas controversias entre teólogos, místicos, filósofos e intelectuales de todos los tiempos. Pues si bien aparece claro a la observación natural y racional que el sexo es la incorporación objetiva del principio o ley de generación de la Naturaleza y que aparentemente constituye el aspecto natural de la función reproductora de las especies en todos los Reinos, la representación de la idea de pecado que casi siempre acompañó las discusiones de los hombres de las distintas iglesias de la humanidad en torno a la manifestación del sexo, oscureció y desvirtuó constantemente el principio de orden y reglamentación mediante el cual la Vida de la Divinidad se manifiesta en la Naturaleza. Sin embargo, el mandato bíblico de "CRECED Y MULTIPLICAOS" parece ser la expresión natural de una orden dada por el Creador al conjunto de Su Obra Universal, abarcando la vida de los Planos, de los Reinos y de todas las especies vivientes. Pero tal mandato carece de sentido si no se le dota a cada ser viviente de los atributos consustanciales con la función reproductora mediante unos definidos órganos sagrados de procedencia cósmica que constituyen los aspectos objetivos de la propia necesidad cósmica de expansión. Esta es la reglamentación y el orden en la vida de la Naturaleza. Está fuera de discusión la necesidad de los órganos de reproducción de las distintas especies evolucionantes en el Universo o en el planeta. Lo que mayormente interesa aclarar es el carácter específico de la función reproductora, tal como se realiza en los distintos niveles de la Naturaleza, mediante la actividad de ciertas definidas fuerzas físicas, emocionales o mentales que centralizan la fuerza de la Creación divina y le dan adecuada forma de acuerdo con el carácter específico de la evolución que corresponde a cada especie y a cada Reino.

El sexo, tal como lo conoce el ser humano y del cual tanto se ha usado y abusado desde los tiempos lemures, contiene la tremenda fuerza mágica de la evolución. Desdichadamente, esta fuerza ha sido limitada, condicionada y prostituida constantemente siguiendo la línea de mínima resistencia del maya de los sentidos y de los mil espejismos astrales. De ahí que el llamado esotéricamente "pecador lemur", o dicho en términos más conocidos, "el pecado original", cuya significación esotérica es "prostitución del sexo", prevalece todavía en nuestro mundo moderno. Este pecado estimulado incesantemente por la actividad de una Entidad psíquica de extraordinario poder cuyos tentáculos -expresando aquí una idea correcta- se extienden desde los bajos niveles del Plano Físico a los niveles inferiores de la mente, pasando por los más densos estratos del Plano Astral de la humanidad. El pecado original proviene precisamente de aquella lejanísima era planetaria en la que el principio creador de la Divinidad decidió escindirse en dos, convirtiendo los cuerpos humanos hasta aquel momento andróginos o carentes de sexo en masculinos y femeninos, esta manera originó el principio de generación que desde entonces debería condicionar la vida del hombre aquí en la Tierra y estableció con ello las bases místicas de la evolución, es decir, el movimiento incesante de la vida separativa y dual a la perpetua búsqueda del principio de Unidad Divina.

Estamos enfrentando aquí, como ustedes se darán cuenta, una idea esotérica de extraordinaria envergadura, teniendo en cuenta que el sexo humano conteniendo en esencia el sentido innato de la unidad de que forma parte, tiende constante e irresistiblemente a la búsqueda de la otra mitad que por ley le corresponde y es su complemento para constituir la unidad mental, astral o física que guiará sus pensamientos, emociones y actitudes durante el larguísimo proceso de la evolución y de las sucesivas encarnaciones. Y si, tal como aseguran indistintamente los libros sagrados de las grandes religiones del mundo, "el hombre está hecho a imagen y semejanza de Su creador", es lógico suponer y esotéricamente debemos afirmar que la ley de generación actúa en todos los Planos del Universo. También podemos decir que existen Maridajes Celestes resultantes de potentísimas atracciones magnéticas de carácter cósmico, como existe el matrimonio humano y los naturales acoplamientos subhumanos, basados en la suprema Ley de Polaridad o de atracción de sexos.

Pensando en ello podemos atenernos a lo escrito en ciertos antiquísimos libros de La Jerarquía: "Nuestro Universo es el resultado de una indescriptible conjunción magnética establecida hace incontables ciclos entre la Constelación de la Osa Mayor y la de las Pléyades con una respuesta desde Sirio, la más brillante estrella de la Constelación del Can". De acuerdo con esta afirmación esotérica la función del sexo, pese a las tremendas limitaciones a que le obligan los seres humanos, tiene un carácter esencialmente sagrado por su procedencia cósmica, siendo el tabernáculo de un poder creador que ansía constantemente liberarse merced al insaciable DESEO de Unidad que constituye el máximo estímulo de su acción. Tal sagrado poder incita a todos los seres de la Creación universal a unirse o acoplarse incesantemente hasta que llegue el día en que el ser humano, que es centro de la creación en que lo que al planeta Tierra se refiere, haya purificado su poder pasional mediante el desarrollo de la inteligencia creadora, del amor incluyente y de la voluntad dinámica. Así reintegrará el sexo a su profundísimo e ilimitado centro creador, restableciendo la Ley cósmica de Unidad y convirtiéndose en el Cáliz sagrado que ha de contener el Verbo inmaculado de la conciencia redimida. He ahí por qué el Iniciado es definido esotéricamente como "un ser humano que modificó su entera naturaleza mediante la purificación del Triple Cuerpo, mental, emocional y físico, que alberga el fuego creador del sexo liberado". Lo que realiza el Iniciado, a igual que los grandes Creadores Universales es, en realidad, unificar en el Fuego Único del Espíritu, los Fuegos del Alma y del Cuerpo. La Fuerza Mágica de la Naturaleza que opera bajo la tremenda presión planetaria del Fuego de Kundalini y el Fuego impelente del Alma procedente del Corazón del Sol llegan finalmente a equilibrarse. Consecuentemente el Fuego eléctrico del Espíritu se posesiona del Cuerpo físico y el sexo no revela ya impulso pasional alguno, sino que reducido a la cualidad mística de la Unidad esencial deja virtualmente de ser necesario para el Plan físico de la evolución planetaria.

Es lógico suponer, de acuerdo con este último comentario, que el Adepto es esencialmente Andrógino. Tal como místicamente es reconocido, "...la Serpiente de la Sabiduría que ascendía por la columna vertebral descansa ahora en brazos de Mercurio, Señor del Caduceo y de la doble serpiente (Ida y Pingala) en perfecto equilibrio".

El hecho de que el Esquema Solar de la Osa Mayor sea considerado cósmicamente de carácter masculino y que el de las Pléyades obedezca al principio cósmico de identidad femenina -tal como aseguran ciertos sagrados Libros de La Jerarquía- puede constituir un indicio certero de lo expuesto para el sincero y profundo investigador espiritual. Admitido el hecho de que los planetas, los Universos, las Constelaciones y las Galaxias obedecen a la Ley de Creación siguiendo los principios de polaridad y de generación, es lógico admitir que los Ángeles también participan de esta Gloria de la Creación. Es decir, que utilizan igualmente algún desconocido sistema de generación que les permite perpetuarse en el tiempo, dentro de un sublimado e inconcebible orden universal. La idea de sexo aplicada a un Ángel escandalizará quizás a ciertos bien cualificados místicos y aspirantes espirituales, cuyas concepciones acerca de la pureza son arcaicas o tradicionales. Pero,... ¿qué es exactamente la pureza? Una simple palabra, un mero concepto, una pura y estricta imaginación que cada cual interpretará según el alcance de su espiritual visión. ¿Dejará el Ángel de ser puro e inmaculado, según las elevadas interpretaciones de los místicos, por el simple hecho de que Dios le haya dotado, a igual que al hombre y a todos los demás seres de la Naturaleza, de la gloria perpetua de la generación que ha de permitirle acceder a todos los Planos del Sistema Universal mediante la fuerza avasalladora de la energía creadora del Espíritu Santo?

Lo que ocurre -y ahí deberíamos centralizar nuestra investigacióninteligente- es que los atributos del Ángel con respecto a la Obra de la Creación son muy distintos de los que cualifican la vida del ser humano. No es posibleestablecer una clara analogía entre el Ángel y el hombre, desde el ángulo de vista del sexo. Basándonos en datos esotéricos, vemos que la función del Ángel, con respecto a la Creación del Universo, es proveer a la Naturaleza de todos los materiales sustanciales del Éter susceptibles de adoptar una Forma, una actividad muy distinta de la del ser humano cuya misión creativa es precisamente la de "encarnar por medio de Formas", incorporando su vida espiritual a la sustancia material. Los pensamientos humanos, la sensibilidademocional, las palabras y los actos constituyen "resonancias en el Éter" que el Ángel utiliza para dotar al ser humano de los necesarios y adecuados instrumentos de manifestación.

De esta manera, la sensibilidad al placer que acompaña a lasexpresiones del sexo en la vida de la Humanidad, no rige la vida de los Ángeles cuyo sexo -si es que debemos utilizar esta expresión- se halla naturalmente compensado y equilibrado por razones celestes que escapan a nuestra más elevada inteligencia. Solamente los ángeles inferiores, de categoría espiritual inferior a la humana, que acompañan al hombre en el incentivo del fuego del deseo, poseen algo parecido a lo que corrientemente llamamos sexo. LosÁngeles familiares, muy superiores espiritualmente al ser humano, sonnetamente Andróginos. Ciertos Ángeles son Andróginos por la Ley que regula su evolución en la Vida de la Naturaleza; otros lo son por su particular función en los éteres que vivifican nuestro mundo. Sin embargo, los principios masculino y femenino se manifiestan en todos los Ángeles sin distinción, a medida que realizan su tarea de perfeccionar la obra de la Naturaleza. Algunasespecies de Ángeles, los que más cerca se hallan de la gran familia humana y constituyen la legión de "los protectores invisibles de los hombres", suelen participar tanto de la vida de éstos que finalmente reciben un impulso espiritual de carácter cósmico que rompe, por así decirlo, con el equilibrio natural del principio andrógino y llegan a educir un día caracteres de sexo. Muchos fueron los Ángeles en el devenir de las edades que por amor a los hijos de los hombres llegaron un día a convertirse en seres humanos, participando así del poder creador de la Divinidad lo mismo que participaron en su momento del poder constructor de la Naturaleza que les permitía sustanciar el Éter y crear las formas que requiera la evolución humana.

En este orden de ideas podemos igualmente decir que el Iniciado que ha llegado a la perfección humana como un Adepto y ha alcanzado la etapa de la Unidad que le permite ser Andrógino, puede acceder asimismo a la Vida angélica y participar de la sagrada obra de construcción y redención de las Formas exigida para todos los Reinos de la Naturaleza.

El punto más importante a considerar ahora de acuerdo con la idea del sexo, es el que concierne al misterio de la generación angélica y tratar de descubrir los móviles de sus maravillosas vidas y la índole de su particular misión con respecto a los seres humanos. Podríamos dividir nuestros razonamientos en los dos puntos siguientes:

a) La Generación Angélica.

b) El Destino de Perfección de los Ángeles.

 

LA GENERACIÓN ANGÉLICA

La Generación, tal como se realiza en el indescriptible e impenetrable mundo de los Ángeles, o su perpetuación como Raza o como Especie, buscando aquí la analogía con la evolución humana, es muy simple debido precisamente a la simplicidad exquisita de sus vidas que no poseen una Mente organizada como los seres humanos, sino un Centro altamente cualificado de Sensibilidad. Esta sensibilidad de los Ángeles es muy difícil de ser comprendida por el hombre por hallarse vinculada con el ambiente etérico cósmico del que proceden y del que sin esfuerzo participan en su obra particular de dotar a la Naturaleza de la infinita multiplicidad de Formas que tan pródigamente se ofrecen a nuestra maravillada observación. Podríamos decir, de acuerdo con la analogía a nuestro alcance, que los Ángeles se perpetúan en su obra, pero tal afirmación tendrá que revestirse lógicamente de un cierto rigor científico si es que tiene que intelectualizarse o "sustanciarse" para una mejor comprensión general. Para hacerlo, nada mejor que utilizar el término"campo magnético" en relación con la vida de los Ángeles, lo mismo que lo hicimos anteriormente al analizar el cuerpo etérico de los seres humanos. El Ángel posee su propio e inconfundible "campo magnético". Merced a las sutilísimas radiaciones que del mismo emanan puede saberse, siempre y cuando haya suficiente pureza de vida en el investigador esotérico, la función que tiene asignada dicho Ángel en la vida de la Naturaleza y la manera específica de reproducirse o de perpetuarse en el tiempo, a través de su cualificada obra de asimilación de las "energías positivas" provenientes del ambiente mental y psíquico de los seres humanos, tejiendo y destejiendo en el Éter los acontecimientos mundiales, las formas típicas de una civilización en marcha y los distintos y cualificados ambientes sociales de la Humanidad. Hemos utilizado el término "energías positivas" en el buen criterio de que losÁngeles, en relación con la totalidad de los seres humanos, utilizan la tremenda fuerza receptiva de la Naturaleza, aquella que sin lugar a dudas podríamos definir como "femenina", siempre en orden al concepto "masculino" y que se pueden aplicar a la vida de la Humanidad como un todo. La concreción del término energía positiva masculina con respecto a la vida de los hombres, y del de energía receptiva femenina en relación con la vida de los Ángeles, no presupone en manera alguna asignarles a aquéllos una jerarquización espiritual por encima de éstos, sino que tratamos de explicar un hecho fundamental que se realiza constantemente en la vida de la Naturaleza, cuyos maravillosos impulsos mágicos traducidos en aspectos de sonido, de luz y de forma constituyen la gloria inefable de la Creación. No se trata de anteponer una fuerza masculina de carácter positivo a otra femenina de condición receptiva, sino que hay que intentar comprender un proceso cósmico de las más elevadas consecuencias para el hombre. Este proceso puede ser el conocimiento de los Métodos mágicos y sagrados que utiliza nuestra Logos solar en la proyección, conservación y perpetuación del Universo a través de los Ángeles, los Cuales son Sus Agentes directos en la obra de la Creación.

 

EL DESTINO DE PERFECCIÓN DE LOS ÁNGELES

Los Ángeles, lo mismo que los hombres y como los demás seres vivos de la Naturaleza, marchan hacia un destino de perfección. La perfección del hombre culmina -en lo que a la Raza humana se refiere- en el Adepto; la perfección del Ángel tiende hacia el Arcángel. Sin embargo, no hay comparación posible entre ambos aspectos de una misma perfección, que es la Perfección de Dios, sino que hay que observar el proceso desde un ángulo de percepción puramente central -el de la perfecta analogía- cosa que no hace todavía el ser humano, pero que espontáneamente realiza el Ángel, dotado del poder de intuir las cosas de la vida desde el centro de las mismas y no desde un plano de engañosas perspectivas tal como lo hace el hombre. En esta afirmación se halla la clave del por qué los Ángeles no poseen sexo, al menos desde el limitado punto de vista humano. La comprensión de este hecho, aparentemente sin importancia, constituye sin embargo, un secreto iniciático que oportunamente será revelado a la humanidad evolucionada de nuestra época. Otro hecho muy importante a considerar es el de que la vida del hombre y la de todas las especies vivientes de la Naturaleza obedecen a la ley de "la energía diferenciada", sujeta a la separatividad y al karma; algo que no sucede con la vida espiritual de los Ángeles. Estos, no poseen un cuerpo orgánico como el nuestro, lleno de necesidades, sino que son como Rayos de Luz de distintas cualidades y vibraciones actuando bajo la constante impresión de un Sentimiento de Síntesis. La indescriptible sutilidad de esta Luz les permite incorporar su maravillosa vida a todas las formas imaginables, tejiendo y destejiendo en el éter con inimitable maestría las formas que precisan los Reinos de la Naturaleza en cada uno de los incesantes períodos de la evolución planetaria o solar.

Si analizamos profundamente este proceso hallaremos quizás una aclaración de todo cuanto dijimos en otra parte de este tratado con respecto a la evolución angélica, considerándola una corriente de vida cuya expresión subjetiva corre paralela a la que constituye la vida de la humanidad. Los seres humanos, merced a la fuerza tremendamente dinámica del deseo, llenan el éter del espacio de impulsos magnéticos revestidos de esencia creadora. El Ángel aglutina tales impulsos, se baña en ellos –si podemos decirlo así- y construye finalmente con aquel éter dinamizado y convenientemente sustanciado, la forma requerida. Esta idea puede aclarar mucho el sentido referente a que la Naturaleza se mueve en el orden expresivo y en el aspecto sensible, de acuerdo siempre con las cualidades naturales que se desprende de cada uno de los Reinos de la Naturaleza y, dentro de estos Reinos, las diversificadas especies que constituyen sus incalculables etapas evolutivas.

Si seguimos el proceso con mente serena y profundamente advenida, y si por efecto de ello se admite, aunque hipotéticamente, que enfrentamos una gran verdad que aunque no es muy nueva tampoco dejará de ser profundamente científica en el orden de la evolución, se tendrá una idea racional del por qué la vida de los hombres exige creciente lucha y constante esfuerzo en tanto que la vida de los Ángeles, por el contrario, es de aparente e imperturbable armonía y equilibrio. Todo se halla escrito en el libro de la evolución del Universo como fases de la Vida del propio Dios, Quien, para iluminar los dilatados confines de Su omniabarcante Existencia, tiene que llevar LUZ a las más alejadas formas de vida del Universo. Una LUZ extensible, armoniosa y total, capaz de penetrar en la más densa sustancia química del Reino Mineral o de proyectarse a los más exaltados niveles místicos en alas de Su propia Perfección Individual" [2]. Los Ángeles son una manifestación de esta extensible LUZ que llena el Cosmos, desde el más alejado punto de la Conciencia Espiritual Logoica, la Materia más densa y de mayor poder gravitatorio, hasta aquellas inconcebibles regiones en donde el Espíritu Logoico, convertido en Fuego de Síntesis, goza la eterna dicha del Gran Nirvana Cósmico.

Dejando hasta cierto punto aclarada la idea del destino angélico de perfección que como hemos podido apreciar depende de la evolución de las cualidades de vida de los seres humanos y de los demás Reinos de la Naturaleza, vamos a considerar ahora el aspecto kármico en la vida de los Ángeles. Pero..., ¿qué es exactamente el Karma? Simplemente el aspecto sustancial de la Vida de Dios; la expresión de Su Vida a través del Universo. Por consiguiente la idea vertida en algunos estudios teosóficos y místicos de que los Ángeles no están sujetos al Karma, puede ser por lo tanto inadecuada.Lo correcto sería, a nuestro entender, decir "... el Karma de los Ángeles es distinto al de los seres humanos", o bien, yendo más profundamente al centro de la cuestión, concretar que: "El Karma de los hombres es de dolor, de lucha yde incesantes conflictos, en tanto que el Karma de los Ángeles es de armonía, de gozo y de bienaventuranza". Esta definición del Karma es el resultado de la visión humana desde cierto ángulo de proyección, pero podría objetarsetambién, elevando el razonamiento a esferas causales, que el Ángel posee una Sensibilidad al dolor, tan aguda como puede ser la propia expresión del dolor humano. Lo que ocurre es que los Ángeles lo perciben o experimentan de muy distinta manera. Esta Sensibilidad, tanto más aguda cuanto más evolucionada,es la vida del Ángel, y provee el campo del sentimiento y de la imaginación humana de la necesaria inspiración espiritual [3]. Sin esta sensibilidad la vida del hombre aquí en la Tierra carecería de sentido o de sabor espiritual como carece de sabor, si le falta la sal, el más sabroso de los manjares.

He aquí que la "sal de la tierra", o sensibilidad, es la Vida de los Ángeles en su contacto con la Naturaleza a la cual proveen de sus inestimables dones y de sus vitalizadoras corrientes de armonía. Todo ser humano que se hace sensible a la vida de la Naturaleza y percibe a través de ella los benéficos dones angélicos, se convierte a igual que los Ángeles en bendita sal de la tierra. Es entonces cuando tienen un significado concreto y definido las palabras de Cristo a Sus discípulos: "Vosotros, sois la sal de la Tierra", siendo discípulos de Cristo todas las almas sensibles del mundo que aspiran a la redención y perfección de sus vidas.

 

6. LOS ÁNGELES Y LAS FACULTADES PSÍQUICAS

Vamos a analizar en primer lugar lo que hay que entender por facultades psíquicas. Esotéricamente son sentidos superiores que se desarrollan en el individuo a medida que éste avanza en su evolución espiritual. Para ser más concretos todavía podríamos decir que son el aspecto sutil de los cinco sentidos físicos conocidos: oído, tacto, vista, gusto y olfato, o sea, la prolongación de estos sentidos en los niveles astrales y mentales de la vida del hombre. Desde un punto de vista racional y científico podríamos decir que las facultades psíquicas son "fenómenos en el éter" que surgen del centro de conciencia que llamamos Yo. Estas facultades se extienden en ondas concéntricas cada vez más dilatadas hasta abarcar la totalidad de los vehículos sutiles, introduciendo en ellos más intensa vibración, o vida, y obligando a éstos a responder a la misma mediante el desarrollo de las capacidades internas o sentidos en latencia. Lo mismo que hizo el individuo, el ser o el Yo espiritual al desarrollar los cinco sentidos físicos, debe repetirse íntegramente en cada nivel de conciencia, hasta que finalmente el Yo espiritual es dueño absoluto de sus vehículos o mecanismos de expresión en los tres mundos y puede lanzarse entonces a la gran aventura de lo Cósmico que culmina en Síntesis, en el gran Centro místico de SHAMBALLA, en donde el Hombre se convierte en un Testimonio de la Luz y en un Servidor del Plan. En una palabra, en un agente consciente del Plan de la Divinidad aquí en la Tierra.

Hacemos estas necesarias declaraciones para situar las facultades psíquicas en el justo lugar que les corresponde en la evolución espiritual del ser humano y para tratar de desvanecer el hálito de misterio con que usualmente se le suele rodear. Al decir que las facultades psíquicas son "fenómenos en el éter", introducimos la idea de participación angélica en la manifestación de los mismos. También podemos asegurar que no existe manifestación alguna de tipo paranormal o psíquico en la que no intervengan directamente los agentes invisibles o dévicos que utilizan el éter del Espacio como vehículo de manifestación. La Ectoplasmia, es decir, la parte de la Ciencia Parapsicológica que estudia la creación de formas en los niveles astrales, se basa principalmente en la participación de ciertos particulares devas etéricos, especializados en la sustanciación del éter, que crean el ectoplasma. Tales devas existen por doquier y no hay manifestación de tipo etérico o ectoplásmico en la que no intervengan directamente estas criaturas invisibles del éter. La causa de que la inmensa mayoría de los investigadores parapsicológicos no hayan percibido aún su actividad se debe a que todavía no han desarrollado los necesarios sentidos de percepción en los Planos Astral y Mental, existiendo por ello grandes lagunas en el curso de sus investigaciones. Lo mismo ocurre con el fenómeno de la levitación, producido por la actividad de otros devas más sutiles, con capacidades de "introducir luz en la sustancia física" y hacerla permeable a la acción de otro tipo de éter más puro y menos sustancia que produce y determina una inversión completa de las leyes de la polaridad, tal como las conoce y estudia el hombre de Ciencia.

Estas ideas son sólo un intento de presentar las facultades psíquicas dentro del orden normal y natural de la evolución. No guardan relación alguna con las pretendidas afirmaciones de que quienes las poseen son seres "superdotados" o de que pertenecen únicamente al equipo expresivo de personas de alta evolución espiritual. En este orden de ideas hay que distinguir dos clases de poderes psíquicos: los que provienen del pasado ancestral de la Raza y pueden ser considerados virtualmente trascendidos, y los que pertenecen a la evolución espiritual de la humanidad del presente. Los primeros son sólo rudimentos de pasadas evoluciones, los segundos son el intento espiritual y científico del hombre inteligente de nuestros días en pleno ejercicio de actividad mental. Durante el período atlante el ser humano desarrolló grandes poderes psíquicos en el Plano Astral. Tales poderes o facultades estaban en relación con la evolución del gran centro etérico del plexo solar y eran el paso obligado del proceso instintivo del hombre animal al ser humano autoconsciente, teniendo como objetivo desarrollar la sensibilidad emocional o psíquica en el cuerpo físico. Entre tales facultades pueden ser citadas la clariaudiencia, la mediumnidad, la clarividencia, la proyección astral, la ectoplasmia, etc. pero, teniendo en cuenta que dicho desarrollo se realizaba completamente aparte de la voluntad individual, el hombre no se daba cuenta de lo que sucedía en su interior ni en el dilatado escenario de sus experiencias astrales. Idéntico proceso se está desarrollando en la actualidad en la evolución de las especies superiores del Reino Animal. Estas especies se están preparando para convertirse en los hombres del futuro y están progresando a partir del gran centro astral del plexo solar que es su centro inductor e instintivo. Los caballos, los perros, los gatos, los elefantes, cierta especie de simios, así como algunos animales marinos, tales como las ballenas y los delfines son "muy psíquicos". Estos, a igual que las especies humanas poco desarrolladas, reminiscencias de aquellas que vivieron en la época atlante sin haber logrado consumar su experiencia, están desarrollando ciertos mecanismos de percepción en los bajos niveles del Plano Astral. Es evidente que todas estas especies evolutivas, en sus niveles respectivos de evolución, "oyen, ven y participan", aunque inconscientemente, de la evolución de sus sentidos astrales de adaptación a la vida. Pero, repetimos, tales facultades psíquicas deben ser consideradas como inferiores y situadas "bajo el umbral de la conciencia" con respecto al hombre inteligente de nuestros días. La inteligencia exige discernimiento y control, y todo poder psíquico no controlado ha de ser considerado como de tipo inferior y relegarse por lo tanto a las zonas de "santo olvido de la conciencia". Tal como esotéricamente se nos ha enseñado... "toda actividad psíquica no controlada constituye un freno para la evolución espiritual de la Humanidad". Sin embargo, muchos aspirantes espirituales de nuestros días tienden a rememorar, a revivir o a reproducir la actividad de ciertos centros inferiores situados por debajo del diafragma en un intento de obtener poderes psíquicos. Con lo cual, y sin darse cuenta, establecen contacto con aquellos devas del mundo astral inferior que en lejanas épocas cooperaron en la creación del cuerpo astral de la humanidad, pero que como ya dijimos anteriormente, actualmente trabajan con la evolución del Reino Animal.

El hombre civilizado de nuestra época debe dejar de ser astral e instintivo y realizar su evolución en el Plano Mental con lo cual establecerá contacto con los devas de la mente, de naturaleza eléctrica, altamente dinámicos e incluyentes. Deberemos recordar al respecto que a partir de la segunda mitad del siglo XIX empezaron a regir para la humanidad unas nuevas reglas evolutivas. Dichas reglas culminaron con la maravillosa aportación de Mdme. Blavatsky acerca del Reino Espiritual y de la Gran Fraternidad de Hombres perfectos que dirigen sabiamente el Plan de la evolución planetaria. Las aportaciones espirituales aludidas tuvieron como consecuencia el enaltecimiento de la visión de un gran número de seres humanos y, como consecuencia de ello, la corriente espiritual evolutiva se elevó, simbólicamente hablando, por encima del diafragma hacia los centros superiores, desde el centro cardíaco al centro ajna pasando por el centro laríngeo. Un grupo escogido de discípulos pertenecientes a aquella época y otros muchos que les sucedieron en nuestros días lograron desarrollar grandes poderes psíquicos, pero de carácter mental e inteligentemente controlados por una voluntad potente e integradora.

Enjuiciamos la acción del tiempo, somos observadores impersonales de un proceso que se desarrolla ante nuestra visión contemporánea, no añadimos ni quitamos nada al proceso regenerador de la Raza, pero sí somos muy conscientes de las grandes oportunidades del presente y de la gran verdad esotérica de que el pasado debe relegarse bajo el umbral de la conciencia para ofrecerle al futuro la gloria de nuestras experiencias del presente. Empezamos a considerar inteligentemente las facultades psíquicas que corresponden a nuestra época y a nuestra Raza y para ello hemos hecho un profundo análisis de las aportaciones psíquicas que cada Era ha de introducir en la conciencia del ser humano plenamente identificado con la misma. Veamos:

 

TERCERA RAZA LEMUR

Cualidad Física

— Desarrolló los cinco sentidos físicos de oído, tacto, vista, gusto y olfato. Contacto etérico con los devas del Plano Físico.

 

CUARTA RAZA ATLANTE

Cualidad Astral

— Inhibió en cierta manera y hasta cierto punto la actividad de algunos de los sentidos físicos y desarrolló la clariaudiencia, la mediumnidad, (manifestada correctamente en un principio como contacto con los devas astrales), la clarividencia y ciertas formas de psicometría y proyección astral, aunque sin efectivo control individual.

 

QUINTA RAZA ARIA

Cualidad Mental Concreta

— Debe inhibir, o situar bajo el umbral de la conciencia su sensibilidad psíquica o astral y desarrollar el sentido mental del discernimiento como bases del control de la personalidad psicológica y como un elemento coordinador de los demás sentidos actuantes. Contacto con los devas eléctricos del Plano Mental.

 

SEXTA RAZA

Cualidad Mental Abstracta

— Utilizará la Mente como instrumento de coordinación superior con los niveles espirituales del Ser y revelará el sentido de la Intuición.Contacto con los Ángeles Solares.

 

SÉPTIMA RAZA

Cualidad Espiritual

— Utilizará un sólo sentido que será de SÍNTESIS de todos los demás sentidos, los del cuerpo físico, los de la sensibilidad astral y los de la actividad mental. Contacto con los Ángeles superiores del Planeta.

 

7. LOS ÁNGELES Y LA EVOLUCIÓN DE LOS SENTIDOS SUPERIORES

En orden a lo dicho en el capítulo anterior está claro que el esfuerzo del aspirante espiritual de nuestros días ha de tender necesariamente al desarrollo de sus facultades superiores prolongando la actividad de los cinco sentidos físicos a los niveles ocultos. Hay que tener en cuenta que el esfuerzo realizado repercutirá en bien del conjunto humano y que las zonas misteriosas del éter en donde las Entidades angélicas realizan sus actividades han de ser descubiertas y analizadas tan concreta y analíticamente como lo hacen los científicos de nuestra época en las áreas físicas del mundo. El desarrollo y utilización correcta de los sentidos superiores implicará lógicamente el contacto con aquellas maravillosas Fuerzas invisibles que constituyen lo que esotéricamente definimos como "la LUZ de un Plano" y son impulsoras de los diferentes tipos de energía que en el mismo se originan y que a través del mismo se manifiestan. La versión tradicional y mística sobre las Vidas angélicas y el velo de misterio que acompañó siempre los conceptos que sobre sus actividades espirituales fueron edificados, han impedido que su verdadera misión con respecto a la humanidad y a los demás Reinos de la Naturaleza fuese correctamente comprendida y explicada. Sin embargo, su obra es la obra de la Evolución. En algunos textos místicos de la más lejana antigüedad se las denomina "Las Manos del Señor", ya que es a través de Ellas que la Divinidad se manifiesta en cada ser y en cada cosa creada. Siendo los sentidos humanos en cada Plano del Universo los mecanismos de contacto con la obra de la Creación, es obvio admitir que forman parte del gran contexto evolutivo de la Naturaleza y que también tienen asignada una misión muy concreta y definida: "Permitirle a la Divinidad ser consciente de Su Obra". Las Manos del Señor, las Jerarquías angélicas, modelan estos sutiles mecanismos humanos de respuesta a la Vida y el ser humano evoluciona incesantemente por medio de los sentidos, siendo cada uno de ellos una puerta secreta que deja entrever siempre la gloria de un Misterio. De ahí que al investigar profundamente el origen de los sentidos y las sucesivas etapas de su crecimiento y desarrollo en la vida de la humanidad, asistimos a la verdadera historia de la evolución humana. También empezamos a percibir, siquiera fugazmente, aquellas Manos misteriosas que utilizando el éter como medio de expresión crean las oportunidades cíclicas de una Era y los elementos vitales que acompañan siempre en la expresión de un sentido externo o en el desarrollo de una facultad interna.

Todo cuanto existe en el Universo, sea subjetivo u objetivo, tiene su adecuada proyección en el Espacio y puede ser contactado si se poseen los adecuados instrumentos de percepción. Cuando esotéricamente nos referimos a la tercera, cuarta, quinta o sexta dimensión del Espacio, no hacemos más que tratar de reconocer y de sentirnos impelidos a descubrir lo que hay "más allá del velo de la materia conocida" e investigar las razones ocultas que guían el proceso evolutivo de todo cuanto existe, sabiendo de antemano, ya que todo en la vida de la Naturaleza se halla estrecha e indisolublemente vinculado, que la investigación muy profunda de un hecho externo ha de conducir lógicamente al descubrimiento de su contraparte interna. Con ello un proceso radicalmente científico puede convertirse en metafísico sin menoscabo alguno de la comprobación objetiva, por cuanto esotéricamente sabemos y la experiencia así nos lo ha demostrado, que las cosas subjetivas pasan a ser objetivas cuando se las estudia o investiga en su propio nivel de expresión. Podríamos asegurar que las investigaciones científicas del futuro se realizarán en la cuarta, quinta o sexta dimensiones por haber sido convenientemente desarrolladas algunas de aquellas facultades de percepción superior o sentidos de evolución interna de que actualmente se carece. Hay que tener en cuenta que cada dimensión del Espacio corresponde a un determinado Plano del Universo, a un nivel definido de conciencia y a un sentido específico de percepción. Utilizando creadoramente la analogía podríamos establecer el siguiente cuadro de relaciones:

 

 

Estas relaciones podrían ser todavía más ampliamente extendidas, pero entendemos que serán suficientes para el desarrollo de nuestro estudio.

Las razas humanas desarrollan normalmente sus sentidos de percepción de acuerdo a las presiones cíclicas de una Era determinada y a las condiciones astrológicas reinantes que dinamizan los éteres planetarios y cualifican determinados tipos de civilización. El ritmo de la evolución prosigue incesantemente y sobre las bases de lo mejor que fue desarrollado en épocas anteriores deben ser erigidas las estructuras de los nuevos tiempos. Por acumulación de la experiencia que se transmite de edad en edad son creados los nuevos tipos raciales y cada uno de ellos desarrolla nuevos sentidos y nuevas facultades de percepción o de respuesta a la Vida. Nuestra Era actual, profundamente marcada por la técnica, ha de saber inhibir inteligentemente los sentidos astrales del oído, del tacto y de la vista que conserva todavía como rudimentos de una etapa de evolución astral anterior y estructurar el entero proceso de desarrollo emocional sobre el sentido astral del GUSTO, es decir,sobre la IMAGINAClÓN. Esta IMAGINACIÓN corresponde armoniosamente con la facultad de DISCRIMINACIÓN mental que ha de desarrollar la humanidad en los momentos actuales con vistas al noble ejercicio del DISCERNIMIENTO espiritual que oportunamente llevará a la INTUICIÓN. Nuestra participación activa en este proceso podría coadyuvar en el establecimiento del nuevo orden planetario, y deberíamos considerar un honroso deber y una inapreciable oportunidad el desarrollo consciente de los sentidos superiores para poder captar así, más ampliamente, el mágico sentido de la Vida. Para los aspirantes espirituales de nuestra época y en general para todos los hombres y mujeres inteligentes de buena voluntad en el mundo, ésta es la tarea a realizar de acuerdo con la visión y comprensión del plan evolutivo de la Naturaleza:

a) Relegar inteligentemente bajo el umbral de la conciencia las facultades psíquicas inferiores procedentes de la era atlante y utilizadas sin control alguno, tales como la clariaudiencia, la psicometría astral o mediumnidad, y la visión astral y desarrollar al máximo la IMAGINACIÓN creadora con lo cual se vitalizarán ciertas células del corazón y se activará el desenvolvimiento de los correspondientes pétalos del chacra cardíaco.

b) Desarrollar mentalmente el sentido de la DISCRIMINAClÓN hasta convertirlo en DISCERNIMIENTO claro, preparando así las bases del sentido búdico de la INTUIClÓN que corresponde a la más elevada forma de IMAGINACIÓN en el nivel astral.

c) Alcanzado este punto y libres de los espejismos provenientes del mundo emocional, recobrar y utilizar creativamente bajo control individual las facultades o sentidos astrales circunstancialmente relegados bajo el umbral de la conciencia y situar todos los sentidosdesarrollados bajo la supervisión del ÁNGEL SOLAR.

 

8. LOS ÁNGELES Y LOS ÁTOMOS PERMANENTES

Todos los sentidos humanos se mueven en un inmenso campo de vibraciones. Desde las más lentas que se manifiestan como Materia, hasta las más elevadas y sutiles que proceden del Espíritu. Dentro de este absoluto campo de vibraciones y de acuerdo con las cualidades de Vida de la Divinidad son estructurados los Planos del Universo. La respuesta de cada Plano a estas cualidades de vida divina constituye el Sentido de este Plano, siendo también este Sentido la puerta de contacto mediante la cual el Logos creador puede establecer contacto con Su Obra universal. Podemos decir entonces que cada Plano es un Sentido inmenso de la Divinidad, y de acuerdo con el tipo de vibración requerido en el proceso de la evolución universal, este Sentido cualifica la entera organización atómica de cada uno de los elementos químicos que están en la base del Plano. De acuerdo con la analogía que surge al contemplar el desarrollo de los sentidos corporales en el ser humano, el orden universal parece ser el siguiente:

 

 

La perfección del Sistema Solar comporta, de acuerdo con la constitución septenaria del mismo, la evolución de otros dos sentidos divinos correspondientes a los Planos Monádicos y Ádico, pero nada sabemos concretamente acerca de los mismos salvo las pequeñas informaciones que se derivan del examen de la constitución y actividad del ser humano, "hecho a imagen y semejanza de Su Creador". Así, dentro de un cuadro de valores establecido por medio de la analogía, podríamos deducir que cada uno de los sentidos de la Divinidad expresando la capacidad vibratoria de un Plano se refleja y manifiesta en el ser humano y a medida que avanza éste en el proceso de su evolución, tales sentidos se agudizan y vienen a ser como avenidas de contacto con su contraparte superior en los demás Planos. Desde tal punto de vista puede ser establecida la siguiente analogía:

 

 

El hombre utiliza, además, el centro de la mente como un sentido coordinador de los demás sentidos físicos y parece ser que progresa incesantemente hacia un sentido superior muy remoto para la mayoría de los seres humanos que denominamos Intuición, cuya cualidad es Unidad y se expresa como síntesis.

Existe una relación total entre un Arcángel, que es la energía coherente de un Plano de la Naturaleza y un Deva constructor, que es el factor coherente que construye el cuerpo expresivo de un hombre. Puede comprenderse, utilizando como siempre la analogía, que tal relación ha de hallarse en el misterio del Éter, la sustancia cósmica mediante la cual y de acuerdo a su grado de sutilidad son estructurados los distintos Planos de la Naturaleza, y dentro de estos Planos, los cuerpos correspondientes a todos los estados de conciencia humana y a todas las infinitas especies dentro de los Reinos en evolución. Hemos hablado de "factor coherente" en lo que respecta a la construcción de cualquiera de los mecanismos que el hombre utiliza en el devenir de su existencia kármica o el que utiliza la propia Divinidad en la manifestación de los Planos del Universo. Sin embargo, hay que tener en cuenta también el "factor aglutinante" que corresponde a la actividad del átomo permanente. Este consta asimismo de siete espirillas, cada cual con sus propias líneas de energía, que son la representación en la vida del átomo de los siete Planos del Universo, dotadas de un movimiento particular de contracción y dilatación a igual que un diminuto corazón reaccionando sincrónicamente a los movimientos de sístoles y diástoles del gran Corazón solar que determina el fenómeno de la Vida en el Universo. En la presente era evolutiva sólo cinco espirillas están activas dentro del átomo permanente humano, correspondiendo cada una a la evolución de un sentido físico y al posible despertar de sus contrapartes en los mundos más sutiles. Tengamos en cuenta, al respecto, que el movimiento de contracción y dilatación del minúsculo corazón del átomo permanente está regido misteriosamente por unas vidas angélicas especializadas, atraídas a este centro de vida atómica por ciertas radiaciones emitidas a través del mismo por el principio espiritual o Monádico del ser humano. El Espíritu, mediante el desarrollo de las espirillas en el átomo permanente, una para cada gran Raza en evolución, origina los sentidos de percepción o avenidas de contacto con la obra de la Naturaleza. De acuerdo con el proceso de la evolución puede ser establecido el siguiente cuadro de analogías:

 

Esotéricamente se nos dice que cada espirilla en el átomo permanente es una corriente de energía que transmite no sólo vida sino que irradia también conciencia. Esto viene a significar que el átomo permanente del ser humano en cualquier de los cinco Planos del Universo en donde tiene necesidad de cuerpos expresivos es un centro de vida, de conciencia y de actividad creadora. La Ley única que rige el proceso de expansión del átomo permanente en el subplano superior o atómico de cada Plano es RADIACION. De acuerdo con tal radiación, expandiendo energía vital y cualidades espirituales a través de los demás subplanos, son misteriosamente atraídas a su centro aquellas minúsculas vidas coexistentes con el Éter que llamamos "elementales constructores" o devas de las formas. Existen en muchos niveles de sutilidad y en innumerables modificaciones. Su ley es responder a toda clase de vibraciones y construir mediante el éter a su alcance el pequeño núcleo de sustancia que corresponde a cada tipo de vibración. La creación de las unidades atómicas de elementos químicos necesarios para la estructuración de las células vivas de cualquier organismo físico es el inmenso trabajo de un increíble número de pequeñísimos obreros trabajando al unísono y coordenadamente a los impulsos vitales del átomo permanente físico y al estímulo de los sucesivos estados de conciencia que condicionan el ritmo de la evolución. La fuerza coherente del átomo, su capacidad de expansión y la calidad de sus radiaciones constituyen esencialmente el Elemental Constructor, el Señor de un Vehículo reconocido de manifestación humana. Este Elemental Constructor es la representación en miniatura de un Arcángel en lo que al Sistema Solar se refiere. Su poder es muy grande y así es reconocido en los estudios esotéricos ya que una vez que ha construido el vehículo u organismo humano en el Plano que corresponda, mental, emocional o físico, se constituye en el Morador del mismo, con una conciencia propia y reconocida. Esta conciencia es muy difícil de ser controlada y gobernada si el ser humano no posee una gran evolución espiritual. Podemos decir así que la conciencia que anima a un elemental constructor varía en cada nuevo ciclo de evolución o en cada nuevo período de encarnación del Alma humana. En su esencia es un Ángel o Deva que utiliza todas las vidas elementales coexistentes con el éter a su alcance, las atrae a su centro de poder y las mantiene luego coherentemente en la evolución del sistema celular de acuerdo con las cualidades y los impulsos eléctricos que brotan del centro de conciencia humana condicionada por el karma. Se trata, en todo caso, de la expresión mística del Alma por medio de la forma, pero con la participación espiritual de la Mónada. Ésta, a igual que el Logos Solar, está empeñada en la tarea evolutiva que corresponde a cada nueva fase de vida o de encamación cíclica.

El proceso sigue invariablemente un orden analógico, ya se trate de la construcción de un cuerpo físico, astral, mental, búdico o átmico. El átomo permanente en cada uno de estos Planos, emitiendo ondas de vida, de conciencia y de magnetismo kármico [4], atrae del misterioso seno del Espacio a las vidas dévicas que constituyen el Éter, el misterioso fluido inmortal e imperecedero que difunde e irradia el aura magnética de la propia Divinidad. Cada una de estas diminutas vidas angélicas forma así parte del cuerpo coherente del Elemental Constructor. Su grado de refinamiento dependerá siempre del índice de sutilidad de las cualidades del Alma y de la etapa de evolución alcanzada por la misma en anteriores procesos cíclicos de encarnación o de manifestación.

Las ondas emitidas por los átomos permanentes afectan a una inconcebible cantidad de elementos dévicos, los cuales responden a la ley de la necesidad que le obliga al hombre a reencarnar cíclicamente. Desde el momento en que por leyes misteriosas de afinidad penetra un elemental dévico dentro del campo magnético creado alrededor de un átomo permanente, forma parte ya del equipo de manifestación del Yo espiritual y participa de hecho del karma que este Yo tiene la misión de cumplir y realizar. El misterio de la vida y de la forma se halla así complementado y el investigador esotérico de todos los tiempos y el discípulo en entrenamiento espiritual tienen el deber de penetrar en el interior de los campos magnéticos creados en cualquier zona de vida en el espacio y establecer inteligente contacto con ciertos Ángeles superiores. Estos Ángeles, en cada Plano, son los responsables de que las vidas angélicas en función de elementales constructores realicen perfectamente la obra que les ha sido asignada de construir elementos químicos, átomos y células, en respuesta a la necesidad evolutiva de cualquier Yo espiritual, o Hijo de Dios en encarnación cíclica.

 

9. LOS ÁNGELES Y LAS ALMAS GRUPO DE LA NATURALEZA

En directa analogía con lo dicho en el capítulo anterior vamos a analizar ahora el tema profundamente inspirativo de las “ALMAS GRUPO", del cual se ha hablado mucho esotéricamente, aunque sin enlazarlas quizás directamente con la actividad espiritual de los Ángeles que constituyen las raíces cósmicas de su evolución.

Vamos a preguntarnos ante todo... ¿qué es un ALMA GRUPO, ya se refiera al Reino Animal, al Vegetal o al Mineral? Se trata simplemente de grandes concentraciones de energía angélica manteniendo en suspensión en el espacio vital de un Reino o de una especie determinada en la vida de la Naturaleza, a grandes grupos de partículas de vida dotadas de esencia monádica en distintos grados de evolución, impelidas por un impulso trascendente divino a la incesante búsqueda de un tipo de FORMA que responda adecuadamente a sus necesidades de manifestación. Sea cual fuere el nivel evolutivo de tales concentraciones de energía dévica y monádica, cuando se las examina clarividentemente desde el plano causal aparecen como "nubes" coloreadas por las cualidades espirituales alcanzadas en procesos anteriores de manifestación o existencia y se las distingue perfectamente unas de otras en diversos estratos del Plano Mental, por la calidad de los colores y sutilidad de la nube dentro de la cual se hallan inmersas.

En su aspecto esencial, los Reinos de la Naturaleza son ENTIDADES DÉVICAS de trascendente evolución. Estas ENTIDADES mantienen dentro de Sí y en el Éter específico que constituye la sustancia de Sus Vidas, a las Almas Grupo de la multiplicidad de especies que en cada Reino evolucionan. Para establecer la jerarquía espiritual evolutiva entre las distintas Almas Grupo de cada especie definida bastará observar la calidad de los elementos químicos que entran en la composición de las mismas, tal como ocurre por ejemplo cuando se examina la estructura química y forma geométrica de un pedrusco cualquiera o la que constituye una piedra preciosa o un conjunto molecular radiactivo en el Reino Mineral.

El Alma Grupo de cualquier Reino de la Naturaleza contiene en potencia el Arquetipo de perfección de todas y cada una de las Almas Grupo características de las distintas especies que la integran. Estas Almas Grupo menores pueden percibirse asimismo como "nubes" dentro de la "NUBE TOTAL DEL REINO" al que pertenecen, coloreadas cada una de ellas por las cualidades distintivas de las especies evolucionantes que revelan su particular evolución espiritual o monádica y "flotan", por así decirlo, en orden a densidades o a peso específico en el interior del Alma Grupo total de un Reino. Cabe notar el grado de fluidez etérica de unas especies en relación con otras por el orden o posición que ocupan dentro del mismo, es decir, superpuestas por ley de densidad o de gravitación. Siendo la Gravitación el poder que regula el proceso kármico en este Universo Físico en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser, podríamos establecer, de acuerdo con el principio de las analogías base del conocimiento oculto, las siguientes correspondencias o consideraciones:

a) El Alma Grupo total del primer Reino de la Naturaleza, el Mineral, se halla localizada en el séptimo subplano del Plano Mental. Las energías etéricas de construcción y los agentes dévicos constructores en diversas gradaciones operan en el cuarto subplano etérico del Plano Físico.

b) El Alma Grupo total del segundo Reino, el Vegetal, se halla ubicada en el sexto subplano del Plano Mental. Las energías etéricas y las ingentes huestes de elementos dévicos que intervienen en el proceso de construcción de las formas requeridas pueden ser localizadas en el tercer subplano etérico del Plano Físico.

c) El Alma Grupo total del tercer Reino, el Animal, con todas sus numerosísimas especies integrantes en tierra, agua y aire, constituyendo variadísimos centros de actividad, se halla confinada en el quinto subplano del Plano Mental y la numerosísima hueste de agentes dévicos constructores especializados que construyen la multiplicidad de formas animales características de las distintas especies, extraen la sustancia etérica del segundo subplano del Plano Físico, aquel que en los tratados esotéricos se denomina subatómico.

En orden a este grupo de ideas relacionadas podríamos añadir que al Reino humano, constituido por las almas individuales de todos los seres humanos, le corresponde en orden a la analogía el cuarto subplano del Plano Mental, aunque el centro espiritual y radiante de su vida se halla en el tercersubplano, llamado también plano causal, morada del ÁNGEL SOLAR, centro inspirativo de toda vida humana. Las energías etéricas que entran en la composición de las delicadas fibras nerviosas del cerebro y de los todavía más sutiles NADIS del sistema nervioso interno son extraídas del subplano primero del Plano Físico, el subplano atómico. Esta relación total entre Reinos, Planos, subplanos, Jerarquías angélicas y Agentes constructores dévicos será mejor comprendida utilizando el siguiente diagrama:

 

Otra correspondencia analógica podría ser establecida entre las Almas Grupo Subhumanas, las Almas individualizadas de los seres humanos en el Cuarto Reino y las Almas Liberadas del Reino Superhumano en orden a las grandes Jerarquías Creadoras que operan en el Segundo Plano Monádico del Universo. Veamos:

 

El proceso de la evolución, tal como surge de la mente y de la voluntad del Creador, se manifiesta como un impulso vital ascendente a la búsqueda incesante de un Arquetipo de perfección que se eleva de las densas profundidades del Reino Mineral, atraviesa los diferentes estadios de vida en los Reinos Vegetal y Animal y converge en el corazón del hombre.

En el proceso iniciático conocido esotéricamente como INDIVIDUALIZACIÓN, grandes concentraciones de mónadas espirituales habiendo rebasado la medida impuesta por los Arquetipos superiores de ciertas Almas grupo en el Reino Animal, fueron dotadas de alma individual y pasaron a constituir el Cuarto Reino de la Naturaleza, el Reino Humano. Fueron cierto tipo de AGNISHVATTAS, conocidos ocultamente como Ángeles Solares o Dyannes del Fuego, los que introdujeron la luz de la mente proveniente del quinto Plano Cósmico, la Mente de Dios, en los rudimentarios cerebros de los animales superiores, o de los hombres animales, y los convirtieron en seres humanos elevándoles, tal como puede leerse en ciertos pasajes de "EL LIBRO DE LOS INICIADOS" "por encima del karma de las Almas Grupo y preparando para cada uno de ellos un glorioso karma individual". La meta espiritual de la Raza de los hombres desde aquel momento es alcanzar la estatura de perfección del propio Ángel Solar, la representación genuina de la Voluntad de Dios en lo que respecta a la Humanidad de esta presente Cuarta Ronda y el objetivo supremo del Logos planetario en estos trascendentales tiempos marcados por la indescriptible oportunidad cíclica de un cambio de Eras.

 

10. EL ÁNGEL SOLAR

Las Almas Grupo fueron trascendidas y los hombres animales poseían ya un Alma individual. La opción humana frente a la vida universal que le rodeaba era desde aquel momento una: establecer contacto con el AGNISHVATTA Ángel Solar de su vida e inspirador y director de su destino kármico. Se trataba de una obra que tendría que durar millones de años ysolamente desde hace unos pocos siglos la idea del Ángel Solar es lo suficientemente fuerte en la conciencia de los hombres como para inspirarles internamente indicios de eternidad. Ahora el Misterio de la Divinidad se singulariza al extremo de mostrarle al espíritu investigador del hombre una sola y definida Meta, el reconocimiento de su trascendente divinidad simbolizada en el gran AGNISHVATTA, el Ángel Solar o el Ángel de la Presencia que desde siempre fue la gloria y luz y de su destino.

En el capítulo anterior nos preguntábamos ¿qué es el Alma Grupo? Ahora debemos preguntarnos... ¿quién es el Ángel Solar? Evidentemente, fue esta gloriosa expresión del amor divino quien elevó al hombre animal a la categoría de ser humano. Si logramos resolver la incógnita que rodea la Vida de este celestial Avatar habremos resuelto quizás de una vez y para siempre el enigma del corazón del hombre, centralizado en la triple interrogante ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, que constituye el secreto impulso que lo eleva constantemente a las sempiternas alturas espirituales.

El Ángel Solar es un tipo especial de AGNISHVATTA capacitado en el arte supremo de la transmisión de Luz. Procede, según se nos dice esotéricamente, de los planos cósmicos de la Mente divina y tiene un gran poder sobre la vida humana en el sentido de que en virtud de una solemne decisión e indescriptible sacrificio de su parte... "... determinó vincular Su radiante Vida de Adepto con la pequeña vida de un hombre animal a fin de dotarle de mente y elevarle por encima del nivel de actividad de las AlmasGrupo". El proceso de la INDIVIDUALIZACIÓN es profundamente místico y corresponde a una evolución natural de la Vida de Dios a través de cada uno de los Reinos de la Naturaleza. Hubo, al parecer, un proceso, técnicamente descrito como de ABSORCIÓN, mediante el cual las almas animales que habían llegado a cierto definido estadio de evolución dentro de sus particulares Almas Grupo se sintieron elevadas hacia arriba y emitieron al unísono una potente y clara nota invocativa. Dícese que al conjuro de ella respondieron losÁngeles Solares, aquellos que según reza la tradición esotérica "... aguardaban este momento desde extensas edades".

Hay que tratar de explicar, aunque brevemente, la parte de este Misterio universal que dicha tradición permitió llegar a nosotros: "Hace unos dieciocho millones de años la vida del planeta Tierra registró un acontecimiento espiritual de trascendentes consecuencias. El Logos de nuestro Universo, impulsado por razones cósmicas que escapan por completo a la humana comprensión, había decidido acelerar el movimiento evolutivo espiritual de nuestro mundo. Como efecto de esta decisión universal descendió a la Tierra procedente de Venus una poderosísima Entidad espiritual, la cual es conocida esotéricamente como SANAT KUMARA y más familiarmente como el SEÑOR DEL MUNDO. Éste trajo consigo a otras elevadas Entidades que constituían Su grupo de discípulos en aquel planeta y al incidir Su poder en el aura etérica de nuestro mundo provocó ciertos hechos principales:

a) En el Reino Mineral, algunos de los elementos químicos que constituían la base de la sustancia en dicho Reino recibieron un impulso adicional y se volvieron radioactivos, lo cual facilitó la entrada de muchas unidades de conciencia de este Reino en el Reino Vegetal. La radioactividad, tal como es científicamente conocida, procede de aquellos tiempos.

b) En el Reino Vegetal tuvo lugar asimismo un misterioso cambio químico que desarrolló potentemente la sensibilidad del mismo y propició el paso de muchas unidades de vida de este Reino al Reino Animal.

c) En el Reino Animal, el rudimentario centro del cerebro instintivo alojado en la región del plexo solar recibió un tremendo impulso espiritual y fue creada una línea de luz o de energía que unió este centro con cierto punto de la cabeza. Consecuentemente, muchos animales enderezaron la columna vertebral y pudieron sostenerse verticalmente sobre la horizontalidad del suelo. El centro de Kundalini, que hasta aquí sólo había desarrollado tres pétalos, desarrolló el cuarto y empezó a funcionar la base de la columna vertebral como centro espiritual y vital de la vida de un nuevo tipo de evolución planetaria.

d) Como consecuencia de este trabajo preliminar en el Reino Animal sobrevino el maravilloso acontecimiento que convirtió al hombreanimal en un ser humano. Unos poderosos Ángeles de la estirpe de los AGNISHVATTAS, los Ángeles Solares, procedentes del quinto Plano Cósmico, la MENTE DE DIOS, decidieron intervenir voluntariamente en la obra de la Divinidad con respecto al planeta Tierra y mediante un acto supremo de indescriptible sacrificio "unieron la Luz de Su radiante Vida" con la incipiente luz que temblorosamente surgía del cerebro de los hombres animales. Merced a aquella potente y santificada efusión de energía divina los convirtieron en seres humanos. Es así, por un proceso de vida esencialmente angélica, fruto de amor y de voluntad de sacrificio, que surgió de las místicas entrañas del planeta el Cuarto Reino de la Naturaleza, la Humanidad, la Raza de los hombres.

No pueden hacerse conjeturas acerca de la misteriosa esencia de losÁngeles Solares, de los HIJOS DE LA MENTE –tal como esotéricamente se les define. Sólo hay que tener presente un hecho esencial. Su voluntad, su amor y su sacrificio con respecto a la humanidad exigen de parte del hombre actos de voluntad, de amor y de sacrificio en su equivalente medida, teniendo en cuenta que la liberación del pacto de sacrificio del Ángel Solar en favor de la humanidad depende única y exclusivamente del ser humano. Leyendo en losanales akáshicos el misterio de la vida de los Ángeles Solares puede verse reflejada en los éteres inmortales las sublimes condiciones a que cada Ángel Solar sometió Su Pacto inquebrantable a la Divinidad y a la Raza de loshombres: "...NO ABANDONARÉ AL SER HUMANO HASTA QUE ÉL ME PERCIBA COMO CENTRO DE SU VIDA Y SE DIRIJA HACIA MÍ CON DEVOCIÓN Y GRATITUD, DOTADO DE IDÉNTICO AMOR, VOLUNTAD Y SACRIFICIO EN FAVOR DE SUS HERMANOS DE TODOS LOS REINOS, TAL COMO YO, EL HIJO DE LA MENTE, LE HE DEMOSTRADO A TRAVÉS DE LAS EDADES".

La promesa o el pacto supremo de cada Ángel Solar ha sido invariablemente cumplido. Es pues el hombre que posea inteligencia suficiente el que debe cumplir ahora la parte del pacto solar que le corresponde. Él debe establecer contacto consciente con el Ángel Solar de su vida, tenerle constante e invariablemente como meta de todas sus acciones y acercarse tanto a ÉL como para participar de la gloria de Su Vida, "tomar su lugar y reemplazarle en Sus funciones causales" a fin de que pueda retornar a Su patria celestial. A aquella patria nirvánica de la que se ausentó durante extensos ciclos de tiempo para cumplir con una deuda de amor, de voluntad y de sacrificio que había contraído en bien de la Humanidad y como eco supremo de la Voluntad de Dios.

 

EPÍLOGO

Al finalizar la primera parte de "UN TRATADO ESOTÉRICO SOBRE LOS ÁNGELES", que hemos titulado "LAS FUERZAS OCULTAS DE LA NATURALEZA", pensamos más en lo que todavía no fue dicho que en lo que ya está escrito, ya que así es de rigor en la investigación esotérica. Creemos sinceramente que lo dicho hasta aquí constituye solamente un primer paso orientador con respecto a las vidas angélicas y a las fuerzas elementales a sus órdenes. Todavía hay grandes misterios que descubrir y muchos e importantes secretos a revelar acerca de las fuerzas ocultas de la Naturaleza. Algunos de ellos se relacionan con la forma de trabajar de los Ángeles, desde que vuelven sustancial y objetivo el éter del espacio hasta que ha sido construida una forma determinada de la Naturaleza. Este misterio de construcción que mueve de por sí toda una cadena de misterios será tratado en el próximo volumen bajo el título de "ESTRUCTURACIÓN DÉVICA DE LAS FORMAS". En el mismo tratará de descifrarse el proceso de construcción angélica desde varios ángulos de vista y tan científicamente como nos sea posible, en orden a la Ley natural y a partir de los Arquetipos mentales creados por la Mente de Dios. Se trata de un trabajo lento, paciente y perseverante en cuyo desarrollo, nunca lo hemosdudado, seremos inspirados y ayudados por los propios Ángeles. Dichos Ángeles, según hemos podido comprobar, están profundamente interesados en establecer contacto con los seres humanos y gentilmente cooperan con todos aquellos que intentan sinceramente acercarse a sus mundos de armonía.

El tercer volumen de este Tratado esotérico sobre los Ángeles tendrá como título "LOS ÁNGELES EN LA VIDA SOCIAL HUMANA". En el mismo serán estudiados lo más ampliamente posible los contactos humano-dévicos realizados en todos aquellos niveles en donde el ser humano posee vehículos lo suficientemente desarrollados como para permitirle establecer relaciónconsciente con los Ángeles, nuestros hermanos de los mundos invisibles. Tales contactos pueden ser realizados a partir de los niveles etéricos más densos, como lo es el gaseoso, hasta ciertos exaltados niveles del Plano Mental, culminando en ciertos casos con la vibrante experiencia de contacto con el ÁNGEL SOLAR que precede a las grandes Iniciaciones. Hay pues una extensa gama de relaciones entre el Reino Humano y el Mundo de los Ángeles que pueden ser establecidas de inmediato a partir de las débiles creaciones humanas en los niveles emocionales hasta alcanzar aquellas ricas zonas de experiencia espiritual en donde se manifiestan los Ángeles familiares o guardianes de la humanidad o aquellos otros, todavía más excelsos, cuya misión es revelar los Misterios de la Divinidad en forma de maravillosos Arquetipos cuya sustancia de Luz alimenta todas y cada una de las formas de la Naturaleza y de los Reinos.

Creemos sinceramente, e insistimos mucho sobre este punto, que este Tratado si bien no será una obra completa por cuanto no podrá abarcar las inmensas profundidades del Mundo angélico, constituirá, sin embargo, el punto de partida para la investigación particular de muchos otros investigadores de las leyes ocultas de la Naturaleza, singularmente de aquellos dotados de mente muy científica y analítica que ansíen descubrir el misterio de la construcción, ya sea de cualquier átomo o elemento químico o el que se revela al examinar el crecimiento de la más humilde planta. Utilizando la visión interna trataremos de dar cumplimiento a estos objetivos mediante la aportación de gráficos y dibujos ilustrativos de las actividades que están realizándose en los mundos ocultos, sin que nos demos cuenta, por medio de los agentes constructores de la Naturaleza, maestros supremos en el arte de la estructuración de todas las formas, de todos los ambientes y de todas las situaciones posibles en nuestro planeta. Una parte muy importante a considerar por sus tremendas repercusiones en el orden social de la humanidad es la parte activa que toman los Ángeles en sus distintas jerarquías, en la producción de los fenómenos llamados parapsicológicos o paranormales y en todos aquellos otros de carácter atmosférico y geológico que se manifiestan como nieve, lluvia o viento y en forma más dramática, por sus imprevisibles consecuencias, como las erupciones volcánicas, los huracanes, los terremotos y las inundaciones. Esperamos poder explicar tan razonablemente como nos sea posible los orígenes dévicos de todos estos fenómenos paranormales y geológicos. Esta es, al menos, nuestra sincera esperanza.

Es pues con una disposición de ánimo muy serena, tranquila y confiada que ponemos punto final a este primer volumen de "UN TRATADO ESOTÉRICO SOBRE LOS ÁNGELES", que ha de servir de introducción a otras ideas más amplias y profundas en orden al tema general de las Jerarquías Angélicas del Universo y de sus particulares y definidas misiones con respecto al hombre y a la vida de la Naturaleza... Esperamos que así sea.

Bajo el Signo de Capricornio

Barcelona, Enero de 1979

VICENTE BELTRAN ANGLADA

 

 

—————————

[1] Más amplias y detalladas informaciones acerca de la invocación angélica y sobre losÁngeles Solares, pueden ser halladas en los libros del mismo autor "LA JERARQUÍA, LOS ÁNGELES SOLARES Y LA HUMANIDAD" y "LOS MISTERIOS DEL YOGA". [regresar]

 

[2] El Principio de Analogía lo rige todo y el impulso hacia la Perfección guíaindistintamente la vida de los Dioses, de los Ángeles y de los Hombres. [regresar]

 

[3] Esotéricamente se dice que cuanto más intensamente sufre el ser humano más cerca se halla de la sensibilidad angélica. [regresar]

 

[4] Sin este magnetismo especial irradiante de los Señores del Karma no podrían ser construidos ninguno de los cuerpos expresivos del hombre. [regresar]