P: ¿Qué es un brote?
R: La designación de un brote es siempre relativa al contexto epidemiológico en sus tres ejes principales: persona, tiempo y lugar. Cuando se observa un aumento significativo de casos en un lugar y por un periodo determinado se denomina clúster (spikes), brote (outbreak) o epidemia de acuerdo con su magnitud y duración.[1] Una epidemia de alcance mundial es un pandemia.
Con la flexibilización de las medidas de mitigación es natural esperar reportes de clusters de contagios.[2, 3] El SARS-CoV-2 continúa presente en la comunidad y seguirá presente hasta que mas de 2/3 partes de la población haya adquirido inmunidad permanente. Lo importante es que se puedan detectar a tiempo para el aislamiento oportuno de los casos COVID-19 y la cuarentena de sus contactos para minimizar la transmisión comunitaria y para prevenir el colapso del sistema hospitalario. También es importante controlar la inmigración de casos COVID-19 en la población mediante el establecimiento de sistemas de vigilancia epidemiológica en los aeropuertos y puertos de entrada. Aún así, la fase presintomática y asintomática de la enfermedad no permite una prevención perfecta.
Es importante que la comunidad, comenzando por la unidad familiar, se mantenga alerta —sin histeria— y continúe practicando las medidas de protección personal y distanciamiento físico. Hagamos caso omiso a la desinformación de quienes, por desconocimiento de la epidemiología o por agendas personales, confunden la «inestabilidad» de los datos con su inestabilidad emocional o con su afán de protagonismo mediático . Todos los datos de un sistema de vigilancia epidemiológica están en continua revisión. Es usual el patrón semanal de los reportes epidemiológicos que se observa en casi todos los países del mundo (bajos reportes durante los fines de semana), así como el retraso en el reporte de las defunciones.[4] Utilizar esos artefactos para sembrar desconfianza en la realidad de los datos no redunda en un buen servicio a la comunidad. El deporte de avergonzar («bashing») no es la manera de colaborar para la solución de los problemas, y mucho menos cuando la crítica carece del elemento constructivo.
La realidad que refleja la curva epidémica, tanto de los casos confirmados como las defunciones COVID-19, es que nos encontramos en una nueva fase de la pandemia en Puerto Rico; que ciertamente existe transmisión comunitaria; que existen clusters de casos que hasta ahora se han podido controlar con medidas oportunas de aislamiento y cuarentena; que tenemos que mantener y mejorar la vigilancia de los puertos de entrada al país; que hasta ahora las estadísticas hospitalarias no demuestran una tendencia consistente de aumento de casos.
Debemos discernir nuestras fuentes de información, así como la interpretación epidemiológica de los datos. Observe por usted mismo las curvas epidémicas y confirme la realidad que los datos reflejan. -JB
Casos COVID-19 Confirmados
Defunciones COVID-19
Fuente: Departamento de Salud
[JC] 1. Me parece que eres la primera persona que ha presentado las
curvas epidemiológicas de frecuencias y de frecuencias acumuladas
simultáneamente. Ofrecen información complementaria que aclaran el
estado de la epidemia en Puerto Rico.
2. "Con la flexibilización
de las medidas de mitigación es natural esperar reportes de clusters de
contagios."
La aseveración de que es "natural" la aparición de
conglomerados de casos podría dar la sensación de que es inevitable. No
obstante, el grado en que aparecen los mismos es también función de un
sistema tenaz y agresivo de detección y aislamiento de casos, así como
de investigación de contactos. En ese mismo párrafo se presentan estas
cualificaciones, y asumo que debe haber avances en este sentido, pero
tengo serias dudas.
3. "Todos los datos de un sistema de
vigilancia epidemiológica están en continua revisión. Es usual el patrón
semanal de los reportes epidemiológicos que se observa en casi todos los
países del mundo (bajos reportes durante los fines de semana), así como
el retraso en el reporte de las defunciones. Utilizar esos artefactos
para sembrar desconfianza en la realidad de los datos no redunda en un
buen servicio a la comunidad."
Si bien estoy de acuerdo con estas
declaraciones, quisiera añadir que, en buena medida, la magnitud y
frecuencia de estos problemas surgen de un casi total abandono de la
infraestructura de salud pública por décadas, tanto en Puerto Rico, como
en otros lugares en el mundo. Este asunto se ha discutido en varios
foros desde hace mucho tiempo, y los gobiernos lo han ignorado.
Me preocupa que el discurso de que en otras partes del mundo pase lo
mismo sirva para perpetuar la inmovilidad tanto del gobierno como de la
ciudadanía para crear una infraestructura robusta de salud pública en el
país. Países como Corea del Sur, Taiwán y Singapur aprendieron la
dolorosa lección del SARS y por eso, con sus luces y sus sombras, han
sido más efectivos que otros países. Dudo que Puerto Rico aprenda la
lección de COVID-19.
4 "El deporte de avergonzar («bashing») no
es la manera de colaborar para la solución de los problemas, y mucho
menos cuando la crítica carece del elemento constructivo." - Comentario
muy relevante. [/JC]
[JB] Muchas gracias. [/JB]
2020.06.24
[ Portada ]
contacto: jb @ pitirres.org
José Becerra, MD, MPH, FACPM
Atlanta, GA and San Juan, Puerto Rico
Retired Centers for Disease Control Medical Epidemiologist.
Adjunct Associate Professor of Epidemiology and Biostatistics, Graduate School of Public Health, Medical Sciences Campus, University of Puerto Rico.